Published On: Mar, oct 29th, 2013

UFOLEAKs (y 11) OPERACIONES MILITARES EN ESPAÑA OCULTAS TRAS LA PANTALLA OVNI

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Publicado en EOC nº 63

Con esta nueva información inédita continuamos esta serie que tenía por objeto demostrar que la clasificación de información OVNI continúa, y porque. En este caso afrontamos uno de los secretos más embarazosos y mejor guardados por las agencias de inteligencia. Expedientes e informes sobre objetos no identificados que han invadido el espacio aéreo nacional, vulnerando la soberanía del país. Hoy podemos saber que tras algunos de esos invidentes OVNI se escondían maniobras de espionaje y operaciones secretas a las que, por primera vez, podemos poner nombre y apellido. Y que en ocasiones se han mantenido en secreto llegando al asesinato de agentes de inteligencia españoles que pretendían acceder a esa información… Nuestra fuente, una vez más, nos aporta información totalmente inédita y exclusiva sobre este tema

D. Pastor Petit el espiologo español mas famoso del mundoAcordamos encontrarnos en una discreta cafetería de la calle París, en Barcelona. Mi contacto esta considerado como el espiólogo más importante de Europa, y uno de los mayores expertos mundiales en el mundo del espionaje. Domingo Pastor Petit no es solo un erudito en los espías y su mundo, sino que es el autor de casi 50 libros imprescindibles sobre esta materia. A Pastor Petit le debo haberme presentado alguna de mis fuentes para el libro “Los expedientes secretos: El CESID, el control de las creencias y los fenómenos inexplicados” (Planeta, 2001), y le agradezco haber incluido en la última revisión de su legendario “Diccionario Enciclopédico del Espionaje” (Complutense, 1996), una entrada sobre Manuel Carballal y mis trabajos sobre el uso de las creencias en lo paranormal por los servicios secretos de todo el mundo. Domingo Pastor Petit siempre me ha regalado un cariño y un afecto, que le hace sobrevalorar mis aportaciones a este campo.

Lo que hoy nos ocupaba era precisamente una referencia que aparece en dicho diccionario enciclopédico. Concretamente en la página 361 Pastor Petit recoge la siniestra historia de la agente “Soledad”, una espía española de 27 años, perteneciente al SDPG (servicio secreto español predecesor del SECED, CESID y actual CNI), que fue estrangulada el 29 de septiembre de 1975 en Echina Well (Hampshire). El cadáver de la espía española apareció a media milla de la base norteamericana de Greenham Common, en Inglaterra. Según otro ex-agente del SDPG, de alias Deep Throad, la agente Soledad había sido “ejecutada” por la CIA, ya que estaba realizando misiones de espionaje en torno a la cuestión del Sahara español, y la relación de EEUU con Marruecos en torno a ese espinoso asunto, que en 1975 era de prioridad absoluta. Pocos dias después se produciría la “marcha verde” que cambiaría para siempre el mapa geopolítico del norte de Africa, y condenaría a la población saharaui a los campos de refugiados en los que todavía hoy agonizan.

Lo que la agente Soledad buscaba en la base norteamericana de Greenham Common, según mi fuente, que hace unos días me hacía llegar un jugoso dossier sobre este tema, estaba relacionado con un incidente OVNI que 5 dias antes de su muerte se  había producido en el radar de la Base de Gando, en Canarias. Exactamente a las 05:30, y en las pantallas del radar primario de dicha base, los operadores militares detectaron un eco no identificado. El objeto volaba a unos 1600 km/h en dirección sur-norte, y a unos 300 km al Este de Gran Ganaria. Pese a todos los intentos de la autoridad aeronáutica para comunicarse con aquel objeto desconocido e identificarlo, fue imposible.  La zona de vuelo del No Identificado se correspondía con el norte del Sahara español en la frontera marroquí.Un ravens-ea6b como este disparo las alarma sde defensa española al aparecer en los radares como objeto no identificado

A Soledad le quedaban solo 5 dias de vida, y como otros espías españoles intentaba averiguar lo que Marruecos, con la connivencia norteamericana, preparaba para el Sahara español, que solo unos dias después seria “asaltado” por la marcha verde. Según diversas fuentes aquel eco no identificado, clasificado como OVNI, en el ACC de Canarias, no era el planeta Venus, una alucinación colectiva, el halo de la luna ni ninguna otra de las estupideces habituales con las que el MEO (Movimiento Escéptico Organizado) pretende minimizar la trascendencia de estos intereses. Sinó un SR-71A Blackbird, avión de reconocimiento estratégico, que estaba reuniendo información actualizada sobre el despliegue de efectivos españoles en la zona, para preparar el acontecimiento histórico que, unos dia después, cambiaría la historia del Sahara. Y que a Soledad le costó la vida.

007 en el mundo de los OVNIs

Por incomprensible que pueda resultar a los ufólogos y a los aficionados, detrás de algunos casos OVNI pueden esconderse sucesos políticos y militares mucho más relevantes que la estéril polémica de si existen o no extraterrestres. Pese a los enérgicos intentos de los autodenominados “escépticos” por denostar el interés del fenómeno OVNI, hoy estamos en disposición de demostrar, una vez más, la trascendencia política, estratégica y geopolítica que pueden implicar algunos de estos casos.

En octubre de 1973 el Escuadrón de Vigilancia Aérea nº 5, de Alcoy (Alicante), detectó una traza de origen desconocido en la pantalla del radar. Como en tantas otras ocasiones, aquel eco de un No Identificado desató los protocolos de scramble, y un Mirage III, pilotado por el capitán Jose Pablo Gil Pijuan despegó en misión de intercepción del objeto que había invadido el espacio aéreo español. Haciendo gala de toda su pericia como piloto, el capitán Gil pudo acercarse lo suficiente al No Identificado como para que su radar de a bordo (un Cyrano IIB), también detectase al intruso, que cruzaba la costa a unos 75.000 pies de altura y a más de mach-3 (3.200 k/h), dejando muy abajo y muy atrás al Mirage español. Posteriormente el intruso fue identificado por inteligencia como otro SR-71A Blackbird procedente de la base aérea de Seymour Jonson (Carolina del Norte), en vuelo espía hacia los campos de batalla que enfrentaban al ejercito israelí, aliado de EEUU, con los países árabes en la guerra del Yom Kippur.

UFOLEAKS PORTADANo hace falta ser un 007 para encontrar los porqués de incidentes como este. Basta con abrir la página web de la CIA en Internet. Una vez dentro, solo hay que teclear la palabra UFO en el buscador interno, y ante los ojos del internauta aparecerá la historia no contada del SR-71 Blackbird, el OVNI más utilizado por la CIA. Y no me he vuelto loco. A lo que me refiero es a que en un informe que la CIA publica en su propia página web, es la agencia norteamericana y no este esforzado investigador español, quien reconoce, con todo detalle, como durante décadas ha fomentado la creencia en OVNIs y platillos volantes para ocultar los vuelos espía de su SR-71, entre otros, mientras realizaban misiones secretas. La CIA descubrió que los ufólogos eran unos aliados extraordinarios al desviar la atención mediática cuando algún incomodo testigo, o algún radar inoportuno, detectaba los vuelos de sus aviones espía. Mientras la opinión pública limitase sus comentarios a historias de marcianos, sus misiones estaban a salvo. Ya se ocupaba el MEO, y personajes como Luis Alfonso Gámez, Javier Armentia, y un largo etcétera de desacreditar a esos testigos para que el secreto continuase a salvo.

En ocasiones una avería inesperada en el “ovni”, da al traste hasta con los intentos más esforzados de los pseudoescépticos por explicar todo incidente con explicaciones absurdas como el planeta Venus o radares averiados. A las 23:30 del 26 de julio de 1986, por ejemplo, el ACC de Barcelona y el EVA-5 de Alcoy detectan en sus pantallas un tráfico no identificado en vuelo, a unos 155 kilómetros al sudeste del EVA y a unos 8.800 metros de altura, con rumbo hacia el estrecho de Gibraltar. Siguiendo el protocolo, un interceptor de la defensa, esta vez un Mirage-F1 similar al del famoso “Incidente en Manises”, despegó en misión de scramble.  Pero en esta ocasión no fue necesaria una persecución imposible. El intruso sufrió una avería técnica que le obligó ha realizar una escala en la base militar hispano-yanki de Rota. Se trataba de un avión “EA-6B Prowler” de guerra electrónica procedente de un portaviones norteamericano situado al sur de Mallorca. No era el planeta Venus, ni la luna, ni una avería en los radares. Pero tampoco era una nave alienígena, ni justificación para la alarma social que algunos medios (Cadena SER, El Pais, La Vanguardia, etc), generaron con su tratamiento sobre el eco no identificado detectado en las pantallas, y el scramble que originó. Algún visionario delirante incluso pretendió relacionar este incidente con la desaparición de Juan Pedro Martínez, el “niño de Somosierra”, que se esfumó ese mismo día. Sin comentarios.

Ni Torrente, ni la TIA, ni “Los hombres de Paco”

En las últimas semanas algunos “expertos” y autodenominados “escépticos”, como Juan Carlos Vitorio, se empeñan en recoger casos OVNI antiguos, protagonizados por oficiales de policía, radaristas, guardias civiles, etc, explicándolos como confusiones con Venus, la Luna, radares averiados, etc. Es esta una constante del MEO que cada cierto tiempo se renueva, presentando a los profesionales de los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado como auténticos incompetentes, delirante y absurdos. Y lo cierto es que así debe ser… Me explicaré.

“No somos Torrente, ni la TIA, ni los hombres de Paco… pero nos a veces nos conviene parecerlo”. Estas crípticas palabras de una de mis fuentes, al servicio del actual CNI, sólo puede comprenderse desde el punto de vista de los espías. Y es que, como he repetido siempre, el gran drama de los profesionales del espionaje es que sólo podemos conocer sus fracasos. Las operaciones de espionaje exitosas; como introducir micrófonos en tal o cual embajada; captar como informador a tal o cual funcionario extranjero; infiltrar a un agente en tal o cual grupo terrorista, etc, lógicamente no pueden ser hechas públicas, porque automáticamente perderían su operatividad. Pues bien, en nuestros archivos ufológicos encontramos también ejemplos de esta realidad, extremadamente elocuentes.

Exactamente a las 15:18 del 16 de enero de 1989, por ejemplo, las alarmas del Escuadrón de Vigilancia Aérea nº 21 (Gran Canaria), se disparan al detectar un tráfico no identificado  a unos 305 km al este de la isla. El eco no identificado, al que se asigna el indicativo KG344, se desplaza a una velocidad de 407 km/h y a 3.350 m. de altitud al norte de Tarfaya, junto a la costa marroquí. En un intento por identificar aquel objeto desconocido, los operadores del EVA confirman que no existe ningún tráfico aéreo ni civil ni militar notificado ni en el ACC canario ni en la base de Gando. A las 15:32 despega un Mirage-F1 (JC-01) en misión de scramble. En esta ocasión hay suerte, el capitán del F1 consigue interceptar al No Identificado y tomar contacto visual. Un TM12 Aviocar español en mision de espionaje sobre Marruecos desato las alarmas del radar canario porque nadie conocia esta mision

Para su sorpresa se trataba de un TM-12 (C -212  Aviocar) del propio   Ejército   del Aire español. ¿Una nueva  pífia de nuestros   militares? ¿Un ejemplo más de la incompetencia  de nuestros  torrentes? Todo lo contrario.

A pesar  de las chanzas  y burlas que una lectura  superficial del incidente  originan en algunos   “expertos”  escépticos con la profesionalidad de nuestros servicios, aquel TM-12, un avión de inteligencia electrónica que entonces pertenecía a la 408 Escuadrilla con sede en la base aérea de Getafe (Madrid), se encontraba realizando una misión de espionaje sobre Marruecos (“captación, registro y análisis de comunicaciones y toda emisión electromagnética”). Para ello, lógicamente, no había notificado ningún plan de vuelo a los controladores aéreos canarios. Y además había anulado la señal transponder (el código IFF/SIF de identificación), desapareciendo de los radares secundarios. Su presencia clandestina era desconocida incluso por las propias unidades del Ejército del Aire en Canarias. Así que, lo que en una primera lectura podría ser interpretado como una chapuza en realidad demuestra que el TM-12 llegó clandestinamente a la frontera marroquí para realizar su misión, y a la vez demuestra la eficiencia de la cobertura radar canaria que captó al intruso, y la pericia del piloto del F1 que pudo interceptarlo. Pero como en todos estos casos, siempre es mejor que se hable de OVNIs y de la incompetencia del ejército, que de aviones espía españoles en misión secreta sobre un país vecino…

Los OVNIs evolucionan con la tecnología aeronaútica

El  12 de mayo de 1992 el Escuadrón de Vigilancia Aérea nº 7, de Soller (Mallorca), y el nº 5, de Alcoy (Alicante), detectan una traza desconocida en sus pantallas. En esta ocasión el Objeto No Identificado se mueve por el límite de la línea de FIR (Región de Información de Vuelo), entre Marsella, Barcelona y Argel. Por tanto podemos suponer que, presuntamente, este incidente OVNI afecta al menos a tres países.

Una vez más un Mirage F1 despega desde la base de Los Llanos (Albacete) en misión de scramble. Sin embargo, y a pesar de los intentos del interceptor de la defensa, aquel No Identificado presenta una capacidad aeronaútica muy superior al caza español. A pesar de no conseguir tomar contacto visual con el objeto, el radar del Mirage confirma el eco no identificado, que vuela a unos 850 k/h y por encima del techo de nuestro caza; a unos 22.860 metros de altura, siguiendo el límite de los espacios aéreos. Al conocerse detectado (para eso están los receptores de radar en los aviones modernos), el objeto realiza una maniobra dando un giro de 180º regresando en dirección a Italia. Según mi fuente Inteligencia descubriría semanas después que en esta ocasión el intruso era un Lockheed TR-1A, el nuevo “juguete” del espionaje norteamericano que sucedió al legendario U-2, el veterano avión espía que, según reconoce la CIA en su página web oficial, ha generado incidentes OVNI  a lo largo y ancho de todo el planeta. La vertiginosa evolución tecnológica militar del siglo XXI nos deparará nuevas sorpresas y muchos incidentes OVNI para engrosar los archivos ufológicos.

Durante estos años, y tras la publicación de mi libro “Los expedientes secretos”, el veterano espiólogo Domingo Pastor Petit me puso en contacto con otras fuentes pertenecientes a diferentes servicios secretos, como Isaac, un alto oficial del Mossad israelí, actualmente residente en España. Según este veterano agente operativo, la implicación militar del estudio de los OVNIs es todavía mucho mayor. Y como ejemplo me pone un poco conocido caso de “OVNI” estrellado en Egipto, hace un varias décadas, que algunos delirantes piramidólogos han intentado relacionar con los “dioses” inspiradores de la cultura faraónica… Se trataba de un avión espía israelí realizando misiones sobre Libano, Siria, Egipto y Palestina… “El contenido de ese avión, y su tecnología –concluye el del Mossad-  serían un secreto mucho más trascendente para nosotros que ningún alienígena de Roswell”. Y esos secretos, como averiguó la agente Soledad en Inglaterra, se protegen cueste lo que cueste…

Manuel Carballal

Puedes descargarte EOC nº 68 en:  http://www.dimensionlimite.com/eoc/EOC_63.pdf

 

 

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