Published On: Mar, oct 22nd, 2013

UFOLEAKs (4): EXPEDIENTES OVNI Y GUARDIA CIVIL

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La inmensa mayoria de agentes que respondieron la encuesta de la revista Guardia Civil exigieron anonimatoNo mentí en ningún momento, lo prometo. No fue necesario. Simplemente no dije toda la verdad. Tuve que esperar a que el Coronel Manuel Quiroga, máximo responsable de la 612ª Comandancia de la Guardia Civil de Lugo se ausentase de su despacho para acudir a una reunión en la 611ª Comandancia con el General de la benemérita en La Coruña, y esa mañana, sabiendo que no estaría el Coronel, me planté en el cuartel lucense. Supongo que mi coartada resultó convincente a los funcionarios de la entrada, y también al secretario del Coronel Quiroga. El caso es que, no importa como, conseguí llegar hasta el despacho del Coronel y consultar los informes OVNI recién redactados por funcionarios del cuerpo en diferentes cuartelillos de la provincia de Lugo, durante la oleada de OVNIs en Galicia que en esos días se estaba produciendo. “Puede verlos, pero no pueden salir de este despacho. Están clasificados como confidenciales”, me dijo el segundo del Coronel mientras me entregaba aquellas ansiadas carpetas.

Solo un investigador de campo podrá comprender mi emoción al haber conseguido burlar los controles oficiales para llegar a aquel despacho, y poder tener en mis manos esos expedientes OVNI recién redactados y que oficialmente no existen. Informes sobre testimonios, filmaciones de OVNIs, e incluso encuentros con humanoides, como el redactado unos dias antes el 24 de marzo de 1996, en el Cuartel de la Guardia Civil de Friol (Lugo), destinado a la 612ª Comandancia en la que ahora me encontraba. En este informe se detallan varios avistamientos OVNI en esta comarca gallega. Especialmente el protagonizado por José Manuel Castro el 7 de marzo de ese año. Fecha en que, según su relato recogido en el informe de la benemétita, un OVNI aterrizó en su finca descendiendo de él varios supuestos extraterrestres… No fue fácil apañármelas para tomar un par de fotos de aquellos expedientes, que oficialmente no existen. De otra forma no podría demostrar que todo lo que digo aquí es cierto…

“Los expedientes OVNI secretos no existen”img165 - copia

Los OVNIs son una tontería. No existe ningún secretismo oficial. El gobierno ya desclasificó el tema en 1992 y no se oculta nada…”. Esta afirmación, y otras similares, han sido repetidas hasta la saciedad en los grandes medios de comunicación social, durante los últimos 15 años de forma ininterrumpida. Y los responsables de tal mentira, con nombres y apellidos, son Felix Ares de Blas, Javier Armentia, Fernando Frias, o Luis Alfonso Gámez (este último condenado hace unos días a indemnizar a J. J. Benítez con 6000 euros, por sus mentiras e insultos sobre el ufólogo navarro), todos ellos premiados con generosas subvenciones y gratificaciones económicas por sus programas, conferencias y artículos contra lo paranormal. Los ideólogos del MEO (Movimiento Escéptico Organizado), con el recientemente condenado Luis Alfonso Gámez a la cabeza, han conseguido engañar al público durante 15 años, al intentar limitar el archivo OVNI oficial a los 62 expedientes desclasificados inicialmente por el Ejército del Aire a partir de 1992. Lo que ocultan es que además del Ejército del Aire también funcionarios del Ejército de Tierra, la Armada, el CNI, las diferentes policías y, sobretodo, la Guardia Civil, han redactado expedientes OVNI que a verano de 2007, continúan siendo información clasificada. Sólo un ignorante, o un manipulador, excluiría los expedientes OVNI de la Guardia Civil de la información oficial sobre los fenómenos aéreos anómalos redactada en España

¿El mayor archivo OVNI oficial?

En 1983 el General Andrés Cassinello, que llegaría después a ser Director General del CESID, aún era Director General de la Guardia Civil. El 14 de octubre de ese año dirigía una carta a Andreas Faber Kaiser, en la que el futuro director del servicio secreto español le facilitaba un documento único; un estadillo de 25 incidentes OVNI recogidos por la benemérita entre el 1 de julio de 1953 y el 20 de julio de ese año 83. Cada referencia casuística se acompañaba de un resumen del caso, incluyendo fechas, horas y nombres de los testigos. Pero por supuesto los informes y expedientes de cada caso, continúan sepultados en los archivos de la Guardia Civil. Sabemos que existen, pero no los hemos visto. Este estadillo, facilitado por el Director General de la Guardia Civil, en 1983, fue la primera evidencia irrefutable de que existían informes oficiales sobre OVNIs en poder de la Benemérita, que nunca han sido desclasificados pero ¿y desde 1983?

Cuando el General Cassinello pasó a dirigir el servicio de espionaje español, la colaboración de la guardia civil con los ufólogos, a nivel oficial, se estancó hasta marzo de 1993. Pero ¿Qué ocurrió en esos años?

Según todas las estadísticas ufológicas internacionales, el mayor porcentaje de avistamientos de OVNIs se produce en el contexto rural, y lejos de las grandes ciudades. En esos casos la jurisdicción policíal pertenece a la Guardia Civil, por eso, cuando un testigo desea notificar un incidente OVNI, o las autoridades militares reclaman un interrogatorio o una investigación sobre el terreno, esta responsabilidad policial cae en manos de la benemérita. Por esta razón tan obvia y evidente, existen una cantidad incalculable de informes, notas y expedientes oficiales sobre fenómenos anómalos, dispersa en los diferentes archivos de la Guardia Civil. El problema es que, salvo el estadillo del General Cassinello, no nos consta que esa documentación se haya centralizado en un mismo archivo en ningún momento. Y, por el contrario, deduzco que se haya dispersa en las comandancias, casas-cuartel y cuartelillos de toda España. Pero existe. Y más aún. En algunos casos, los guardias civiles no se han limitado a recopilar o investigar incidentes OVNI de otros testigos civiles, o no. Existen casos en los que los mismos funcionarios de la benemérita, se han convertido en protagonistas personales del fenómeno.

Policias y testigos OVNIPagina del cuestionario respondido por el Guardia Fernando D. sobre su avistamiento en Huesca

Exactamente en la página 2 del número 587 de la revista oficial de la Guardia Civil, correspondiente a marzo de 1993, los ufólogos Vicente Juan Ballester Olmos y Joan Plana Crivillén, asesores oficiosos de Ejercito del Aire en su desclasificación de expedientes OVNI, publicaban un requerimiento a todos los guardias  civiles de España. Entre otras cosas decía “Para ello, rogamos que aquellos guardias civiles que hayan sido testigos de algún fenómeno inusual, explicado o no, recientes o antiguos, remitan fotocopia del recuadro siguiente con sus datos personales. Recibirán un cuestionario técnico para recoger los datos del fenómeno observado a los efectos de su evaluación y análisis científico”.  Y seguía una breve ficha para recopilar los datos básicos del guardia. Los agentes de la benémerita que amable y desinteresadamente contestaron a la llamada de los ufólogos recibieron el cuestionario prometido, que no era otro que el que durante años utilizamos los miembros del Centro de Estudios Interplanetarios (CEI), y que terminaría inspirando, aunque posteriormente Defensa se desentendiese de este hecho,  el famoso formulario IG-40/5 que actualmente utiliza el Ejercito del Aire español para realizar sus expedientes OVNI oficiales.

Personalmente opino que el requerimiento de colaboración a la Guardia Civil formulado por Ballester y Plana estuvo mal planteado desde el principio. En mi opinión los casos protagonizados por guardias civiles no tienen ningún interés ufológico especial, pero si lo tienen los recopilados por guardias civiles,  que no es lo mismo. Datos sobre el testigo, como la existencia o no de antecedentes por estafa, alcoholismo, etc, que yo mismo he podido ver en informes OVNI de la benemérita, de esos que según el MEO no existen, obviamente si pueden aportar datos valiosos para enjuiciar un testimonio OVNI.

El 30 de abril de 1993 el periódico “Levante” publicaba ya una entusiasta noticia titulada “La guardia civil participará en un informe sobre OVNIs”. Como en tantas ocasiones Ballester Olmos se había dejado llevar por el júbilo antes de tiempo, ya que solo se recibieron seis respuestas concretas de guardias civiles españoles que reconocían haber sido testigos de avistamientos OVNI personalmente, y que se prestaron a cubrir el expediente del CEI. Pero justo es reconocer que todos son casos interesantes.

Como el protagonizado por el guardia Fernando G. D. en Huesca, en agosto de 1989,  las extrañas fotos tomadas en 1981 en Asturias, o el encuentro protagonizado por el Cabo Miguel R. y un compañero del SEPRONA en 1996, en Tarragona… ¡Ay, si los guardias del SEPRONA contasen todo lo que han visto patrullando los bosques de España…!

Manuel Carballal

manuelcarballal@gmail.com

 

Alerta en Tenerife

OLYMPUS DIGITAL CAMERAA finales de junio de 2007  el responsable de esta sección se desplazaba a la isla de Tenerife para seguir la pista de varias investigaciones. Sin duda uno de los casos, más inquietantes en la historia ufológica de las islas afortunadas  fue el que se produjo el 9 de julio de 1992. Un caso que ha hecho correr ríos de tinta, como casi todos los casos canarios, pero del que desconocíamos la documentación oficial.

Documentos  del Gobierno Civil de Tenerife, informes de Trafico Aéreo, y hasta  recogidas de testimonios redactadas por el Coronel Damaso A. G., Primer Jefe de la 151 Comandancia de la Guardia Civil en Tenerife, obran en mi poder desde hace pocos dias.

Según esa documentación: “A las 21:00 del 09 de julio de 1992, el 091 efectuó llamada telefónica al C.O.S. de la 151ª Comandancia (Tenerife) en la que comunica que les había llamado una señora dicendole que a la alura del km 45 (aprox.) de la carretera TF-1… había visto un avión que caía al mar…”. Al menos media docena de testigos ratificaron la denuncia. Unos describían un objeto incandescente, como un avión Boeing, que caía en llamas al mar. Otros aseguraban haberlo visto flotar durante sobre las olas antes de desaperecer. Sin embargo, pese a todos los esfuerzos de la Guardia Civil, fue imposible identificar el origen de aquel supuesto “avión en llamas”.

Según un documento firmado por Angel Delgado Martin, Goberador Civil de Santa Cruz de Tenerife: “Descartada la hipótesis del avión sinestrado, no puede llegarse, en base a las investigaciones efectuadas, a ninguna otra conclusión concreta sobre la naturaleza del fenómeno que dice haber sido visto por los seis testigos presenciales, con los cuales ha entrado en contacto la Comandancia de la Guardia Civil…”.

 

 

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