Publicado en EOC nº 95

Asomando el año 2023, algunos lloran por las esquinas de las RRSS, lamentándose de la mala situación del mundo de las anomalías… quizás porque no han obtenido el reconocimiento que creen merecer. O porque no han conseguido monetizar sus contenidos. O simplemente porque sus lágrimas no les permiten ver el hermoso paisaje del bosque. Focalizados en lo negativo del misterio -que existe-, no son conscientes de que, comparado con la política, el fútbol, las farmacéuticas, el periodismo, el derecho, la banca, las discográficas, la televisión o cualquier otro aspecto de la sociedad, el misterio es lo más sano y lícito que existe. Y, además, no dejan de pasar cosas buenas. En ellas preferimos focalizar nuestra atención.

El mundo editorial sobre anomalías ha dejado de lado los intereses comerciales para primar la calidad de los contenidos, como demuestra Coliseo Sentosa cada semana (pág. 68). ¿Qué no? Reediciones Anómalas nos obsequia con traducciones de los grandes clásicos, como la obra de Vallée que ahora, por primera vez llega completa a los lectores hispanohablantes.

Guante Blanco da voz al fin, a las nuevas generaciones de aficionados, como Nando Domínguez, que publica su primer libro (pág. 150)

Cydonia da el salto al podcast, con la ayuda de El Dragón Invisible, para ofrecernos un contenido nuevo y una mina de ideas (pág. 70)

La primera tesis doctoral sobre parapsicología en España acaba de ser premiada como la mejor tesis del año en la Facultad de Psicología de la Universidad Ramon Llull. ¡Coño! ¡La mejor tesis doctoral del año! ¡Y es sobre parapsicología! (pág. 59)

Por nuestra parte, cumplimos 30 años de vida (pág. 60). 30 años de publicación independiente sin publicidad, suscriptores ni ayuda de nadie más que de nuestros compañeros autores. El número de lectores y colaboradores de El Ojo Crítico crece proporcionalmente en cada número, y nuevas firmas se unen altruistamente con sus trabajos en cada nuevo ejemplar. En este número 95, sin ir más lejos, damos la bienvenida a Charo Lozano y Joseba Orraca (pág. 23), Raquel Moreno (pág.40), Teresa Porqueras (pág. 10), Jaime Servera (pág. 4), Thierry Gaulin (pág. 71), José Antonio Galán (pág. 65 y 100)…

Y acaba de ver la luz “El Gallego Sabio” la primera biografía de Óscar Rey Brea (pág. 69), el hombre que inventó la ufología científica y de campo, que es el título número 15 publicado por nuestra humilde editorial. Además de 95 números y tres monográficos, 15 libros ya, editados en los últimos cuatro años, en los que autores como Pedro Canto o Dani Valcárcel, no solo nos han hecho más sabios con sus libros, sino que donaron íntegramente todos los beneficios de los mismos a causas como el Fondo Mundial para la Naturaleza o la Asociación Española contra el Cáncer… Pero esto solo es el principio. Tenemos tantas ideas, tantos proyectos y tantas ganas… 2023 puede ser un año maravilloso.

Se estrena una serie sobre UMMO, el gran caso nacional (pág.50). Floja, pero no peor que las que se han hecho sobre la Casa Real, los true crime o las corruptelas políticas. Y sitúa el misterio en el lugar social que le corresponde, como un campo más de interés cultural.

Tras el paso adelante del Pentágono, el congreso de EEUU, el senado de Brasil, la academia de ciencias de Francia, etc., dedican sesiones monográficas al fenómeno OVNI, dentro del contexto político y científico más oficial. Como en los años 50, 60 y 70… (Pág. 73, 76, 107)

Iker Jiménez sigue rescatando -con sus errores y aciertos- el misterio del pozo en el que lo habían sumido Cárdenas, Arús, Sardá, etc., en los 90. Naturalizándolo como no ocurría desde los programas de Jiménez del Oso en TVE.

La ufología hispano-americana sigue siendo -en nuestra opinión- la más avanzada. Nombres como Caravaca, Berlanda, Acevedo, Viegas, Bravo, Pedrero, han renovado el paradigma con nuevas ideas y puntos de vista, desde ópticas muy diferentes. No importa que las compartamos o no, son nuevas. El último trabajo de Juankar Moreno es una muestra de ello (pág. 92)

Otro español, Javier Resines, ha conseguido -a fuerza de un trabajo titánico- rescatar la criptozoología del olvido y la marginación en la que llevaba décadas sumida (pág. 68).

Cada vez somos más eficientes y rápidos a la hora de identificar fraudes o confusiones con fenómenos naturales en la casuística, lo que nos permite diferenciar las auténticas anomalías de los casos explicables. El divertido caso Trujillo es un ejemplo (pág. 14). Y también cada vez hay más personas que comprenden que no existe más espiritualidad que la social -para nosotros esto es muy importante- e iniciativas como “El Centinela de Agarimo” (pág. 73) son el mejor y más actual ejemplo, aunque hay muchos más. Y la mejor vacuna contra falsos contactados, médiums, guías espirituales, líderes sectarios, pseudo-místicos y gurús, que pretenden traficar con nuestras ilusiones.

Solo quienes tienen un interés comercial en mantener los misterios como simples contenidos a monetizar, lamentan cada paso que damos hacia la Verdad, quizás porque ven peligrar su modus vivendi. Pero lo cierto es que vivimos un momento extraordinario. Nuestro conocimiento sobre el universo, la mente o el misterio es el mejor de toda la historia. Queda mucho por hacer, en todos los campos, pero estamos en ello. Como dijo alguien: Al final, todo saldrá bien… y si aún no ha salido bien es porque no es el final.

Ya lo anunció San Juan en su evangelio (8:32), quizás no sea la que esperamos, pero al final conoceremos la Verdad, y la Verdad nos hará libres… La pregunta es: ¿queremos ser libres?

Feliz Navidad y buen 2023 a los investigadores y aficionados de buena voluntad. A los otros que les den…

Manuel Carballal