¿DECLASIFICACION OVNI? ALIEN ROCK & ROLL EN EL PENTAGONO
Publicado en EOC nº 85-86
De cómo una estrella de rock facilitó la divulgación de los secretos OVNI y llevó a la desclasificación del DoD (Departamento de Defensa). Pero encontramos que la historia es anterior al revuelo mediático, y además una convergencia de varios sectores y personalidades, en torno a un eje clave especial: La Visión Remota.
Preámbulos de una revolución anunciada.
El viernes estaba con Neil De Grasse Tyson después de una de sus conferencias magistrales y, sin preámbulos, retomé el tema OVNI del que ya habíamos hablado dos décadas atrás. Cuando fue anfitrión de una conferencia sobre el tema extraterrestre en el Planetario Hayden, en las afueras de New York, del que sigue siendo director. Pese a mi tacto no pude evitar que el astrofísico saltara en emocional cólera, demostrándome el escepticismo más acérrimo y anacrónico. “¿Dónde están los ovnis? Con tantos teléfonos celulares, ¿por qué no recogemos más evidencia? ¿Qué es? ¿Qué son…? No hablo en mis conferencias de algo de lo que no hay evidencia… ¿Abducidos? ¿Dónde están las pruebas?”. Trato de pedirle una cita para continuar conversando de cómo podemos aproximar a los científicos al fenómeno de una forma más seria. Me contesta que no hay nada que hablar, porque no hay realmente nada.
Algo así me había hecho sentir Carl Sagan cuando lo aborde para conocer su visión a mediados de la década de los 80. El astrónomo que todos siguen venerando se me había escapado durante una lluvia torrencial cuando trataba de entrevistarlo. “Usted ha nombrado al Dr. Hynek, y si usted está asociado o vinculado a él, es un creyente en los Ovnis, y yo no. No hablo de eso”.
En un periodo de 33 años, dos astrónomos y celebridades científicas de la cultura americana me habían despreciado por ser explorador -como ellos- de la vida extraterrestre. La diferencia era que para los ovnilogos de ayer y de hoy el fenómeno está ya aquí.
Esa misma noche, la revista Político de Washington y, al día siguiente, el New York Times anunciaban que el Pentágono había estado sosteniendo una oficina de investigación Ovni. La noticia sacaba a relucir a un directivo, Luis Elizondo (apellido vasco pero todavía no sabemos si realmente habla el castellano), y un par de videos del 2004 tomados por la armada en vuelos de interceptación de unos objetos sobre el Pacifico a la altura de la californiana ciudad de San Diego.
¡Paren las máquinas!
Este pasado fin de semana de mediados de Diciembre, mediatizaron el tema Ovni/Extraterrestres -aquí y ahora- como nunca se había visto. Las ventas del New York Times fueron vertiginosas, y el tema volvió a la calle haciéndonos mirar al el cielo con una seguridad diferente. Algo que no ocurría desde los avistamientos de Washington del 52 y Phoenix del 97.
Sabemos que el gobierno de los EE.UU nunca había reconocido que haber investigado un caso OVNI y no ha podido identificarlo desde 1969, cuando cerraron el “Proyecto Libro Azul”, el último proyecto oficial de investigación OVNI de la Fuerza Aérea de EE. UU. Pero la esencia es que desde 2007 el DoD ha estado ejecutando un proyecto OVNI secreto llamado Programa de Identificación de Amenaza Aeroespacial Avanzada (AATIP) liderado por Elizondo. Sin embargo, este pasado fin de semana, -el 16 de Diciembre de 2017- se reveló que el DoD ha tenido un proyecto secreto de investigación de OVNIS desde 2007. Y esta primicia podría no haber llegado si no hubiera sido por las relaciones públicas de la estrella de rock Tom DeLonge, líder de la banda Blink 182. Un icono del rock que alcanzó celebridad y fortuna, pero cuya pasión por los Ovnis ha sido una obsesión reconocida por muchos de sus asociados y acólitos.
DeLonge, desde hace más de media década, está declarando cosas que a muchos le parecían descabelladas. Como que actualmente hay una guerra contra los extraterrestres, o como decir que el caso Roswell era una nave nazi construida en Argentina en plena época peronista de los años cuarenta. También considera a los grises como demonios en general, y no solo con sus comportamientos durante los casos de abducciones. De acorde al músico, estos han estado tratando de llevar al planeta a una confrontación con armas nucleares…
Aun así exponía públicamente que estaba tratando de reunir a una especie de nuevo “Colegio Invisible” de asesores de peso en el mundo de las ciencias aeroespaciales, de la inteligencia, de la Fuerza Aérea, de la defensa y del “cutting edge” de ciencia, tecnología y estudios de conciencia. Personalidades de la industria de Hollywood.
los Wikileaks volvieron a liquear, durante la campaña de Hillary Clinton uno de ellos revelaba una reunión convocada por su director de campaña, John Podesta, que a su vez había sido Secretario de Estado del Presidente Barack Obama. Podesta, al que tuve la oportunidad de conocer fugazmente durante mi intervención en el Disclosure Project/Mock Congress en el Press Club, en Washington en mayo del 2013, ya había dejado conocer su interés en los ovnis. Como así también la candidata Clinton, quien había sido interesada por su amistad con Laurence Rockefeller y otras “socialites” de la alta sociedad capitalina una década atrás. Y este le había facilitado un serio trabajo monográfico que ya trataba de una apertura dentro de una ufología científica hacia la desclasificación.
Muchas de estas “celebridades” no querían asociarse públicamente con el tema extraterrestre, razón por la cual el rockero había ocultado sus nombres. Algunos incluso dudaron en concluir que estos misteriosos vehículos aéreos podrían ser el producto de una civilización extraterrestre.
Las teorías de Jacques Vallée eran conocidas por ellos, y este astrofísico e ingeniero de sistemas franco-americano era uno de los últimos de una generación de ufólogos clásicos. Curiosamente Vallée había estado muy cercano a Harold Puthoff, la mente diseñadora del programa de Visión Remota patrocinado por la Universidad de Stanford y por la CIA. Así también el Coronel John Alexander, que ha sido asesor del Nids, pero a su vez desarrollador de varios proyectos de “Armas no Letales”, y proselitista de la interconexión entre los fenómenos ufológicos y el uso de Visión Remota como intento de interferirlos.
Su vínculo con un proyecto secreto de OVNI del Departamento de Defensa vendría más tarde. Mientras tanto, hizo entrevistas sobre su creencia de que el gobierno en realidad nos estaba protegiendo de las civilizaciones extraterrestres agresivas, y que los de adentro estaban trabajando con él para revelar sus secretos. Muchos otros investigadores y proselitistas que creían y que creen que los extraterrestres están para ayudarnos se oponían -y se siguen oponiendo-, como el Dr. Steven Greer.
Greer a su vez ha estado construyendo y reconstruyendo su grupo de asociados para-gubernamentales, vanagloriándose de más de 500 fuentes, entre gargantas profundas y “whistle blowers”. Pero finalmente, en octubre de este año, DeLonge anunciaría la creación de la Academia To the Stars (TTSA) que se traduciría como la “Academia de las Ciencias y Artes de las Estrellas”. Aunque el nombre se asemeja a la de la industria cinematográfica de Hollywood, ya se intuía que la motivación unía la investigación con la difusión mediática. Y el representante de esa vinculación se llama Luis Elizondo. Un ejecutivo de inteligencia para el Departamento de Defensa en un programa especial para investigar los informes OVNI que se habría iniciado en el 2007 y finalizado en el 2012.
Pero el puntapié inicial a nivel político-washingtoniano venía del Senador demócrata retirado Harry Reid (Nevada), quien a su vez recibió la influencia del astronauta (y senador) John Glenn. Robert Bigelow, también oriundo de su estado, había sido un mínimo contribuidor de la campaña electoral, y era el idóneo para iniciar una nueva investigación sobre el fenómeno de los OVNIs.
Programa de Identificación de Amenaza Aeroespacial Avanzada (AATIP)
Elizondo, quien renunciaría ese mismo octubre antes de la conferencia de prensa de DeLonge, declararía que la experiencia había sido un poco frustrante ya que el tema no se tomaba totalmente en serio, y que él y algunos de sus colegas estaban ante objetos que demostraban tecnología más avanzada que la que los EE.UU o cualquier otro país en el mundo podría poseer.
Desde octubre, DeLonge ha sido portavoz de las próximas noticias, que resultaron ser un esfuerzo innovador para investigar los OVNIs. Sin embargo, DeLonge también mezcló sus ideas acerca de una guerra espacial que está teniendo lugar entre el gobierno de los EE.UU y los aliens. Lo posterior no fue lo que se reveló, y lo que muchos sintieron que DeLonge había prometido. DeLonge siente que todavía puede ser capaz de demostrar sus otras afirmaciones más impactantes. Quién sabe, con todo lo que ha logrado hasta ahora, tal vez lo haga. Parece que vivimos en un tiempo en que lo imposible es posible, para bien o para mal.
El Incidente Nimitz
Junto con el anuncio nacional del Pentágono, se presentaron imágenes de la cámara de un objeto blanco ovalado, perseguido por los aviones de combate F / A-18F Super Hornet de la Marina de los EE.UU, los cuales despegaron del portaaviones USS Nimitz. Aparentemente, estos fueron detectados por radar y visualmente, ordenándose su interceptación.
Los reportes originales dicen que la mayoría de los avistamientos que observó el AATIP fueron del “personal militar de EE.UU que han estado informando sobre avistamientos de ovnis durante décadas. En esto no se es claro, ya que no se especifica si es una declaración general con relación a que, desde los años cuarenta, siempre se ha filtrado información de casos de persecución a no identificados.
Casos clásicos como el del Capitán Mantell, o del Forth Monmouth en 1951 -cuando un objeto que volaba a 1000 km por hora fue detectado por el radar, ordenándose su seguimiento-. Este caso dio lugar al Project Grudge, que seguía al Project Sign, los dos primeros periodos del Proyecto Libro Azul.
Algunos de los miembros del team consideran que Estados Unidos era incapaz de defenderse contra algunas de las tecnologías descubiertas. No sabemos si las tecnologías referidas serían los metales analizados, o conclusiones después de estudiar específicos casos de persecución o confrontación de aviones militares con los no identificados.
Mellon, otro miembro de TTSA que anteriormente trabajó como subsecretario adjunto de Defensa de Inteligencia, tanto en las administraciones de Bill Clinton como de George Bush Jr., confirmó al New York Times que su interés era analizar los datos recogidos por las investigaciones del grupo. Se lo confesó a George Knapp (primer periodista de la CBS de Las Vegas que puso en el mapa al Área 51, y uno de los pocos periodistas de investigación que ha cubierto el tema de los ovnis con profesionalidad las últimas dos décadas). Otro miembro del grupo es Jim Semivan, quien no solo ha sido una personalidad dentro de la CIA, sino un testigo y víctima de una especie de abducción extraterrestre, cuando dormía junta a su esposa.
Muchos sienten que todo esto es una estafa para obtener dinero, mientras otros opinan que es un “cover up” o encubrimiento. Aun así los integrantes del grupo están convencidos de que están ante una tecnología avanzada superior a la norteamericana, como así del resto de las potencias mundiales.
Conclusiones temporales.
Después de una semana de acontecimientos, encontramos que estos cambios y resoluciones son parte de un estadio de un periodo de política extrema por parte del partido republicano. Y de su control y poderío más allá del congreso y del poder ejecutivo.
Siempre existió un “Gobierno Secreto”, como lo definía el brillante periodista Bill Moyers en la década de los noventa. La tendencia fascistoide del periodo de Trump converge con los modelos que Tom DeLonge ha estado diseñando con una visión propia de la ciencia ficción o space opera de los años cincuenta. Es como regresar a los cincuenta y a “Ultimatum a la Tierra”. Pero tal vez cambie. No sabemos quiénes son los titiriteros. O son todos o son ninguno. Intuyo que ni los cientos o miles, viejos o nuevos visonadores remotos, tampoco podrán resolver el enigma tratándole de leer la mente a los responsables.
Recuerdo que la anécdota que siempre nos contaba Ingo Swan, pionero de la Visión Remota para la CIA, era que una mañana estaba sentado en el retrete leyendo el periódico y que dos coordinadores del programa que habían venido de Washington, y pertenecían a la ya demasiadas veces nombrada agencia de inteligencia, orinaban desprevenidos de que podía percibir del otro lado de la puerta de los retretes: “Es mejor que terminemos este programa, ya que los entrenados ya pueden también leer las mentes… son telépatas”.
Según Swann, el programa de Stanford fue liquidado finalmente por ese motivo. Nos preguntamos cuales eran los pensamientos de los jerarcas detrás de los mismos coordinadores de los diversos proyectos de Visión Remota.
Alex Chionetti
Anexos: PROLEGOMENOS DE UNA DESCLASIFICACION
Ufólogos, traidores, lunáticos, presidentes y politiquería.
Lo que está sucediendo, lo que ya ha saltado hacia una serie de fases de apertura y desclasificación, tiene antecedentes farragosos. De muchos de ellos he sido testigo, cubriendo el tema entre las dos costas de los Estados Unidos, como así también desde la capital del país, Washington D.C. Todos esperamos ahora las palabras de Donald Trump. Su secretaria de prensa prometió a un par de tímidos y recurrentes corresponsales tener una pronta respuesta, que llegará supuestamente en la primera semana de Enero de 2018
Como ya nos acercamos al primer año, donde muchas cosas están cambiando y seguirán mutándose, el tema de los Ovnis sigue siendo de atracción popular. Se decía hace ya una década que los temas más buscados en Internet por el ciudadano medio norteamericano son contenidos pornográficos… y ufológicos. Pero los horrores y errores de las últimas tres décadas parecen continuar pese a que quedaron atrás los miedos e inseguridades nacionales e internacionales de la Guerra Fría. El “Invierno Nuclear” pareciese volver con recurrentes terrores las amenazas pueriles del loquillo norcoreano y del actual presidente.
Todo empieza tiempo atrás con Bill Moore, el autor del primer libro sobre Roswell (“El Incidente”). Quien es utilizado por el gobierno para ejercer un control de un tema sobre el que nunca dejaron de mostrar interés, aun después de la terminación de los proyectos oficiales, entrando en la década de los setenta. Moore hizo una especie de intercambio con miembros de la Fuerza Aérea Norteamericana: debía espiar a sus colegas ufólogos y como retribución formaría parte de una elite investigadora paragubernamental. Al exponer la verdad fue atacado por todos. Pero no sabemos qué pasó con el resto de los integrantes de ese grupo o división especial.
Años después aparecía Richard Doty, quien actuaría como agente de desinformación de un testigo que había visto cosas que no debería ver cerca de una base nuclear en New México, Sandia Labs. Y llevando a Paul Bennewitz hasta la locura y autodestrucción. Este caso fue otra de las evidencias de que el gobierno y sus militares seguían de cerca el tema de los no identificados. Nunca se pudo probar completamente quienes eran los asociados o si realmente era una nueva división de inteligencia proveniente de la Base Kirtland de la Fuerza Aérea.
Sobre los casos anteriores no había evidencias fílmicas o fotográficas. Durante años seguí el caso del productor televisivo Robert Emmeneger, quien junto a su socio (Sandler) estaban realizando documentales para la defensa norteamericana y para la televisión pública. Entre ellos uno llamado “Ufos: Past, Present and Future”. Durante el mismo fue mostrada una película que mostraba el aterrizaje de un ovni y humanoides en la base Holloman de la Fuerza Aérea. Cuando quisieron utilizar el filme, los encargados de relaciones públicas cambiaron de idea, y solo le dieron unos segundos donde el ovni parece acercarse lejanamente. Varias veces entreviste a Emmeneger y nunca se contradijo, y hasta el día de hoy sigue repitiendo la historia y siendo testigo de la censura y restricción gubernamental.
Los Estados Unidos tiene demasiadas agencias de inteligencia, y demasiados presupuestos que deben justificarse. Y deben buscar enemigos donde no los hay, justificar la vigilancia de tierras, aguas y cielos, donde el enemigo puede ser más avanzado que el soviético o el musulmán.
“Cuando un presidente comenta o hace una declaración sobre los OVNIS esta inmediatamente puede ser considerada como oficial e irreversible”.
Se supone que los presidentes saben del tema y que están por encima de los militares y de sus inteligencias. Investigadores periodísticos. Como el canadiense Grant Cameron, que insiste en que los últimos presidentes han ordenado proyectos de investigación y su encubrimiento. Aunque a veces se filtran situaciones y personajes que producen una revelación temporal, exponiendo casos, imágenes, videos o testimonios.
Muchas veces cuando los presidentes son candidatos son más claros y prometedores. Pero durante sus presidencias guardan silencio. Así pasó con Gerald Ford, Jimmy Carter, Bill Clinton o Barack Obama. Ronald Reagan fue el que más se interesaba por el fenómeno Ovni, y era propenso a olvidar las restricciones generales con su continuo humor y pérdidas de memoria. Antes de fallecer, traté de reunirme con él y su mujer Nancy, para hablar del tema a través de una amiga común, pero en el último momento cambiaron los planes. Reagan pensaba que yo venía recomendado por el astrologo de su esposa y no por otro ufólogo, Antonio Huneeus, que había sido el primero en darle relevancia a los famosos discursos de “tópicos extraterrestres”.
Recientemente pude investigar en la Biblioteca creada en su memoria (Ronald Reagan Memorial Library) sus famosos discursos en las Naciones Unidas. Estos hablaban de que la Tierra y sus potencias, tanto la que él representaba como la Unión Soviética, debían unirse en caso de una invasión extraterrestre. En la biblioteca presidencial encontré que el discurso original no había sido guardado por su equipo de redacción de discursos oficiales, y que además había sido modificado. Reagan insistió dos veces más. Veintitantos años antes, el General Douglas MacArthur había lanzado un discurso de despedida parecido a sus allegados y tropas cercanas.
Lo que está sucediendo ahora, o sea un puntapié hacia la desclasificación, no tiene que ver con Donald Trump, pero sí con los intentos conscientes y no tan conscientes de Barack Obama. Él es el que abre la puerta, el que enciende la luz verde cuando -durante la convención demócrata del 2007, en la Universidad Drexel- le es preguntado sobre el Apolo 11 y lo que vieron los astronautas en rumbo a la Luna. Contestando que aunque el creyera que hay vida en el espacio exterior, igualmente sentía que “no le dábamos suficiente importancia a la vida en la Tierra”. El primer presidente negro en la historia de los Estados Unidos bromeaba sobre el tema extraterreno, siempre antes y después de ser presidente. Entre esas bromas dejó entender que el incidente de Roswell -aunque haya sido una realidad- no podía confirmarlo. Lo mismo le contesto al hijo del actor Will Smith -Jaden- que, influenciado por su padre, estaba interesado en el tema, y no cedió hasta preguntarle al presidente si creía en los ovnis. Obama le contestó: “No puedo negarlo, ni tampoco afirmarlo”.
CRONOLOGIA
2013. Agosto: el presidente Obama bromea sobre el Área 51. Noviembre: la CIA desclasifica documentos ovni. Diciembre: John Podesta se une a la Casa Blanca. En la entrega del premio a las artes John F.Kennedy Obama vuelve a bromear mencionando a la actriz Shirley Mclaine, y de esa forma es el primer presidente que menciona en público el Área 51. Aunque también Bill Clinton ya había hablado diciendo que el tema era clasificado y que seguiría así aunque las fotos satelitales rusas mostrasen la base de Groom Lake.
2015. Febrero: Hillary Clinton comienza a hablar de una posible apertura de archivos Ovnis.
John Podesta, quien fuera Secretario de Estado durante el periodo presidencial de Bill Clinton, trata de convencer a Obama de acelerar la desclasificación antes de dejar su posición. Septiembre: Obama es huésped del programa del conocido conductor Jimmy Kimmel, recordándole que no puede revelar nada clasificado. John Podesta dejar filtrar varios de sus twitters, algunos hablando de Ovnis, y esto afecta la proyectada apertura de los archivos. Noviembre de 2015: En una entrevista en la revista “GQ” Obama declara que “los secretos encubiertos de los Ufos no son tan excitantes como la gente piensa. Estoy un poco decepcionado”. Diciembre: Hillary Clinton vuelve a hablar de que realizara una desclasificación y una apertura al tema Ovni.
2016. Enero: Tom DeLonge llega al círculo de Hilllary Clinton, incluyendo a John Podesta. Él convoca una reunión con otras personalidades. Entre ellos Robert Wise (director de Lockweed -Skunkworks) y Michael Kerry (Comandante Aeroespacial). Aperturas conjuntamente con el interés de Hillary Clinton y de John Podesta. Febrero: Obama aparece en el show de Ellen Degeneres. Allí una niña prodigio y abocada a temas afines le preguntara cándidamente si los alienígenas son reales. El responde: “Actualmente todavía no hemos podido hacer contacto”. 25 de Febrero: A través de Wikileaks sabemos que Tom DeLonge se reúne con Hillary Clinton y John Podesta en la Casa Blanca. A esa reunión acuden el Gral. McCatlin, a cargo de documentación de Wright Paterson y Robert Wise, de Skunkworks. En esa charla se mezclan elementos ufológicos con estados alterados de conciencia por los contactos con posibles fuerzas extraterrestres.
De Octubre a Diciembre de 2017. Y es en este año cuando la CIA (Central Intelligence Agency) desclasifica millones de páginas, pero no son tanto de Ovnis como sobre la Visión Remota. Aquí está el verdadero “Caballo de Troya”. El punto de unión, del interés de la inteligencia militar y lo sobrenatural. El proyecto de espionaje psíquico había sido creado por dos físicos, el Dr.Harold Puthoff y el Dr. Rusell Targ en asociación con la Universidad de Stanford, y con el financiamiento de la Agencia Central de Inteligencia. El sistema será perfeccionado y formateado (con el uso de latitudes y longitudes) por mi desaparecido amigo el artista plástico Ingo Swann, quien acuño el término “visión remota”. Ingo era un apasionado del tema, y por una larga década nuestras reuniones periódicas versaban alrededor del tema, intercambiando experiencias. Swann aseguraba que había viajado con su mente y a través de su sistema a varias regiones del cosmos. Pero también había sido invitado a viajar en prototipos avanzados. Muchas veces me conto su viaje en una nave prototipo discoidal hasta Alaska, desde unos suburbios de Los Ángeles, en cuestiones de minutos.
Tanto Swann, como varios de sus discípulos en los laboratorios de “Visión Remota” de la Universidad de Stanford, siguieron experimentando como llegar a otros planetas, sistemas solares y galaxias. El problema con las descripciones “extraterrestres” de los visionadores remotos es que la mayoría de las veces son extremadamente desaforadas y pintorescas. Leyendo esas “visiones” a distancia, uno siente la imaginación creadora que los mismos autores de ciencia ficción tienen ante una máquina de escribir, y no necesariamente a través de los procesos y pasos de la “visión remota”. Muchos de esos experimentos, sobre todo los que analicé durante la década del noventa, no tenían su corroboración cuando las sondas de la NASA, o las fotografías del Hubble cubrían esos “blancos”. Aun así Swann pudo describir con certeza las composiciones químicas de Júpiter y de los anillos de Saturno, muchos años antes de que las sondas Pioneer pasaran a través de ellos.
Luis Elizondo habla de que han estado perfeccionando “la ciencia del vudú”. Termino de origen haitiano en alusión a la religión afrocaribeña. Aunque esto inferiría que estaban intentando afectar al enemigo a distancia, ya que eso es el culto y practica de lo que llama vudú. Tanto los de inteligencia como los VR saben de que el gobierno americano ha estado desarrollando armas de todo tipo, y muchas de estas estarían conectadas con los poderes de la mente. Como lo ha sido la psicotrónica de los setenta, que fue un debatido tema durante la durante la Guerra Fría, y que los soviéticos estudiaban e utilizaban tanto como la inteligencia militar o civil norteamericana. Existen muchos documentos liberados mucho antes de la desclasificación masiva de un año atrás. Hecho que contiene interrelación con los recientes manifiestos tanto del Departamento de Defensa como los comunicados del grupo de DeLonge. O sea ¿estamos ante testigos o ante o cómplices? ¿A que juega este “Colegio Invisible” -ahora aparentemente visible-, que nos depararan los próximos meses?
NOTAS:
[1] Hacia mediados de los noventa, mi amigo y colega Antonio Hunneus me pidió asistencia en algunos casos, ya que estaba trabajando en lo que se llamaba la “Iniciativa Rockefeller”, quien patrocinaba una publicación llamada “The UFO Briefing Document – The Best Available Evidence-” (El Documento Informativo Ovni). Un reporte especializado que iba a ser enviado a la Casa Blanca en diciembre de 1995. También terminaría en las manos de miembros selectos del Congreso, y personalidades de la política de alto nivel en ese periodo.
El monográfico llegaría a las mismas manos del Presidente Clinton y de la primera dama Hillary Rodham Clinton, en ese entonces Secretaria de Estado. Este miembro de la familia Rockefeller había asesorado a esa Casa Blanca a mediados de los noventa, durante más de tres años. Y antes de que se acuñase el termino de “Exopolítica”, esta campaña apuntaba a sensibilizar al gobierno norteamericano sobre los Ovnis y sus posibles inteligencias extraterrestres. Entre los mecenas e impulsores se encontraba Sandy Wright. El documento contiene también correspondencia oficial del área de Ciencia y Tecnologia Política (OSTP), que fue desclasificada gracias a la FOIA, o sea el Acta de Libre Información.
2 Sabemos, por experiencia propia, que Bigelow había creado a mediados de los setentas al NIDS -National Institute of Discovery Science- y que luego manejaría la MUFON, con periodos de intermitencia de interés cruzado con su propia visión de una carrera espacial privada y competitiva con la misma Nasa. Una especie de bienes raíces del espacio, y una mezcla de ciencia y lucro, en lo que como luego veremos Tom DeLonge no se queda tampoco atrás.
Personalmente fui convocado por el equipo de Bigelow hacia el año 2000 para publicar y editar digitalmente el libro de memorias del último director del “Proyecto Libro Azul”, el Mayor Hector Quintanilla, que había rescatado del olvido, y que represento. Recuerdo que en ese periodo, como corresponsal de la revista española “Mas Allá de la Ciencia”, traté de entrevistarlo y el libro que le había entregado trataba de ser el salvoconducto a alguien que no daba entrevistas en absoluto, y menos a ufólogos extranjeros. También trate de llegar al rancho “Skywalker” en Utah, donde habían sucedido mutilaciones de ganado asociadas a fenómenos luminosos no identificados. Ya en esa época habían prohibido el acceso al mismo. A raíz del tema de las mutilaciones, les propuse ir a estudiar la epidemia que en el 2002 asoló a la República Argentina. Ya en ese año el Nids comenzaba su declive administrativo, y quedaban un par de científicos. Uno de ellos, Colm Keheller, era el director científico de Bigelow y llegaría a durar muchos años al servicio secreto de lesa majestad. Es interesante saber que Rao ha estado financiando muchos de los casos más sórdidos del periodista mexicano Jaime Maussan, como el monito de Metepec, y al parecer el evento y la antesala de las diapositivas que mostraban a un niño indígena del Suoreste norteamericano presentado como un gris extraterrestre momificado, y que fueron parte del controversial y comercial evento de “Be Witness”.
En ese periodo Bigelow le estaba dando forma a su compañía aeroespacial. Había comenzado construyendo hoteles de estancia temporal para trabajadores estacionales de Las Vegas y su sistema de hoteles/casinos. Pero ya desde joven, y luego a raíz de la prematura muerte de su hijo, se empecinaría en llevar ese empuje inmobiliario hacia el Espacio, con el objetivo de crear hoteles y estaciones orbitales sobre la Tierra. Bigelow dice haber cancelado el Nids pero parece haberlo reemplazado por proyectos y subcontratos con compañías y agencias de investigación. Una de ellas intuyo que ha sido la compañía de John Rao “Open Minds”, quien también lidera el “Congreso Internacional y Festival EBE” que se lleva a cabo en Arizona todos los febreros de cada año. Su compañía trataba de convertirse en algo similar a lo que Tom DeLonge visiona y ha plasmado paulatinamente. Crear un nuevo equipo de investigadores de campo, buscando pruebas materiales de aterrizajes o estrellamientos, para luego analizarlos en laboratorios. O sea, que esa corriente sea mantenida.
En ese periodo, donde también los asesoró con respecto a casos con evidencia física muchas veces “metalífera”, Bigelow domina al MUFON mientras lo financia, pero su misión es utilizar esa estructura para buscar evidencias más solidas de casos y contactos con presuntas estructuras extraterrestres, no solo dentro de los Estados Unidos. La diferencia de Bigelow es que está convencido de que puede utilizar “ingeniería revertida” en caso de que la evidencia o muestras puedan demostrar una estructura avanzada, y que pueda volar o proyectarse en el aire o en el espacio.
Puedes descargar gratis el número 85-86 de El Ojo Crítico aquí: http://elojocritico.info/wp-content/uploads/2018/01/EOC-85-86.pdf