Published On: Dom, jul 12th, 2015

LOS FRUTOS MALOS DEL ARBOL BUENO

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Publicado en EOC nº 78

EOC 78 portada

Este número de EOC se ha retrasado… Nunca habíamos tardado tanto en volver a editar un nuevo número. Y no ha sido por falta de materiales que publicar. Al contrario. La razón es que hemos necesitado un poco más de tiempo para lamernos las heridas.

EOC nº 77 supuso más ataques de los habituales. Y nunca son pocos. Pero en nuestro número anterior publicamos varios artículos que desataron las iras de conocidos “investigadores” y divulgadores del misterio, que reaccionaron como los cobardes. Creyeron que matando al mensajero impedirían que la verdad saliese a la luz. Y la verdad siempre se abre camino. Puede tardar más o menos tiempo. Puedes encontrarse en nuestras páginas o en otras. Pero siempre sale a la luz…

El pasado febrero, y en el transcurso de muy pocas horas, recibimos varios comentarios descalificadores en el blog, alguien denunció nuestro facebook haciéndolo desaparecer y e intentó hackear nuestra web utilizando un ataque de “fuerza bruta”, es decir, intentando acceder a la administración del mismo forzando las contraseñas con un programa informático. El servidor nos avisó inmediatamente del ataque con un mensaje y pudimos salvar la web, pero no el facebook. Ahora hemos tenido que abrir otro y comenzar de cero: https://www.facebook.com/EOC1992

Los atacantes consiguieron jodernos. Es verdad. Como cuando nos hackearon la web www.mundomisterioso.com o www.fraudesparanormales.com haciéndolas desaparecer. Pero… ¿y? ¿Consiguieron silenciar nuestra voz robándonos una web? La respuesta es obvia. EOC continúa publicándose. Y continuará haciéndolo aunque vuelvan a robarnos la web, el facebook o el twitter.

ataque eocEn realidad nos esperábamos los ataques. Al menos de los charlatanes profesionalizados en la divulgación del misterio. Aunque no nos esperábamos los insultos y calumnias de quienes durante años consideramos amigos. Esos siempre duelen más. ¿Verdad Marce?

No nos arrepentimos de haber publicado Escobuleaks, ni la confesión de Martín Armada, ni la identidad de Planck y Saliano, ni la re-investigación del caso Friol… Lo hicimos porque, independientemente de compartir o no la opinión de los autores, nos consta que estos obraban de buena fe y sin un interés mercantilista… Pero eso no es suficiente.

FRUTOS MALOS DEL ÁRBOL BUENO

Es probable que Alex Malarkey sea una buena persona (ver página 77 en edición digital). Es probable que su libro “El niño que regresó del cielo” esté escrito con la mejor intención: dar consuelo. Pero ahora confiesa que mintió al relatar una ECM que nunca existió, y que además se lucró con ello. Sin embargo eso no es lo peor. Lo peor es que muchos charlatanes utilizaron su libro para vender sus propios productos comerciales: libros de autoayuda, cursos, sectas, programas evangélicos, fraudes…

En este número dedicamos un pequeño dossier al fenómeno de la exopolítica. Nos consta que muchos de sus divulgadores, como lo fue Martín Armada, obraban de buena fe al divulgar el delirio de la conspiración reptiliana. Pero mientras lo hacían, daban voz y credibilidad a otros que han encontrado en dicho delirio un modus vivendi, han alentado la angustia y el miedo de millones de creyentes, y han destruido el trabajo de años, de quienes han intentado legitimar la ufología como un campo de estudio legítimo.

Lo mismo podríamos decir de miles de divulgadores, sin duda buenas personas, que con sus psicofonías en casas abandonadas, con sus consultas mánticas o con sus casos OVNI creen hacer lo correcto… incluso aunque solo estén divulgando fenómenos irreales que no creen necesario contrastar empíricamente. Ellos son los árboles buenos que generan malos frutos.

Los otros, los charlatanes que conscientemente mienten, engañan y manipulan, ni siquiera tienen ese atenuante. Y lo terrible es que se excusan en su convicción de que todos los demás hacen lo mismo, lo que les legitima para seguir engañando.

Ellos tienen su derecho a escoger como quieren vivir el misterio. Pero nosotros también. Por ello, podrán denunciar nuestros perfiles de facebook y conseguir que los retiren, podrán hackearnos las páginas web, podrán llamarnos fascistas, inquisidores o detractores, pero nosotros también tenemos derecho a escoger como queremos vivir el misterio. Y lo continuaremos haciendo como hasta ahora, apelando al sentido crítico y al escepticismo (el de verdad), aunque sea en un puto boletín a fotocopias… Y a ver como hackeáis esto.

                                                                                                                                                                        Manuel Carballal

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