Published On: Vie, jul 7th, 2017

BUGARACH, EL FIN DEL MUNDO, EL TURISMO ESOTERICO Y UN ALCALDE CON MUCHO ROSTRO

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Publicado en EOC nº 83/84

1A mediados de junio de 2011, una comisión del gobierno francés, la Miviludes (Mission interministérielle de vigilance et de lutte contre les dérives sectaires),[1] encargada de analizar y observar las sectas francesas y de informar a la población sobre los peligros que pueden ocasionar, informó al primer ministro galo, François Fillon, mediante un documento de cerca de cien páginas,[2] del riesgo al que iba a enfrentarse en unos cuantos meses el país: numerosos aficionados al fenómeno ovni y a los extraterrestres, convencidos de que el fin del mundo iba a llegar el 21 de diciembre de 2012, tal y como habían predicho los mayas varios siglos antes, habían comenzado a difundir la idea de que un pequeño pueblo del sur del país, Bugarach, en pleno corazón del Languedoc y del Alto Valle del Aude, iba a ser el único lugar donde podrían salvarse los humanos ante el inminente cataclismo.

No era de extrañar que la citada comisión gubernamental se alarmase. «Algunas recientes tragedias que se han producido en nuestro territorio nos invitan a tomar medidas», comentó el ex magistrado Georges Fenech, presidente de La Miviludes.[3]

Efectivamente, dieciséis años antes, el 23 de diciembre de 1995, en la meseta de Vercors (situada en el departamento de Isère, cerca de los Alpes), dieciséis miembros de la OTS (Ordre du Temple Solaire, Orden del Templo Solar), tres de ellos menores, se autoinmolaron.[4] Este grupo, clasificado como secta y fundado en 1984 por el rosacruz Joseph di Mambro y el homeópata nazi Luc Jouret, fue especialmente activo en Francia, Suiza y Canadá. Pero no fue la única matanza que protagonizaron: entre 1994 y 1997 murieron 74 miembros de la secta, entre los que se encontraban los dos fundadores, en diferentes suicidios colectivos realizados en estos tres países. Aunque, siendo estrictos, no fueron suicidios, ya que los participantes, después de ingerir calmantes, recibieron

un tiro en la cabeza, para ser posteriormente quemados. El motivo de toda esta sangría era desconcertante: los miembros de la secta estaban convencidos de que iban a iniciar un viaje rumbo a Sirio, gracias a los extraterrestres, para escapar del eminente fin del mundo que se produciría en el año 2000.

No sería la única matanza sectaria y apocalíptica que sucedió en Francia. El 14 de julio del año 2002, un tal Jérémie, miembro de una secta llamada Néo-Phare, se suicidó arrojándose bajo las ruedas de un coche en un pueblo de Maine-et-Loire. A los pocos días, otros miembros de ese movimiento también intentaron quitarse la vida. El líder, un tal Arnaud Mussy, autoproclamado como la reencarnación de Jesús, fue detenido dos meses después, acusado de homicidio. El tipo había convencido a sus fieles de que el apocalipsis era inminente (había comenzado el 11 de septiembre de 2001, fecha en la que se produjo el atentado contra las Torres Gemelas y el Pentágono). Iba a suceder el 24 de octubre de 2002…

Así, el gobierno francés comenzó a inquietarse con el movimiento milenarista que giraba en torno a Bugarach y empezó a centrar su atención en la zona de los Pirineos Orientales y el Alto Valle del Aude.

El alcalde al habla2

Pero, todo parece haberse originado por unas declaraciones que el alcalde de Bugarach (durante los anteriores 35 años), Jean-Pierre Delord, había realizado unos meses antes, el 30 noviembre de 2010, en pleno boom del 2012, que fue recogida por varios medios de la zona[5] y algún periódico generalista.[6] En dicha entrevista se mostraba alarmado por el rumor de que se estaban organizado viajes desde varios lugares de Europa y desde los Estados Unidos, para el 21 de diciembre de 2012, y que por ese motivo había tenido que informar al prefecto del Aude de aquella posible amenaza para la tranquilidad vecinal. Alertaba de lo que

podía suponer para el pueblo la llegada de 10000 personas o más en un solo día, y, por ello, pedía ayuda a las autoridades. Además, Delord fue el primero que dijo que el motivo por el que acudirían todas esas personas allí era porque pensaban que sería el único refugio del apocalipsis…

Sí es cierto que, desde muchos años antes del 2012, grupos de neo cátaros y neo templarios, buscadores de tesoros escondidos, organizadores de nada baratos cursillos esotéricos, terapeutas de todo tipo, amantes de los extraterrestres convencidos de que había una base subterránea bajo el monte, seguidores de las fuerzas telúricas que querían imbuirse de las ondas magnéticas que emanaban del vórtice de la montaña sagrada, y supervivencialistas seguros del inminente apocalipsis, comenzaron a dirigirse a esta pequeña localidad francesa de no más de doscientos habitantes y al cercano Pech de Bugarach, de 1230 metros de altura. Así, por ejemplo, en el año 2011 se calcula que visitaron el pueblo cerca de 20000 excursionistas de este tipo… Hippies y rastas se mezclaban con señores con túnicas blancas y gorros de papel de aluminio…

Pero, el boom mediático que se produjo, alentado en un primer momento por el propio alcalde de Bugarach, hizo que las visitas se multiplicasen y que, la llamada a la cautela inicial produjese el efecto contrario: se convirtió en un reclamo para los curiosos. Así, todo parece indicar que se trató de una falsa alarma, utilizada, precisamente, para atraer más turistas al pueblo. Y salió a las mil maravillas.

Los lugareños, por un lado, comenzaron a hacer negocio con aquello, forrándose con los alquileres desproporcionados que cobraban a los peregrinos new age, y especulando con la venta de las casas, que llegaron a triplicar su valor habitual. Por supuesto, el par de tiendas de alimentos que había en la localidad también se prepararon para la avalancha que iba a llegar, haciendo acopio de víveres. El negocio estaba montado. Y si había que cobijar y alimentar a los miles de visitantes que se esperaban para los últimos quince días del 2012, pues se les alojaba y se les alimentaba. Si hasta se envasaron unas botellas de vino con una etiqueta en la que ponía: «Bugarach, s’il n’en reste qu’un, je serai celui-là» (Bugarach, si solo queda uno, yo seré suya). Pero al alcalde y a los negociantes del pueblo les salió el tiro por la culata ya que las autoridades acabaron tomando cartas en el asunto: el 16 de noviembre de 2012, el prefecto del Aude, Eric Freysselinard, anunció que el acceso al Pech de Bugarach y a sus galerías subterráneas quedaría prohibido entre el 19 y el 23 de diciembre de 2012.[7] Y así fue. Todo un corte de rollo para la prosperidad local.

Cuando llegó el día del fin del mundo, como en los días anteriores, la afluencia de visitantes fue masiva,[8] pero nada que no pudiese ser controlado por las decenas de policías que invadieron el pueblo y vigilaron los accesos a la montaña. Incluso hubo helicópteros desplegados para controlar la zona desde el aire y un amplio destacamento de bomberos, ambulancias y servicios de emergencias. Por lo que pudiera pasar.

El mundo no se acabó

Y nada pasó, como bien saben. El mundo no se acabó el 21 de diciembre de 2012, o al menos eso parece, ni hubo ningún suicidio masivo en el Pech de Bugarach. Lo mayas no habían atinado, y todos aquellos que lo daban por hecho, tuvieron que esconder la cabeza. Fue una auténtica psicosis colectiva en la que, durante un tiempo, todo parecía posible. Pero ni siquiera se habían puesto de acuerdo en cómo iba a acabar el mundo: una inversión repentina de los polos magnéticos, una invasión alienígena, una actividad inusual en el Sol, o la aparición de Nibiru o algún que otro planeta desconocido que se dirigiría directo hacia nosotros.

Sí, todos coincidían en señalar que los mayas lo habían vaticinado, aunque, siendo estrictos, tampoco esto fue del todo así. Por un lado, se conservan cuatro códices mayas: los de Dresde, Madrid, París y el códice Grolier, pero en ninguno de ellos se dice nada sobre el fin del mundo. Es cierto que en los Chilam Balam, unas pequeñas obras proféticas escritas después de la conquista española, se dice que el dios Kukulcán, muy parecido al Quetzalcóatl de los aztecas, volverá al final de 13º baktún, la fecha que los defensores del apocalipsis del 2012 defendían como la del fin del mundo, basándose en las supuestas profecías mayas. Pero en estos libros no se dice nada de un apocalipsis, ni se entrevé que ese sea el final de los tiempos, sino más bien el comienzo de una nueva era.

3

De hecho, esto del 13º baktún tiene mucho que ver con que la fecha del Armagedón fuese, precisamente, el 21 de diciembre del 2012. Entre los distintos calendarios de los mayas había uno, el conocido como la Cuenta Larga, que abarcaba un enorme periodo de tiempo, 5200 años, y que empleaban para hablar de hechos pasados de su historia. Aunque no existe unanimidad entre los científicos, la propuesta más aceptada para situar el año 0 de este calendario ―la llamada GMT por los apellidos de sus autores, Goodman, Martínez y Thompson, basada en evidencias astronómicas y etnográficas―, plantea que el día 0.0.0.0.0.4 ahau fue el 6 de septiembre del año 3114 a.C., que en el calendario gregoriano corresponde al 11 de agosto de 3114 a. C. Por lo tanto, dado que la leyenda dice que el fin del mundo se produciría al finalizar la llamada Cuenta Larga, compuesta por trece baktunes, y partiendo de que un baktún eran 394,25 años (144.000 días), obtenemos el año 2012, y la fecha del 21 de diciembre. Y sí, esto sería así, pero en ningún lugar se dice que eso significase el fin del mundo. Quizás, simplemente, comenzaba el baktún 14, o se reiniciaba la cuenta desde cero. Sí, los mayas pensaban que aquel día se produciría un cambio de era, pero no un fin del mundo.

Lamentablemente, a partir de los años sesenta, numerosas obras sensacionalistas empezaron a indicar lo contrario, que los mayas habían advertido de que al final de la Cuenta Larga se produciría el fin del mundo. No tuvieron en cuenta, por ejemplo, que en Palenque se predecía que en el año 4772 se iba a celebrar el aniversario de la coronación del rey Pakal. Ni cayeron en que los mayas también hablaban de ciclos anteriores.

En definitiva, todo aquello fue un bulo más, aunque mucho más grande, de los que campan a sus anchas por Internet, nutriéndose de los millones de aficionados acríticos a estos temas que le dieron credibilidad. Un bulo tremendamente lucrativo, por cierto, ya que en aquella época se publicaron decenas, o quizás cientos, de libros sobre el tema, y todas las revistas y programas de radio dedicados a este temática se hicieron eco del boom del 2012. Si hasta hubo una película…

¿Cómo empezó todo?6

Por supuesto, los mayas no mencionaron en sus supuestas profecías al Pech de Bugarach, aunque hubiese estado bien. Así, aunque tenemos claro que el fenómeno del 2012 fue un bulo, resulta más difícil entender cómo surgió el rumor de que esta montaña iba a ser el único refugio ante el inminente fin del mundo.

El Bugarach, un volcán extinto también conocido como «montagne inversée» (la montaña invertida)[9] o «le bug» (el error), venía llamando la atención de numerosos curiosos aficionados a las temáticas del misterio desde el boom de la New Age en los años sesenta. Se decía que emanaba una energía singular y poderosa; que era uno de los chakras de la Madre Tierra; que albergaba una base extraterrestre de OVNIS… o que era «un vórtice que extrae su energía de las profundidades de la Tierra y la difunde a las estrellas», como expresó en una entrevista en La Depeche (el 31 de diciembre de 2010) Jeanine Bladanet, una anciana de 70 años, apasionada del misterio de Rennes-le-Château y experta local en energías telúricas y ufología, que, por cierto, negaba todo aquello del fin del mundo.[10]

Cuando uno se pone a buscar referencias por Internet sobre el origen de toda esta trama se encuentra con historias absolutamente delirantes, como que el antiguo presidente francés François Miterrerrand había sido visto curioseando a bordo de un helicóptero sobre el Pech de Bugarach; o que los nazis, y posteriormente el Mossad, el servicio secreto de Israel, habían estado realizando excavaciones en las faldas del monte; o que el famoso director de cine Steven Spielberg se inspiró en esta cumbre para su famosa película Encuentros en la tercera fase (1977), aunque en la cinta mostrase la Devil’s Tower de Wyoming.[11] Incluso se ha dicho que Julio Verne escribió Viaje al centro de la Tierra inspirado por leyendas locales que hablaban de una enorme cavidad bajo el Bugarach habitada por seres desconocidos. Pero, pese a toda esta maraña de bulos sensacionalistas, se puede rastrear el origen de este rumor. Lo sorprendente es que, una vez más, el misterioso pueblo de Rennes-le-Château, en el que he centrado mis investigaciones desde hace años, ocupaba un lugar importante en la cadena de acontecimientos que explican el nacimiento de Bugarach como refugio del apocalipsis. Veámoslo.

D’Argoun

Comencemos con un personaje clave que, a lo largo de su amplia carrera literaria, cimentó la idea de que bajo el Pech de Bugarach había una nave extraterrestre que, cuando llegase el momento, saldría a la luz, recogería a unos cuantos elegidos, y los salvaría de una especie de fin del mundo que en realidad no lo era.

Se trata de Jean D’Argoun, seudónimo de un tal Philippe Julien, un médium francés nacido en 1955, relativamente conocido en el país galo por sus obras sobre esoterismo, especialmente en la zona del Alto Valle del Aude. Aseguraba haber contactado durante años con diferentes entidades psíquicas y con seres venidos del espacio en la región de Bugarach, plasmando sus revelaciones en algunos libros, por ejemplo, Issahâ, la Lumière qui Vient (1997) o La Révélation d’Issahâ (1998).  Aunque posteriormente, en otras obras suyas, se centró más en los misterios de esta montaña, con obras como Bugarach, la Montagne Sacrée (2001) o Révélation sur le Mont Bugarach (2006); además de proponer su particular versión de la historia del abad Saunière en un par de libros, L’Ultime Secret de Rennes-le-Château (2003) y Rennes-le-Château, L’Oeil de Dieu (2005), relacionándola con Bugarach, los templarios y los cátaros; el Santo Grial y el Arca de la Alianza (que también estarían por allí); Jesús y María Magdalena, siempre basándose en las revelaciones telepáticas que había recibido de entidades extraterrestres. Por ejemplo, llegó a afirmar que el tesoro que había encontrado el bueno de Bérenger Saunière estaba custodiado en una de las cuevas de esta montaña…11

Sobre el tema que nos ocupa planteó una hipótesis tremendamente sugerente. En su libro Bugarach, la Montagne Sacrée, del año 2001, aseguró que bajo el Pech de Bugarach había una enorme cavidad subterránea, con un lago en su interior, en la que se esconde, desde hace 12000 años, una gigantesca nave voladora, construida con un metal desconocido e indestructible, indetectable por la tecnología humana, y que contenía en su interior todo el conocimiento científico, cultural y espiritual de los atlantes. Sí. Aunque ya antes, en La Révélation d’Issahâ, había adelantado algunas de estas sorprendentes ideas, relacionando a lo atlantes con los extraterrestres. El siguiente fragmento puede ilustrarnos sobre lo que estamos hablando realmente:

Profecía (66º logion): «En la superficie de Marte, cerca de sus casquetes de hielo, están los restos de la civilización Atlante. Esta fundó, hace 25000 años, 7 colonias en ese planeta, que serán encontradas por los hombres de la Tierra. Un gran evento mediático se anunciará. Este evento estará vinculado con el fenómeno OVNI y la montaña de Bugarach. Pero que la humanidad esté muy vigilante, porque los ángeles caídos con anterioridad (“los grises”), que son extraterrestres negativos cuyo líder es el Anticristo, querrán imponer, con la ayuda de las sociedades secretas globalistas, una religión atea en la Tierra. El hombre de Acuario debe entender absolutamente que la realidad de los “dioses” venidos del espacio no entra en conflicto ni interfiere con la de Dios… Dios, en las últimas décadas, ha dejado de ser un anciano con barba venerable, sentado en un trono en las nubes y que rige el destino exclusivo de los hombres… » (La Révélation d’Issahâ, Trédaniel, 147)

D’Argoun, en sus primeros libros, planteaba que en un futuro indeterminado, que el situó entre 1999 y el año 2004, la nave de los atlantes saldría a la luz mostrando a todo el mundo su verdad y convirtiendo a Bugarach en la montaña de la revelación.[12] Y aquella era verdad no era otra que la aparición de un mesías, un tal Arkâ, el último rey de los ummitas ―han leído bien, ummitas de Ummo―,[13] procedente de la estrella Altair, con el que había contactado telepáticamente años atrás y que le había hablado del verdadero dios, Issahâ, creador de la humanidad y custodio de todas las razas espaciales.

Claro, aquello no pasó y, en posteriores versiones de su historia, tuvo que cambiar la fecha de la revelación. Cosas que pasan.

En toda esta particular cosmogonía, que fue evolucionando a lo largo de los años, y de la que también formaban parte sus propuestas sobre Rennes-le-Château, se defendía una idea altamente interesante: según D’Argoun, Jesús no murió en la cruz, sino que fue su hermano gemelo el que lo hizo. Y, como no podía quedarse en Palestina, salió huyendo, junto a María Magdalena y su descendencia, rumbo a tierras galas, donde vivieron juntos hasta el fin de sus días. Claro que este autor aseguraba también que la tumba de ambos personajes se encontraba en la zona, aunque no podía precisar el lugar exacto. Decía que, tras un terremoto que habrá en Quillan, se revelaría el acceso a la caverna donde se encontraba la tumba. Eso sí, todo esto lo vio en una visión que tuvo del futuro en la que veía a un periodista que visitaba la tumba…

Ahora bien, ¿por qué demonios decidió el matrimonio sagrado instalarse en el Aude? Sencillo. Según D’Argoun, esa tierra fue, en la más remota antigüedad, el Paraíso, el Edén bíblico. Allí, en el principio, se asentó un grupo de extraterrestres, capitaneados por un tal Yahvé, con el objetivo de sembrar vida inteligente en el Planeta, siguiendo órdenes de la suprema divinidad, Issahâ, que llevaba milenios haciendo esto por todos los planetas del Universo. Así, modificaron genéticamente a los humanos, y fue allí, en el Aude, donde surgió la primera cepa humana, formada por Adán y Eva. Para ser exactos, en el Pech de Bugarach, que, siempre según este controvertido autor, era también el monte Sinaí, donde Moisés contacto con Yahvé para obtener instrucciones durante el éxodo… Ya saben.

Por si fuera poco, allí, en el interior de nuestra querida montaña, se encontraría el cuerpo dormido de Yahvé, supuestamente el tal Arkâ del que hablábamos antes, que se reactivará en un indeterminado día del futuro; el día en el que el Dios celestial dirigirá una evacuación masiva, llevándose con él a su pueblo original, los judíos, así como a todo aquel que haya alcanzado un determinado desarrollo espiritual ―recordemos que en la primeras versiones de la historia se produciría entre 1999 y 2004―. Y lo hará a bordo de la gigantesca nave voladora atlante de la que hablábamos anteriormente. De paso, explicaba la enorme cantidad de avistamientos OVNIS que se producen en la zona de Bugarach, argumentando que se trataban de las tropas de Yahvé, que regularmente vigilan y custodian el estado de la nave escondida en la montaña.4

Por supuesto, según D’Argoun, los gobiernos occidentales estaban al tanto de toda esta movida, pero habían ocultado la realidad a la población, dado que estaban manipulados por los Illuminatis y por un grupo de extraterrestres malignos, los grises…

En resumidas cuentas, se trataba de una delirante propuesta, basada únicamente en las charlas telepáticas que Jean D’Argoun había mantenido durante años con unas supuestas entidades extraterrestres. Además, guardababastantes parecido con otras cosmogonías surgidas en la segunda mitad del siglo XX, por ejemplo, la de George Adamski (1891-1965), uno de los primeros contactados por seres extraterrestres (allá por 1952), que aseguró haber viajado por el Sistema Solar conociendo a marcianos, saturnianos y venusianos; o la del francés Claude Vorilhon, más conocido como Rael, fundador de la secta Movimiento Raeliano, que unos años después, a principios de los setenta, aseguró haber recibido información de los extraterrestres, tras un encuentro cercano, mencionando algunas ideas muy parecidas las de D’Argoun ―por ejemplo, que la humanidad fue creada por los Elohim, expertos en genética, hace 25000 años.

 Pero lo importante, y lo que realmente nos interesa, es que algunos de los elementos que acabarán formando el mito del Bugarach como refugio del 2012 ya estaban presentes en estas obras, escritas a finales del siglo XX y en los primeros años del siglo XXI. Así, sin duda, D’Argoun, con su particular cosmogonía, fue uno de los pilares de este rumor que se acabó manifestando hacia el año 2009 o 2010. Aunque, como veremos, gran parte de sus propuestas proceden de un par de interesantes personajes de los que hablaremos a continuación.

 Jean de Rignies

Por un lado, durante mis investigaciones sobre el misterio del abad Saunière y sus dineros, me encontré con un curioso documental, realizado en el año 1992 por un ufólogo y novelista de ciencia ficción tipo pulp llamado Henri René Guieu (1926-2000), que usaba el nombre artístico de Jimmy Guieu. Se tituló Rennes-le-Château, le grand mystère, y apenas aportaba nada sobre el tema. Pero en él aparecía un señor que se hacía llamar Jean de Rignies (aunque su nombre real era Jean Charlatte), que vivía en una casa en Sougraigne, cerca de Rennes-les-Bains, a orillas del río Sals, y que aseguraba que un buen día del otoño de 1976, cuando regresaba del trabajo a casa, tuvo un contacto con dos ummitas, de una belleza formidable, en la falda del Pech de Bugarach. Estos le informaron de que había dos bases extraterrestres en la zona: una estaba debajo del monte, y la otra, para gran sorpresa suya, justo debajo de su casa… Así, junto a su hijo, comenzó a explorar los alrededores de su hogar, hasta que encontró una oquedad vertical que se perdía en las profundidades de la tierra. Tiró una piedra y varios segundos después se escuchó un golpe sobre algo que parecía metálico. Decidieron volver al día siguiente, preparados y acompañados por varios espeleólogos de la zona, pero cuando llegaron al lugar la abertura había desaparecido… Qué mala suerte. Desde entonces, este señor comenzó a anunciar, de vez en cuando, avistamientos de OVNIS y contactos con extraterrestres, convirtiéndose en la referencia más antigua sobre OVNIS en la zona de Bugarach. Lo curioso es que, durante una visita que realicé a la zona de Sougraigne, en el año 2007, me alojé en una casa rural, llamada L’Ecluse au Soleil, y allí recibí información Domaine de la Salz, un centro de retiro en el que se practicaba meditación y terapias naturales. Pues bien, investigando sobre este tema, he acabado sobre un centro espiritual que había justo al lado, el descubriendo que este centro era la casa de Jean dede Rignies, quien, tras aquella experiencia increíble en 1976, se montó allí un lugar de encuentro para todos los aficionados al esoterismo y la ufología, donde contaba a todo aquel que fuese sus propuestas sobre la historia del Aude y su relación con los extraterrestres. De hecho, tras su muerte, algunos de sus seguidores han continuado trabajando y han montado una asociación llamada Amis de la Salz, dedicada a continuar con las enseñanzas de Jean de Rignies, a hablar de todos los misterios de aquella región, y, de camino, de todo aquello relacionado con el mundo de lo paranormal, el esoterismo, los enigmas históricos y los alienígenas.[14]

 Van Buren5

Y es precisamente Jean de Rignies quien nos lleva a una persona clave para comprender todo este embrollo y el origen de la locura apocalíptica del 2012 en Bugarach. Se trata de una señora que, a principio de los años ochenta, comenzó a interesarse por el misterio de Rennes-le-Château, relacionándolo también con los extraterrestres y con el Pech de Bugarach, tras conocer la historia de Jean de Rignies en persona. Lo curioso es que aquella dama, llamada Elizabeth Van Buren (1929-2011), era una millonaria francesa que, además de ser sensitiva psíquica, era tataranieta del octavo presidente de los Estados Unidos, Martin Van Buren (1782-1862).

Van Buren se instaló en la zona hacia 1986, y, siguiendo la estela de De Rignies, montó en su finca, en Les Labadous, un centro espiritual llamado Arcadia

Centre, además de comprar en una meseta cerca de Rennes una extensa finca. Además, escribió varios libros sobre el misterio del abad Saunière, como The sign of the dove (1983), The Phoenix of Rennes-le-Château (1985), Refuge of The Apocalypse: Doorway Into Other Dimensions (1986) y The Dragon of Rennes-le-Château (1996).

 Sin entrar en demasiados detalles, en estas obras defendía que allí, en el Alto Valle de Aude y aledaños, se estaba fraguando un combate entre las fuerzas del bien, representadas, entre otros, por los descendientes de los merovingios,[15] los neo cátaros y la Gran Hermandad Blanca, contra las fuerzas del mal, dirigidas por la Iglesia Católica y los ángeles caídos, un grupo de extraterrestres malignos que buscaban hacerse con el control de la Tierra.

 Además, Van Buren introdujo un factor importante que ayuda a entender por qué Bugarach acabó convirtiéndose en el supuesto refugio del fin del mundo: en una obra que publicó en 1986, Refuge of The Apocalypse: Doorway Into Other Dimensions, Rennes-le-Château, the Key, defendía que había una correspondencia entre una amplia zona del Alto Valle del Aude ―delimitada por Montazels en el noroeste, Granes en el suroeste, Cassaignes en el noreste y Bugarach en el sureste― con las constelaciones del zodiaco y con varias importantes estrellas y constelaciones (como Casiopea, Perseo, Orión, la Osa Mayor o Pegaso). A Rennes-le-Château, por ejemplo, le correspondía Escorpio, representado en la superficie de la zona mediante un gigantesco dragón cuya cabeza terminaba, precisamente, en el pueblo…7

 Así, planteaba que toda aquella zona era un lugar sagrado y que había un templo celestial en la superficie y otro oculto bajo tierra, donde estaría custodiado el conocimiento para salvar a la humanidad ante el inminente cataclismo que estaba a punto de producirse. El templo subterráneo estaría, como ya habrán imaginado, bajo el Pech de Bugarach, en una enorme cavidad donde se encontraba escondido un campamento extraterrestre. Desde allí, llegado el momento, saldrían las naves que rescatarían a los humanos que se hubiesen congregado en el otro templo, el superficial, el que Van Buren llamó «El refugio del Apocalipsis». ¿Dónde estaba esto? Pues no en Bugarach, como podían haber pensado, sino en Rennes-le-Château, donde habría un portal interdimensional y griálico, siguiendo su propia terminología, que se abriría gracias a la ciencia perdida de los egipcios ―pensaba que en la iglesia de RLC se podían encontrar numerosas referencias al país de las pirámides y que las catorce imágenes del Vía Crucis representaban las constelaciones del Zodiaco, incluyendo Ofiuco (y repitiendo dos veces Aries, que coincidiría con la primera y catorceava estación).[16]

 Por este motivo, Elizabeth Van Buren, construyó algo asombroso al pie de la colina de Rennes, algo que apenas llama la atención del turista despistado, pero que está ahí, justo antes de la penúltima curva de la carretera que lleva al pueblo. Allí, en una finca de su propiedad en forma de meseta, dejó una magnifica base de bienvenida para los platillos voladores que vendrían para salvar a unos cuantos elegidos antes del fin del mundo. Allí, en medio de un páramo, levantó una fuente adornada con leones, que, antiguamente, según comentan los lugareños, estuvo rodeada por un corazón formado por 333 rosas, ni una más, ni una menos. Y allí construyó una torre, sobre un molino del siglo XVII, en la que pasó alguna noche que otra; levantó una columna aislada en mitad de la nada, y plantó una hilera de pinos con forma de flecha que apuntaba, supuestamente, hacia el lugar donde aterrizarían los extraterrestres y desde donde viajarían a un lugar desconocido en otra dimensión. El problema es que Van Buren pensaba que todo esto iba a suceder en septiembre de 1992. Tanto es así que, en aquella meseta donde levantó sus construcciones, se reunió con un grupo de seguidores para esperar a que los extraterrestres les encontrasen en aquel portal interdimensional y se los llevasen con ellos. Pero no tuvieron suerte. Los extraterrestres no vinieron.

Así pues, sin duda, las obras ochenteras de Elizabeth Van Buren son el pilar primigenio sobre el que se creó el mito de Bugarach como refugio ante del fin del mundo del 2012, aunque, curiosamente, el refugio original estaba en Rennes-le-Château. Posteriormente, a principios del siglo XXI, D’Argoun volvió a sacar el tema, haciéndolo mucho más complejo y bizarro. Todo aquello se fue divulgando durante años entre los miles de turistas que visitan la zona, casi todos aficionados al mundo del misterio y de lo desconocido. Y así, cuando comenzaron los rumores sobre el fin del mundo en el 2012, alguien debió atar cabos… y comenzó un rumor que un buen día llegó a oídos de un alcalde con ganas de mejorar la economía del lugar… Y seguro que influyó un libro titulado L’appel du Bugarach – Vortex de la Terre, escrito por una tal Genny Rivière en el 2008, en el que no se decía nada del fin del mundo, pero sí que se hablaba de que aquella montaña era uno de los doce vórtices energéticos del mundo y la imagen viva de las civilizaciones perdidas. Ya saben. Por cierto, este libro fue uno de los más vendidos aquel año en Francia[17] y la tal Genny Rivière gestiona, justo enfrente del monte de marras, un conjunto de cinco casas rurales llamado Le Rayón Vert.

Oscar Fábrega

09

EL OTRO APOCALIPSIS DE 2012

 ¿Sabíais que, además de Bugarach, hubo otro candidato a refugio del apocalipsis 2012? Pues sí. Se trata de la pequeña localidad de Sirince, al suroeste de Turquía, con una población de poco más de 500 habitantes. La movida, como en Bugarach, venía de atrás, de los años ochenta, cuando grupos de seguidores de la New Age comenzaron a establecerse en el lugar con la surrealista creencia de que la diosa griega de la caza, Artemisa, había nacido allí. Además, dada su cercanía con la desaparecida Éfeso, donde vivió la Virgen María durante sus últimos días, según la leyenda, hay quien dice que el lugar en el que esta señora ascendió a los cielos era realmente Sirince. Incluso hay quien ha afirmado que un arca, parecida a la Noé, llegará para rescatarlos ante un nuevo diluvio que arrasará el mundo…

Sea como fuere, como en Bugarach, los hosteleros locales y los dueños de restaurantes y tiendas de suvenires se frotaron las manos con todo esto. Por cierto, hubo un tercer candidato: el monte Rtanj de Serbia, otro punto de avistamiento de OVNIS, que, según algunos, esconde una pirámide antiquísima construida por extraterrestres. Delirante.

10JULIO VERNE Y BUGARACH

 Por cierto, Julio Verne, en una obra titulada Clovis Dardentor, aparecida de manera seriada en el Magasin d’Education et de Récréation entre el 1 de julio y el 15 de diciembre de 1896, además de hacer varias referencias a los merovingios, le puso el apellido Bugarach a un personaje de la novela. El mismo título es singular: Clovis es «Clodoveo» en francés, y Dardentor es «de ardiente oro», lo que guarda un gran parecido con aquello de Rejeton-Ardent (Retoño Ardiente), título con el que se conocía supuestamente a Sigeberto IV, el hijo de Dagoberto II, el último rey merovingio legítimo según planteó Pierre Plantard en sus Dossiers Secrets. Lo curioso es que la novela trata sobre quién va a conquistar la herencia del tal Clovis…, y habla de un grupo de viajeros franceses que van hacia África en un barco al mando del capitán Bugarach.

¿Conocía Verne la bella localidad o su misteriosa montaña? Probablemente, ya que parte de la acción se sitúa en Perpignan, una ciudad francesa que está relativamente cerca de esta zona. Una bonita curiosidad… ¿no?

NOTAS


[2] Titulado «La résurgence de discours apocalyptiques à l’approche de 2012 : du mythe de la fin du monde à la réalité d’un risque accru de dérives sectaires» (El resurgimiento del discurso apocalíptico ante la proximidad del 2012: del mito del fin del mundo a la realidad de un riesgo mayor de derivas sectarias).

[3] Négroni, A.: Fin du monde : l’alerte de la mission antisecte [en línea]. 14 de junio de 2011. http://www.lefigaro.fr/actualite-france/2011/06/14/01016-20110614ARTFIG00726-fin-du-monde-l-alerte-de-la-mission-antisecte.php [Consulta: 11/12/2016.]

[4] Demonpion, D.: Les corps de 16 adeptes de l’ordre du Temple solaire découverts carbonisés. [en línea]. 25 de diciembre de 1995. http://www.liberation.fr/evenement/1995/12/25/les-corps-de-16-adeptes-de-l-ordre-du-temple-solaire-decouverts-carbonises-plus-de-huit-jours-apres-_153460 [Consulta: 11/12/2016.]

[5] Bugarach le village qui résistera à la fin du monde [en línea]. 31 de diciembre de 2010. http://www.ladepeche.fr/article/2010/12/31/980685-bugarach-le-village-qui-resistera-a-la-fin-du-monde.html [Consulta: 11/12/2016.]

[6] A Bugarach, les chasseurs d’aliens ne sont pas les bienvenus [en línea]. 27 de diciembre de 2010. http://www.courrierinternational.com/article/2010/12/27/a-bugarach-les-chasseurs-d-aliens-ne-sont-pas-les-bienvenus [Consulta: 12/12/2016.]

[7] Bugarach interdit d’accès le 21 décembre : impossible de se rendre au “refuge contre la fin du monde” [en línea]. 16 de noviembre de 2011. http://www.huffingtonpost.fr/2012/11/16/bugarach-interdit-acces-fin-du-monde-refuge-21-decembre-2012_n_2142649.html [Consulta: 11/12/2016.]

[8] Afortunadamente, las cifras de curiosos y fanáticos que se desplazó fue mucho menor de lo que algunos medios habían vaticinado meses atrás. El diario británico The Independant, por ejemplo, propuso que se calculaban un aforo de unas 100000 personas. http://www.independent.co.uk/news/world/europe/hippies-head-for-noah-s-ark-queue-here-for-rescue-aboard-alien-spaceship-7584492.html.

[9] Esto se debe a que su parte superior es un cabalgamiento de la placa ibérica y es más antiguo que los estratos inferiores, que serían mucho más recientes.

[10] Bugarach le village qui résistera à la fin du monde [en línea]. 31 de diciembre de 2010. http://www.ladepeche.fr/article/2010/12/31/980685-bugarach-le-village-qui-resistera-a-la-fin-du-monde.html [Consulta: 11/12/2016.]

[11] De esta farsa se hizo eco, incluso, el diario español El Mundo: http://www.elmundo.es/elmundo/2012/12/16/internacional/1355663176.html.

[12] Profecía (41º logion): «En algún momento alrededor del año 2000, se establecerá un contacto con los ángeles (los extraterrestres)  para que cada ser receptivo pueda abrir su mente y su corazón a las abundantes fuentes de la verdad, de la espiritualidad, a través de cristales que mediarán entre las inteligencias cósmicas y los hombres de la tierra… » (D’Argoun: La Révélation d’Issahâ, Trédaniel, 57)

[13] Para el que no esté al tanto del tema Ummo, se trata de un supuesto planeta, situado a 14,4 años luz de la Tierra, cuyos habitantes, los ummitas, habrían contactado con determinados humanos, mediante cartas ―clásicos ellos― enviadas durante los años 60 y 70. En realidad, todo procedía de la imaginación y la poca vergüenza de José Luis Jordán Peña, que a mediados de los noventa acabó confesando que todo había sido un fraude orquestado por él. Se ve que el bueno de Jean D’Argoun no se había enterado de esto…

[14] De hecho, si visitan su página web (http://www.histoireetmystere-salz.fr/), podrán ver el tipo de charlas y conferencias que se han dado, por ejemplo, a lo largo del verano de 2016.

[15] Van Buren aseguraba que Meroveo, el mítico fundador de la estirpe merovingia, a la que dio nombre, era un extraterrestre, aunque de los buenos. Recordemos que la leyenda cuenta que había nacido fruto de la unión de su madre, esposa del rey Clodión el Cabelludo, jefe de los francos salios, y de un monstruo marino, el Quinotauro, que la violó mientras tomaba la joven un baño en el mar ―de ahí las relaciones etimológicas con la raíz de su nombre: «mère» (que significa «madre») y «mer» («mar»)―. Esa concepción fantástica hizo que el bueno de Meroveo tuviese poderes sobrenaturales, entre otras cosas, curar con sus manos. Pero, para Van Buren, el Quinotauro era en realidad un extraterrestre. De ahí que la dinastía merovingia que se inició con él tuviese una sangre tan especial…

[16] Quien quiera más información sobre las extravagantes propuestas de Elizabeth Van Buren debe leerse, con calma y con un diccionario español-francés a mano, el análisis de su obra que está publicado en internet: https://es.scribd.com/doc/64513492/Elizabeth-van-Buren-Rennes-le-Chateau-Refuge-de-l-Apocalypse-Portail-vers-d-Autres-Dimensions.

[17] Le business de la fin du monde [en línea]. 31 de diciembre de 2010. http://www.vice.com/fr/read/le-business-de-la-fin-du-monde-0000013-v5n10/page/0 [Consulta: 11/12/2016.]

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