Publicado en EOC nº 60

OVNIS de forma triangular o con aspecto de “cigarro puro”, naves que realizan maniobras que ningún piloto humano podría soportar, explosiones que dejan cráteres gigantescos como si una nave de otro mundo se hubiese estrellado en suelo español… A estas alturas todos los ufólogos del mundo saben que la CIA y otras agencias de inteligencia americanas o rusas han ocultado tras la pantalla OVNI muchos experimentos militares. Prototipos de aeronaves no convencionales, aviones espía, superbombas prohibidas. Ahora estamos en disposición de demostrar que todo eso está ocurriendo también es suelo español…

 “El vehículo aéreo no tripulado de combate (UCAV) Barracuda, de fabricación hispano-alemana, efectuó su primer vuelo de prueba el 2 de abril del año pasado en la Base Aérea de San Javier (Murcia). Voló durante 20 minutos y aterrizó perfectamente…”. Con estas palabras, literales, mi fuente me ponía en la pista del último prototipo de aeronave experimental que el Ministerio de Defensa español reconocía haber probado en el espacio aéreo español… Pero no era el primero.

El Barracuda es una aeronave no tripulada de 8,25 m. de longitud y 7,22 de envergadura, con capacidad para 300 kg de carga útil (sensores electrónicos, radares… ¿bombas?), y un motor a reacción JT15D-5C. Su aspecto es francamente intimidatorio, y casi recuerda más a las legendarias bombas volantes nazis que a un avión convencional. Pero es que no es un avión convencional…

Fabricado por EADS Military Air Systems en Augsburg y Manching (Alemania) y Getafe (España), se trata del primer avión espía europeo,  que habría realizado su debut en enero de 2006 en la base alemana de Manching, saliendo al paso de los sofisticados UAV, aviones espía no tripulados, que la CIA, el MOSSAD y otras agencias de inteligencia vienen utilizando con tanto éxito en su lucha contra el terrorismo, en los últimos años. Sin embargo la historia de los aviones espía no tripulados en España es anterior.

En una sección anterior (ver EOC nº 55, pag. 34) desvelamos como en ocasiones el estrellamiento de un avión espía norteamericano en suelo español, se había intentado ocultar con la excusa OVNI. Que unos ciudadanos describan que un OVNI se ha estrellado en España no tienen ninguna credibilidad para los grandes medios de comunicación, pero que un avión espía norteamericano caiga en suelo nacional y que efectivos militares extranjeros recojan los restos del falso OVNI, supone un desafío grabe a la soberanía del espació aéreo español. Y como ya relatamos el caso término en el Congreso de los Diputados. Pero ¿y si los prototipos de esos aviones espía no fuesen extranjeros sino que estuviesen fabricándose y experimentándose en bases aéreas nacionales?

SIVA, el pretencioso “pradator” español

El 20 de septiembre del año pasado el Instituto Nacinal de Técnica Aeroespacial (INTA), entregó al Ejército de Tierra el SIVA (Sistema Integrado de Vigilancia Aérea) totalmente operativo y listo para entrar en acción. Después de un curso de especialización de un año, 26 oficiales y suboficiales españoles, pertenecientes al Mando de Artillería de Campaña y al Parque y Centro de Mantenimiento de Sistemas Antiaéreos, Costas y Misiles (PCMASACOM), recibieron ese mismo día su certificación para dirigir los primeros SIVA entregados al ejército por el INTA. Ese día, hace justo un año, concluía un costoso y accidentado proyecto militar que, indirectamente, nos trajo de cabeza a muchos ufólogos españoles. Y es que, durante la famosa “oleada OVNI gallega” de mediados de los años 90 descubrimos que algunos de los avistamientos reportados por los testigos de León, Asturias, Lugo, etc, podían estar relacionados con los prototipos de un avión espía que entonces se estaba experimentando en León. Se trataba de los primeros, y accidentados, ensayos del SIVA.

El SIVA es un sofisticado sistema de vigilancia en aeronaves no tripuladas. Cada sistema SIVA esta    compuesto   de     cuatro     aeronaves,  de apariencia inofensiva, pero que esconden muchas posibilidades operativas (radares de apertura sintética o detección y perturbación de señales electrónicas, etc). Con un radio de acción de 150 kilómetros desde donde se encuentre el control del vuelo, los SIVA tienen algo que los diferencia de todos los demás aviones espía no tripulados… son de tecnología totalmente española. No es necesario añadir nada más para comprender la exquisita discreción con que se llevaron adelante sus primeros vuelos experimentales. Como ocurría con los aviones espía americanos estrellados en sueño español, si algún ciudadano tenía la oportunidad de ver esos extraños aparatos en los cielos, resulta mucho más prudente que crea haber visto un OVNI… Porque ya sabemos que esas cosas solo las ven y las investigan los chalados…

Cosas extrañas en los cielos

Términos como Proyecto Aurora, aviones invisibles Sthealt, Roswell, Proyecto Filadelfia, etc, frecuentan los libros de ufología de todo el mundo. Si cualquier lector entra en la página web de la CIA y escribe en su buscador interno la palabra UFO descubrirá como la madre de todas las agencias de espionaje reconoce con desfachatez como durante años ocultó tras la pantalla OVNI los vuelos experimentales y operativos de sus primeros aviones espía, como el Black Bird, etc. Pero ¿pueden ocurrir cosas así en España?

En la misma base aérea de León, a donde nos llevó la pista del SIVA mientras investigábamos la oleada gallega, se está desarrollando en estos momentos un nuevo programa experimental, el proyecto SANCHO. Desde hace más de un año algunos de los técnicos del INTA que participaron en el proyecto SIVA desarrollan un nuevo ingenio de observación desde los cielos: el Sistema Aerostático de Navegación, Comunicaciones y Herramientas de Observación.  Se trata de dirigibles estratosféricos de 250 metros de longitud,  que pueden ser colocados a 20 kilómetros de altura para desarrollar su labor de vigilancia. En estos momentos, y según nuestras fuentes, en la Base Aérea de  La Virgen del Camino se está trabajando con un prototipo de 21 metros de longitud, que los técnicos esperan que en 2008 pueda ser operativo a 4000 metros de altitud… ¿Comenzaremos a recibir los ufólogos reportes de OVNIs tipo “nave nodriza” en los cielos leoneses en los próximos meses?

Naturalmente la historia del Proyecto SANCHO no viene de ahora. Si rastreamos el Boletín Oficial del Estado podemos encontrar referencias a este nuevo sistema desde por lo menos hace cinco años. Cuando el Secretario de la Mesa de Contratación del INTA firmaba la adjudicación de un “Dirigible teleoperado” (no se explica más en el BOE), a la contratista Lindstrand España S. L., por un importe e 263.320,00 pesetas,  el 25 de noviembre de 2002.

Aerostatos híbridos, blancos aéreos, misiles ilegales, helicópteros no tripulados…

Existen tantos objetos volantes de tecnología militar, sin necesidad de que sean sofisticados prototipos experimentales, que la lista sería interminable. Limitar el debate a si los OVNIs son prototipos secretos o no, es absurdo, ya que, además de las aeronaves experimentales, hay otras muchas actividades en los cielos españoles que son materia reservada. Y en todos los caso, la pantalla OVNI resulta un disfraz discreto y prudente para salvaguardar dichos secretos.

En varias ocasiones, como ocurrió en marzo de 1990 o en noviembre de 1993, pruebas balísticas francesas y portuguesas respectivamente, originaron una serie de avistamientos OVNI en Cataluña y Galicia, que merecerán un análisis más detallado. El asunto podría haber merecido una actuación diplomática, de haberse tomado como lo que fue, una ingerencia militar extranjera en espacio aéreo español, pero al favorecer que los testigos, que no sabían identificar los objetos volantes que veían, hablasen de OVNIs, minimizó la gravedad política de tales incidentes. Pero es que además de misiles, hay otras muchas más cosas.

Solo en el año 2006 la armada, el INTA y el ejército compraron diferentes tipos de blancos aéreos para prácticas de combate en España. El INTA, en el mes de enero, blancos aéreros Alba-Sorab; la armada, en los meses de marzo y agosto, aviones blanco scrab a control remoto,  y el ejército, en agosto, aviones blanco de ambos tipos.

Otra cosa serían, los incidentes OVNI generados por una operación de los servicios secretos. Por ejemplo, hace pocas semanas quien esto escribe se reunía durante varias horas con el exdirector general de la Guardia Civil, Luis Roldán, quien recordaba la operación del CESID para capturarlo y repatriarlo desde Lagos.

El 27 de febrero de  1995, Luis Roldán fue detenido por la policía española en el área de tránsito del aeropuerto de Bangkok, presumiblemente entregado por las autoridades laosianas. Un día más tarde, después de viajar a Madrid vía  Roma, fue puesto a disposición de la juez Ana Ferrer quien decretó su ingreso en prisión.

Para el transporte de Roldán se utilizaron dos aviones de la fuerza aérea española, pero con un mismo plan de vuelo, así, mientras uno de los aviones (el cebo para posibles agencias de inteligencia extranjeras) realizaba otro viaje de señuelo, el que  realmente trasladaba a Madrid a Roldán, realizaba el trayecto de forma “fantasma”. Al existir solo un plan de vuelo para ambos aviones está claro que en varios momentos una aeronave desconocida y sin plan de vuelo, fue detectada en todos los radares primarios sin que nadie supiese identificarla… y eso, nos guste o no, es un OVNI.

Los investigadores quizás deberíamos abrir la mente a nuevas posibilidades. Eso que llamamos fenómeno OVNI quizás es un laberinto aún más complejo y enrevesado de lo que suponemos. Aunque, por supuesto, existen más cosas en los cielos que secretos militares…

Manuel Carballal