Published On: Jue, ago 15th, 2024

ASPECTOS MÁS DESTACADOS DEL INFORME AARO SOBRE REGISTROS HISTÓRICOS DE LA INTERVENCIÓN DEL GOBIERNO DE EE.UU. EN EL TEMA OVNIs.1

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Publicado en EOC nº 98

EOC 98 portadaFebrero de 2024 fue la fecha de entrega al Congreso de los Estados Unidos del informe clasificado sobre el registro histórico de la participación del Gobierno de EE. UU. en el problema de los fenómenos anómalos no identificados (UAP en inglés, FANI en español, se refiere a los antiguos platillos volantes, más tarde ovnis). Se trataba del Volumen I. Un mes después, se ha publicado la versión pública de 63 páginas en el sitio web de la AARO2 (All-domain Anomaly Resolution Office: Oficina para la Resolución de Anomalías en Todos los Dominios), entidad creada en julio de 2022 por el Departamento de Defensa.

Este informe obedece a un mandato del Congreso estadounidense, que, en la Ley de Defensa Nacional del año fiscal 2023, aprobada el 22 de diciembre de ese año, ordenaba a Defensa que “no más tarde de 540 días después de la fecha de promulgación de la Ley de Autorización de Inteligencia para el año fiscal 2023, el Director de la Oficina presentará a los comités de defensa del Congreso, a los comités de inteligencia del Congreso y a los dirigentes del Congreso un informe escrito que detalle el registro histórico del Gobierno de los Estados Unidos en relación con fenómenos anómalos no identificados”.

Este es un informe verdaderamente demoledor para aquellos que han sido engañados con la creencia de que el Gobierno de los Estados Unidos ha mantenido bajo custodia platillos volantes. Esta ha sido una historia recurrente desde las primeras etapas de la mitología ovni. Tan duradera como falta de pruebas, me apresuro a agregar. Como las presuntas formas, colores y tamaños de los ovnis, cada una de estas historias es diferente entre sí, algo que es típico de la imaginación humana.

Como he dicho, la AARO tenía un cronograma que cumplir y este primer volumen es el resultado de apenas 10 meses de investigación3. Digo apenas porque han tenido que examinar toda la historia de la ufología americana y evaluar historias que se remontan a la década de 1940. Por supuesto, hay varios errores menores e inevitables aquí y allá, de un peso leve que no pueden aducirse para restar valor y veracidad a la hora de comprobar las duras conclusiones de las investigaciones realizadas por esta oficina del Departamento de Defensa americano. Destaco aquí algunas de las afirmaciones de la AARO:AARO

* AARO no encontró evidencia de que alguna investigación del Gobierno de los Estados Unidos, investigación patrocinada por académicos o panel oficial haya confirmado que algún avistamiento de un UAP representara tecnología extraterrestre. Todos los esfuerzos de investigación, en todos los niveles de clasificación, concluyeron que la mayoría de los avistamientos fueron objetos y fenómenos ordinarios y el resultado de una identificación errónea.

* AARO no encontró evidencia empírica para las afirmaciones de que el Gobierno de Estados Unidos y empresas privadas han estado aplicando ingeniería inversa a tecnología extraterrestre. AARO determinó, basándose en toda la información proporcionada hasta la fecha, que las afirmaciones que involucran a personas específicas, ubicaciones conocidas, pruebas tecnológicas y documentos supuestamente involucrados o relacionados con la ingeniería inversa de tecnología extraterrestre son inexactas.

* AARO evalúa que todos los supuestos programas ocultos de ingeniería inversa de UAP nombrados y descritos proporcionados por los entrevistados o no existen, o son programas de seguridad nacional auténticos y altamente sensibles mal identificados que no están relacionados con la explotación de tecnología extraterrestre, o tratan de algún programa injustificado y ya disuelto.

* AARO considera que la afirmación inexacta de que el Gobierno de Estados Unidos está realizando ingeniería inversa de tecnología extraterrestre y ocultándosela al Congreso es, en gran parte, el resultado de la información circular de un grupo de individuos que creen que es así, a pesar de la falta de pruebas. AARO señala que, aunque las afirmaciones de que el Gobierno de EE.UU. ha recuperado y ocultado naves espaciales se remontan a los años 40 y 50, los casos más modernos de estas afirmaciones provienen en gran medida de un grupo consistente de personas que han estado involucradas en diversos esfuerzos relacionados con los UAP desde al menos 2009.

Esto alude al Dr. James T. Lacatski y a sus colaboradores en el programa de la DIA (Defense Intelligence Agency) AAWSAP/AATIP (2008-2012), cancelado por sus pobres resultados y por una orientación ovni/paranormal no alineada con los objetivos originalmente establecidos. El informe afirma claramente: “Muchos de estos individuos estuvieron involucrados o apoyaron un programa cancelado de la DIA y el subsiguiente pero fallido intento de restablecer este programa bajo el DHS [Departamento de Seguridad Nacional], llamado KONA BLUE”.

* AARO evalúa que los avistamientos de UAP y los informes de estos avistamientos a las organizaciones del Gobierno estadounidense y las afirmaciones de que algunos UAP son naves extraterrestres y que el Gobierno estadounidense ha conseguido y está experimentando con tecnología extraterrestre se han visto influidos por una serie de factores culturales, políticos y tecnológicos.

* Varios factores -nacionales e internacionales- influyeron muy probablemente en avistamientos, informes y en la creencia de algunos individuos de que hay pruebas suficientes de que algunos UAP representan tecnología extraterrestre.

* AARO estima que una parte de los avistamientos desde los años 40 se han debido a identificaciones erróneas de sistemas experimentales y operativos espaciales, aéreos y cohetes nunca antes vistos, incluidas las tecnologías furtivas y la proliferación de plataformas de drones.

La sección IV, “Relatos de los programas de investigación del Gobierno de los EE.UU. sobre ovnis desde 1945″, repasa en 13 páginas la implicación oficial de América del Norte en el asunto de los platillos volantes, los ovnis y los UAP. Teniendo en cuenta la ingente tarea que suponen los múltiples proyectos y actividades relacionadas con los ovnis y la investigación realizada en 78 años, la exposición de los antecedentes y resultados de cada una de las “aproximadamente dos docenas de trabajos de investigación independientes”, realizados desde 1946 hasta la actualidad, es una síntesis más que aceptable (a pesar de pequeñas inexactitudes) de todo lo que han hecho las distintas administraciones estadounidenses para esclarecer este asunto con mejor o peor fortuna. Además, AARO ha entrevistado a unas 30 personas que afirmaban tener conocimientos sobre la supuesta implicación del Gobierno de Estados Unidos en la explotación de tecnología extraterrestre o poseer conocimientos sobre UAP que supuestamente han perturbado instalaciones nucleares estadounidenses en el pasado.

En cuanto a los hallazgos propios desde su creación el 15 de julio de 2022, se resumen del siguiente modo:

De todos los informes que AARO investigó y analizó, ninguno representa tecnología extraterrestre o de otro mundo. Un pequeño porcentaje de casos presenta características potencialmente anómalas o preocupantes. AARO ha mantenido al Congreso plena y actualmente informado de sus hallazgos. La investigación de AARO sobre estos casos continúa.

El informe de AARO presenta, entre otras, algunas conclusiones clave:

- Ninguna de estas investigaciones (incluidos los estudios académicos tanto nacionales como extranjeros) llegó a la conclusión de que alguno de los informes UAP indicara un origen extraterrestre.

- Todos estos programas y trabajos concluyeron que la gran mayoría de los informes de UAP podían resolverse como causados por objetos ordinarios, fenómenos naturales, ilusiones ópticas o identificaciones erróneas. Sin embargo, muchos de los casos siguen sin resolverse.

- Incluso con los significativos avances en los sensores terrestres y aéreos, la aparente incapacidad de recopilar datos suficientes y de alta calidad para el análisis científico sigue plagando las investigaciones.

- AARO no encontró pruebas que sugirieran que la USAF [Fuerza Aérea de los Estados Unidos] tuviera una política destinada a encubrir evidencias relativas a conocimiento, material o interacciones extraterrestres.

La sección V del informe, ” Evaluación de las afirmaciones de los entrevistados sobre la implicación del Gobierno de EE.UU. en programas UAP ocultos”, representa el núcleo del estudio encargado por el Congreso, es decir, la comprobación de los presuntos denunciantes “whistleblowers”. Hasta el 17 de septiembre de 2023, AARO había entrevistado a unas 30 personas. De ellas, AARO vio cómo surgían dos relatos fundamentales. El relato principal alega que “el Gobierno de los EE.UU. y sus contratistas de la industria poseen y están probando tecnología extraterrestre que se ha ocultado a la supervisión del Congreso y al mundo desde aproximadamente 1964, y posiblemente desde 1947 si se incluyen los acontecimientos de Roswell. La narrativa afirma que este programa UAP posee hasta 12 naves espaciales extraterrestres”.

A este respecto, se concluye: AARO no ha encontrado pruebas empíricas que respalden estas afirmaciones.

El otro relato es que “un grupo de avistamientos de UAP ocurridos en las proximidades de instalaciones nucleares estadounidenses han provocado el mal funcionamiento y la destrucción de misiles nucleares y de un vehículo experimental de reentrada”. La investigación permitió llegar a conclusiones sobre la mayoría de las afirmaciones hechas en estas narraciones. Las “alegaciones no resueltas” se recogerán en el Volumen II. Las conclusiones de AARO hasta la fecha son las siguientes:

- No se ha descubierto ningún acuerdo oficial de confidencialidad sobre UAP.

- Se niega formalmente la participación de un ex funcionario de la CIA en el traslado del supuesto material recuperado del accidente de un UAP .

- Se considera que la Estimación Especial de Inteligencia Nacional “sobre ovnis” de 1961 no es auténtica.

- La prueba de material de observación de extraterrestres es un probable malentendido con la actividad auténtica de un programa sin relación con los UAP.

- Alegación (falsa) de que un ex-militar estadounidense tocó una nave extraterrestre.

- El UAP con características peculiares se refiere a un programa secreto (Special Access Program) auténtico sin relación con los UAP.

- Se confirma un estudio sobre la revelación [disclosure] extraterrestre; pero no está patrocinado por la Casa Blanca.

- Las empresas aeroespaciales niegan su implicación en la recuperación de naves extraterrestres.

- La muestra de la supuesta nave extraterrestre es una aleación metálica terrestre corriente.

El tema de los denunciantes (whistleblowers) resulta bastante absurdo. Los supuestos testimonios han resultado ser falsos o haber sido malinterpretados por terceros. El principal denunciante, David Grusch, se ha negado a declarar ante la AARO. Todo el mundo puede hacerlo sin temor a sanciones o algo peor. Ahora están protegidos al 100% por la ley para contar lo que quieran. ¿Por qué se esconden? ¿Falta de confianza en AARO? Una pobre excusa. Son muy conscientes del escaso valor de su testimonio y no quieren que les pillen en una falsedad. Demuéstrenme que me equivoco.

Las supuestas afirmaciones de este tipo son rumores sin fundamento, como ha puesto de manifiesto la primera investigación oficial, tras el debido seguimiento e investigación. ¿Seguir llamándolas auténticas sin la mínima prueba? El poder de la fe.

De especial interés para FOTOCAT, el inventario internacional de avistamientos de ovnis en los que se han obtenido fotografías, películas, vídeos o imágenes digitales, es la subsección “AARO investiga antiguos casos UAP sin resolver”. En ella se trata una filmación obtenida a las 06:08 horas del 22 de septiembre de 1964 en Big Sur, California. Sólo datándola en 1964 y sin más detalles, el informe señala: “AARO no ha sido capaz de recuperar la supuesta película del vehículo de reentrada de un misil balístico derribado por un UAP en 1964. AARO fue capaz de correlacionar la hora general y la ubicación con una prueba de misil antibalístico, que podría haber sido la génesis de esta observación.” Este caso ha creado mucha literatura, tanto a favor como en contra, y, para mí, la mejor investigación civil fue la realizada por Kingston A. George, analista de operaciones en 1964 de la 1st Strategic Aerospace Division y experto precisamente en imágenes orticón4, que concluyó que fue el resultado de un despliegue defectuoso de dos vehículos de reentrada señuelo durante el lanzamiento de un cohete Atlas.5

Big Sur

Imagen fotográfica orticón, extraída del video.6

 En la Sección VI (“Investigación de programas sensibles del Gobierno de Estados Unidos citados”), encontramos detalles interesantes sobre el intento fallido de James Lacatski (el científico de la DIA que dirigió el programa AAWSAP/AATIP) de vender su programa mascota al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) después de que la DIA lo cancelara por falta de méritos, tras habérsele concedido nada menos que 22 millones de dólares, gastados en 38 artículos de apariencia científica pero altamente especulativos y en investigaciones paranormales en el Rancho Skinwalker en Utah propiedad de Robert Bigelow, de Bigelow Aerospace, el contratista que consiguió el contrato de la DIA.

El resumen de esta sección es que, después de verificar “numerosas” afirmaciones de programas que supuestamente involucran la explotación de UAP:

AARO concluye que muchos de estos programas representan programas sensibles de seguridad nacional auténticos, actuales y antiguos, pero ninguno de estos programas ha estado involucrado en la captura, recuperación o ingeniería inversa de tecnología o materiales de otro mundo.

Bajo el título “Nexo de los defensores de la acusación de ingeniería inversa UAP por el Gobierno de Estados Unidos”, el informe afirma por enésima vez:

AARO no encontró pruebas empíricas de que ningún proyecto de investigación UAP desde 1945 -extranjero, nacional, gubernamental, privado o académico- haya descubierto información verificable sobre la recuperación o existencia de seres o naves extraterrestres. Aunque AARO continúa llevando a cabo entrevistas, documentación, y persiguiendo pistas de investigación, el trabajo de AARO ha dado lugar a la refutación de la mayoría de estas denuncias utilizando la información verificable contenida en tales denuncias.

Kirkpatrick Dr. Sean Kirkpatrick, director del AARO entre julio de 2022 y diciembre de 2024, autor del informe.

El reciente comentario de John Greenewald en YouTube sobre este informe7 presenta una peculiar línea de razonamiento. Frente a la abrumadora aseveración de AARO en el Resumen Ejecutivo de que “Ninguno de los programas mencionados por los entrevistados son programas de ingeniería inversa de UAP, y todos los programas auténticos han sido debidamente notificados e informados al Congreso”, entre otras afirmaciones confirmatorias, su creencia es que, si estos programas hubieran existido, AARO no tendría acceso a ellos. “Creo que se quedarían en el mundo negro”, dijo, no sólo para el público, sino para el propio Congreso. Admiro el duro trabajo realizado por el proyecto Black Vault de Greenewald al desenterrar toneladas de documentos oficiales sobre ovnis y UAP pero, francamente, esta es una enorme afirmación anti-educativa, cercana a la conspiración: no tenemos forma de conocer la verdad. Esto conduce a la investigación a ninguna parte. Esta es una mala excusa para dejar que las conspiraciones sigan volando y eso es muy grave. Por favor, pongan los pies en el suelo.

No es de extrañar que este informe confirme los análisis recientemente dados a conocer por el periodista del New York Post Steven Greenstreet,8,9 o por el ecologista evolutivo Dr. Luis Cayetano10,11 en el sentido de que un puñado de individuos ha tenido una gran influencia para convencer al Congreso de Estados Unidos de que impulse una legislación orientada a los UAP, con escasa base real y gran dosis de creencia.  El informe dice: “AARO investigó y entrevistó a numerosas personas y programas, y siguió numerosas pistas. Ha determinado que las actuales alegaciones de que el Gobierno de los EE.UU. está ocultando tecnología y seres extraterrestres proceden en gran medida del mismo grupo de individuos que tienen vínculos con el cancelado programa AAWSAP/AATIP y con la investigación paranormal de una organización del sector privado. [Se refiere a Bigelow Aerospace]. Estos individuos han trabajado entre sí constantemente en varios estudios relacionados con los UAP.” (Énfasis y nota entre corchetes mía).

Palabras contundentes y aplastantes. Todas y cada una de las fantasiosas alegaciones han sido demolidas. ¿Qué más se necesita para darse cuenta de que todo es fruto de creyentes empedernidos, de conspiracionistas y de activos “influencers” sobre ovnis? Como era de esperar, los grupos pro-alienígenas no están contentos con este informe y han expresado su amarga desconfianza con el Departamento de Defensa de su Gobierno. Sabemos que siempre estarán descontentos a menos que oigan lo que quieren oír. Pero la leyenda que sostienen nunca ha ocurrido. Y esto será afirmado por cualquier Gobierno que exista en Estados Unidos, un gobierno demócrata presidido por Biden o un gobierno republicano presidido por Trump.

 La sección VII abarca el “Contexto histórico de la investigación sobre UAP desde 1945″, y determina, en resumen, que:

AARO considera que los incidentes de avistamientos de UAP comunicados a las organizaciones del Gobierno de Estados Unidos, las afirmaciones de que algunos constituyen naves extraterrestres y las afirmaciones de que el Gobierno de Estados Unidos ha conseguido y está experimentando con tecnología alienígena, son muy probablemente el resultado de una serie de factores culturales, políticos y tecnológicos.

El título de la sección VIII es “Pruebas y desarrollo de los programas espaciales y de seguridad nacional de EE.UU., muy probablemente responsables de una parte de los avistamientos de UAP”. Parte del resumen de la sección dice:

Consideramos que la mayoría de los avistamientos de UAP en las primeras décadas de las investigaciones sobre UAP fueron el resultado de una identificación errónea de fenómenos y objetos ordinarios, basándonos en los hallazgos de AARO de sus propios casos hasta la fecha y en los hallazgos de todos los anteriores proyectos de investigación. Sin embargo, consideramos que una parte de estas identificaciones erróneas fueron casi con toda seguridad el resultado del auge de las nuevas tecnologías que los observadores habrían reportado comprensiblemente como UAP.

Por último, llegamos a la Sección IX: “Conclusión”. Esta es clarísima:

Hasta la fecha, AARO no ha descubierto ninguna prueba empírica de que algún avistamiento de un UAP representara tecnología extraterrestre o la existencia de un programa clasificado del que no se hubiera informado debidamente al Congreso. Los trabajos de investigación han determinado que la mayoría de los avistamientos han sido resultado de una identificación errónea de objetos y fenómenos ordinarios. Aunque muchos informes sobre UAP siguen sin resolverse, AARO considera que si se dispusiera de datos adicionales de calidad, la mayoría de estos casos también podrían identificarse y resolverse como objetos o fenómenos ordinarios.

Puede parecer una suposición desproporcionada, pero tiene una base empírica. AARO ha llegado a la conclusión, analizando sus propios informes, de que cuanto mejor documentado está un caso mayor es la probabilidad de que exista una solución sólida. En otras palabras, si no se ha encontrado nada extraordinario en los mejores avistamientos, ¿por qué habría de aparecer en los informes de baja calidad? Por principio, si se hubieran encontrado elementos extraordinarios en estos informes, no estarían catalogados como de baja calidad.

Es absolutamente simplista la forma en que ciertos divulgadores y podcasters hablan a sus oyentes de pago de “extraterrestres” en el contexto de los avistamientos de UAP. No se dan cuenta de los profundos requisitos que ello implica: pruebas sólidas e incuestionables más allá de toda duda razonable. Pruebas científicas comprobadas y vueltas a comprobar por múltiples e independientes instancias verificadoras. Esos comentaristas utilizan la fantasía extraterrestre de forma trivial y temeraria, basando sus especulaciones en simples rumores y habladurías. El razonamiento de AARO no sólo es impecable, sino que se ajusta a la corroboración de investigadores homólogos.

En la citada reseña sobre este informe del AARO, John Greenewald se preguntaba bastante sorprendido qué han hecho o logrado a lo largo de los años los enumerados programas estadounidenses sobre platillos volantes, ovnis o UAP. La respuesta es sencilla: la falta de resultados positivos se produce si se busca algo que no existe, o simplemente se espera que haya algo más de lo que muestran los hallazgos internacionales en bruto. El 98%  de los informes tiene una explicación convencional12, el residuo restante no contiene nada extraordinario y, en consecuencia, es razonable asumir que comparte la misma naturaleza.

El grave problema de quienes critican este informe es su enfermiza falta de confianza en su propio Gobierno: no creen en lo que el Departamento de Defensa de Estados Unidos defiende públicamente. A menos que oigan lo que quieren oír, el resto no les convence. Si las afirmaciones sobre platillos estrellados o ingeniería inversa son desmentidas formalmente por las empresas aeroespaciales relacionadas y se califican como papel mojado, ¿qué se puede hacer para desmentir un falso testimonio? No tiene sentido. Si mañana el Departamento de Defensa anuncia que han estado torturando a pequeños alienígenas retenidos en las instalaciones del Pentágono durante décadas, ¡espero que nieguen esto también!

AARO presentará al Congreso estadounidense la totalidad de sus conclusiones en dos volúmenes. El actual Volumen I contiene las conclusiones de AARO desde 1945 hasta el 31 de octubre de 2023, según el mandato recibido, y el Volumen II incluirá los resultados de las entrevistas e investigaciones realizadas entre el 1 de noviembre de 2023 y el 15 de abril de 2024, espero que para finales de año.

Vicente-Juan Ballester Olmos

REFERENCIAS

(1) Report on the Historical Record of U.S. Government Involvement with Unidentified Anomalous Phenomena (UAP). Volume I,

https://www.aaro.mil/Portals/136/PDFs/AARO_Historical_Record_Report_Volume_1_2024.pdf

(2) https://www.aaro.mil/

(3) El informe lo firmó el Dr. Sean Kirkpatrick en octubre de 2023.

(4) Kingston A. George, Preliminary Report on Image Orthicon Photography From Big Sur, Operations Analysis Staff Study, 1st Strategic Aerospace Division, Vandenberg AFB, 13 de octubre de 1964.

(5) Kingston A. George, “’Buzzing Bee’ Missile Mythology Flies Again”, Skeptical Inquirer, Vol. 33, Nº 1, enero-febrero de 2009, pp. 42-46, https://cdn.centerforinquiry.org/wp-content/uploads/sites/29/2009/01/22164446/p42.pdf

(6) “Joel Carpenter and the Big Sur Case”, SUNlite, Vol. 6, Nº 1, julio-agosto de 2014, pp. 4-22, https://www.astronomyufo.com/UFO/SUNlite6_4.pdf

(7) https://www.youtube.com/watch?v=Tg4FKt2Pe7I

(8) Steven Greenstreet, “Spooky Hustlers: How wacky UFO activists and “crazy” ghost hunters duped Congress into hunting UFOs”,

https://www.youtube.com/watch?v=a6Wud0LzFQY&t=2177s

(9) Steven Greenstreet, “UFO “religion” influencing Congress to hunt aliens, says top Pentagon official”, https://www.youtube.com/watch?v=3RUoYqBewC8

(10) Luis Cayetano, “Mapping the UFO scene using association charts”,

https://www.ufologyiscorrupt.com/post/mapping-the-ufo-scene-using-association-charts

(11) Luis Cayetano, “Wake Me Up Before You Go Go, Don’t Leave Me Hanging On Like a UFO”, blog UFO FOTOCAT 15 de marzo de 2023,

http://fotocat.blogspot.com/2023_03_15_archive.html

(12) GEIPAN, “Forte baisse des CAS D sur les 10 dernières années,” https://www.cnes-geipan.fr/fr/actualites/baisse-cas-d

ANEXO DE ÚLTIMA HORA791181500_235738645_1706x960

No fue una sorpresa leer la airada respuesta de Christopher Mellon, exsubsecretario adjunto de Defensa para Inteligencia en las administraciones de Clinton y (GW) Bush. Mellon es actualmente uno de los defensores más acérrimos de la bandera alienígena/UAP. Uno de esos personajes que cuando estuvieron en el Gobierno no hicieron nada por aclarar o reducir la censura a la cuestión ovni. Al contrario, agregaron sellos de secreto siempre que fue posible, y cuando se retiraron usan sus credenciales para atacar a su gobierno por una supuesta falta de transparencia13. No quiero ocultar su intento de desacreditar el informe AARO, una crítica que ha sido respaldada por otros activistas de los ovnis, a quienes ni siquiera se atreve a mencionar por su nombre. Pero creo que debe leerse porque es una buena condensación del estado de discusión pro-UAP y porque es cierto que pone de manifiesto algunos fallos históricos del informe, aunque probablemente solo detectable por hiperexpertos en la materia14.

He dicho que el informe AARO contiene una serie de errores en fechas y nombres y otras imprecisiones. Para mí, estos no son extraordinariamente graves. Porque no empañan la misión cumplida del informe: revelar la inexistencia de programas o proyectos secretos vinculados al Gobierno de Estados Unidos sobre la recuperación y manipulación de restos de supuestos accidentes ovni. Ese fue el núcleo de la investigación. Eso fue lo que afirmaron los denunciantes. Y eso es lo que se ha desmentido rotundamente. El objetivo del informe AARO no era escribir una historia de 80 años de ufología estadounidense. Para eso, tenemos cientos de libros. Hay razones menores para una crítica aceptable, pero una refutación total del informe del Departamento de Defensa es injusta y está cargada de insinuaciones ad hominem y mala fe.

Otro punto de vista mucho más razonable y justo, desde mi perspectiva, es el escrito por Tim Printy en su revista15:

Algunas de las críticas de los defensores de los ovnis están justificadas porque señalan errores. Otras son puramente quisquillosas con la historia descrita de los ovnis o muestran su desacuerdo con las conclusiones. Los defensores de Roswell no están nada contentos con que el informe parezca estar de acuerdo con la conclusión de que fue un globo de la Universidad de Nueva York el que creó los desechos descubiertos por Mac Brazel en junio/julio (dependiendo de qué versión de la historia se acepte) de 1947. Para otros, sus casos más importantes fueron ignorados o no mencionados. Sospecho que el motivo de la omisión fue porque, según recuerdo, AARO había indicado previamente que los casos más antiguos no eran una prioridad debido a la cantidad limitada de información disponible. La idea parece ser que no deberían asignar recursos valiosos a algo que no vaya a arrojar nueva información. Después de todo, ¿qué descubrirán sobre un antiguo avistamiento que no está disponible? Los datos de estos casos son limitados y, en algunos de ellos, son inexistentes o contradictorios. La mayoría de esos casos se han examinado a muerte y lo mejor que pueden hacer sus defensores es declararlos “no identificados”, lo cual no es mucho decir. La conclusión es que esos viejos casos, no importa cuán convincentes los encuentren los defensores de los ovnis, son inadecuados como prueba de algo. Los ufólogos necesitan mejores pruebas y AARO está tratando de encontrarlas. Hasta ahora, no han encontrado la evidencia cuya existencia la ufología defiende, lo que los enfada hasta el punto de arremeter contra AARO.

Para cualquier observador de la situación que se considere imparcial y sincero, como escribió The Guardian, este informe ha hecho que el mundo de la ufología cayera en picado16.

La última, pero no por ello menos importante, reseña pericial del contenido del informe histórico de AARO, la situación actual de la Oficina y su posible curso en el futuro queda expuesta brillantemente por Douglas Dean Johnson en su artículo “¿Qué es lo siguiente para AARO?”, publicado el pasado día 7 de junio. Amigo lector: ¡no te lo puedes perder!: https://douglasjohnson.ghost.io/what-next-for-aaro/

V-JBO

Notas adicionales

(13) Steven Greenstreet, “Pentagon source: UFO activists INSIDE THE PENTAGON overly classified UFO data to make them seem more spooky”, https://x.com/MiddleOfMayhem/status/1779165103365169637

(14) https://thedebrief.org/the-pentagons-new-uap-report-is-seriously-flawed/

(15) Véase: “AARO on the backpage”, SUNlite, Vol. 16, Nº 3, mayo-junio de 2024, p. 1, http://www.astronomyufo.com/UFO/SUNlite16_3.pdf

(16) https://www.theguardian.com/us-news/2024/mar/22/ufologists-sean-kirkpatrick-pentagon-report-uaps

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