Published On: Mie, jul 4th, 2018

UNA ÉPOCA DE CARTAS, FANCINES Y RECORTES DE PERIÓDICOS

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Publicado en EOC nº 87

EOC 87 Portada Alrededor de los primeros años 1990, España se convirtió en un hervidero de grupos que desde su ciudad, pueblo o región intentaban acercarse a los fenómenos anómalos (entonces fenómenos parapsicológicos). Grupos con pocas posibilidades y muchos ánimos. Todos ellos terminaban presentando sus conclusiones, sus estudios y sus ganas de conocer en pequeñas publicaciones, la mayoría realizadas a máquina de escribir, intentando hacer una maquetación rudimentaria, publicadas en fotocopias y grapadas muchas veces a mano.

 El que tenía acceso a una máquina de escribir eléctrica era un suertudo pues te permitía igualar el margen de las columnas a los dos lados. Después venían las fotocopias, verdadero dineral a la hora de hacerse. Un familiar, un amigo o quien fuera, con acceso a una fotocopiadora de un ministerio, un ayuntamiento o donde fuera posible, era la segunda joya de la corona y la tercera era tener alguien en Correos que te permitiera enviar las copias a toda España, y algunas fuera de España, lo más barato posible. Vamos, los inicios del “misterio” se financiaron gracias a entidades oficiales, aunque estas nunca lo supieron. Aquella labor, casi de monje de la Edad Media. hoy no es comprendida más que por aquellos que lo vivimos. Hoy en la era de Internet, donde dando a unas cuantas teclas consigues todo aquello en escaso tiempo, se hace difícil imaginar  lo que era aquello.

 En aquella época se inició el coleccionismo de recortes de periódicos (encontrar un bar, una peluquería o cualquier otro sitio que te los guardara era otra joya en bruto). Los periódicos, las revistas eran escudriñadas página a página y cuando había una noticia se copiaba, y algunos, dicen las malas lenguas claro está, que arrancabas la página. Se buscaba cualquier noticia que no fuera política, de deportes o del corazón. Cuando no encontrabas quien te los guardara, alguna de las primeras bibliotecas, que llevaban la prensa, eran centro de reunión.

 Los periódicos se veían página a página buscando cualquier historia curiosa. Daba igual si eran platillos volantes, datos históricos desconocidos o experiencias extrañas de cualquier vecino que aseguraba haberse cruzado con un duende, un fantasma o cualquier otro ser no definido. A todo ello se añadía algún artículo un poco más extenso, realizado por alguno de los componentes del grupo, y ya tenías tu boletín. Un boletín publicado más a semejanza de la antigua Karma 7, inicio de las publicaciones del misterio, donde todo se mezclaba: noticias, opiniones, artículos, cartas escritas por los mismos miembros…, que a un Mundo Desconocido, revista con una estructura más de reportaje y artículo exclusivo, siguiendo la línea del Planete francés, hija del libro “El retorno de los brujos” que a más de uno nos enseñó un mundo totalmente desconocido, pero que a su manera buscábamos.

 Algunos consiguieron aguantar y fueron pasando de la fotocopia al texto por ordenador. Después vinieron las mejoras en la maquetación y algunas llegaron a tener una edición de imprenta que ya no eran fotocopias. Pero lentamente fueron desapareciendo. La imposibilidad de mantenerlos económicamente y la aparición de revistas comerciales de estos temas (Más Allá, Año Cero…) fueron la puntilla. Algunas sobrevivieron un tiempo pero su desaparición fue “crónica de una muerte anunciada”. Ya nadie quería hacer un fanzine, todo el mundo quería hacer un programa de radio. Internet te lo facilitaba, la búsqueda era otra. Ser miembro anónimo de un grupo ya no interesaba, lo importante era convertirte en el protagonista.???????????????????????????????

 Aquellos estudios aburridos de cartas Zener, de revisión de casos para ver características semejantes, análisis incluso de varianzas con el fin de entender que había detrás de estos temas, perdieron su interés, ahora lo importante era contar la historia más extraña, llevar al invitado más curioso y sobretodo ser tú el protagonista. Aquellas publicaciones se perdieron y nacieron los podcast. Todos querían hablar de estos temas pero nadie quería estudiar estos temas. Se confundió el concepto de investigación con el de exposición. Aquellos fanzines intentaban realizar alguna investigación, aunque su desarrollo era muy incompleto, hoy solo se quiere divulgar y me temo que divulgación sin conocimiento es como una mesa de cuatro patas a la que solo le queda una. Algunos valientes sobrevivieron más tiempo.

 En 1989 se fundó la Comisión de Fenómenos Anómalos para poder acceder al estudio de muchos fenómenos que no entraban dentro del concepto clásico de la parapsicología. Dicha comisión fundada por Isabel Blázquez, Javier Sierra y un servidor, se mantuvo en funcionamiento varios años y dio lugar a un boletín, como fue propio en su época. Seis boletines y un especial donde se trataron los temas más impactantes del momento, siempre desde un punto de vista documentado y contrastado. Físicamente desapareció pero se inicio un proceso de intercambio cerrado con otras personas interesadas que se ha mantenido de una forma muy irregular hasta nuestros días. Pasó de ser una publicación a un inicio de paso de información especializada entre personas y grupos interesados.

 Por otro lado en 1992 se creó la revista El Ojo Crítico, bajo la dirección de Manuel Carballal. Con ella se creaba originariamente un boletín para analizar, de forma crítica, los fenómenos anómalos que eran noticia no solo en la prensa nacional, sino también en la internacional. Revista longeva que se ha mantenido en la misma línea hasta nuestros días, convirtiéndose en un referente para conocer la otra cara de los fenómenos anómalos. Una cara tal vez menos amable pero sin duda mucho más seria y cercana a la realidad, que la que estamos acostumbrados a ver en publicaciones comerciales.

 El Ojo Crítico mantuvo el análisis y la crítica de una forma unidireccional hacia casos inexplicados: ovnis, asesinatos rituales, diferentes tipos de creencias, sectas… todo aquello que era mostrado de forma morbosa y amarillista, desde las publicaciones oficiales (del misterio y no del misterio) pero mostrando una cara más cercana a la verdadera causa de la noticia. Ese viejo concepto de “que la verdad no te estropee un buen titular”, que tanto daño ha hecho al mundo del misterio, encontró su contrapartida en un “quiero saber”, motivo de esta revista, demostrando que muchas veces la verdad era mucho más interesante que la fantasía.

SEP

 Ante la situación actual, en que el llamado estudio de estos fenómenos se fundamenta en creencias religiosas, algunas rozando el más absoluto ridículo, experiencias personales imposibles de demostrar su evidencia, o el espíritu aventurero de autores que reciclan una y mil veces los mismos casos ya que no conocen ninguno nuevo, la Sociedad Española de Parapsicología ha considerado obligado buscar un aunamiento de fuerzas para luchar contra tanta ignorancia y manipulación desde algunos medios de comunicación, y para ello se recupera a nivel público la llamada Comisión de Fenómenos Anómalos, a fin de reiniciar esta línea de trabajo tan necesaria, y por otro lado la recuperación del boletín que en su día publicaba.

  Con esta iniciativa se empieza una nueva etapa de El Ojo Crítico buscando una revista dónde el estudio de los llamados Fenómenos Anómalos estará a disposición de cualquier persona que quiera acercarse a ellos desde un punto de vista serio y siempre desde el estudio y el análisis de los datos existentes al respecto. El viejo adagio de Fox Mulder de “quiero creer” cada vez está más claro que necesita convertirse en ese “quiero saber” que nos ha movido y nos ha unido en un proyecto común.

                                                                                               Manuel Berrocal

Presidente Sociedad Española de Parapsicología

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