Published On: Sab, nov 9th, 2013

ROBBERT van den BROEKE: EL CONTACTO TOTAL

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Publicado en EOC nº 74

rsite-12Tenía un brillante futuro por delante. Nacida en La Haya, el 23 de febrero de 1956, la conocida actriz, cantante y presentadora, había ganado en dos ocasiones el premio al personaje más popular de la televisión holandesa. Pero el 22 de septiembre de 1999, durante una visita a su médico, le fué detectado un bulto en el pecho derecho. El diagnóstico: cáncer. De profundas creencias esotéricas, Millecam decidió no someterse a quimioterapia, y buscar en la medicina alternativa la curación a su enfermedad. Acupuntores, homeópatas y sanadores espirituales reforzaron su creencia de que aquel bulto no se debía a un cáncer, sino a una infección bacteriana. La actriz pasó meses recibiendo tratamientos alternativos, hasta que el 17 de agosto de 2001 ingresó de urgencia en el centro médico UMC St. Radboud de Nijmegen, con una metastasis avanzada. El tumor ya había alcanzado su hombro. A pesar de los esfuerzos de los médicos, la masa tumoral ya era demasiado extensa. Sylvia Millecam, convencida hasta el último momento de que los “seres espirituales” podían salvarla, falleció en la madrugada del 19 al 20 de agosto. Y si alguien convenció a la actriz, de que la curación a su enfermedad podía llegar desde otras dimensiones, fue Robbert van den Broeke.

Imposible tener dudas sobre su mensaje espiritual, ante la brutal avalancha de “pruebas” y “evidencias” de su contacto con inteligencias no humanas y espirituales. Robbert van den Broeke es el primer contactado que entremezcla en su experiencia OVNI la comunicación con el más allá, los corps circles, los estigmas e incluso el affaire UMMO. Solo existe un caso, en nuestra opinión, que aportase como aval a su contacto tal cantidad de supuestas evidencias (videos, grabaciones de audio, fotos, documentos, etc), originadas tradicionalmente en otros campos de lo paranormal ajenos al fenómeno OVNI. El venezolano afincado en España Ismael Rodríguez, protagonista del Caso Daro (Ver El Ojo Crítico nº 50).

El contactado total

Nacido el 7 de mayo de 1980, su padre, Peter van den Broeke, tenía grandes expectativas para él, pero desde la escuela comenzó a presentar serios problemas de déficit de atención, y unas pésimas notas en los exámenes. Robbert van den Broeke recibió educación especial, y tratamiento psicológico. A los 13 años sus padres lo ingresaron en una clínica para niños con problemas de comportamiento, pero el pequeño Robbert no se sentía cómodo con otros chicos agresivos, y suplicó volver a casa. Sus padres decidieron entonces llevarlo a la clínica de un “psicólogo” y vidente. Hendriks Rens examinó a Robbert y aseguró que el joven sufría un conflicto interior debido a su gran sensibilidad psíquica y a sus poderes latentes. Es cierto que esto es algo que muchos terapeutas espirituales dicen de sus pacientes: “tienes una gran sensibilidad, y unos poderes innatos que no conoces”, pero los padres de Robbert no lo sabían. Y quizás Hendriks Rens haya sido el detonante de alguna idea perversa que comenzó a germinar en la mente de Robbert cuando todavía era solo un niño. Aquel “psicólogo”-vidente cobraba un buen dinero por diagnósticos y tratamientos telepáticos que nadie podía ver ni tocar…

Robbert regresó a la escuela, pero mantuvo sus problemas de aprendizaje, y finalmen- te, con quince años, comenzó a trabajar en horticultura. Se le daba bien manejar la azada y el rastrillo. Pero se aburría. Buscaba algo más excitante, y terminó cayendo de nuevo en una depresión que concluyó con una certificación oficial de incapacidad para trabajar, con solo 18 años. Ahora tendría tiempo para hacer lo que realmente estimulase su creatividad…

Crop circles

El 10 de febrero de 1996, Robbert paseaba en bicicleta cuando vio dos extraños círculos en la hierba, al lado del camino. Uno de unos 3 metros, irregular, imperfecto, y otro de la misma forma pero un poco más pequeño. Dentro de los círculos el pasto era más corto, marrón y seco, como el efecto que queda cuando se retira una piscina infantil que ha permanecido unos días sobre un pasto. Es probable que el origen de aquellas primeras marcas en el sembrado se debiesen también a un tratamiento con pesticida, como el glifosato, o al uso de lejía, de hecho posteriormente se encontraron rastros en la zona, pero aquello llamó la atención de Robbert, que incluso lo comentó en casa y regresó al lugar para tomar algunas fotografías.

Unos días más tarde, según relataría más adelante Robbert, se encontraba en su habitación, cuando sintió la intuición de que se iba a producir un nuevo corp circle… Se asomó a la ventana y descubrió un foco de luz azul, y varios círculos en la hierba de la parte trasera de su casa. Acababa de encontrar su pasaporte a la fama.Crop Circles de van der Broken (4)

Durante meses continuaron apareciendo crop circles en Hoevan, a menudo justo detrás de la casa de los van den Broeke, que está en las afueras del pueblo. Los campos de cebada, centeno, trigo, colza, etc, se convirtieron en un improvisado lienzo donde alguien dejaba su obra. Y a partir de entonces, una sucesión de ensayo/error que iba puliendo el estilo, la complejidad de los dibujos, y sus alusiones a fenómenos paranormales clásicos. Los crop circles de Hoevan no tenían nada que envidiar a los de la campiña británica. Trazados cada vez más complejos, conjuntos de círculos y estrellas, y lo que es más interesante, símbolos arquetípicos, religiosos y ufológicos. Como si la fuente que originaba aquellos crop circles estuviese al mismo tiempo buscando inspiración en la bibliografía especializada o en internet… Así, nos encontramos con crop circles holandeses que presentaban, de forma inequívoca, la cruz ansada egipcia, signos astrológicos, e incluso el símbolo de UMMO: ]+[. Parece improbable que hoy en día, nadie mínimamente familiarizado con la investigación del affaire UMMO utilizase ese símbolo para autentificar el origen paranormal de ningún fenómeno, pero los medios holandeses, aunque han reproducido tantas veces como en el resto del planeta, las fotos de San José de Valderas, no se han molestado en traducir a su lengua las investigaciones que hace muchos años desmitificaron totalmente el caso. Por eso todavía continua apareciendo el símbolo ]+[ en tantos casos de contacto contemporáneos…

Los círculos de Hoevan eran pequeños, imperfectos y descuidados, pero daba igual. La polémica internacional sobre los círculos de Inglaterra hacían que aquellas marcas en los campos holandeses llamasen la atención de los vecinos, y generasen debate.

Con el paso del tiempo, y como ha ocurrido con tantos casos similares (volvemos a remitir a nuestro informe sobre el Caso Daro), el contactado enriquece sus evidencias con nuevos fenómenos. Y llegado el invierno Robbert van den Broeke aseguró que los círculos habían comenzado a producirse también en la nieve. Bien es verdad que este es un fenómeno sencillo de reproducir, depositando un poco de sal en el suelo antes de la nevada para que se descongele antes con la forma que uno decida, pero ni los padres ni los vecinos de Robbert tenían porque saberlo.

En otoño de 1996 la televisión local, TV8, se hizo eco de la noticia sobre los crop circles de Hoevan, y a Robbert, generoso en su atención a la prensa, no le produjo ningún reparo adquirir cierto protagonismo local. Nunca buscó el anonimato, y por tanto no lo encontró. Antes de cumplir los dieciocho ya había concedido numerosas entrevistas, incluyendo dos participaciones en el programa de Catalina Keyl en RTL4, un canal nacional.

El testigo perfecto

Desde que, en 1991 Doug Bower y Dave Chorley se confesasen autores de los primeros círculos en Reino Unido, la polémica sobre el tema era tan apasionada como la fascinación que los investigadores sentían por el fenómeno. En Holanda, como en otros países, se habían creado asociaciones de estudio, y el Dr. Eltjo Haselhoff, que presidiría hasta 2005 la sociedad holandesa para el estudio de los círculos de las cosechas, creyó haber descubierto la clave del enigma, cuando se encontró con el caso de Robbert van der Broeke. El joven afirmaba haber sido testigo de la formación de aquellos crop circles, en la parte trasera de su casa, formados por grupos de esferas flotantes que se desplazaban sobre los campos, produciendo un zumbido característico. Tanto de día como de noche. Más aún, Robbert afirmaba que en una ocasión había sido rodeado por aquellas esferas “grandes como pomelos”, y haber perdido la consciencia cuando comenzaron a irradiar aquella energía luminosa y aquel crepitar ensordecedor. Cuando se despertó, estaba en el centro de un nuevo círculo de la cosecha…

A partir de entonces Robbert desarrolló la capacidad extrasensorial de predecir donde se iban a formar nuevos círculos. El joven podía avisar a amigos, familiares o investigadores de que se estaba formando un crop circle en tal o cual punto de la zona, y cuando acudían al lugar indicando, efectivamente un nuevo círculo, tan tosco e irregular como los anteriores, había surgido de la nada. Lamentablemente sus “intuiciones” nunca sirvieron para que otros testigos independientes presenciasen la evolución de las esferas luminosas, ni el momento en que se producía la formación. Más bien es como si ya estuviesen hechos con anterioridad, y Robbert les avisase de donde tenían que buscar, cuando el grabado ya estaba listo…

Haselhoff entró en contacto con el “niño holandés” en 1996, y comenzó a investigar su caso. Llegó incluso a gastarse un buen dinero en el alquiler de una avioneta para sobrevolar los campos de Hoevan donde Robbert localizaba nuevas formaciones. Se pagaron recogidas de muestras, análisis y estudios. Una inversión de tiempo y dinero que podría haberse invertido en otros casos, de no ser porque el de Hoevan era el único que contaba con un testigo humano de la formación de los círculos. Según Haselhoff el “niño holandés” era un testigo fiable, que demostraba entusiasmo y gran emotividad con el descubrimiento de cada nuevo crop circle. Y su historia cruzó las fronteras y llegó a otros investigadores del fenómeno. Nancy Talbott, directora del Equipo de Investigación BLT, que trabajaba a tiempo completo con los círculos de los cultivos, se desplazó a Hoevan para estudiar el caso en 1998, y continuó visitando a la familia van der Broeke en los años posteriores. El fenómeno debía evolucionar, ofrecer algo más a los investigadores… y lo hizo.

Nancy Talbott pasó varias temporadas en casa de los van der Broeke, y terminó por convertirse en testigo indirecto de “las luces”. En varias ocasiones pudo ver, a través de las cortinas de su habitación, el paso fugaz de luces extrañas. Incluso en una ocasión encontró restos de oxido de magnesio sobre el alfeizar de la ventana y en el tejado. Un producto que se utiliza para las llamativas y muy luminosas combustiones de magnesio, pero no sospecho… Cada vez que se producía uno de aquellos avistamientos, el “niño holandés” entraba precipitadamente en la casa, advirtiendo de la formación de un nuevo círculo. En una ocasión sus padres lo encontraron en el exterior, con los pantalones manchados y embarrados. Aseguró que no sabía dónde estaba, que había perdido la conciencia tras una nueva experiencia. Esa noche descubrieron cinco nuevos círculos en la parte trasera de la casa.

Fotos paranormales

OVNIs sobre los Crop Circles de van der Broken (1)El domingo 6 de junio de 1999 Robbert se fue temprano a la cama, pero se despertó –cuenta él- en plena madrugada por un impulso psíquico. Sentía que tenía que asomarse a la ventana. Al hacerlo descubrió una esfera rosa púrpura que se acercaba a la casa. La esfera se detuvo a unos 50 metros de la ventana y se mantuvo levitando a tres metros de altura sobre un campo de maíz, donde se transformó en un objeto con forma de platillo, emitiendo una poderosa luz hasta que de pronto se apagó. Robbert salió corriendo por la puerta trasera y se encontró un círculo el sembrado. Los tallos todavía se sentían calientes. Fue la primera vez que vio las naves. Ahora había que fotografiarlas.

Robbert comenzó a utilizar una pequeña cámara digital y a tomar cientos de fotos supuestamente paranormales. Orbes, “energías luminosas” y finalmente naves con aspecto sólido y metálico, “aunque difuminadas por su campo de energía”. Naves en las que cualquier aficionado a la historia de la ufología, mínimamente formado, reconocerá inmediatamente los diseños que hicieron famoso en la década de los setenta a suizo Eduard Meier.

Después, en 2004, llegaron las fotos de extraterrestres, que parecían posar a unos centímetros de la cámara del contactado, razón que explicaría los continuos desenfoques y difuminados de las imágenes. Sospechosamente similares a los efectos mágicos que realizan algunos ilusionistas utilizando cámaras fotográficas en sus espectáculos, pudiendo tomar una foto del público y hacer que, una vez revelada, sobre dicha foto aparezca cualquier otro símbolo, mensaje o imagen superpuesta…

En el año 2000 sus padres llevaron de nuevo a Robert al psiquiatra. Sufría síntomas de una depresión severa. El médico le recetó un antidepresivo pero, misteriosamente, las tabletas de fármacos aparecieron quemadas dentro del botiquín, y “el niño holandés” interpretó el fenómeno como un mensaje de los extraterrestres para que no consumiese aquellos fármacos. Se limitaría a tratar su trastorno con Flores de Bach, y con la energía que fluía de los círculos de las cosechas. Su caso acababa de dar un giro esotérico peligroso. Así que, cuando llegó el momento de presentar evidencias gráficas de sus contactos, las fotografías de supuestos extraterrestres no tardaron en dejar paso a fotos de “energía luminosas”, y después a seres espirituales…

Hadas, demonios, elementales y espíritus de personas fallecidas, fueron engrosando los álbumes de fotos de Robbert van der Broeke, incluyendo fotografías de Bill, el hermano de la investigadora Nancy Talbott, fallecido poco tiempo antes. Resultaba extraño que la imagen Bill Talbott fuese exactamente igual a una fotografía que conservaba Nancy, en la que posaba junto con su hermano, pero cuando alguien pierde de forma súbita a un ser querido, el dolor, y la esperanza de que esté en un lugar mejor, suelen obnubilar el sentido crítico. Y las fotografías de espíritus, tomadas por “el niño holandés”, que ya había dejado de ser tan niño, solían llegar acompañadas de mensajes de amor y paz desde el más allá de la muerte. Robbert acababa de descubrir su capacidad mediúmnica.

El “cazador de círculos”, después contactado, y ahora médium, realizó cientos de fotografías de supuestos espíritus. Algunos de ellos personajes célebres, como el cantante John Lennon, la princesa Lady Di o el actor, presentador y productor Jos Brink. Hasta el primer gran contactado, George Adamsky, se aparece en las fotos del médium. Y, ofreciendo un giro inédito al caso, Robbert van der Broeke, que había comenzado su camino hacia la fama con los círculos de las cosechas, no se resistió a la tentación de incluir en sus “fotografías paranormales” y en sus mensajes mediúmnicos a célebres investigadores de los crop circles ya fallecidos.Lady Di psicofotografia (1)

El “niño holandés”, ya convertido en un hombre corpulento, aseguró que algunos de los veteranos investigadores británicos de los círculos, como Paul Vigay o David Kingston, se comunicaban con él desde el más allá. Pero la gota que colmó el vaso fueron las supuestas fotografías paranormales del famoso investigador Pat Delgado, fallecido en marzo de 2009, y del que van der Broeke aseguraba le enviaba mensajes tras su muerte. Aquello afectó mucho a la familia de Delgado, y Colin Andrews, principal experto mundial en los crop circles, y amigo personal de Delgado, estalló en cólera, acusando a Robbert de ser un delincuente, un mentiroso compulsivo y el autor del mayor fraude de los últimos años.

Médium, psíquico, sanador… No hace falta ser un experto en fotografía para percatarse de que todas las fotografías supuestamente paranormales de Robbert siguen un mismo patrón. No importa que se trate de OVNIs, extraterrestres, elementales o espíritus desencarnados. Las imágenes “paranormales” siempre aparecen desenfocadas con relación al paisaje, y pegadas al objetivo. Lo sospechoso es que, cuando los investigadores comenzaron a estudiar a fondo aquella enrevesada historia de crop circles, OVNIs, duendes y comunicaciones con los muertos, comenzaron a encontrar cada vez más indicios de que todo era un gigantesco fraude.

Las fotografías de los espíritus, curiosamente coincidían siempre con imágenes ya publicadas en internet, de las personas con las que Robbert decía contactar. Lo mismo ocurría con sus fotos de hadas, duendes o demonios. No fue necesario bucear mucho en google para localizar las fotos o dibujos originales que presuntamente Robbert había impreso, colocando el grabado a pocos centímetros del objetivo de la cámara para conseguir ese efecto “áurico” o “energético” del desenfoque.

Ante el peso de la evidencia Robbert van den Broeke admitió que la mayoría de las supuestas fotos paranormales que recogía su cámara eran las mismas que podían encontrarse en internet, pero lejos de confesar el fraude esgrimió una explicación tan original y temeraria como increíble. Según él, los espíritus, ángeles y extraterrestres que se plasman en sus fotos son seres superiores sin cuerpo físico material, pero su “frecuencia vibratoria de amor” es tan grande, que aún sin poseer materia, buscan en los archivos akásicos una imagen con la que los humanos puedan identificar su manifestación fotográfica… y, claro, los archivos akásicos también incluyen a los archivos de google…Robbert van der Broken demostrando sus poderes energéticos para doblar metales o pegarlos a su cuerpo (1)

La justificación fue recibida con burlas y despecho. Salvo por los seguidores más incondicionales que Robbert ya había reunido a su alrededor, y que lo consideran una especie de santo. Así que, inasequible a las críticas, el “niño holandés” huyó hacia adelante. Mantuvo un acalorado debate en la red con Colin Andrews manteniendo su versión de que las fotos y los mensajes desde el más allá de los investigadores muertos, como Pat Delgado, eran genuinos. Y en un nuevo giro de la historia, Robbert comenzó a mostrar sorprendentes poderes paranormales.

Aprendió a doblar cucharas al estilo de Uri Geller, y también a adherir a su cuerpo objetos metálicos, como si todo ello se debiese a la energía curativa que emanaba, según él, de los círculos de los sembrados, y no tardó en abrir una lucrativa consulta como sanador espiritual. Y para rubricar el origen místico y religioso de sus mensajes, pronto comenzaron a aparecer sobre su piel, una especie de “estigmas”, apenas un enrojecimiento de la epidermis, con los mismos símbolos y dibujos que antes aparecían en los campos de Hoevan. El fenómeno, que antes realizaba sobre el césped, ahora se presentaba sobre su propio cuerpo. Incluyendo estigmas con el famoso símbolo de UMMO. José Luis Jordán Peña sin duda se sentiría orgulloso de tan aventajado discípulo.

Robbert van der Broeke se transformó en un afamado sanador en Holanda. El torrente de pruebas que aportaba a sus pacientes era desbordante… sobre todo para quien ya llega dispuesto a creer. Protagonizó una serie de TV. Escribió sus memorias. Y a pesar de los esfuerzos de los investigadores escépticos holandeses, que desvelaron por activa y por pasiva el engaño, Robbert van der Broeke continuaba gritando al mundo que su contacto y sus poderes espirituales, eran auténticos. Y cobrando un buen dinero por ello.

Hoy, enfermos llegados desde distintas partes del mundo, continúan engrosando la extensa lista de espera. Pacientes que aspiran a recibir la energía curativa de van der Broeke. Sylvia Millecam fue una de ellos. Y su fe inquebrantable en que Robbert podía sanar su cancer le costó la vida…

Manuel Carballal

Puedes descargarte EOC nº 74 en: http://elojocritico.info/wp-content/uploads/2013/11/EOC_74.pdf

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