Publicado en EOC nº 73

 No suele ocurrir en todos los congresos dedicados al mundo del misterio y sus respectivas ramas. La sensación al acudir a las I Jornadas solidarias de parapsicología era distinta. No se trata de desmerecer a otros eventos, pero el hecho de que sean psiquiatras, médicos e historiadores los que aborden el tema de la parapsicología da un cariz distinto a las ponencias.

 Por otro lado, la organización de las jornadas también influía a la hora de posicionarse y hacerse a la idea de lo que allí se iba a hablar. Dimensión Límite, el programa encargado de esta cita, tiene, como es lógico, defensores y detractores, pero todos coinciden en algo: la visión crítica y analítica a la que someten todo lo relacionado con el mundo del misterio. Esto sumado al academicismo que revestía el cartel predispone al asistente a depositar altas expectativas en el fin de semana y prepararse a viajar “más allá” del misterio y de los temas que suelen vender en otro tipo de congresos.

En esta ecuación aún falta un elemento que añadir: como no podía ser de otro modo, el evento era solidario. Dimensión Límite se ha convertido por méritos propios en la referencia solidaria del mundo del misterio, ayudando con sus eventos a diversas causas solidarias desde hace ya algunos años. En esta ocasión, el precio de la entrada era una cantidad mínima de alimentos no perecederos que después serían distribuidos por la ONG Mensajeros de la Paz entre los más necesitados.

La sorpresa fue mayúscula ya desde primera hora del sábado. Teniendo en cuenta la afluencia de este tipo de eventos, no demasiado excesiva por norma general, la cola abarrotaba el pasillo de acceso a la sala. Las bolsas repletas de alimentos que recorrían el pasillo después pasarían a llenar mesas en la parte trasera de la sala de conferencias, confiriendo al ambiente un aire esperanzador al ver materializada la colaboración de la gente en este tipo de eventos.

Comienzan las ponencias

Al comienzo de las ponencias, éstas tomaron una perspectiva más histórica y social con un licenciado en historia y dos doctores en historia antigua, yendo desde el fenómeno de las casas encantadas en nuestro país, a cargo de Juan José Sánchez-Oro, hasta un análisis exhaustivo y riguroso de los milagros de Jesús, pasando entre medias por la mitología de los fantasmas en la antigüedad, a cargo de Antonio Piñero y Ana María Vázquez Hoys respectivamente.

Ya a la tarde, la parapsicología pura y dura, la de verdad, tomó el relevo y definió las jornadas como algo totalmente diferente a lo que se viene haciendo en nuestro país y, por qué no decirlo, totalmente necesario. Por no extendernos en el currículum de los ponentes, podremos citar a Oscar Iborra, Dr. en Psicología por la Universidad de Granada; José Miguel Pérez Navarro, Dr. en Psicología por la Universidad de Coventry y profesor adjunto en la Universidad Internacional de La Rioja; Jaume Esteve y José Luis Ortiz, licenciados en psicología; y los ponentes del domingo: Manuel Berrocal, Licenciado en Medicina por la Universidad Autónoma de Madrid; y Francisco J. Rubia, Catedrático emérito de la Facultad de Medicina de la UCM. Esto, sin duda, da una idea del nivel y el ambiente logrado en Guadalajara.

La cercanía y amenidad desprendida de la ponencia introductoria de Óscar Iborra llamó la atención. Hablar de un tema complejo como lo es la parapsicología y hacerlo desde un ámbito puramente científico parecía complicado, pero Iborra supo desenvolverse fácilmente y dejar un buen sabor de boca entre el público. Sin embargo, la ponencia a cargo de José Miguel Pérez Navarro se tornó más compleja para algunos de los asistentes. La cantidad y dificultad de algunos de los datos aportados hizo perder el hilo a más de uno y dejó boquiabiertos a los que llegaron a comprenderla. Es de entender cuando la conferencia es digna de un simposio académico y no se enmarca en la simple y llana divulgación. El broche de la tarde quedó puesto por Jaume Esteve y José Luis Ortiz, responsables del único laboratorio español dedicado a la parapsicología en cierta colaboración con una Universidad. Ambos nos mostraron cómo es posible establecer un método a la hora de investigar terrenos paranormales.

La mañana del domingo comenzó con un caso práctico de la mano de Manuel Berrocal. Mostró como fue capaz de desmantelar a una vidente con pruebas y datos. Por último, Francisco J. Rubia habló sobre neuroespiritualidad (conferencia transcrita en este mismo número de EOC), desvelando algunas claves del mundo visible e invisible, ambos creados por nuestro cerebro. Y para cerrar se realizó una mesa redonda de lujo, moderada por David Cuevas, en la que debatieron sobre el futuro de la parapsicología el historiador Antonio Piñeiro, el neurofisiólogo Francisco J. Rubia, el físico teórico Francisco Prieto, el Dr. En Psicología Oscar Iborra, el médico Manuel Berrocal y los psicólogos Jaume Esteve y José Luis Ortiz.  

Teoría, práctica e investigación de campo parapsicológica fueron protagonistas a lo largo de las charlas, demostrando que el método científico se puede y se debe aplicar a la investigación de esta, no olvidemos, ciencia. “Ojalá la parapsicología desaparezca” fue una de las reflexiones más contundentes en estas jornadas, entendiendo que la desaparición de ésta significará la inclusión paulatina de sus diversos fenómenos en otras ramas de la ciencia. Así, las expectativas y el nivel no fue lo único que los chicos de Dimensión Límite dejaron por las nubes. A las más de 150 personas que asistieron entre ambos días, hay que sumar los 80 litros de leche, 35 litros de aceite y 250 kilos de alimentos no perecederos que fueron recogidos para el beneficio de los que más lo necesitan, volviendo a demostrar que misterio y solidaridad pueden ir siempre de la mano.

Jesús Ortega 

¿QUIERES SABER MÁS?:  http://ojo-critico.blogspot.com.es/2012/09/la-parapsicologia-y-la-universidad-en.html