Published On: Dom, mar 6th, 2016

“60 AÑOS DE LITERATURA UFOLOGIA EN ESPAÑOL”

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Publicado en EOC nº 79

003 - copia Si algo ha generado la ufología en sus casi 70 años de existencia —además de mal rollo, egos exaltados, fraudes deliberados y teorías descabelladas (bueno, también alguna que otra cosa positiva, no vamos a negarlo)— es, sin duda, mucha literatura, demasiada literatura. Pese a ser un tema marginal —así se ha considerado siempre—, su difusión ha sido enorme. La prensa se ha ocupado con profusión de los platillos volantes desde el archiconocido incidente OVNI protagonizado por Kenneth Arnold, pero también la radio y la televisión han dedicado amplios espacios a difundir casos y a ofrecer la opinión de expertos. Los extraterrestres pronto se convirtieron en un fenómeno cultural, formando parte del imaginario colectivo, junto a los fantasmas, el yeti y las apariciones marianas. La ciencia-ficción y el cine contribuyeron notablemente a la expansión de la creencia en presuntas visitas del espacio exterior. Y los ufólogos hicimos el resto: perpetuar el mito (otra cosa es discutir si detrás de ese mito existe una base real y de procedencia alienígena).

MISIÓN RESCATE

Resulta curioso que la mayoría de quienes nos hemos dedicado al estudio del Fenómeno OVNI, al margen de la postura crédula o racionalista que hayamos adoptado, compartamos una gran obsesión —un afán compulsivo, diría yo— por coleccionar toda la información posible sobre dicha temática. Recabar y rescatar cualquier tipo de datos. Por eso, los archivos de los que ya peinamos canas están a rebosar de antiguos recortes de prensa, informes, cuestionarios, cartas, boletines, revistas, fotos, cassettes, vídeos, CDs y DVDs. Pero si de algo presumimos es de nuestras respectivas bibliotecas repletas de libros ufológicos, muchos de ellos de escasa tirada, descatalogados desde hace décadas e imposibles de conseguir ni siquiera en librerías de viejo. Sí, muchos somos coleccionistas de libros sobre OVNIs —¡y a mucha honra!— y nos volvemos locos buscando, por ejemplo, un determinado ejemplar de una primera edición (una rareza, mejor dicho). Y cuando por fin lo encontramos, tras una intensa búsqueda detectivesca y mil y una gestiones, lo celebramos como si nos hubiera tocado la lotería. No hay más que echar un vistazo al grupo de Facebook “Los incunables del misterio”, del que formo parte como administrador junto a los amigos Josep Lluis Fernández y Juan Carlos Martínez Pedraza (dos auténticos apasionados del tema OVNI y coleccionistas de obras ufológicas), para comprobar lo que estoy diciendo. No, no exagero ni un ápice. Somos irremediablemente así de frikis.

Sirva lo anteriormente dicho para poner las cosas en su justo contexto y que pueda comprenderse el júbilo que sentí el pasado 21 de octubre cuando recibí un sobre con un ejemplar de 60 años de literatura ufológica en español (Una guía para el coleccionista). 1953-2012, de Antonio González Piñeiro. La sorpresa fue mayúscula.

Si ya nos encantan los libros sobre el tema OVNI, conseguir el inventario más completo y exhaustivo que existe al respecto es motivo más que justificado para la celebración. Máxime si te lo envía el propio autor con dedicatoria  incluida (“Para Moisés Garrido, con mi afecto y admiración”). Estamos hablando de una edición muy limitada, numerada, de tan solo 25 ejemplares (el que me ha remitido es el nº 14). En la carta que me adjuntó con su trabajo bibliográfico me comentaba: “Es el resultado de la puesta en orden de toda la información que he ido recopilando a lo largo de los cerca de 25 años que llevo cultivando esta peculiar afición”. Aun así, me indicaba que no es aficionado a la ufología (dejó de seguir la actividad ufológica a finales de los 90 y jamás ha tomado parte activa en la investigación). “Mi único vínculo con el tema se limita a esta compulsiva manía de coleccionar su literatura”, me aclara en su misiva. Y, evidentemente, con su fabulosa guía demuestra lo documentado que está en cuanto a literatura ufológica y lo minucioso que es a la hora de clasificar tantísima información bibliográfica. Es una ardua y admirable tarea. 344 páginas en total, cuyo contenido está ocupado mayormente por la bibliografía general, ordenada por autores, y seguida de un listado donde aparecen ordenadas cronológicamente todas las primeras ediciones en español de las obras reseñadas en la bibliografía principal. Hablamos de un total de 866 títulos publicados en España (570 nacionales y 296 que corresponden a traducciones de obras extranjeras). Finalmente, el autor expone varias gráficas y tablas que dan buena cuenta de la distribución anual de las obras publicadas, tanto en España como en otros países latinoamericanos. Vemos, por ejemplo, que 1979 y 1980 fueron los años que se publicaron más libros ufológicos en nuestro país: 36 y 35 respectivamente. Coincidiendo con la época de mayor boom del tema OVNI, se comprueba que en la década 1973-1982 fue cuando más obras ufológicas salieron a la luz: 251. También podemos observar que Plaza & Janés es la editorial con mayor número de títulos ufológicos editados: 94.

PRECEDENTES  

Esta joya —lo es sin ninguna duda— tiene un pasado: dos ediciones anteriores. La primera se tituló ¿Qué sucedió entonces? Bibliografía ufológica española (1954-2000), que vio la luz en noviembre de 2001, y la segunda llevó por título 50 años de literatura ufológica en España (Una guía para el coleccionista), siendo una reedición corregida, completada y actualizada hasta diciembre de 2003 (la 1ª impresión data de enero de 2005 y la 2ª de octubre de 2005, con una tirada de 25 ejemplares por impresión). El autor aprovechó la nueva versión para “variar algunos de los criterios de selección (inclusión y exclusión) de los elementos que conforman la bibliografía, lo cual, a mi juicio, ha redundado en un trabajo más depurado y acorde a las necesidades del coleccionista ufobibliófilo”. Para esa edición, contó con la ayuda del ufólogo y también gran bibliófilo Carlos González Gutiérrez. “Con sus siempre acertadas apreciaciones y puntualizaciones me ha librado de muchas meteduras de pata, y me ha puesto sobre la pista de títulos que ni tan siquiera conocía”, señalaba González Piñeiro en la Presentación con la que daba inicio a esa segunda edición.

El autor confiesa que su bautismo de fuego con el misterio fue la lectura en plena adolescencia de un libro muy célebre de Charles Berlitz: El Triángulo de las Bermudas. “Cada página de aquel libro, como si de puertas dimensionales se tratasen, me arrastraron hacia nuevos mundos fascinantes e inexplorados: ovnis, astroarqueología, continentes sumergidos, viajes en el tiempo, civilizaciones desaparecidas, etc. En fin, quedé rendido ante aquella amalgama deslavazada de misterios que era el libro de Berlitz. ¿Cómo era posible que, en pleno siglo XX, todavía persistiesen tantas incógnitas sin explicación?”, cuenta rememorando sus inicios. Y así comenzó su interés por los enigmas y, a la vez, su afición coleccionista. Su biblioteca fue creciendo a pasos agigantados. Él mismo explica que “en esa primera fase como neófito en la materia, fueron los libros de J. J. Benítez, Antonio Ribera, Vicente Juan Ballester Olmos, Erich von Däniken, Salvador Freixedo, Andreas Faber-Kaiser, etc. etc., los que acabaron por conducir mis pasos, ya definitivamente, por la senda de la ufología”.

004 - copiaEsa pasión que muchos sentimos hacia los libros ufológicos él la denomina ‘ufobibliofilia’. Y González Piñeiro la ha sabido cultivar sobradamente hasta la actualidad, pese a que poco a poco se fue decepcionando con el mundillo ufológico, como le ha ocurrido a tantos otros (algo muy comprensible). “Lo que prometía ser un auténtico ‘love affaire’ —asegura— se quedó en un simple flirteo. Ese prematuro desencanto no supuso una ruptura total con la ufología, pero sí un distanciamiento, a la vez que un cambio de enfoque hacia posiciones más moderadas”. Sin embargo, su interés hacia los libros ufológicos, lejos de disiparse, fue in crescendo. “Pasaron a convertirse en meros fetiches, objeto de una pasión coleccionista rayana en lo irracional… Y así hasta hoy”, reconoce. Este extraordinario catálogo bibliográfico centrado en la literatura ufológica española, cuya reciente edición alcanza casi el doble de páginas que la anterior, fue concebido como obra de consulta con el fin de que el coleccionista ‘ufobibliófilo’ cuente en su haber con una amplia, completa y actualizada base de datos. Asimismo, también le será útil para “ampliar sus fuentes de información sobre el tema, así como para cualquier iniciativa de investigación relacionada con los aspectos sociológicos, antropológicos o culturales derivados del fenómeno ovni en nuestro país, y más concretamente, de la literatura que genera”.

DE 1953 A 2012

En junio de 2015 nació la nueva edición de esta restringida guía. Es una lástima que no tenga una mayor difusión y que así pueda llegar a más manos. Nos consta la cantidad de interesados que hay en conseguir un ejemplar. González Piñeiro debería plantearse el poder contar con alguna editorial que se comprometa a publicar esta maravilla sin que suponga coste alguno al autor, como ha ocurrido hasta ahora. Es más, su esfuerzo debería ser recompensado.  En 60 años de literatura ufológica en español, el autor ha empleado tres criterios para catalogar las obras ufológicas: el temático, el idiomático y el cronológico. Le honra no haber entrado en valoraciones subjetivas a la hora de evaluar el contenido de las obras ni hacer una selección de acuerdo a la calidad de las mismas. “No ha sido el temor a generar polémica ni a herir sensibilidades lo que me ha llevado a despojar a este trabajo de los consabidos elementos subjetivos, sino, más bien, la debida asepsia que, en la medida de lo posible, debe prevalecer en una guía de esta naturaleza, cuyo principal —y casi único— objetivo es el dar soporte a la gestión bibliográfica que coleccionistas y aficionados ufológicos llevan a cabo durante la confección y el mantenimiento de sus desideratas”, aclara González Piñeiro.

Es de destacar la magnífica Presentación que realiza en esta última edición, haciendo hincapié en la influencia que la ufología ha ejercido en la cultura moderna y en algunos puntos muy discutibles y débiles, como es la propia definición del objeto de estudio, los OVNIs, vocablo que suele sustantivarse y asociarse indefectiblemente a ‘nave extraterrestre’. Asimismo, señala que “la hipótesis heterodoxa clásica que parece haber resistido mejor el paso del tiempo es la paraufológica (Vallée, Keel, Freixedo, etc.). En boga desde los años 70 —y un claro producto de las modas culturales relativistas imperantes en esa época—, no solo no ha sufrido desgaste, sino que ha visto incrementado el número de adeptos a lo largo de los últimos años, aunque derivando sus argumentos hacia enfoques cada vez más radicales (conspiranoicos)”.

En cuanto a la estructura de los registros bibliográficos, destacamos la Clasificación Temática:

[O] = Objetos volantes no identificados (fenómeno OVNI): obras de investigación y divulgación, tanto de casos como de exposición de teorías y opiniones sobre el tema.

[C] = Contactismo y abducción: obras centradas en los encuentros cercanos (a nivel físico y/o mental) con entidades asociadas a los OVNIs. Desde la recepción de mensajes de carácter mesiánico transmitidos por los guías cósmicos hasta los clásicos raptos perpetrados por pequeños seres macrocéfalos.

[A] = Astroarqueología: obras encargadas de exponer las presuntas evidencias sobre la presencia extraterrestre en la antigüedad, así como su posible influencia en la evolución de la especie humana. Y también aquellas obras que desmienten dicha hipótesis.

[E] = Enigmas extraterrestres: obras que abordan temas colaterales vinculados al Fenómeno OVNI, como pudieran ser los círculos de las cosechas, el Triángulo de las Bermudas, el chupacabras, los Hombres de Negro, los fenómenos transitorios lunares, los monumentos marcianos, etc.

En dicha clasificación, hemos de destacar también la Línea Fija 1 (Autor/es) y Línea Fija 2 (Título), así como la Línea eventual 1 (Edición original extranjera) y Línea eventual 2 (Firmas y colaboraciones especiales). Se añade asimismo un Área 1 (Notas, Nº ordinal de edición, País de edición, Nombre del editor y lugar de la edición y Colección) y un Área 2 (Índice). Todos estos datos sirven para que el interesado obtenga toda la información existente sobre los libros registrados en dicho catálogo. No falta ni un solo detalle. Todo está perfectamente reseñado.

En la pág. 17 comienza la Bibliografía Ufológica, encabezada por Abad, Juan José, autor de Mensajes de otros mundos (1977). Concluye en la pág. 284, donde se continua con un Índice Onomástico, en el que se exponen en orden alfabético los nombres de las personalidades citadas en la bibliografía. Finalmente, en los Apéndices (pág. 301 a 344) accedemos a un Índice Cronológico con todas las primeras ediciones en español de las obras especificadas en la bibliografía principal. Así, el primer libro publicado en castellano es Origen, estructura y destino de los platos voladores, de Jorge y Napy Duclout, que vio la luz en Argentina, en 1953. Mientras que el primer libro publicado en España data de 1954. Su título: Los platillos volantes y la evidencia, de Manuel Pedrajo. Se desconoce el mes de su publicación. Otra obra pionera de la ufología en nuestro país fue Vienen los platillos volantes, de Enrique Miguel Borgas, editada en octubre de 1954. Por otro lado, en la tabla titulada Ranking de los autores más prolíficos del catálogo destaca en el número 1 Juan José Benítez, autor de 30 obras ufológicas (29 como autor y 1 como director). Le sigue Antonio Ribera, con 29 (23 como autor, 4 como coautor y 2 como compilador), y Erich von Däniken, con 17. Por último, señalar que la obra más reeditada de las que aparecen en el catálogo es El Triángulo de las Bermudas, de Charles Berlitz, con 55 ediciones, seguida de Yo visité Ganímedes, de Yosip Ibrahim, con 49. Y como remate final a esta recomendable guía, González Piñeiro incluye Otros títulos de interés, donde ofrece una relación de libros excluidos de la bibliografía principal por “no cumplir con uno o varios de los prerrequisitos expuestos en la presentación, pero que juzgamos podrían resultar igualmente interesantes para el coleccionista o aficionado ufológicos”. Se incluyen en dicha lista folletos de menos de 30 páginas, títulos proto-ufológicos (anteriores a 1947), obras de ficción ufológica, de fenomenología forteana, etc. (en este apartado se ha reseñado el librito Los platillos voladores, de J. M. Díez, editado en 1950).

Como he dicho anteriormente, ojalá esta obra pudiera tener mayor difusión y no estar tan limitada, ya que es un trabajo que merece la pena ser conocido y reconocido. Solo me resta agradecer al autor las palabras que me dedica en su carta: “Conozco de sobra tu magnífica labor divulgativa sobre éste y otros temas (sectas, apariciones marianas, etc.) a través de tus primeros artículos en Karma.7 y Espacio y Tiempo, y más recientemente en Enigmas y Más Allá. Aprovecho para felicitarte por la valentía y honradez con la que has sabido tratar algunos asuntos especialmente espinosos (sobre todo los relacionados con el fanatismo sectario y religioso). Mi más sincera enhorabuena”. No sé si soy digno de tales elogios, pero si algo he aprendido a lo largo de mi trayectoria en este terreno tan resbaladizo como es el mundo de lo insólito, donde lo habitual es poner zancadillas y hacer críticas destructivas, es saber respetar y admirar el trabajo bien hecho, fruto de muchísimas horas de dedicación y esfuerzo. Para un servidor, la aportación realizada por Antonio González Piñeiro a la ufología a través de su fenomenal catálogo es inmensa. Tal es así, que considero conveniente que hubiera un ejemplar en cada biblioteca pública y universitaria, pues ya no solo es eficaz para quienes navegamos en las turbias aguas de la ufología, sino para cualquier estudiante que desee realizar un trabajo histórico, antropológico o sociológico sobre la materia. Espero que esta Guía para el coleccionista se convierta en una referencia obligada para las futuras generaciones ufológicas, si es que siguen surgiendo pese al desolador panorama, pues como me advirtió recientemente el ufólogo sevillano, y querido amigo, Ignacio Darnaude: “La ufología está en extinción, y los ufólogos camino de extintos. Un gremio de capa caída. Qué le vamos a hacer”

                                                                                              Moisés Garrido Vázquez

 Posd. Pregunté a Antonio González Piñeiro sobre la posibilidad de publicar su obra en autoedición, a través de alguna editorial que se interesara vivamente por el tema, con la idea de que tuviera mayor difusión. Su respuesta fue: “Comentarte que, ya en su día, barajé esa posibilidad de la autoedición, o incluso sacarlo en impresión bajo demanda. Pero ocurre que las peculiaridades de su formato y composición (el tamaño, la estructura de las fichas, los pequeños toques de color, etc.) suponían un incremento considerable de los costes de producción, lo que elevaba su precio de venta a cifras desorbitadas. Como no quería despojarlo de esas “peculiaridades” (sin ellas no sería otra cosa que una fría base de datos bibliográfica), opté por volver a publicarlo de manera artesanal”.

OTROS CATÁLOGOS UFOLÓGICOS

Como la ufología ha dado muy buenos bibliófilos, no han faltado los intentos por clasificar las obras relacionadas con el tema OVNI para deleite de los interesados. Sin embargo, la exhaustividad, a diferencia de la guía elaborada por González Piñeiro, ha brillado por su ausencia. Errores cronológicos, omisión de obras que al autor del catálogo no le parecían relevantes, escasez de datos fundamentales, listados breves e incompletos, etc. No obstante, reseñaré aquellos trabajos bibliográficos que considero más interesantes, como el realizado en su día por el ufólogo Juan Antonio Fernández Peris bajo el título Treinta años de literatura ovni en España (1950-1980), que vio la luz como apéndice en la obra Investigación OVNI (1984), de Vicente-Juan Ballester Olmos. La única objeción es que dicho listado, que compiló 131 obras ordenadas cronológicamente, pecó de tendencioso, ya que los libros se valoraron con un criterio muy subjetivo: recomendables, escaso interés/desfasado y rechazable. Por su parte, Javier Sierra elaboró Cuatro décadas de bibliografía ufológica en España (1950-1992), un excelente trabajo que compiló 224 títulos y sirvió como apéndice para Entre ufólogos, creyentes y contactados (1993), de Ignacio Cabria.

Dos años antes, la revista Más Allá de la Ciencia publicó un fabuloso monográfico: OVNIs. El dossier más completo de la historia (1991), que incluyó un listado de obras ufológicas denominado Los mejores títulos sobre OVNIs en lengua española. La clasificación se efectuó en función de temas concretos: Fenómenos aéreos anómalos, Intervienen los militares, OVNIs en la antigüedad, La Ciencia ante los OVNIs, Encuentros en la Tercera Fase: los humanoides, El fenómeno abducción y El fenómeno contacto. Asimismo, Papers d’OVNIS, el boletín del Centro de Estudios Interplanetarios (CEI) de Barcelona, sacó en 1995 un número extraordinario bajo el título

Todos los libros de la Biblioteca del CEI. “Esta Biblioteca es el fruto de los esfuerzos de varias personas, ya que se inició en 1968. Al cabo de veintisiete años nos hemos decidido a hacer público su contenido, con el fin de darlo a conocer a todos los interesados en el Fenómeno OVNI”, manifestó Joan Crexell. Se dividió en tres partes: Autores, Traducciones y Libros extranjeros. Más recientemente, en octubre de 2015, Ballester Olmos ha publicado en inglés un catálogo de obras, artículos y documentos ufológicos bajo el título: Chronological Bibliography on UFO Waves, centrado en los flaps y las oleadas OVNI.

Displaying 1 Comments
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  1. Hola:
    Magnífico artículo ! si alguno de los bibliófilos españoles quiere comunicarse con migo para el intercambio de libros publicados en México sobre la temática OVNI, estaría a sus ordenes para intercambiar libros a este respecto.
    Muchas gracias por su atención.

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