Published On: Mar, nov 5th, 2013

UFOLEAKS: MILITARES CONTRA EL SECRETO OVNI

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Publicado en EOC nº 69

UFOLEAKS PORTADAEn 2005  EL OJO CRITICO, un reducido grupo de investigadores españoles independientes, fue escogido para comenzar a recibir cientos de documentos, informes y expedientes OVNI no desclasificados, pertenecientes al Ejército del Aire, el Servicio Secreto o la Armada. Tras esta filtración OVNI (UFOleak) se esconde un grupo de oficiales españoles del Ejército del Aire que no comparten los secretos y las mentiras con las que el Ministerio de Defensa ha tratado los fenómenos anómalos. Durante 6 años se han filtrado centenares de documentos secretos que ahora ven la luz por primera vez.

 El General José Parés de la Rosa cuenta con una impecable hoja de servicios en el Ejército del Aire español, en el que ingresó, con apenas 18 años, como cadete. Desde entonces, y hasta que pasó a la reserva, con 62 años, acumuló miles de horas de vuelo a los mandos de todo tipo de aviones militares. Su experiencia, al frente de unidades de combate como el Ala número 37, la Base Aérea de Villanubla, etc, le hizo merecedor de diferentes menciones y condecoraciones militares, como la Gran Cruz de la Orden del Mérito Aeronáutico con distintivo blanco, que recibió en junio de 1988, o la Gran Cruz de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo, que le fue concedida en mayo de 1986.

Placas, condecoraciones y galardones que decoraban el salón de su casa, en Valencia, cuando tuvo la amabilidad de recibirme en su domicilio, para someterse a mis preguntas. Entre las fotos que decoraban la sala, pude reconocer a SS.MM el Rey Don Juan Carlos I, posando con el General Parés en algunas instantáneas. El Rey de España y el General Parés compartieron vuelo y formación en la Academia del Aire. En las estanterías del galardonado militar  reconozco  también algunos ejemplares de la Revista de Aeronaútica y Astronaútica, publicación oficial de la Fuerza Aérea española, donde el General Parés ha publicado algunas colaboraciones (por ejemplo en los números 458, de enero de 1979; 487, de julio de 1981, etc).

Obviamente, yo no me había desplazado hasta el domicilio del General Parés para hablar de sus artículos técnicos sobre aeronáutica, si no en el contexto de mi compilación de avistamientos OVNI protagonizados por pilotos, controladores aéreos o radaristas, que ya por entonces había superado el millar de casos recopilados en todo el mundo. Y es que este prestigioso mando del Ejército del Aire español, también había protagonizado un encuentro con un objeto no identificado desde un caza de combate en vuelo. Transcribo literalmente sus palabras: Yo venía de Andalucía a Valencia, en un Sabre, y vi una luz…como un avión, pero extraño. Que que estaba como quieto, y que se movía, pero que se quedaba quieto en el cielo. No era como un avión normal…. Entonces yo quise identificarlo. Metí el motor a tope y me fui hacia él. No para hacerle ningún daño, sino para verlo… Y cada vez que me acercaba se marchaba, y subía, y subía… Yo llegué al techo de mi avión, y él seguía subiendo y no podía alcanzarlo. Y así, más o menos seguía mi misma ruta. Llegamos a Valencia. El siguió de Valencia más adelante, yo seguí detrás de él. El giró, yo giré. Y estuve así hasta que se me acababa el combustible y tuve que tomar tierra sin conseguirlo identificar…”.

Es justo reconocer que el General Parés nunca quiso hacer sensacionalismo. De hecho su testimonio OVNI jamás había sido publicado en ningún medio de comunicación hasta ahora.  El General no se sentía cómodo pronunciando la palabra OVNI, y desde luego en ningún momento deseó que su testimonio fuese utilizado por charlatanes o visionarios para fabular conjeturas pseudocientíficas. Se limitó a relatarnos, en exclusiva, su encuentro con un “tráfico aéreo de origen desconocido”, que pese a sus horas de vuelo, y años de experiencia en la fuerza aérea, le resultaba imposible identificar: “ …Desde luego no era un avión, era algo extraño que se mantenía en vuelo, andaba y se paraba según le convenía. Y siembre subía a una altura que le convenía para no ser interceptado e identificado…”.

Ante la pregunta de si aquel objeto podía ser algún tipo de aeronave dirigida de forma inteligente, su respuesta era contundente: “Claro, claro, se paraba cuando quería, y hacia la maniobra que le convenía para no ser identificado… el era libre y yo no. El no tenía problema de tiempo en vuelo, de altura, de combustible ni de velocidad. Yo tenía las limitaciones propias de mi aparato…”.

Al consultar al General sobre la razón por la que él, y muchos otros miembros de la Fuerza Aérea o de la aeronaútica civil, son tan reticentes a reconocer haberse encontrado en pleno vuelo con objetos no identificados,  el General Pares expresaba su indignación con los pseudoescépticos que acostumbran a descalificar a todos los pilotos que han visto OVNIs, como si fuesen visionarios o charlatanes: “Hay mucho compañeros que son serios, que son profesionales, que no dicen bobadas. Son OVNIs. Como dice la palabra. No sabemos que son. ¿son extraterrestres? Podría ser, pero también podrían ser experimentos americanos o no sé, pero que existen, existen”. 

La indignación de profesionales de la aviación, con miles de horas de vuelo, sometidos a las burlas, chanzas y descrédito por parte de pseudocientíficos que se han apropiado ilícitamente del término “escéptico”, como veremos más adelante, has sido uno de los elementos que han hecho posible la filtración de documentos, informes y expedientes OVNI no desclasificados, que ahora han visto la luz.  La otra razón, es la opinión de muchos militares españoles, de que en pleno siglo XX ya no tiene sentido continuar manteniendo la ocultación sobre el fenómeno OVNI.

En opinión del General Parés, “evitar que se hiciesen comentarios irreales”, ha sido una de las razones por las que, desde 1968, el fenómeno OVNI estaba clasificado como Secreto en España: “Si tu fueses el jefe de un Ejército del Aire, y sabes que pilotos de categoría y de calidad, te han dicho lo que yo te estoy diciendo;  que hay unos objetos extraños en el cielo, tú procurarías que esa información no se convirtiera en una  alarma nacional extraña, de brujerías y de cosas raras. Entonces me imagino que la reserva del EdA de no darle publicidad excesiva a estas cosas, seria prudencia para no hacer de una realidad técnica una fantasmagoria…”.  

Pero en la actualidad cada vez más militares españoles, y también de otros países, opinan –como opinaba el General Parés- que ya no tiene sentido mantener en secreto estos fenómenos. Y por ello, aún arriesgando sus carreras militares, algunos de estos oficiales decidieron filtrar a investigadores civiles de su confianza, cientos de documentos, informes y expedientes secretos. Es UFOleak: la filtración OVNI.

GAO: los militares contra el secretoPrimeras paginas del  WHO IS WHO de los interesados por el archivo ovni militar en españa a lo largo de la historia (1) - copia

Entre los cientos de documentos secretos que EOC viene recibiendo desde 2005, se encuentran pruebas irrefutables de que, dentro del ejército, siempre han existido un grupo de militares, incluyendo altos mandos, que han abogado por la transparencia y la desclasificación del secretismo OVNI.

En el año 1987, por orden del teniente general del Ejército de Tierra D. Francisco Ferrer Forés, Capitán General de la Zona Militar de Canarias y Jefe del Mando Unificado de Canarias (MUNICAN),  unos pocos oficiales “especialmente habilitados” tuvieron acceso a los archivos todos los archivos del Gobierno General del Sahara en El Aaium, que habían sido trasladados hasta las islas afortunadas, en 1976,  cuando el Sahara, fue abandonado por las tropas españolas, poco después de la  “marcha verde” protagonizada por Marruecos, el 6 de noviembre de 1975. Aquellos oficiales tenían la misión de decidir cuáles de aquellos miles, quizás millones, de documentos, informes y archivos sobre la presencia militar española en el Sahara debían ser trasladados a Madrid, o en su defecto, ser destruidos.  Y uno de aquellos oficiales, Comandante del Ejército del Aire en aquél momento, descubrió en los archivadores correspondientes al Servicio de Información y Seguridad del Sahara una carpeta rotulada con el misterioso titulo de: “ Fenómenos aéreos en el Ifni – Sahara”, que le llamó poderosamente la atención.

Aquella carpeta contenía dos documentos confidenciales diferentes, ambos con membrete del Gobierno General del Sahara: “El primero de ellos, de una sola hoja, señala que debido a la observación por miembros de la IIª Bandera Paracaidista de un extraño objeto en el cielo del Sahara en agosto de 1957, el entonces general del Ejército de Tierra y Gobernador General D. Mariano Gómez de Zamalloa, al ser conocedor del suceso ordenó la confección del correspondiente informe, el envío de una Nota Informativa a los jefes de la unidad de su jurisdicción, estableciendo que se comunicara a la superioridad cualquier visión de fenómenos extraños, y en su Estado Mayor la creación de una carpeta que debería, a partir de la fecha, incorporar cuantos informes sobre hechos similares se pudieran producir en el futuro. Estos preceptos se cumplieron hasta el final de la estancia española en enero de 1976 con el mandato del general del Ejército de Tierra D. Federico Gómez de Salazar, último Gobernador General”.  El segundo documento, que lleva el título “Indice de fenómenos aéreos”, y consta de ocho páginas, “contiene los resúmenes mecanografiados de veintidós avistamientos OVNI entre 1957 y 1975. Dichos resúmenes incluyen de forma muy sencilla datos esenciales como: fecha, hora, lugar, testimonios, fenómeno observado y breve relato de los hechos”.

Aquel oficial del Ejército del Aire que descubrió la inquietante carpeta, y los expedientes completos sobre aquellos 22 incidentes OVNI en el Sahara español, que habían permanecido olvidados en los archivos militares canarios durante once años, hizo lo que tenía que hacer, e informó de su hallazgo al Coronel del Estado Mayor, responsable de decidir que archivos se enviaban a Madrid y cuales se destruían. El Coronel hojeo los documentos y sentenció: destrúyanlos. Pero, aun a riesgo de ser sancionado, aquel Comandante decidió desobedecer la orden de su superior, y ocultar aquella carpeta con los dos documentos que listaban 22 incidentes OVNI en el Sahara español. Sin embargo el grosor de todos los expedientes de cada caso,  que oscilaba entre las dos y quince páginas, era demasiado voluminoso para poder sacarlo del archivo sin ser descubierto, y aquellos 22 expedientes OVNI fueron destruidos. Declaraciones de los testigos, dibujos de los objetos avistados, planos de la ubicación de los avistamientos… todo destruido, menos aquellos documentos. Casi 20 años después, aquel audaz Comandante, que salvó la información sobre los expedientes OVNI en el Sahara español, pasó a la reserva con el grado de Coronel del Ejército del Aire, y junto con otros militares de la Fuerza Aérea española decidió que la opinión pública tenía derecho a conocer la verdad sobre los OVNIs. Dichos militares se autodenominan genéricamente GAO.

En 2005 un grupo de investigadores independientes, reunidos en torno a EL OJO CRITICO, una publicación independiente y gratuita sobre los aspectos menos amables del misterio, que se edita ininterrumpidamente desde 1992, comenzó a recibir –siempre por vía postal- docenas y docenas de informes, documentos, expedientes y revelaciones sobre OVNIs, como la existencia de los casos del Sahara, no desclasificados por el Ministerio de Defensa español.  La fuente de esa UFO leak (filtración OVNI) era alguien muy cercano al proceso de desclasificación OVNI gestado en la Base Aérea de Torrejón de Ardoz, en 1992. Según estas informaciones inéditas y totalmente extraordinarias, un grupo de oficiales del Ejército del Aire español, con acceso a los expedientes OVNI completos, y no a la versión censurada para su desclasificación; y al del aire, ya que debe existir, y de hecho existe, documentación sobre fenómenos similares de mayor entidad y calidad que por causas desconocidas el total de los informes OVNI existentes en el Ministerio de Defensa, y no sólo a los expedientes que el Ejército del Aire decidió liberar, se sentían tan incómodos con la “versión oficial”, que habían decidido cuestionar dicha versión, y facilitar a algún investigador de su confianza, los documentos no desclasificados.

Afirman estos militares rebeldes: es opinión generalizada de los componentes del GAO que la desclasificación se ha producido sólo sobre la parte menos relevante de la documentación sobre fenómenos aéreos anómalos en poder del Ejército Ejército del Aire se ha reservado. Algunos componentes del GAO confirman la existencia de casuística sobresaliente (por las características de los fenómenos o por el nivel de los testigos) no desclasificada, de la que han tenido conocimiento directo o indirecto por razón del cargo o destino a lo largo de su carrera como militares o funcionarios”.

“Por tanto, la desclasificación efectuada entre 1992 y 1998 parece una revelación selectiva de documentos, algo semejante a una desinformación por omisión, lo cual constituye una buena solución de compromiso ante las reiteradas solicitudes de desclasificación en los años anteriores a 1992, y favorece además los intereses del Ejército del Aire para encontrar una opinión pública y una comunidad ufológica receptivas, transmitiendo el mensaje que deseaba inocular en los grupos receptores, que no se apercibieron de las estrategias de manipulación a las que estaban siendo sometidos. Incluso se puede decir que los responsables militares directos de la desclasificación formaron parte de las víctimas manipuladas, ya que no se les hizo llegar la totalidad de documentación existente, ni se les informó de la estrategia de ocultación empleada, con lo que se les daba mayor veracidad a sus declaracionesSi se analiza con detenimiento la información de los expedientes desclasificados y la documentación interna del Ejército del Aire, así como otras informaciones existentes, pueden apreciarse ciertas incongruencias y detalles que hacen referencia a la ocultación total (expedientes o documentos completos) o parcial (expedientes desclasificados incompletos) de informaciones.”

Una de las objeciones más razonables que hacen los militares del GAO a la desclasificación OVNI en España, es que “no se comprende como la decisión de la Junta de Jefes del Estado Mayor (JUJEM) en abril de 1992 de desclasificar la documentación relativa a fenómenos aéreos anómalos afectó solamente a los archivos del Ejército del Aire, cuando es sobradamente conocido que tanto la Armada como el Ejército de Tierra y la Guardia Civil disponen –en mayor o menor grado- en sus respectivos archivos, de casuística de similares características a la desclasificada y a la todavía oculta, como así lo manifiestan algunos de los componentes del GAO. La desclasificación debería haber afectado por igual a todos los archivos de las Fuerzas Armadas y de los Cuerpos de Seguridad del Estado. Más difícil resulta la desclasificación de la documentación (expedientes de casuística y sobre personas) relacionados con fenómenos aéreos anómalos pertenecientes al CESID/CNI, dadas las especiales características de dicho organismo de inteligencia”. Y aun así, por primera vez en la historia, Ufoleaks aporta pruebas irrefutables de la injerencia del CESID en la historia de la ufología española. Como por ejemplo la indicación de que el Teniente Coronel Ángel Bastida participase en el Curso de Verano sobre OVNIs organizado por Juan José Benítez en la Universidad Complutense, en 1992… partió de Emilio Alonso Manglano, Director General del CESID. O la existencia de 2 agentes del CESID, que como unos Mulder y Scully españoles, se dedicaban a tiempo parcial a seguir la casuística OVNI en España…

Los que no creen a los que no creen

Los militares del GAO, según su propio relato, realizaron un análisis científico y aeronáutico de los datos incluidos en los expedientes OVNI posteriormente censurados y desclasificados, y sus conclusiones difieren, en muchos casos, con los análisis pseudocientíficos realizados por el grupo de autodenominados “escépticos” reclutados por Vicente Juan Ballester Olmos, para tal fin: “se han evaluado tanto las conclusiones facilitadas por el Ejército del Aire como las aportadas por los investigadores ufológicos privados. Las verificaciones se han realizado a partir de la consulta de informaciones contenidas en archivos de organismos de carácter oficial a los que tienen acceso los integrantes del GAO debido a sus respectivos puestos y niveles profesionales. Incluso en algunas ocasiones se ha procedido a consultar con organismos científicos o militares extranjeros. A pesar de la pretendida objetividad de las identificaciones convencionales analizadas, se han detectado graves deficiencias en los diagnósticos explicativos formulados por expertos ufológicos privados, a causa de no haberse efectuado todas las comprobaciones necesarias conducentes a probar, de forma fehaciente las explicaciones asignadas a la casuística por ellos estudiada.

“Tampoco existen motivos razonables para sustentar o apoyar algunas de las identificaciones mencionadas por el propio Ejército del Aire en el texto o conclusiones de los expedientes, ya que tampoco logran demostrar con evidencias y datos la veracidad de dichas explicaciones.  Todas las valoraciones de la casuística están condicionadas a los limitados conocimientos que poseen o a los que han tenido acceso los investigadores –tanto oficiales como privados- durante el desarrollo de su trabajo analítico. En algunos casos el problema no radica en la ignorancia de la información, sino en el exceso de información no asimilada, y también en datos infravalorados o sobrevalorados.”

Para los oficiales del Ejército del Aire del GAO, tras esas identificaciones erróneas de algunos casos OVNI como fenómenos convencionales, no existiría simplemente una incompetencia científica, sino una intención de eliminar los casos incómodos para la Seguridad Nacional: “Destaca asimismo la “eficiencia” de los investigadores ufológicos privados en hallar explicaciones naturales o convencionales a buena parte de la  casuística desclasificada, cuando no existe una sólida base informativa que respalde y confirme dichas identificaciones. Ello compromete la presunta “seriedad científica” con la que tales expertos se autocalifican públicamente en su labor de investigación. Más parecen simples aficionados pese a su demostrada larga experiencia en tales asuntos. Entre los investigadores privados se ha detectado asimismo una mentalidad conservadora y subjetiva, que desecha informaciones valiosas que no concuerdan con sus hipótesis, y aceptan como ciertas informaciones erróneas que sí encajan con su pensamiento. Evidentemente estos métodos de trabajo no son los adecuados para una metodología de análisis con perspectiva neutral”.

Y más aún: “Algunos comentarios, explicaciones y argumentaciones que usan tales investigadores privados son producto de un razonamiento confuso o incluso inexistente, unido a una gran dosis de oportunismo. Todo ello no demuestra ser un instrumento analítico eficaz, por lo que existen motivos de preocupación en lo tocante a la metodología de trabajo que utilizan.  Como conclusión, señalar que la casuística desclasificada debería ser analizada y evaluada nuevamente con carácter exhaustivo y público, aunque no al completo, ya que numerosos casos poseen una clara identificación positiva, con el fin último de discernir de forma definitiva la casuística identificada de la que no posee, por el momento, explicación razonable a los acontecimientos relatados”. De hecho, y según las docenas y docenas de documentos, informes y expedientes secretos, filtrados a EL OJO CRITICO, el GAO revisó algunos de los casos más celebres de la historia de la ufología española (ver recuadro) contradiciendo la versión oficial y las explicaciones facilitadas por los pseudoescépticos del MEO (Movimiento Escéptico Organizado)  reclutados por Vicente Juan Ballester Olmos para “explicar” los casos OVNI recogidos en los expedientes que el Ejército del Aire debía desclasificar. Las conclusiones del GAO en relación a esos casos es que la mayoría han sido falsamente explicados.

Ufólogos controladosPrimeras páginas de los diferentes informes protagonizados por JJ Benitez (6) - copia

“JUAN JOSE BENITEZ LOPEZ, nacido el 13.09.46 en Pamplona, está casado y tiene su domicilio en LEJONA (Vizcaya), es un estudioso del tema OVNIS y ha publicado un libro en relación con el tema. Ha mantenido relaciones con la Casa Real sobre estas cuestiones. Tiene antecedentes favorables en el aspecto político y consta su postura de españolismo, dentro del ambiente donde  convive…”. Este párrafo esta extraído de un informe redactado el 5 de mayo de 1980 por la División de Operaciones del Estado Mayor del Aire y es uno de los cuatro informes confidenciales sobre el ufólogo navarro incluidos en UFOleaks.  ¿Cómo podían saber los militares que “constaba el españolismo”  de Benítez en el ambiente donde convive? ¿Acaso funcionarios de los servicios de información españoles invirtieron su tiempo, y el dinero de nuestros impuestos, en investigar a simples investigadores de OVNIs?

En otro de los expedientes OVNI no desclasificados, e incluidos en la filtración OVNI, UFOleak, sobre la detección de un No Identificado en los radares del Escuadrón de Vigilancia Aérea número 10 (de Noya, A Coruña), y el Aeropuerto de Santiago de Compostela, se incluyen una serie de comentarios sobre la filiación, actividades, etc, de quien esto escribe. ¿Por qué oficiales de los servicios de información iban a perder su tiempo en investigarnos a los investigadores, si realmente los OVNIs son una tontería? Según las fuentes de UFOleak (que quien esto escribe puede confirmar en este caso), “todo interesado en los OVNIs que escribía al Ejército del Aire tenía su propio expediente en la Oficina de Relaciones Públicas, como por ejemplo:

Expediente 12/91: Enrique de Vicente (Director de AÑO CERO)

Expediente 09/92: Bruno Cardeñosa

Expediente  08/92: J. J. Benítez

Expediente 19/91: Joan Plana

Expediente 12/92: José A. González Baztán

Expediente 08/92: Vicente Juan Ballester Olmos, etc.”

Uno de los documentos más interesantes, filtrados a EL OJO CRITICO incluye un listado de todos los investigadores, polí-ticos, instituciones, etc, que se han interesado alguna vez por el archivo OVNI del Ejército del Aire. Una especie de “Who iswho” de la ufología española, iniciada  en octubre de 1967.

Maniobras de distracción

AÑO CERO fue el primer medio de comunicación del mundo que dio a conocer el expediente  titulado “AVANCE DE INFORME SOBRE TRES ESFERAS HUECAS RECOGIDAS EN LA ZONA DE LORA DEL RIO (SEVILLA) Y ENVIADAS AL INTA PARA SU ESTUDIO”, de 11 páginas, y varias fotos.  En su número 216, publicado en junio de 2008, AÑO CERO incluía el artículo “Los Expedientes X del Servicio Secreto español”, en el que se daban a conocer, por primera vez, las fotografías del informe redactado por el INTA (Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial) para el Ejército del Aire, el 8 de enero de 1966, y nunca desclasificado oficialmente. Más tarde, en su número 58 (verano de 2008), la publicación especializada EL OJO CRITICO, incluía más información sobre el expediente. Solo entonces,y como ha ocurrido ya en ocasiones anteriores, el veterano ufólogo valenciano Vicente Juan Ballester Olmos, que con frecuencia ha sido citado en los medios como una especie de “portavoz oficioso” del Ejército del Aire, decidía dar a conocer el citado expediente, utilizando para ello a un periódico nacional.

El 18 de enero de 2009,  seis meses después de que AÑO CERO revelase la exclusiva, el diario El Mundo publicaba un artículo sensacionalista, firmado por el periodista Javier Cavanilles (conocido por su vinculación al Circulo Escéptico, y coautor del libro pseudoescéptico  “Los Caras de Bélmez”),  titulado: “El ovni que el Ejército del Aire ocultó”, y subtitulado tendenciosamente: En 1965 cayeron objetos de origen desconocido. EEUU pidió silenciarlo. Un valenciano es el único con acceso al informe”. Obviamente todos los lectores de AÑO CERO y de EL OJO CRITICO habían tenido ya acceso a dicho expediente, al menos 5 meses antes.

En verano de 2011 de nuevo vivimos un episodio similar. Vicente Juan Ballester Olmos, acusado reincidentemente de ejercer como “vocero” del Ejército del Aire, salía al paso de la revelación protagonizada por Ufoleak, dando a conocer, supuestamente en “exclusiva”, un informe OVNI inédito, “perdido” en 1975, y que relataba la presencia de un OVNI sobre el Escuadrón de Vigilancia Aérea número 5, en Alcoy (Alicante). Sin embargo dicho informe ya había sido filtrado por el GAO a otro conocido ufólogo español de su confianza, años antes, como parte de la Ufoleak, la filtración OVNI española. Dichos documentos habían sido publicados a principio de los años 2000 en el libro de la historia del EVA-5, de ámbito militar. A la luz de todos los documentos filtrados a EL OJO CRITICO por esta UFOleak, la historia de la ufología española, y su relación con los militares, debería ser reescrita de nuevo.                   

ANEXOS:

LOS OVNIS PERDIDOS EN EL SAHARA ESPAÑOL

“Sahara Español, 27 de enero de 1974.- Durante la operación “Arred-el Yam”” contra fuerzas guerrilleras del Polisario, un helicóptero UH-1H Iroquois (ET-307) de la UHEL-II se desplaza con rapidez y a media altura sobre el desértico terreno de Saguía el Hamra. Un brillo lejano en la superficie llama la atención de los capitanes pilotos, que dirigen el aparato hacia la zona y, cuando les faltan unos 500 metros para llegar, se eleva de una hondonada que medio lo ocultaba, un objeto esférico de apariencia metálica, sin aberturas y de unos 3 metros de diámetro, que en una fulgurante maniobra desaparece en segundos en dirección Este, ante la estupefacción de los pilotos y cuatro de los legionarios que transportaba el aparato”. Este es uno de los casos OVNI protagonizados por militares españoles en el Sahara, liberados por el GAO a través de Ufoleaks, cuyos expedientes oficiales fueron destruidos en 1987.

AGeneral Gomez Salazar en el Ifnilguno de aquellos casos, como el avistamiento OVNI protagonizado por un Fokker 27 de Spantax, pilotado por el Comandante Francisco Andreu, el 14 de marzo de 1968 en el aeropuerto de Villa Cisneros,  o el famosísimo macroavistamiento del 22 de noviembre de 1974, desde las Islas Canarias y la costa norte del Sahara, se convirtieron ya en clásicos de la ufología hispana, y trascendieron al secretismo militar español en Ifni. Pero otros  resultaban totalmente desconocidos hasta ahora. Como “el objeto fusiforme negro avistado en vuelo por el piloto de un avión de caza C-4k (Bf 109) carca de Telata de Isbuía en Ifni durante los combates al inicio de 1958; o la esfera luminosa roja notificada a pleno día por miembros de la Sección de Operaciones Especiales del Tercio “Alejandro Farnesio” de la Legión en Ausert, en 1973; la visión por unos soldados de varios objetos luminosos cerca del suelo durante una noche de enero de 1974 en una pista cercana a Daora; el objeto metálico que persiguió un bombardero C-2111 (He 111) sobre el Atlántico entre Habas y Cabo Bojador en octubre de 1959; o algunos registros de trazas de radar no identificadas por el ECA-I en El Aaium durante 1975”.

Otras observaciones insólitas, cuyos expedientes oficiales fueron destruidos, y cuya existencia fue rescatada de la censura militar por aquel Coronel que se arriesgo a conservar el listado de casos saharauis,  “tuvieron como testigos a miembros del Grupo de Tiradores del Ifni nº 1, del Regimiento de Infantería “Canarias” nº 50, el Regimiento de Infantería “Fuerteventura” nº 56, Iº Grupo Ligero del Tercio “Don Juan de Austria” de la Legión, Policía Territorial del Sahara, etc…, en lugares como Bir Enzaran, El Aaium, Hagunia, Aridal, Nueifed, Imilili, etc”.

Según revela por primera vez el GAO, a través de los documentos de Ufoleaks confiados a El Ojo Crítico, “deben mencionarse por realmente extraordinarias dos de las observaciones: el aterrizaje y despegue  nocturno de un objeto de aparente forma triangular con luces verdes y azules a corta distancia del vivac  que realizaba un capitán al mando de una sección de la Agrupación de Tropas Nómadas en 1960 al sur de Mahbés; y el objeto ovalado de aspecto metálico que acompaño durante unos minutos a un reactor militar C-10B (HA-200 Saeta) a fines de febrero de 1974 en la zona de Uad Ternit durante la operación  Tifariti II”. ( Ver informe exclusivo del GAO al respecto en EOC nº 61)         

Los casos OVNI falsamente explicados  según el GAO

En base a  su experiencia como pilotos o radaristas, y al privilegio de haber accedido al total de la información OVNI clasificada y no sólo a los expedientes desclasificados, los militares del GAO afirman que los mejores casos de la historia de la ufología española han sido analizados de forma deficiente o tendenciosa, por los pseudoescépticos del MEO (Movimiento Escéptico Organizado) reclutados para esta labor por Vicente Juan Ballester Olmos. En su opinión estos expedientes OVNI célebres, han sido identificados con fenómenos naturales por esos supuestos escépticos, de forma dudosa, o incluso  parcial o totalmente errónea… (Ver EOC nº 67)

Fecha                 Hora            Lugar                              Valoración

14/03/68         21:30 Aeropuerto Villa Cisneros (Sahara)             *

06/09/68         23:00 Aeropuerto de Sevilla (Sevilla)                    ***

17/09/68         21:45  Aerovía Tenerife-Las Palmas (Canarias)     *

04/11/68         19:23   Aerovía Barcelona-Valencia                          **

02/04/69         20:00   Becerreá (Lugo)                                            ***

26/09/73         20:24   Mediterráneo-Valencia                                 **

20/03/74         11:10   Aznalcóllar (Sevilla)                                        *

24/11/74         19:30   Tenerife y Gran Canaria (Canarias)             ***

14/01/75         20:15   Base Aérea Talavera la Real (Badajoz)        *

24/10/78         20:30   Norte de Menorca (Baleares)                      *

06/02/79         19:58   Mediterráneo, sur de Baleares                    **

14/02/79         19:58   Norte de Mallorca (Baleares)                       *

11/11/79         23:05   Aerovía Palma de Mallorca-Valencia          **

17/11/79         17:20   Eva 9 Motril y Mediterráneo                         ***

29/03/80         21:45   Base aérea Zaragoza (Zaragoza)                 **

12/02/86         20:45   Aerovía Arrecife-Las Palmas (Canarias)   ***

10/02/86         20:20   Sudeste Fuerteventura (Canarias)             *

05/12/89         19:48   Eva 10 Noya (La Coruña)                             **

13/09/91         04:12   Eva 4 Rosas (Gerona)                                   ***

23/02/95         12:35   Puerto Serrano (Cádiz)                                 *

__________________________________________________________

VALORACION DEL GAO:      

*   Identificación dudosa

** Identificación parcialmente errónea

*** Identificación totalmente errónea

Asesores - copia

LOS ASESORES CIVILES DEL EJERCITO DEL AIRE

Según la documentación recientemente filtrada a EOC, un comité compuesto por siete civiles, vinculados al MEO y/o al CEI, fueron los responsables de decidir qué explicación convencional podía darse a cada uno de los expedientes OVNI que el EdA pensaba desclasificar. Ninguno de ellos es piloto, radarista, controlador o tiene formación o cualificación militar aeronáutica, esta es una de las principales objeciones del GAO para mostrarse escépticos con las valoraciones que hacía a incidentes OVNI protagonizados por profesionales aeronáuticos mucho más cualificados que ellos en esta materia. La objetividad, de este grupo de privilegiados, que tenía acceso a los informes OVNI antes de su desclasificación, también es cuestionada por los militares que no creen, a los que dicen que no creen… Estas son sus identidades: 1: Manuel Borraz, 2: Miguel Guasp, 3: Vicente Juan Ballester Olmos, 4: Javier Armentia, 5: Joan Plana, 6: Juan A. Fernández Peris y 7: Willy Smith

 

 

Manuel Carballal

 

Puedes descargarte EOC nº 69 en: http://www.dimensionlimite.com/eoc/EOC_69.pdf

 

 

 

 

 

 

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