Publicado en EOC nº 50

El pasado 2 de febrero, la Agencia Federal de Investigación –FBI– desclasificó sesenta páginas de informes secretos relativos a Philip Klass gracias a la petición del investigador Michael Ravnitzky, que fundamentó su “denuncia” en la Ley de Libertad de Información. Entre los documentos liberados se encuentra la ficha personal que el FBI disponía sobre Klass así como diversos documentos –algunos realmente comprometidos– relativos a la controvertida figura del escéptico más escéptico del pasado siglo.  Klass falleció en Florida –Estados Unidos– el pasado 9 de agosto de 2005. De su biografía destaca su papel como editor desde 1952 a 1986 de la revista Aviation Week, el más popular de los magazines norteamericanos relativos al mundo de la aeronáutica. Sin embargo, si por algo fue conocido es por tratarse del mentor espiritual de los escépticos en el mundo de los OVNIs. Siempre visceral y agresivo en sus planteamientos para atacar todo lo relativo sobre los “no identificados”, fue fundador del “Comité para la Investigación Científica de los Fenómenos Paranormales” –CSICOP– y autor de varios libros como Los OVNIs, identificados (1968) o El peligroso juego de las abducciones (1989).

“Investigué con conocimiento del FBI”

Sobre su figura siempre existieron muchas dudas. A la debilidad de sus argumentos –en contraste con la visceralidad que utilizó para sostenerlos– hay que sumar las no siempre fundamentadas acusaciones que lo convertían en un agente intoxicador de los servicios secretos. De su postura sobre este tema dejó buena cuenta en su visita a España en 1992, cuando participó en los Cursos de Verano de la Universidad Complutense en El Escorial. Aquel año, Juan José Benítez dirigió el primer seminario de estas características en la universidad española, pero los colectivos escépticos lograron imponer tras una enorme presión a las autoridades docentes la celebración de un seminario paralelo para defender sus tesis. Entre los presentes estuvo Philip Klass, que llegó a afirmar que todos los casos OVNIs se explican por las turbulencias de aviones. En la misma mesa redonda, otro de los participantes aseguró que “buena prueba de la no existencia de estos objetos es que hay muchos testigos”. Merced los documentos ahora desclafisicados –eso sí, con párrafos enteros censurados– no se puede afirmar que el periodista escéptico fuera un agente desinformador. Tampoco se puede asegurar lo contrario. Y es que en un memorándum desclasificado que hasta ahora llevaba el sello de secreto, el propio Klass se dirige al director de la revista del FBI en estos términos: “Durante años, investigué encuentros con OVNIs con conocimiento del FBI, sin encontrar evidencias de su existencia”. En ese mismo documento, fechado el 21 de febrero de 1975, se cita que Klass criticaba al FBI por haber publicado en FBI Law Enforcement Bulletin un trabajo del astrónomo Joseph Allen Hynek a favor de la existencia de los “no identificados”. Ahora, para sonrojo del movimiento escéptico se ha conocido que el FBI desautorizó el trabajo de Klass con mucha dureza. Y es que el propio director de la agencia federal, Clarence Kelley, firmó otro documento hasta ahora reservado en el cual puede leerse que el susodicho Klass “es bien conocido por nosotros”. Y lo era por varios motivos. Sin embargo, lo que Kelley revela es que el FBI no tenía consideración alguna por el trabajo del escéptico: “Él es muy deficiente en todos sus argumentos, especialmente en lo concerniente a las credenciales de Hynek”.

 Reveló información secreta

Pero los documentos relativos a Klass que ahora ha desclasificado el FBI guardan otras sorpresas. Entre ellas, el memorándum que el 9 de noviembre de 1964 firmó el mítico director del FBI John Edgar Hoover. Según ese documento –dirigido al director de la CIA– el escéptico habría revelado informaciones muy sensibles en su revista Aviation Week. Al parecer, la investigación de un agente especial había determinado que dicha documentación era considerada como secreta por parte de las autoridades militares. Ahora bien, los documentos desclasificados no revelan cómo Klass tuvo acceso a dicha información.

Evidentemente, con la información disponible no es posible determinar hasta qué punto existieron tratos o acuerdos entre el FBI y Klass antes de la fecha de la polémica de 1975, pero es el propio escéptico quien afirma haber investigado episodios OVNI, del mismo modo que tampoco se conoce cuáles fueron las fuentes de información que tuvo el escéptico en su momento y que pusieron en alerta a la misma CIA. Sólo futuras declasificaciones pueden resolver el misterio… 

Bruno Cardeñosa

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