Cuando le pedimos a nuestra compañera Débora Goldstern autorización para reproducir en EOC su reseña sobre los últimos libros de Michel Zirger –que han removido la ufología internacional- nos sorprendió con algo mejor: “Puedo pedirle a Zirger algún artículo exclusivo para EOC”. Y así es como llega a tus manos este texto exclusivo. Sea cual nuestra opinión sobre el caso Adamski, es incuestionable que Zirger ha aportado, en los últimos dos años, evidencias, argumentos e informaciones de un valor histórico incalculable, para comprender los primeros años del contactismo OVNI. La historia secreta de G. H. Williamson es una de esas aportaciones impagables.

 “Se establecieron contactos con alienígenas en 1952… y el entonces estudiante de antropología y futuro bestseller de lo místico y lo esotérico, así como de los Platillos Voladores, George Hunt Williamson, fue un testigo de ello”. Así es como George Hunt Williamson solía presentar una serie de conferencias que dio a mediados de la década de 1950: “Siento que he sido muy afortunado porque he sido testigo de dos de los acontecimientos más asombrosos en el campo de los platillos hoy en día. En primer lugar, en agosto de 1952 estuve presente cuando nuestro grupo de investigación, en el norte de Arizona, tomó contacto con los “platillos voladores” por ondas cortas de radio o radiotelegrafía. Por otra parte, en el mismo año, en noviembre de 1952, estuve presente cuando George Adamski, en el desierto cerca de Desert Center, California, tuvo su memorable encuentro con los “venusianos” y yo tomé los moldes de yeso más tarde, ese mismo día”.

 El núcleo del “grupo de investigación” al que se refiere estaba compuesto por su esposa Betty Jane, química y antropóloga; por dos estudiantes, Betty Bowen y Ronald Tucker; por Alfred C. Bailey, un “guardafrenos” ferroviario de Santa Fe y su esposa; por Sr. R., un operador de radioaficionado con licencia y por supuesto, por el propio Williamson, antropólogo, en calidad de testigo, pero también en calidad de protagonista. Todos ellos de Arizona. Añadiré, ya que el foco de este artículo está en los OVNIS, que el Sr. R. realmente vio un “disco naranja” sobre su antena mientras experimentaba esas comunicaciones.

 El grupo se reunía en la casa del Sr. R. y esperaban allí durante horas a los contactos. Los mensajes más importantes se recibieron entre agosto y el 1 de noviembre.

 Todas estas comunicaciones por radio de origen supuestamente extraterrestre formarían la mayor parte del primer libro de Williamson “The Saucers Speak!”, publicado a principios de 1954. Por cierto, tres años después, su versión italiana se convertiría en el primer libro sobre OVNIs publicado en Italia… Las conversaciones iban desde lo mundano hasta lo esotérico, pasando por mensajes muy crípticos.

 Según Williamson, a principios de 1953 el Sr. R. fue investigado por la American Radio Relay League y también por la Comisión Federal de Comunicaciones de los Estados Unidos y “más tarde su trabajo fue asumido por ellos y no se le permitió hacer más experimentos con sus amigos ni hablar sobre el tema en absoluto”. El Sr. R. no quería que su identidad apareciera en “The Saucers Speak!”. En su libro de 1958, “UFOs Confidential”, Williamson lo reveló junto con su dirección y cartas de llamadas de aficionados. El Sr. R, o más bien Lyman H. Streeter, había fallecido en 1955, a los 35 años de edad.

 En el otoño de 1952, George Hunt Williamson se encontró con el libro de Kenneth Arnold “The Coming of the Saucers” y su sección de fotos con cinco de las primeras fotos telescópicas de OVNIS tomadas por George Adamski, la mayoría de las cuales eran luces que pasaban frente a la Luna, todo ello acompañado de una foto del propio “Profesor”. Williamson pensó: “bueno, aquí hay un hombre que ha estado fotografiando OVNIS y tal vez le interese saber de los contactos de la radio”. Finalmente fue a visitarlo a las laderas del Monte Palomar a principios de noviembre de 1952. Así es como Williamson llegó a conocer a Adamski.

 Destaquemos que el “profesor” no era un contactado en ese momento, sino un astrónomo aficionado californiano que daba conferencias sobre los platillos, autor de un libro publicado en privado: “Pioneros del espacio” y de un artículo de fondo en el número de julio de 1951 de la revista Fate. Las fotos que ilustran ese artículo de Fate más tarde fueron a “The Coming of the Saucers”.

 No repetiré los eventos que ocurrieron en ese memorable 20 de noviembre de 1952 cerca de Desert Center, CA, sino que referiré al lector a mis libros, “La vida increíble de George Hunt Williamson -Viaje místico!, “Visitantes sin Pasaporte” y el reciente “Autentificando el Caso George Adamski” para todos los detalles y más. Mencionaré simplemente que, sin duda para disgusto de los escépticos, Williamson, en conferencias grabadas y en una entrevista radial, declaró haber observado la nave nodriza, la nave exploradora flotando y a George Adamski en el desierto “hablando con alguien a distancia”. Ese “alguien” es naturalmente el visitante extraterrestre de aspecto humano que Adamski denominó más tarde “Orthon”.  Y confirmó la exactitud del relato fundamental de Adamski, que constituye la segunda parte del superventas, “Flying Saucers Have Landed” (“Los platillos voladores han aterrizado”) en 1953. La primera parte fue escrita brillantemente por Desmond Leslie, sobrino de Sir Winston Churchill.

 Como Williamson escribió en su segundo libro “Other Tongues-Other Flesh”: “Yo fui el primero en llegar a las huellas después de haber hecho el contacto”. Hizo bocetos y tomó fotografías…. ¡y qué fotografías! Sin embargo, por extraño que parezca, estos documentos han sido ignorados. Son prácticamente desconocidos por los llamados ufólogos. Ninguno de ellos se interesó en ellos, excepto yo…. Casi 50 años después de Williamson, fui el primero en escribir sobre ellos en un artículo y finalmente dedicarles todo un capítulo de “Viaje Místico”.

 Poseo los grabados originales de primera generación, los “grabados vintage”, como decimos en fotografía, realizados unos días después de los hechos, con, en la parte posterior, el sello personal de Williamson… montado cuidadosamente dentro de su manuscrito original (copia de cinta) de “Other Tongues-Other Flesh”. (Los negativos originales se han perdido.)

Lo que tenemos aquí son fotografías de las huellas más agudas y complejas jamás dejadas por una entidad alienígena. Los documentos más importantes en Ufología y posiblemente la mejor evidencia de un contacto con una inteligencia alienígena. Y se lo debemos a George Hunt Williamson.

 Contacto en el desierto

El 20 de noviembre de 1952, el “punto de contacto” cerca de Desert Center, CA. #1 es donde “Orthon”, deliberadamente dejó unas huellas peculiares que George Hunt Williamson fotografiaría más tarde y haría moldes de yeso. El sitio #2 es donde la “nave exploradora” había estado flotando a varios metros del suelo durante los 45 minutos de conversación entre Adamski y “Orthon”. Las montañas de Coxcomb están en la parte trasera del fotógrafo. Las Montañas Palen son visibles en la distancia.

 Contrariamente a lo que se cree ampliamente, en general, su asociación con George Adamski no duró mucho más de un mes, entonces el joven George Hunt Williamson, de 26 años, extendió sus alas y voló solo.

 A partir de entonces, cada uno siguió caminos muy distintos: George Adamski como el contactado “oficial”, y Williamson como un explorador al estilo de Indiana Jones, un pionero de lo que hoy llamamos la teoría de los “alienígenas antiguos”, pero también secretamente como un canal, un medio.

 En secreto porque no quería que esto se supiera. Con la excepción de una alusión en una sola línea de “The Saucers Speak”, en ningún otro libro indicó directamente que recurriera a ella él mismo y ciertamente no en sus numerosas conferencias. Sólo un círculo restringido conocía su capacidad psíquica de comunicación a través de la canalización de la voz que era, y sigue siendo, bastante “tabú” en los círculos ufológicos; como he indicado en “Mystical Journey”, esto pudo haber sido lo que precipitó su separación de George Adamski.

 Para que conste, en “Uri: Un Diario del Misterio de Uri Geller”, Andrija Puharich se refirió sin saberlo a George Hunt Williamson cuando en la introducción mencionó haber oído hablar de un “joven, que es un canal de voz o médium muy fino”. Sólo en 1978 Williamson admitió a Puharich que era este canal.

 ”Mi propia canalización me había dirigido a muchos sitios en Sudamérica y otros lugares”. Esta frase sin adornos se extrae de una carta perteneciente a un grueso paquete de correspondencia de Williamson de mi propiedad, todo escrito a finales de los años setenta, en un momento en el que miraba hacia atrás en busca de una biografía, un proyecto que finalmente fracasó. En varias ocasiones en estas cartas confirma haber sido guiado hasta 1952 tanto en sus actividades literarias (“Lugares Secretos del León”, “Secreto de los Andes”) como arqueológicas (los Petroglifos de Pusharo, el “Monasterio de la Hermandad de los Siete Rayos”, Glastonbury, etc.), por información emanada de toda una serie de mentores o guías espirituales.

 En 1955 George Hunt Williamson creó una organización sin fines de lucro: el Centro de Investigación Telónica. De octubre de 1955 a diciembre de 1956, publicó un boletín de noticias, Telonic Research Bulletin. Se publicaron cinco números. Su esposa estuvo a cargo de la sección de salud y nutrición en la que advirtió sobre el gran peligro de los “aditivos químicos” en nuestra comida. Así que, 50 años antes que nadie, ella abogó por un retorno a la “comida natural”, a la “comida orgánica”, como diríamos hoy en día.

 Los objetivos del Centro de Investigación Telónica eran claros:

 1) difundir información sobre los OVNIs.

 2) estructurar una red de radioaficionados interesados en los OVNIs.

 3) tratar de recibir comunicación de estos OVNIs por medio de señales de radio, o por medio de equipos de infrarrojos o ultravioleta, también llamados receptores y transmisores de haz de luz modulado. Este dispositivo muy popular entre los contactados de los años 50 y entre los aficionados a los fenómenos que gravitaban a su alrededor, se suponía que era capaz de traducir en sonidos ciertos impulsos luminosos codificados procedentes de los objetos.

 4) Finalmente, los mensajes a los OVNIs se enviaron a través de uno de estos medios.

 Y entonces, en diciembre de 1956, llegó el día…

 Expedición a Perú

“Grupo local se marcha a Perú: George Hunt (Ric) Williamson, hombre de radio, autor y vidente de platillos voladores, es uno de los miembros de un grupo de Prescott que se dirige a  Perú para participar en un estudio antropológico. Los otros son la Sra. Williamson y sus dos hijos [un error, sólo tuvieron un hijo.-- Autor], el Dr. y la Sra. Laughead, de Whipple, y sus dos hijos, y Dorothy Martin. Salieron de aquí el domingo en avión. En Lima, se unirán a otros miembros de la expedición. Luego, encabezados por un profesor de la Universidad de Columbia, Williamson dijo que `buscarán antiguas ciudades perdidas y registros en la vasta área inexplorada al este de la cordillera de los Andes”. Ric, que renunció a KYCA para hacer el viaje, es el hijo de George L. Williamson, oficial de libertad condicional y de menores del condado”.

 Este breve artículo en el periódico local Prescott Evening Courier del miércoles 5 de diciembre de 1956, resume lo que iba a ser uno de los episodios más enigmáticos de la vida de George Hunt Williamson y marca el segundo gran punto de inflexión en su vida después de su experiencia del 20 de noviembre de 1952 con Adamski. Lo que no se dice y no se puede decir, es que dejaron todo en busca de la senda del gran sabio lemuriano, Guardián de los Pergaminos, durante los últimos días del condenado Mu, el Señor Aramu-Muru, y su Monasterio de la Hermandad de los Siete Rayos, escondido en un legendario Valle de la Luna Azul en las montañas nevadas que bordean el lago Titicaca…

 “Secreto de los Andes”, que será el resultado de esta aventura, nos muestra, página tras página, los manantiales ocultos y los engranajes espirituales que llevaron inexorablemente a cinco estadounidenses, procedentes de la burguesía acomodada, a dar el paso e implementar este nuevo vínculo espiritual con los OVNIs y con la era de Acuario. Sin duda fueron precursores.

 En Perú, una vez más, Williamson se topó con OVNIs al hablar con muchos ingenieros, exploradores y misioneros, quienes afirmaron que en los años 1955-56 en particular muchos OVNIs habían sido vistos entrando y saliendo de áreas desconocidas e inexploradas de la selva…. Encontró varias leyendas notables entre los indígenas Machiguenga. Uno de ellos afirma que sus antepasados estaban en comunicación con lo que ellos llaman “gente del cielo” y que esta comunicación fue a través de un gran “camino en el cielo”.

 Descubridor de los “aliens ancestrales”

“Road”, “Sky”, “Sky People”, de uno de los cuadernos de exploración de Williamson sobre Perú, ahora de mi propiedad. En estas páginas, George Hunt Williamson alude por primera vez al “Camino en el cielo” que se convertirá en el título de su libro de 1959.

 En una entrevista concedida en octubre de 1957 a un periódico de Miami, donde iba a dar una conferencia, Williamson nos da una idea de su propio pensamiento: “[...] Creo que estas ciudades perdidas tienen un vínculo definitivo con los platillos voladores. Como antropólogo, estoy plenamente convencido de que la Tierra fue visitada por objetos del espacio exterior en civilizaciones pasadas [...]“.

 ”Los únicos expertos de verdad son aquellos que han tenido experiencia de primera mano”, dice en una carta fechada en 1978 lanzando púas tanto a Erich Von Däniken como a los desenmascaradores. “No se me ocurrió la teoría de los antiguos astronautas o dioses del espacio…. ¡me la dieron a mí! Yo presencié de primera mano las comunicaciones por radio con inteligencias que no son de esta tierra y la prueba estaba allí, pero ustedes tendrían que haber estado allí para conocerla realmente. De la misma manera, fui testigo de primera mano del contacto en el desierto en 1952 experimentado por George Adamski….. una vez más, ¡hubieras tenido que estar allí para saberlo!”.

 De hecho, anticipó las ideas de Erich von Däniken 14 años antes de que el primer libro de este último, “Carros de los dioses”, se publicara en 1969 (1968 para su versión original en alemán), mientras que Williamson ya había explorado estos temas en 1953-54 en “The Saucers Speak!” y en su segundo libro,”Other Tongues-Other Flesh”, terminado en 1954, pero publicado sólo en 1956 por alguna oscura razón. Fue el primero en calificar claramente la “Visión de Ezequiel” como OVNIs, o “platillos voladores” y en proponer y presentar la teoría de los “Extraterrestres Antiguos” (Bíblicos y de otro tipo), “en particular, la idea de intervención en los asuntos de la humanidad y la civilización por parte de la inteligencia/es de otra realidad-otros espacios”.

 No fue hasta 1956 que incluso su amigo y colega, Morris K. Jessup, declaró ideas similares en su “OVNIs en la Biblia”. Ya en 1953 había señalado la conexión entre el fenómeno OVNI y ciertas leyendas de los indios americanos. Por último, pero no menos importante, en su libro de 1959, “Road in the Sky”, popularizó las “Líneas de Nazca”, mucho antes que el autor de “Carros de los Dioses”.

 Sin duda, a través de sus descubrimientos e investigaciones prefiguró el interés moderno por los OVNIS y los extraterrestres, incluyendo la serie documental de televisión “Ancient Aliens”.

 Sin duda Williamson fue un pionero, un precursor, incluso un “vidente” y el reconocimiento de su importancia en la historia de la investigación de los OVNIS hace tiempo que debería haberse producido.

                                   Michel Zirger

Japón

Vuelve Adamski

 En 2017 fui sorprendida por la publicación de “WE ARE HERE!” Visitors Without a Passport: Essays on Earth’s Alien Presence”, donde el investigador y escritor Michel Zirger, nativo de Francia, y actualmente residente en Japón, sacudió a la escena ufológica con sus revelaciones incendiarias. Y no es para menos, ya que Zirger declara:” George Adamski realmente tuvo un encuentro con un ser de otro mundo en 1952”. Hay que decir estas afirmaciones por parte de Zirger, han causado verdadera conmoción, iniciando un debate interminable y donde la figura de Adamski vuelve a discutirse, a pesar de ser considerado un caso fraudulento por muchos estudiosos.

 ¿Un encuentro cercano?

Lo ocurrido en el desierto norteamericano de Mojave en la década del 50′, donde Adamski acompañado por otros testigos, fuera protagonista de un encuentro con un supuesto alienígena de Venus, se transformó con el tiempo en un relato cuestionado, y descartado por su improbabilidad. Ni siquiera la evidencia de una huella producto de aquel histórico contacto, aparentemente legada por el visitante alienígena, reproducida en un molde de yeso y plagada de extraños símbolos, logró hacer cambiar de opinión a la comunidad internacional sobre lo ocurrido.

 Tampoco la nave fotografiada, resultado de aquel evento, y que luego se publicara en un periódico local The Phoenix Gazette, torció la opinión sobre lo ocurrido aquel 20 de noviembre. Simplemente, aquello se leía como demasiado asombroso. Por otra parte pensar en Venus como un planeta apto para la vida, era desafiar los cánones científicos existentes, que negaban se pudiera desarrollar cualquier tipo de civilización, en una atmósfera definida como casi irrespirable. Como digo, estos y otros planteamientos, así como el comportamiento de Adamski presentándose como un contactado con inteligencias espaciales, impidieron por muchas décadas deponer el tabú entre los investigadores, siendo los testigos de esta primera camada, y protagonistas de aquella época tan activa en cuánto a manifestación OVNI, altamente resistidos por los propios ufólogos.

 Replanteando el caso Adamski

Pero la irrupción de Michael Zirger, quién acaba de publicar éste año, una continuación de su anterior entrega “Authenticating the George Adamski Case: The Desert Center Investigation”, hace que nos preguntemos si realmente nos enfrentamos ante un hecho auténtico, que de comprobarse su veracidad, sembraría una nueva etapa en cuánto nuestra concepción, sobre un tema tan controversial. Estos interrogantes me llevaron a querer conocer a Michael Zirger, llegando a intercambiar información sobre su investigación, brindándome datos de primera mano. Desde ya el público lector que decida abordar la lectura de estos trabajos, que por el momento tan sólo tenemos en inglés, se asombrará con el aporte de Zirger, quién presenta documentos tanto en texto así como fotográficos, muy reveladores, y de una evidencia por momentos, aplastante.

 Otro jugador de importancia en paralelo con Michael Zirger, es Rene Erik Olsen un artista danés quién ha trabajado digitalmente las tomas realizadas por Adamski, durante su encuentro con el venusino Orthon, no sin cierta polémica, por la manipulación que algunos ven en las mismas. ¡Pero el resultado no deja de ser fascinante! No obstante en lo personal, la cuestión alienígena está lejos de convencerme y me hace sospechar que la misma pudiera tratarse de un mero camuflado, donde algo, o alguien, intenta desviar la atención. Soy de la opinión que la Tierra sigue ocultando muchos secretos, siendo su descifrado, una cuestión aún pendiente. El caso Adamski representa tan sólo la punta del ovillo, estemos atentos, quizás a futuro tengamos más respuestas.

Débora Goldstern

Argentina

¿Quién fue George Adamski?

 Adamski nació en Polonia en 1891. En 1893 sus padres y los cinco hermanos emigraron a EEUU estableciéndose en New York. Aprendió a sobrevivir con pequeños trabajos eventuales, hasta que en 1913 se alistó en el ejército norteamericano. En 1917 se casó con Mary Shimbersky. No tuvieron hijos. Tras licenciarse, el matrimonio se trasladó al oeste y Adamski continuó enlazando trabajos: en el mantenimiento del Parque Nacional de Yellowstone, un molino de Oregon o una fábrica de cemento en California.  Y a principios de los años 30 fundó la “Orden Real del Tibet”.

Adamski se benefició de la Ley Seca en EEUU, obteniendo un permiso del Gobierno para fabricar vino, con la excusa de ser utilizado para fines religiosos de su orden, como el vino de misa católico. Hizo mucho dinero con la venta de alcohol. En aquella época impartía clases privadas de filosofía oriental en la supuesta orden tibetana y sus alumnos se referían a él como “profesor”. Título –no oficial- que conservó cuando se hizo famoso. En 1940 se establece con su esposa y algunos seguidores en un rancho cerca del Monte Palomar. Gracias a las donaciones de una de sus alumnas compraron 20 acres de tierra y construyeron un camping: “Palomar Gardens” y un pequeño restaurante: “Palomar Gardens Café”. Cuando en 1947 se pone de moda en EEUU el tema de los “platillos volantes”, Adamski lo incorpora en sus conferencias esotéricas de la orden tibetana, afirmando haber observado OVNIs en muchas ocasiones sobre “Palomar Gardens”. Y aunque en 1946 ya aseguraba haber visto un OVNI, el 29 de mayo de 1950 tomó su primera fotografía de una formación de seis “platillos volantes”, que años

después, en 1978, se incluiría en una emisión filatélica de Grenada.

El 20 de noviembre de 1952 Adamski y varios interesados en los “platillos” realizan una excursión al desierto central de Arizona, como muchos aficionados, buscando ver OVNIs. En un momento determinado avistan un objeto fusiforme en el cielo, similar a un cigarro puro y detienen los coches. Adamski tiene la intuición –dice- de que algo va a ocurrir y le pide a sus acompañantes que le dejen internarse solo en el desierto. En la distancia, sus acompañantes –a través de prismáticos- ven que el “profesor” se encuentra con alguien entre las rocas.

Más tarde firmarían sendas declaraciones ante notario, ratificando que el encuentro y el avistamiento. Cuando Adamski regresa al grupo, visiblemente excitado, relata que ha tenido un primer encuentro con Orthon, un extraterrestre llegado del planeta venus. Uno de sus acompañantes – G. H. Williamson- saca moldes de escayola de las huellas dejadas por el supuesto venusiano, en las que se aprecian unos extraños símbolos supuestamente impresos en la suela de sus botas… Adamski fue el primer humano en declarar públicamente que estaba en contacto con los extraterrestres. Después llegaron Howard Menger, George Van Tassel, Daniel Fry,  Truman Belhurum, Siragusa y todos los demás.

 ¿Fotos trucadas?

En Septiembre de 1975  Ken Rogers, presidente de la British UFO Society anunció que las fotos de Adamski estaban hechas con un enfriador de botellas (Foto 1). El descubrimiento apareció publicado en la FSR nº 3-4, volumen 21. Pero pocos días después Frank Nicholson, ingeniero de refrigeradores, fue entrevistado en la BBC Radio News reconociendo que él era el diseñador del ingenio y que se había inspirado en las fotos de Adamski para crearlo y no al revés.

Rogers no fue el primero. Antes y después de él otros afirmaron haber descubierto “el truco” de Adamski. Ya en 1954 la revista “Yankee” publicó una comparativa de las fotos del contactado comparadas con una maqueta realizada con un tapacubos de un coche Chrysler y tres pelotas de ping pong. La revista Saucer News, de Jim Mosley, dedicó un número especial al “descubrimiento” (2).

 En 1969 el investigador Frank Edwards escribió en su libro “Platillos Volantes, aquí y ahora”: “Tras 8 años de pacientes investigaciones, finalmente llegué a la conclusión de que su nave espacial era en realidad el extremo superior de una aspiradora fabricada en 1937”.

 En 2012 Joel Carpenter llegó a la conclusión de que las fotos de Adamski se hicieron utilizando una lámpara de gasoil Sears (4). La empresa de candiles americana comercializó varios diseños, muy parecidos a las fotos de Adamski, especialmente el modelo L46S, fabricado entre 1935 y 1941, que Carpenter asegura que fue el utilizado por “el profesor”. Un sombrero de golf, un comedero de gallinas (3),  falsas “naves nazis” Haunebu, un tapón de radiador, tapas de cacerolas, alimentadores de poyos… Se han atribuido a Adamski todas las explicaciones posibles.

EOC

Las nuevas evidencias sobre el Caso Adamski

 Entre las nuevas aportaciones de Zinger, sin duda las más turbadoras son las nuevas imágenes descubiertas por el fotógrafo y analista danés Rene Erik Olsen, ocultas en las viejas fotos desechadas por Adamski, tratadas digitalmente con las nuevas tecnologías.

Olsen había recibido varios negativos de las fotos originales de la Fundación Adamski para su mejora digital. Entre ellas algunas fotos tomadas el histórico 20 de noviembre de 1952 que nunca se habían utilizado porque aparentemente no tenían nada relevante. Simples fotos del desierto. Pero al someterlas a modernos procesos de tratamiento de imágenes Olsen descubrió una “persona”, que coincide con la descripción que hace Adamski del supuesto extraterrestre Orthon… ¿una pareidolia? ¿una coincidencia?

Parece razonable eliminar la hipótesis del fraude porque si Adamski hubiese sabido que tenía una supuesta foto de Orthon, la habría utilizado en su día como aval a su relato, pero no lo hizo.

 En 1999 Paco Máñez publicó “Históricas aeronáuticas que nos hicieron creer en OVNIs”  en los que comenta los trabajos del ingeniero americano Thomas Townsend Brown, que comenzó a realizar experimentos sobre la relación entre los campos eléctricos y la gravedad, a principios de los 1940.

Pionero reconocido de la electrohidrodinámica, Brown concluyó que la forma discoidal era la más optima para crear una nave de propulsión electrohidrodinámica y existen muchas fotos de sus modelos de “platillos volantes” en laboratorio, antes incluso de que Kenneth Arnold popularizase el término. Brown comenzó sus investigaciones en el Laboratorio de Investigación Naval en Anacostia, en 1931 y aunque más tarde buscó patrocinadores para sus estudios en la industria europea, siempre estuvo vinculado al ejército.

Adamski también menciona en sus libros su relación con la armada de EEUU, y para Mañez no puede ser una casualidad que algunos de los modelos usados por Brown en sus experimentos, sean a las fotos de Adamski. “Si Adamaki plagió los diseños de Brown, ¿porque el científico no lo demandó?”.

Máñez sugiere que Adamski pudo ser partícipe de algún tipo de experimento psicológico del ejército, hasta que se les fue de las manos. Pero lo cierto es que esos diseños de Brown, posteriores a 1952 (foto izda), están inspirados en las fotos de Adamski, sus diseños anteriores (foto dcha) eran simples platillos volantes lisos.

EOC