Published On: Dom, nov 20th, 2022

UFOLOGÍA EN ZAMORA, DE NANDO DOMÍNGUEZ

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descarga ufologia en zamoraLa primera vez que escribí sobre Nando Domínguez, fue en 2015. En la humilde publicación que edito -gratuitamente- desde 1992, “El Ojo Crítico”, nos hicimos eco de la imparable pasión de aquel joven zamorano que, en solitario, y sin más recursos que su entusiasmo, llevaba adelante todo tipo de iniciativas, en pro de la ufología, inasequible al desaliento.
Desde la distancia, sin haber intercambiado todavía ni una palabra con Nando, seguía con tanta atención como fascinación, su trayectoria. Sintiéndome reflejado en ella, y reviviendo, con nostalgia, mis comienzos en el mundo OVNI.
Como Nando, yo comencé a sentir la pasión por los No Identificados siendo muy, muy joven. Y desde un pequeño pueblo de Galicia, con idénticos recursos, me dejé infectar por ese virus altamente contagioso: “el amor a la ufología”, que condiciona el resto de tu vida.
Como todo enamoramiento, la investigación OVNI con frecuencia obnubila tu buen juicio, llevándote a hacer auténticas locuras por tu amada. Cometiendo errores y también aciertos. Enfrentándote, en ocasiones, a familia, amigos, compañeros, que no comprenden tu pasión irracional. Y por supuesto, a quien ose faltar al respeto al objeto de tus ilusiones. Solo otro enamorado, como Nando, entiende a que me refiero…
Y, sin embargo, ese virus -en este caso benigno- abre tu mente a universos inimaginables, incita el apetito voraz por el conocimiento y te impulsa a explorar, a veces temerariamente, territorios ignotos más allá de lo conocido.
En mi caso; un adolescente gallego en una época, los temibles años 80, en que la heroína se extendió por mi región como el petróleo del Polycomander, el Mar Egeo o el Prestige por las costas de mi tierra, a mi los OVNIs quizás me salvaron la vida. Y mientras amigos del barrio, compañeros de colegio o familiares, caían fulminados por la puta mierda de la heroína, todo mi interés -y el poco dinero que podía reunir- estaba focalizado a la investigación de lo desconocido. Como ocurre con Nando. Pero no solo eso.descarga (30)Como comentaba recientemente con Javier Sierra, Premio Planeta y uno de los insignes participantes en las Jornadas OVNI organizadas por Nando Domínguez en su tierra: “en nuestra juventud, mientras nuestros amigos y compañeros de colegio, se preocupaban por el futbol, la música, las chicas (o los chicos) y el cine, nosotros asistíamos a conferencias, visitábamos museos, leíamos libros de astronomía, historia, física, etc.”. Como Nando.
Porque una de las características de este bendito virus, es que te obliga a devorar información sobre todos los ámbitos de la ciencia y la cultura, a la busca de cualquier pista o indicio que nos permita acercarnos a la resolución del enigma. De hecho, con toda sinceridad opino que no existe nada más enriquecedor intelectualmente, que estudiar los OVNIs. Incluso aunque nunca lleguemos a descifrar el misterio. Porque, como en todo gran viaje, lo realmente importante no es llegar a la meta… sino todo lo que aprendes en el camino.
Y soy testigo, como seguidor incondicional y fan acérrimo de Nando Domínguez de su viaje, desde hace más de una década, por las intrincadas y desconocidas sendas del enigma.
Viví, desde la distancia, observando cuan voyeur sus constantes publicaciones, su entusiasmo al entrevistar personalmente a los primeros testigos OVNI.
Disfruté, egoístamente, cada uno de sus nuevos descubrimientos rastreando las hemerotecas, archivos y bibliotecas zamoranas.
Y agradecí, humildemente, su redescubrimiento de personajes tan relevantes y tal olvidados por la comunidad ufológica, como el juez don Federico Acosta Noriega.
Hoy, vuelvo a agradecer, a la providencia, al destino o a la fortuna, poder disfrutar de esta maravilla que ahora tienes en tus manos. Donde se resume la historia de los OVNIs en Zamora, compilando para la consulta futura de aficionados e investigadores, la huella del fenómeno en esta comunidad. Que es la misma que dejó en Galicia, en España y en cualquier otro punto del planeta. Porque los OVNIs no entienden de fronteras. Pero sus huellas suelen permanecer sumidas en el olvido, hasta que el entusiasmo y la pasión, de enamorados como Nando, se empeñan en rescatarlas de la desmemoria.
Cuando publicamos aquella reseña en “El Ojo Crítico” nº 76, en 2015, ya intuíamos que Nando Domínguez había sido una nueva víctima del “virus OVNI”. Una infección que se extiende rápidamente por todo el organismo mutando tu naturaleza y ampliando tu mente.
Y comparto la opinión de Ángel del Pozo de Pablos: “Ojalá tuviéramos un “Nando” en cada provincia de España”.

Manu Carballal

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