LA PARAPSICOLOGIA CIENTIFICA HOY… Y PORQUE NO LE INTERESA A NADIE

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Publicado en EOC nº 88

EOC 88 PortadaLa idea de que la parapsicología sea algo que no interese puede parecer un sinsentido. Sin embargo, tras años de dedicación e interés por este tema, he llegado a esta conclusión. Pero para entender a qué me refiero, es necesario aclarar términos y acotar con exactitud de qué estamos hablando cuando hablamos de parapsicología científica. O, mejor dicho, del estudio científico en parapsicología.

En EOC número 81 exponía una visión general sobre la investigación científica en parapsicología. Procuraré no repetir lo que ya comentaba allí, pero sí retomar algunas de las ideas de ese artículo, enfocadas hacia el propósito de este artículo: mostrar por qué la parapsicología no interesa.

Definiciones

Si vamos a hablar de estudio científico en parapsicología, hemos de hacerlo en el marco en el que este se realiza y, por tanto, utilizar sus definiciones para poder entender a qué se refieren sin que haya lugar a interpretaciones diferentes en torno a un mismo tema.

 En este sentido, lo principal es definir qué es parapsicología. Esta definición es la que proviene del ámbito académico y universitario. No coincide con la definición popular, pero quien quiera aprender sobre parapsicología científica debe conocer su terminología y entender con exactitud a qué se refiere.

 La primera razón, básica, por la que no interesa el estudio de la parapsicología científica es esta: la parapsicología no es el estudio de lo paranormal. No puede serlo, porque la parapsicología no asume la existencia de lo paranormal o los fenómenos paranormales.

 No significa que tales fenómenos no existan. Pero, por definición, no es ese su ámbito de estudio. No es así como se conceptualiza la parapsicología y eso determina toda la investigación que se realiza, y lo que podemos y no podemos concluir de ella.tumblr_inline_mphnijU0d31qz4rgp

 Veamos dos definiciones de parapsicología: “estudio de las aparentes anomalías del comportamiento y la experiencia que existen junto, o al margen, de los mecanismos explicativos actualmente conocidos que dan cuenta del flujo de información e influencia entre organismo y entorno, y entre organismo y organismo” (Parapsychological Association)

 Esta definición es específica y por tanto, útil. Sin embargo, no asume que los fenómenos parapsicológicos, de existir, sean paranormales. Es decir, no asume que tal cosa como lo paranormal exista o sea la causa de los fenómenos parapsicológicos.

 Esto no es un juego de palabras. Es fundamental. Y una de las razones por las que la investigación científica en parapsicología no interesa a nadie. Porque no es lo mismo la definición anterior que afirmar que la parapsicología estudia los fantasmas o los poderes psíquicos. Esta segunda definición lleva implícito que los fantasmas y los poderes psíquicos son reales, lo cual no podemos afirmar.

 Cover-of-first-issue-of-the-Journal-of-Parapsychology-Reproduced-with-permissionPor tanto, la primera definición, aunque exacta y proveniente de los científicos que estudian parapsicología, es mucho menos atractiva que la segunda. Y para el público general y los diferentes medios dedicados a la explotación y divulgación del misterio (radio, televisión, prensa), la primera definición resulta menos rentable.

 Otra definición es la que ofrece Cardeña (2018): “La parapsicología puede definirse como el estudio de los supuestos fenómenos psi utilizando el método científico”.

Hay aquí dos elementos clave. El primero, el término “supuestos”. De nuevo la parapsicología niega a priori que los fenómenos psi: 1) existan realmente como tales (y no puedan ser explicados por otros mecanismos físicos, biológicos o psicológicos conocidos); 2) que estos fenómenos, psi, de existir, sean paranormales.

 Para entender esto mejor hemos de revisar dos cosas. De nuevo, más definiciones por un lado. Y por otro exponer qué son los fenómenos psi. Lo segundo lo haremos más adelante en este artículo (aunque ya se hizo en EOC 81); lo primero lo haremos ahora.

 El segundo elemento clave de esta definición es la referencia al empleo del método científico.

Un estudio, o una investigación en parapsicología, no es ir a una casa donde se supone ocurren fenómenos inexplicables (para algunos parapsicológicos para otros paranormales, para otros sobrenaturales; aquí vemos la importancia de las definiciones) y hacer psicofonías o llevar a una médium que nos ofrezca sus impresiones o visiones. ¿Por qué no? Porque en ambos ejemplos, los “instrumentos” utilizados careen de base científica. No se puede utilizar una médium como método científico, cuando la mediumnidad es objeto de estudio de la parapsicología. No podemos afirmar que hay algo porque haya psicofonías, cuando las propias psicofonías (voces electrónicas) son objeto de estudio.

 El uso del método científico es el que es, y en estos ejemplos, como en otros muchos, no está presente.

 Definiciones comparadas (Radin, 1997):ejp-2010

Paranormal: “más allá del rango de los fenómenos científicamente conocidos”. Esta definición no especifica fenómenos psíquicos per se, de modo que puede utilizarse para referirse a cualquier fenómeno inexplicado, pero potencialmente explicable. La definición usa la frase “científicamente conocido” la cual emerge un contenido complicado que implica el método científico y la naturaleza de la evidencia y prueba en ciencia. Curiosamente, muchos efectos que la ciencia no puede explicar generalmente no son considerados como paranormales (p.e., memoria fotográfica, superdotados, etc.)

 Sobrenatural: dado que la ciencia es considerada comúnmente como un método de estudio del mundo natural, un fenómeno sobrenatural es por definición inexplicable y, por lo tanto, incompatible con la ciencia. Ya que la parapsicología se define por el empleo del método científico, la separación entre parapsicología y sobrenatural, en este contexto, se hace obvia.

 Místico: se refiere a la percepción directa de la realidad; el conocimiento derivado directamente en lugar de indirectamente. Es un método sistemático de explorar la naturaleza del mundo, pero de un modo subjetivo y no objetivo.

 Teniendo todo esto en cuenta, la parapsicología científica se traslada del terreno de lo paranormal y sobrenatural al del estudio de unos fenómenos que no se dan por ciertos a priori: esa será, de hecho, la misión básica de la parapsicología: probar su autenticidad. Es decir, mostrar, del modo que pueda, que se trata de un fenómeno real no explicable por otros medios.

 Conclusión: bajo este encuadre, la parapsicología deja de ser terreno de lo sobrenatural, lo paranormal y lo ominoso. Lo cual la convierte, a los ojos de la gran mayoría, en menos interesante, menos emocionante. Es normal entonces que muchas personas prefieran una visión de la parapsicología más excitante pero no están dispuestos a pagar el precio del filtro del estudio científico.

Qué estudia la parapsicología

Una vez establecida la definición que vamos a utilizar, pasamos a ver qué estudia la parapsicología.mind-control

 Es importante apreciar la distinción entre experiencia parapsicológica, que es la experiencia que tiene un individuo, y proceso paranormal subyacente a esa experiencia, que es sólo una hipótesis para la investigación científica. Todas las experiencias “extrasensoriales”, por ejemplo, son parapsicológicas, pero no tienen por qué ser paranormales.

 Existe un amplio consenso respecto a la existencia de tres dominios básicos de investigación en parapsicología: percepción extrasensorial (ESP), psicokinesis (PK) y la hipótesis de supervivencia (Irwin, 2004)

 Percepción extrasensorial

Una experiencia extrasensorial es una experiencia en la parece que la mente del sujeto ha adquirido información directamente, es decir, aparentemente sin la mediación ni de los sentidos humanos reconocidos ni de procesos de inferencia lógica. Se establece una subdivisión entre telepatía (aparente comunicación mente a mente), clarividencia (aprehensión extrasensorial de cualquier clase de acontecimiento objetivo) precognición (ESP aparentemente desplazada en el tiempo, hacia el futuro) y retrocognición (similar a la anterior, pero hacia el pasado)

 Los términos percepción extrasensorial, telepatía, clarividencia, precognición, etc., harían referencia a hipotéticos procesos paranormales, que en teoría darían cuenta de determinado fenómeno parapsicológico; pero este proceso puede existir o no. Sin embargo, expresiones como experiencia extrasensorial, experiencia telepática, etc., designan eventos que ocurren, experiencias que la gente tiene, y que aparentemente sugieren la operación de un proceso paranormal.

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Una experiencia PK implica un aparente efecto de la mente sobre la materia, esto es, un caso donde la intención o las preferencias de un individuo parecen haber tenido una influencia directa sobre la estructura del entorno físico. La influencia aparentemente ocurre sin la mediación de energías o mecanismos físicos reconocidos, particularmente los que comprenden al sistema motor humano.

 Actualmente, se distingue entre macro-PK y micro-PK. Macro-PK hace referencia a fenómenos en los que la alteración física en el entorno supuestamente producida por PK es observable a simple vista. Un conocido ejemplo de esto es el “doblado de cucharas”. Micro-PK hace referencia, por el contrario, a cuando no podemos verificar a simple vista si se ha producido ese efecto, y por tanto hemos de recurrir al análisis estadístico. Por ejemplo, son estudios de micro-PK los experimentos en los que un individuo intenta influir sobre el funcionamiento de un sistema que genera secuencias al azar. Un tercer grupo es el denominado DMILS, siglas que significan (en inglés) interacción mental directa con seres vivos. Estos estudios intentan comprobar la influencia PK sobre organismos vivos.

 Hipótesis de la supervivencia

Junto a ESP y PK hay un tercer dominio tradicional en parapsicología, denominado “grupo survey”, que concierne a la hipótesis de la supervivencia, esto es, la noción de que algún elemento de la existencia humana sobrevive a la muerte física. Mucho del interés original de los investigadores psíquicos (antecesores de la investigación en parapsicología) en esta área se centró sobre las supuestas comunicaciones con seres fallecidos a través de los médiums.

 Otros fenómenos que se incluyen en este dominio son: experiencias cercanas a la muerte (NDE), experiencias fuera de cuerpo (OBE), apariciones, casas encantadas, poltergeist, reencarnación, entre otras. Los parapsicólogos modernos continúan investigando este tipo de experiencias, más por estudiar el fenómeno en sí mismo que por validar la hipótesis de la supervivencia. Actualmente, algunas de estas experiencias tienden a ser incluidas dentro del ámbito de la psicología de la experiencia anómala, que las aborda desde un punto de vista más amplio, fenomenológico. De los tres grupos, este es el más difícil de estudiar bajo el método experimental.

De lo espontáneo al laboratorioCodigo 6110 a

El método científico ofrece varias opciones para estudiar un fenómeno. La elección de una u otra vendrá determinada por lo que queramos obtener o descubrir, o bien por las propias limitaciones del objeto de estudio.

 Podemos realizar una metodología observacional: registrar, por ejemplo, la frecuencia de ocurrencia de cierto acontecimiento, anotar sus características, etc. Esto nos ofrecerá información descriptiva sobre ese fenómeno. Si se realiza bien obtenemos información valiosa, ya que estamos registrando la ocurrencia del fenómeno tal y como tiene lugar. De los datos acumulados se podrán formular hipótesis de trabajo que luego deberán ser llevadas a la experimentación.

Utilizando un método observacional no podemos deducir relaciones de causa y efecto, ni correlaciones certeras. Sin embargo, es el punto de partida desde el cual se establecen hipótesis.

 El método correlacional nos permite afirmar que ciertos eventos ocurren en relación con otros eventos, aunque de manera estricta no podamos afirmar relación causa y efecto. Como el método observacional, el correlacional nos informa del grado de relación entre variables.

 Para poder establecer una relación causal directa necesitamos emplear el método experimental. Aquí tenemos control sobre las variables a manipular.

 A medida que nos movemos de un extremo (entorno natural, fenómenos espontáneos) hacia el otro (entorno experimental, controlado) perdemos y ganamos cosas. Este proceso es también importante para entender la investigación científica en parapsicología (y también en psicología).

 Vamos a ilustrarlo con un ejemplo. Tomemos una de las experiencias más habituales según se recogen en los estudios de casos: una persona experimenta una visión (que puede ir de una imagen clara a simples perceptos visuales) o bien una sensación, que parece informarle de que algo, normalmente negativo, le ha sucedido a una persona que conoce, por lo general alguien con quien comparte un vínculo emocional (familia, pareja).

 Con una metodología observacional podemos registrar la información, del modo más aséptico posible sin condicionar el testimonio. Esto va a depender de varios factores; por nombrar algunos: tiempo que pase entre la experiencia y la recogida del testimonio, creencias previas de la persona sobre experiencias anómalas y/o paranormales, impacto de la experiencia en la persona (si es leve, puede no darle mayor importancia), que haya tenido la oportunidad de comprobar la veracidad de la intuición/visión, si ha recibido información relacionada con estas experiencias antes de recoger el caso, etc.descarga

 A este nivel, todo lo más que podemos ofrecer como investigadores es un testimonio. Tal vez podamos comprobar si, en efecto, en el momento en que la persona que tuvo la experiencia (sujeto A) la persona sobre la que tuvo esa impresión (sujeto B) en efecto había sufrido alguna experiencia traumática.

 En este contexto, como en todo caso en que tratemos con el testimonio humano, el recuerdo de una experiencia o la descripción de una experiencia subjetiva (si la persona ha tenido una visión o impresión física -un “pellizco en el estómago-, no deja de ser algo subjetivo); en este contexto hemos de tener presente todo lo que la psicología tiene que decirnos acerca de los fallos de la memoria, los sesgos de percepción y razonamiento y las limitaciones de la instrospección como herramienta de trabajo.

 ¿Qué podemos entonces sacar de aquí? Datos. Y sólo si se ha hecho bien el trabajo. Pero estas experiencias espontáneas, o naturales, son lo más importante porque son lo que, el definitiva, tratamos de conocer y explicar. A partir de estas experiencias y de los datos que recojamos, estableceremos hipótesis. Y con suerte, algunas de ellas podremos llevarlas al laboratorio (es decir, a un entrono controlado)

 Mucha gente no quiere pasar de aquí. Busca sólo esto: historias, anécdotas. Hay decenas de libros, revistas y programas de radio y televisión que giran en torno a esto, y solo esto. Sin más trabajo, aquí cualquiera puede establecer una “explicación” sin necesidad de ponerla a prueba. De modo que la experiencia se convierte en la propia prueba de que, en efecto, el fenómeno de “telepatía” o “percepción extrasensorial” existe.

 Vayamos un paso más allá. Si además de recoger ese caso, recogemos otros muchos iguales, es probable que comencemos a ver patrones. Por ejemplo, en un gran número de casos, la persona A estaba relajada o haciendo una tarea poco demandante cuando tuvo la experiencia; puede que incluso durmiendo. Podemos entonces aventurar una correlación: esta experiencia extrasensorial ocurre con más frecuencia junto con un estado de relajación en el sujeto A, el que tiene la experiencia. Pero, ¿de verdad eso es una relación real o es sólo casualidad?

 Es entonces cuando pasamos a la investigación experimental. Y aquí entra en juego un concepto clave: nos movemos de un entorno natural (donde la experiencia ha tenido lugar de modo espontáneo) a un entorno artificial (donde vamos a intentar producir o reproducir esa experiencia bajo las condiciones que nosotros queramos)51QuQONOSTL._SX335_BO1,204,203,200_

 ¿Cuáles son esas condiciones? Por lo general, vienen dadas por la información que acompaña a los casos naturales. Si al parecer estas experiencias ocurren cuando la persona que las experimenta está relajada (en lugar de, por ejemplo, realizando una actividad mental que requiere atención), podemos convertir eso en una variable.

 De modo que creamos dos grupos: uno de ellos estará haciendo una complicada tarea que requiera toda su atención mientras que el otro estará tumbado oyendo, pongamos, el sonido del mar. Cuidado, ni de lejos es así de sencillo, pero esto es solo ilustrativo.

 ¿Cuál es nuestro objetivo? Ver si esas personas pueden “sentir” o “percibir” (términos frecuentes, pero poco acertados por las connotaciones que llevan) lo que les está ocurriendo a otra persona, en otro lugar, aislado o separad de tal modo que no hay forma física de que reciba ninguna información sensorial que le de una pista, aunque sea inconsciente. Es más: se usan dos grupos de investigadores (procedimiento de doble ciego) de modo que un investigador está con la persona que tiene que “percibir” y el otro con la persona a la que le va a pasar “algo”.

 Pero, ¿algo como qué? Volvamos a los casos espontáneos. Los estudios de casos nos indican que estas experiencias guardan relación en su inmensa mayoría con experiencias negativas. Entonces tenemos aquí otra variable independiente, es decir, otra variable que podemos manipular a nuestro antojo para nuestro estudio. A la mitad de los sujetos a los que le va a pasar “algo” les pasará algo negativo, y a la otra mitad, algo positivo (o neutro).

 Y en este punto la cosa es ya muy compleja, aunque no lo parezca. Tenemos dos variables independientes: el evento emocional del sujeto “emisor” (término poco apropiado, repito) y el estado emocional del sujeto receptor (igual de poco apropiado). Para simplificar el diseño, podemos hacer lo siguiente.

 Un primer estudio con receptores en estado relajado. La mitad de los ensayos serán con emisores con experiencia negativa y la otra mitad con positiva. Si tenemos 100 sujetos receptores relajados, tenemos 100 ensayos, 50 con experiencia negativa y 50 con positiva. ¿Por qué así? Porque queremos poner a prueba una hipótesis: que la percepción extrasensorial se producirá cuando la experiencia es negativa, y no cuando es positiva, manteniendo todo lo demás igual.

 Pero, ¿qué les vamos a hacer a los emisores? ¿Darles una descarga eléctrica? ¿Lanzarlos por una cuneta? No. Hemos de buscar algo que nos sirva igual. Por ejemplo, como experiencia negativa les mostraremos imágenes o vídeos desagradables, o les expondremos a sonidos fuertes y desagradables. Y a los otros 50, como experiencia positiva les mostraremos imágenes agradables o sonidos suaves.

 Si llegados a este punto te has perdido, aunque sea un poco, bienvenido a la parapsicología experimental. Y eso es solo la punta del iceberg. Porque luego podemos hacer otro estudio similar, pero con los sujetos receptores en un estado de activación, para ver si se producen más aciertos cuando están relajados que cuando están activados.maxresdefault

 O podemos hacer un diseño intragrupo, es decir, usar los mismo 100 sujetos para ambos tipos de casos (repartiendo al azar el orden de los ensayos).

 Y hasta ahora solo hemos hablado de variables independientes: aquellas que nosotros manipulamos. En este ejemplo, si la experiencia que vamos a proporcionar a los sujetos es agradable o desagradable. Pero si miramos los datos de casos espontáneos podemos tomar más variables independientes. Por ejemplo, que esos sujetos tengan o no un vínculo emocional con el receptor.

 ¿Y qué vamos a medir? Podemos medir respuestas involuntarias, como cambios en medidas fisiológicas que son inconscientes a los sujetos receptores pero que se pueden medir con los aparatos adecuados (como la resistencia galvánica de la piel)

 Y aún así, lo que estamos haciendo en el laboratorio no es exactamente lo que ocurre en los casos espontáneos. Y lo es menos en otros diseños, como por ejemplo en los estudios en los que el receptor debe “adivinar” la imagen o el vídeo que está viendo el “emisor”.

 Y a eso se le suma que términos como emisor y receptor llevan implícito que hay algún tipo de proceso de transferencia de información que subyace al supuesto proceso parapsicológico, lo cual es sólo una suposición.

Un ejemplo de investigación: Ganzfeldaa93fa0e2e1749f30def1847c9169e2917f1842a_hq

Vamos a ver un ejemplo más específico. El Ganzfeld es un procedimiento de investigación que surge a partir de la observación de que las experiencias extrasensoriales parecen producirse con más frecuencia cuando la persona que las sufre está en un estado de relajación natural (que puede ir desde la relajación física hasta el sueño).

 El procedimiento Ganzfeld consiste en un emisor y un receptor (aunque no siempre, ahora veremos). Al receptor se le induce un estado de privación sensorial: estímulo visual monótono y continuo, normalmente un campo de visión uniforme de color suave; estímulo auditivo consistente en ruido blanco y estado físico de relajación (tumbado o reclinado). Durante un periodo de 20-30 minutos debe verbalizar todas las imágenes visuales que experimente, así como las sensaciones físicas.

 Al mismo tiempo que eso ocurre, otro sujeto, en otra habitación está viendo una imagen o video elegido al azar y debe “transmitir” esa imagen al receptor. “Transmitir” es una palabra que sabemos qué significa, pero en la investigación en parapsicología lleva una enorme asunción: que de algún modo esa información de la imagen se puede “enviar”. Esto requiere decenas de páginas de debate, pero por ahora lo aceptamos así.

 Al acabar la prueba, al receptor se le muestra la imagen objetivo unto con tres imágenes más (distractores) y debe elegir, en función de sus impresiones durante la sesión, cuál cree que es la imagen que el sujeto emisor estaba viendo.

 Hay muchas variantes. Puede hacerse sin emisor, y que sea un generador de números aleatorios, conectado al ordenador, el que elija la fotografía sin que haya nadie “emitiendo”. O puede que esa imagen se elija después de la sesión y de que la persona haya contado cuál ha sido su experiencia (y haya quedado registrado). Estas variaciones son las que dan sentido a términos como telepatía, clarividencia (visión remota) o precognición, más que la propia naturaleza real del fenómeno o proceso en sí.

 Si el sujeto elige la imagen correcta, se considera acierto. También puede enviarse todo el material (las cuatro imágenes y la transcripción de las experiencias vividas por el receptor durante la sesión) a jueces externos uqe no conocen nada de la prueba y que sean ellos quien evalúen la similitud y elijan qué imagen es la que más se parece.

 Hay varios modos de evaluación, y por supuesto no basta con un solo ensayo. Se necesitan decenas de ellos y luego aplicar un análisis estadístico.

 gansfieldLos experimentos Ganzfeld son los que han ofrecido una de las bases de datos más fuertes y consistentes en parapsicología (Palmer, 2003)

 Pero la pregunta es: ¿qué estamos estudiando de verdad en estas pruebas?

 Hemos pasado de una experiencia espontánea en la que un hipotético sujeto tiene, de repente y sin buscarlo, una experiencia (que puede ir de una sensación “en el estómago” a una visión con detalle del accidente de su pareja) a una “reconstrucción” de ese fenómeno en laboratorio, buscando provocarlo a voluntad o al menos estableciendo las condiciones para que surja.

 Este es el problema de la validez ecológica de todo experimento que implique trabajar con aspectos de la psicología humana, con personas y sus experiencias subjetivas, sobre todo si son difíciles de cuantificar.

 Si el estudio fuera sobre la reducción de la producción de serotonina al administrar cierta sustancia, se vería con claridad el resultado. Un número. Pero en este caso, si queremos un número hemos de pasar los datos subjetivos (lo que el sujeto experimenta) a datos numéricos (la evaluación por jueces) para poder realizar análisis estadísticos que nos ayuden a defender la hipótesis alternativa (esto es, que hay un fenómeno al que vamos a llamar psi que es la explicación para esos resultados positivos) en lugar de defender la hipótesis nula (que no hay resultados o que pueden explicarse por otros medios conocidos)hqdefault

 Por supuesto, en el diseño de los experimentos se cuida mucho que no haya ninguna posibilidad de que los resultados puedan deberse a fallos en el procedimiento o que sean fruto de un artefacto estadístico, esto es, que sean el resultado de la aplicación de análisis estadísticos que, por otro lado, son necesarios (véase más adelante el apartado sobre meta-análisis)

 La frase “afirmaciones extraordinarias requieren pruebas extraordinarias” es una frase que no tiene razón, ya que la cuestión de significatividad en ciencia, es decir, decidir que los resultados son significativos, se rige por criterios estadísticos que se aplican igual a todo análisis. No podemos elevar el nivel para los experimentos de parapsicología, y en realidad no se hace. Pero esa frase -absurda, en mi opinión- se sigue diciendo como si fuera una gran verdad obvia, cuando en realidad lo que sugiere es que se aplique un doble rasero: uno para la ciencia en general y otro para la parapsicología.

Por qué no interesa a los científicosdementes religiosos bajo la unica verdad

Podemos señalar tres razones principales por las que las que los científicos, en general, no muestran interés hacia la parapsicología: la calidad de la literatura científica a su alcance, las ideas previas sobre parapsicología y el efecto del pseudoescepticismo.

 1. ¿Qué literatura científica leen los científicos sobre parapsicología?

Blackmore (1989) indica que la lectura de la literatura experimental es la causa más común por la que los investigadores llegan a interesarse por el tema. Por otro lado, un número de escépticos cita la literatura como una causa de su incredulidad. ¿A qué puede deberse esta contradicción?

 Una razón puede ser el tipo de material que cada individuo ha leído. No todas las publicaciones son de la misma calidad; no podemos comparar una publicación científica con una revista de divulgación de las que suelen venderse en los quioscos. Otra opción es que cada persona elige leer aquello que refuerza su posición, es decir, los más inclinados a aceptar las creencias paranormales lean material que afirme la posible existencia de lo paranormal, y quienes son contrarios lean un material que la niegue.

 Una duda surge cuando los investigadores se plantean si la literatura empírica actual sobre parapsicología llega a todos los investigadores en general. Lo habitual es que la literatura sobre parapsicología no llegue a los investigadores en general por al menos tres razones:

 1) la investigación en parapsicología se publica en revistas especializadas, como cualquier otra disciplina científica. Si no lees o conoces esas revistas, toda es información te será desconocida.

 2) se publican pocos artículos sobre psi en revistas generales que lleguen a un gran número de científicos. Dos ejemplos de esto serían la publicación sobre Ganzfeld y recientemente las investigaciones de Daryl Bem (2011). Al ser publicaciones “esporádicas” (no habituales) la percepción que puede tenerse es la de que no es relevante, no hay replicaciones a esos estudios o son resultados positivos “por casualidad”.

 3) se publican con más facilidad artículos contrarios a psi que a favor. Esto hace que descienda el interés por ampliar la información.unnamed

 4) existe un tabú en la ciencia hacia el interés por ciertos temas poco ortodoxos, psi entre ellos, por lo que es menos probable que los investigadores se decidan a realizar estudios sobre parapsicología, a enviarlos a revistas si los hacen o a ser publicados por esas revistas (Kempner y cols., 2005). Estos tres filtros acaban por condicionar el número de publicaciones existentes sobre parapsicología, lo que lleva a una representación sesgada en la ciencia, esto es, como una disciplina que no produce investigación consistente.

 2. Los prejuicios de los científicos hacia la parapsicología

Tener prejuicios no es algo exclusivo de un grupo determinado. Una mayor o menor formación científica no exime a un individuo de poseer prejuicios sobre cualquier tema, incluso sobre temas relacionados con la propia ciencia.

 A partir del punto anterior, es comprensible que la visión global que se tiene dentro del estamento científico de lo que es la parapsicología no ayude a ser tenida en cuenta. A esto se une la imagen popular y mediática de la parapsicología: afirmaciones populares sobre parapsicología, “poderes de la mente”, cuestiones sobrenaturales, etc., que se mezclan y retroalimentan de tal modo que acaban formando una masa inespecífica que funciona bien de cara al entretenimiento mediático, pero ayuda poco a establecer una visión seria.

 A esto se une la falta de un lenguaje específico y la confusión de niveles (descriptivos, explicativos, etc.). La consecuencia es un rechazo por parte de muchos científicos que creen que la parapsicología es algo que no es, o que supone cambios en los paradigmas científicos actuales (una expresión muy utilizada en los medios populares) que tal vez no lo sean tanto.

 Esta visión distorsionada lleva a algunos científicos a afirmar cosas como que aceptar los fenómenos psi sería “mandar toda la ciencia, tal y como la conocemos, a estrellarse contra el suelo” (Hofstadter, 2011). Las exageraciones populares sobre parapsicología no ayudan a que la ciencia, lenta y cautelosa, preste atención a sus hechos y sus datos. Para Stapp (2017), “los fenómenos psi son compatibles con algunas interpretaciones hechas por físicos eminentes y manifiesta, además, efectos pequeños que de ninguna manera invalidan los logros y afirmaciones de la ciencia actual”.tumblr_inline_mkdaslX6hY1qz4rgpSin embargo, es habitual oír afirmaciones mucho más radicales cuando se habla de parapsicología, sobre todo a nivel popular. Frases “estrella” como “misterios que la ciencia no puede explicar” se han convertido en mantra. Se habla de revolución en la ciencia, de cambio de paradigma y cosas similares; los fenómenos psi, de ser reales, requerirán sin duda una expansión del paradigma científico, pero no necesariamente una “revolución” drástica como muchos proclaman.

 Pero estas afirmaciones extremas venden más, despiertan más emoción y por tanto tienen más calado entre el público. La gente prefiere oír cosas como esta a discursos más templados. Así, la ciencia se aleja de la parapsicología, y el público en general se lamenta de que la ciencia no se ocupe de tales fenómenos, sin darse cuenta (o no queriendo darse cuenta) de que son ellos en parte los causantes de ese desinterés.

 Pero esto no quita responsabilidad a los científicos de su propia negativa a admitir los datos. En el fondo, los científicos son seres humanos, con los mismos prejuicios y miedos que cualquier persona. El término “miedo a psi” hace referencia a la renuencia a aceptar la evidencia existente a favor de psi. ¿A qué se debe este miedo? Varias razones: obliga a ampliar el paradigma científico; hace que quienes han negado sistemáticamente la realidad de los fenómenos psi se vean obligados a aceptarla, esto es, rectificar; obliga a reconocer que hay cosas que no conocemos todavía. Esto último puede parecer una afirmación idiota, pero no lo es: aunque la ciencia proclame a los cuatro vientos que aún quedan muchas cosas por descubrir, en realidad se prefiere la estabilidad de un paradigma establecido a cualquier cambio, por mínimo que sea.

 3. Parapsicología y pseudoescépticosParapsicologia

El escepticismo forma parte de la ciencia. No es un elemento que deba “añadirse” o proporcionarse desde fuera.

 Este tipo de asociaciones pseudoescépticas no tienen ninguna relación con la universidad, por eso mismo se cuidan bien de llenar sus filas con profesores e investigadores que faciliten su acceso a becas y jornadas, al tiempo que les da cierta pátina de ciencia. Pero no la tienen.

 Como dice Tart (2009) para ser escéptico hay que conocer con profundidad el tema sobre el que se manifiesta el escepticismo. Un ejemplo: una persona que sea una experta en la piel y sus trastornos, por ejemplo, podrá mostrarse escéptica ante las afirmaciones de un nuevo tratamiento para problemas cutáneos. ¿Por qué? Porque conoce el tema en profundidad, y por tanto, dispone de muchos datos alternativos que pueden explicar de otra forma la nueva afirmación.

 Pero esto no es lo que estamos habituados a ver como “escepticismo”. Por interés mediático y económico, el escepticismo se muestra como negativismo, nada más. Cuando alguien dice que es “escéptico” lo único que está diciendo es “voy a decir que no porque me pagan o porque interesa para mantener un “debate”. Salvo que esa persona tenga un profundo conocimiento del tema en cuestión (parapsicología, dermatología o cultivo de berenjenas), no es un auténtico escéptico.

 Bienvenido-al-MEO1Estas asociaciones hacen daño de dos maneras básicas:

 1) denunciando cualquier actividad que a ellas les parezca “no científica”. Por desgracia, la universidad presta mucho cuidado a su imagen pública, por lo que suele ceder a chantajes de este tipo, retirando charlas, conferencias o cursos denunciados por estas asociaciones aún cuando no haya motivo para ello.

 Es justo decir que a veces sí los hay, y en ocasiones en el seno universitario de producen actividades que carecen de rigor científico. Sn embargo hay que recordar que la ciencia se regula sola: no necesita una inquisición externa para ello.EOC-69-prov

 2) atrayendo a sus filas a personas que si bien tienen un interés en la parapsicología y áreas relacionadas, no quedan satisfechos con lo que encuentran; a esta imagen contribuyen los puntos mencionados anteriormente, por un lado, y la imagen popular de la parapsicología perpetuada por los medios de comunicación, por otra.

 A su vez, estas personas, cuando tienen la oportunidad de manifestar su opinión sobre la parapsicología, halan de aquello que conocen, y por tanto su opinión suele favorecer poco el estudio científico ya que, para ellos, ese estudio no existe.

Este grupo de personas que simpatiza con estas asociaciones pseudoescépticas sí merecen la atención y hay que promover el diálogo con ellos, ya que la mayoría (no todos) desconoce la evidencia y la realidad de la investigación en parapsicología.

(En EOC nº 69 dedicamos un dossier especial al fraude del movimiento pseudo escéptico, donde se aportan todas las claves para comprender este fenómeno:

http://elojocritico.info/category/pseudoescepticismo/)

 Juancar-Pio

Datos, datos y más datos

En el número 81 de EOC hacía un repaso de las principales líneas de investigación y los resultados obtenidos. No lo repetiré aquí, pero sí intentaré ampliar cosas no incluidas en el artículo de ese número.

   Son muchas las críticas que la parapsicología ha recibido, tanto en particular a una serie de estudios como en general a toda la disciplina. Estas críticas han sido contestadas y desarmadas una y otra vez. Aún así, las seguimos encontrando.

 En una conferencia que di en Jaén en 2014 recopilé algunas de estas críticas sin fundamento, o críticas respondidas, bajo el nombre de “mitos de la  parapsicología”. Las recojo aquí de nuevo, y añado algunas otras que no incluí en aquella conferencia:

1. No hay investigación científica. Esto es falso. Un lugar por el que comenzar a revisar la literatura científica en parapsicología que recomendó es este listado de publicaciones, compilado por Dean Radin: http://deanradin.com/evidence/evidence.htm

 2. Creyentes frente a escépticos: los creyentes en lo paranormal son más tontos, y los escépticos, más listos. Esta es la forma más llana de presentar esta idea, defendida sobre todo por los autodenominados “escépticos” (en realidad, pseudoescépticos). La finalidad de este mito es hacer creer que quienes se interesan por la parapsicología (sin diferenciar entre parapsicología popular o científica) poseen menos habilidades cognitivas y razonamiento crítico que quienes se denomina escépticos.contacto-esoterico

 El uso de las creencias en lo paranormal ha sido siempre un arma utilizada convenientemente para atacar el estudio científico en parapsicología. La investigación sobre las creencias en lo paranormal es legítima independientemente de si lo paranormal existe o no.

 Investigar las creencias en lo paranormal podría ser de ayuda en la investigación empírica sobre la autenticidad de psi. La creencia en lo paranormal puede ser un factor en la interpretación errónea de acontecimientos normales como paranormales (Wiseman, Seager & Smith, 1997) y en el descarte de información no compatible con una interpretación paranormal (Russell & Jones, 1980)

 La mayoría de la investigación sobre creencias en lo paranormal ha sido realizada por investigadores que no pertenecen al campo de la parapsicología. Esto tiene tres consecuencias principales:

 - Ha habido una tendencia entre investigadores detractores de la parapsicología a establecer relaciones entre creencia en lo paranormal y características psicológicas negativas

 -   Hay evidencia de que las respuestas de los individuos a un cuestionario sobre creencias en lo paranormal están abiertas a la influencia de las características del contexto. Esto podría explicar las diferencias obtenidas sobre las creencias en lo paranormal obtenidas por investigadores de diferentes creencias y actitudes (Irwin, 1991)hqdefault (1)

 -   La participación de investigadores que no pertenecen al área de la parapsicología parece ser responsable de la sustancial variación en lo que se define como creencia en lo paranormal. Al hablar de la creencia en lo paranormal parece que se refiere a algo homogéneo y que significa lo mismo para todos, pero no es así. Por ejemplo, todo lo que se diga sobre la creencia en lo paranormal depende de cómo se defina “lo paranormal”. Si un investigador define lo paranormal como la creencia en los vampiros, astrología, el monstruo del lago Ness, etc., y otro investigador define lo paranormal como los resultados de una serie de experimentos de laboratorio, entonces los resultados de ambos estudios no son comparables. Cuando nos enfrentemos a un estudio sobre las creencias en lo paranormal, es importante prestar atención a qué ha considerado el investigador en cuestión como “paranormal” o “anómalo”.

 3. El lobo solitario. Consiste en hacer creer que quienes se dedican al estudio de la parapsicología son personas alejadas del ámbito académico, que desconocen el procedimiento de la ciencia y son rechazados por sus pares científicos. De este modo, se busca promover a idea de un investigador que trabaja al margen de la ciencia. Todo esto es completamente, falso: sólo tenemos que ver quiénes son los investigadores que actualmente realizan trabajos en parapsicología para comprobar que son científicos que conocen su campo y que, de hecho, es desde su campo desde donde realizan las aportaciones al estudio científico en parapsicología. Un buen lugar para empezar a eliminar este mito es la Parapsychological Association, la asociación internacional sobre parapsicología científica, formada por científicos de todo el mundo y afiliada a la AAAS (Asociación Americana para el Avance de las Ciencias). Dato relevante: ninguna asociación de las autodenominadas “escépticas” está afiliada a la AAAS. Por algo será.

 4. Efecto “archivo en el cajón”. Esto ha sido repetido hasta la saciedad, y lo sigue siendo, a pesar de ser falso por completo. Afirma que los investigadores en parapsicología sólo envían a las revistas para publicar aquellos estudios que han dado resultados positivos, dejando “en el cajón” todos los que no lo han hecho. Así, la imagen final que se ofrecería es la de una gran cantidad de resultados positivos pero que, sin contar los que se han quedado sin publicar, no significarían tanto.

 Esta mentira se sigue oyendo. Cualquiera que revise las publicaciones sobre parapsicología verá que se publican tanto experimentos con resultados positivos como sin resultados positivos. De hecho, la Parapsychologcal Association es la única institución a día que hoy que promueve que sus investigadores den cuenta de todos sus experimentos.

 5. Replicabilidad. Como condición indispensable en ciencia es que un fenómeno sea replicable por otro investigador, si repite las mismas condiciones experimentales. Es cierto que psi no es replicable a voluntad, pero tampoco lo son otros fenómenos dentro de las ciencias sociales, como la psicología.

 Una de las principales cuestiones en el debate sobre la realidad de los fenómenos psíquicos es si los resultados obtenidos en laboratorio son replicables. Algunos críticos han insistido en que los resultados deben ser replicados a voluntad, pero este requerimiento no es una petición realista en la investigación en torno a procesos psicológicos. Recientemente, una técnica llamada meta-análisis ha sido ampliamente utilizada en psicología y otras ciencias para tratar esta cuestión de una manera relativamente objetiva.images

 El meta-análisis analiza datos de diferentes estudios, algo así como si cada estudio fuera un sujeto individual, y sirve para ver tendencias en los resultados a largo plazo, efectos globales o patrones en los datos; es decir, factores que no pueden ser observados en estudios individuales. Su uso no es exclusivo de la parapsicología. Sus dos funciones principales son la acumulación de resultados y la investigación de los diferentes factores que puedan explicar esos resultados. Si se realiza correctamente, teóricamente puede determinar si un efecto es genuino y qué variables influyen en él.

 El meta-análisis requiere al menos un grupo moderadamente grande de estudios que evalúen la misma hipótesis con metodologías comparables. Idealmente, deberían ser replicaciones conceptuales, cuando no directas. Los investigadores en parapsicología toman la cuestión de la replicación muy en serio. Esto ha dado lugar a un gran número de meta-análisis de varios paradigmas experimentales. Sin embargo, el meta-análisis requiere una serie de decisiones subjetivas que son tomadas por quien lo realiza. Una es la decisión de qué estudios incluir. Otra cuestión es la de cómo derivar códigos de calidad: unos investigadores creen que deben incluirse todos los experimentos disponibles que traten la hipótesis en cuestión y otros opinan que deben incluirse sólo los que cumplan ciertos requisitos de calidad; con frecuencia esto ofrece resultados diferentes en meta-análisis hechos por diferentes autores, aunque lo hagan sobre un mismo tema.

 Una revisión de diversos meta-análisis en parapsicología puede encontrarse en varias publicaciones. Por citar sólo tres ejemplos: el libro de Radin “The conscious universe” (1997) y dos artículos de Etzel Cardeña, uno publicado en Frontiers in Human Neuroscience (2014) y otro publicado en American Psychologist (2018).

 El uso del meta-análisis no es exclusivo de la parapsicología, también se utiliza en otras ciencias sociales en las que la replicación “uno a uno” no siempre está presente.

 6. La calidad de los experimentos. Otra de las afirmaciones más recurrentes para denostar la investigación en parapsicología es la de que si aumenta la calidad de los experimentos, disminuye el tamaño del efecto de los resultados. Es decir, que si el experimento se realiza con mejores condiciones de control, los resultados desaparecen. Esto, como todo lo anterior, es falso. Y ha sido demostrado numerosas veces (Cardeña, 2014; Cardeña, 2018)

 Por qué no interesa al público en generalMafalda-esceptica

Uniendo todo lo anterior creo que puedo señalar algunas de las claves por las que el estudio científico en parapsicología no es interesante para el público en general, y por qué prefieren una visión e ideas de la parapsicología más popular y menos rigurosa.

 1. “Cosas que la ciencia no puede explicar”. Esta frase provoca la afirmación de las ideas que una persona tiene acerca de su visión del mundo. Manteniendo a la ciencia como mala, restrictiva y rígida es más fácil aceptar cualquier afirmación de la parapsicología no científica porque además reforzará la visión del mundo personal de cada uno.

Si aceptamos que la parapsicología puede estudiarse, con sus alcances y limitaciones, de una forma científica, se corre el riesgo de que la parapsicología pierda su estatus de explicación o sustrato mágico del mundo.

 2. Cuestionarse las propias creencias. El estudio científico de la parapsicología ofrece datos interesantes y por el momento bastante difícil de descartar con explicaciones alternativas basadas en el conocimiento ortodoxo actual. Esto ya de por sí debería ser razón suficiente para abrazar el estudio científico de psi. Pero también ofrece otra cara la de la moneda: explica muchas cosas que históricamente han sido tratadas como parapsicológicas o sobrenaturales, y echa por tierra mitos y creencias. Estas creencias suelen estar incrustadas como parte de la construcción de nuestro mundo (y nuestra relación con él) por lo que aceptar que algunas cosas que hemos defendido durante años sean falsas es doloroso, por lo que mejor alejarse de la ciencia “restrictiva”; nuestras creencias quedan a salvo mediante un proceso de racionalización. Es similar a lo que hablaba del “miedo a psi” por parte de muchos científicos; en este caso podríamos llamarlo “miedo a no psi”images (1)

 3. No es tan espectacular. ¿Qué quiere decir que en un experimento Ganzfeld, por seguir con el ejemplo anterior, el resultado en general sea que el porcentaje de aciertos sea superior a lo esperado por azar? ¿Significa que hemos demostrado la telepatía, la percepción extrasensorial? No.

 La idea de la “prueba definitiva” es errónea. Lo que esos datos muestran es que la idea de un fenómeno psi, aunque no sepamos qué es, parece plausible por el momento; o dicho de otro modo, que hay razones para mantener la idea de que ese fenómeno existe, porque si el experimento está bien realizado, no hay otra posible explicación para esos resultados.

 Pero eso no significa que “los científicos demuestran la telepatía”. No se ha “capturado” el proceso, sólo se ha obtenido un porcentaje de aciertos por encima del azar. Eso, repito, es por sí mismo muy excitante y si nos paramos a reflexionar, enormemente revolucionario, a pesar de que la magnitud del resultado no sea muy grande. Pero no puede compararse con afirmaciones del tipo “poderes de la mente” o cualquier otra afirmación pseudocientífica pero mucho más atractiva, excitante y emocionante.

 En definitiva, es más aburrido en comparación. Por eso pierde.3427500976_6c9ebb2a91

 4. La parapsicología científica exige formación. Al no tratarse de una actividad exclusivamente divulgativa, no consiste en ofrecer titulares y noticias para ser aceptadas sin dudar o evaluar. Para entender lo que hace la parapsicología científica hace falta formarse en aquello que no conocemos. Para entender de verdad un estudio científico, sea en laboratorio o de campo, hay que estudiar temas relacionados: psicología, estadística, física, biología, etc. Por esa razón la parapsicología es una multidisciplinar: no basta sólo con abordarla desde una sola ciencia.

 Por el contrario, es más sencillo ser un mero receptor de historias sobre experiencias anómalas, con frecuencia con tintes sobrenaturales, que pararse a reflexionar sobre esas noticias. No basta con la divulgación, es necesaria la formación por parte de la persona interesada en parapsicología. De este modo podrá disfrutar de la divulgación que haga de forma directa el propio investigador, y no conformarse con el relato a través de un tercero (periodista, divulgador).

 El futuro de la parapsicología científica

A la parapsicología científica le queda mucho por hacer en nuestro país. Personalmente, no creo que llegue a interesar nunca a todo el mundo que afirma querer saber de verdad, querer comprender. Seguirá habiendo una gran parte de la población que en realidad solo buscan confirmación de sus ideas, tanto entre el público en general como en el ámbito científico.

 Si queremos cambiar este panorama, podemos hacer varias cosas para ello: a) sacrificio personal de poner en tela de juicio nuestras ideas y creencias; b) dar un paso hacia delante para salir de la mera recepción de información divulgativa y ser proactivos en la búsqueda de información y formación; c) desarrollar auténtico espíritu crítico tanto con lo que leemos como con nosotros mismos; d) sacrificar vacas sagradas, las cuales suelen ser por lo general vacas mediáticas; e) huir del pseudoescepticismo y evitar propagarlo; f) asumir que para entender un artículo, una investigación, una experiencia o un caso hace falta conocer y aprender de muchas materias. No es una cuestión de suerte, es una cuestión de trabajo.

Dr. Oscar Iborra

http://oscar-iborra.blogspot.com

 

 Referencias

Bem, D. J. (2011). Feeling the future: experimental evidence for anomalous retroactive influences on cognition and affect. J. Pers. Soc. Psychol. 100, 407–425.

Blackmore, S. (1989) What do we really think? A survey of parapsychologist and sceptics. Journal of the Society for Psychical Research, 55, 251-262.

Cardeña, E. (2018) The experimental evidence for parapsychological phenomena: a review. American Psychologist, vol. 73, N5, 663-677

Cardeña, E. (2014) A call for an open, informed study of all aspects of consciousness. Frontiers in Human Neuroscience. 27 January.

Hofstadter (2011). A cutoff for craziness. The New York Times.

Irwin, H.J. (2004) An Introduction to Parapsychology (4rd ed.) (Jefferson, NC: McFarland).

Kempner, J; Perlis, C. y Merz, J. (2005) Forbidden knowledge. Science, 11 Vol. 307, Issue 5711, pp.854.

Palmer, J. (2003) ESP in the Ganzfeld: Analysis of a Debate. Journal of Consciousness Studies, 10, Nº 6-7, pp. 51-68

Radin, D. (1997) The Conscious Universe. Harper Collins.

Russell, D., Jones, W.H. (1980) When superstition fails: Reactions to disconfirmation of paranormal beliefs. Personality and Social Psychology Bulletin, 6, 83-88.

Stap, H. P. (2017) Quantum theory and free will. New York, Springer.

Tart, C. (2009) The end of materialism. New Harbinger Publications and Noetic Books.

Wiseman, R., Smith, M.D. & Seager, P. (1997). Eyewitness testimony for seance phenomena. Proceedings of the 40th Annual Convention of the Parapsychological Association. 508-515.

 

LA TESIS DEL DR. OSCAR IBORRA EN EOC

 tesis iborraEn 2006 Oscar Iborra presentó la tesina “Conciencia y Azar” como parte de su programa de Doctorado en Psicología Experimental en la Universidad de Granada: “En ella se hace un repaso al proyecto de Consciencia Global (que por entonces tenía su sede en la Universidad de Princeton) comenzando por la investigación en micro PK… En la parte práctica hicimos una “replicación” para estudiar el efecto de la consciencia global sobre un proceso aleatorio (lanzamiento de una moneda). Desde un principio descartamos como posible explicación un efecto de PK; de hecho, ni siquiera aparece recogido como hipótesis. Los resultados que obtuvimos, solo en uno de los 4 grupos experimentales, los explicamos en términos de efecto motor y atención. La parte teórica (Proyecto de Consciencia Global, investigación de microPK, “mente extendida” de Sheldrake y arquetipos de Jung) es interesante, aunque a día de hoy hay muchas cosas sobre la investigación que actualizaría, cambiaría o explicaría mejor… Esta tesina provocó mucho revuelo en la facultad…”.

 Puedes descargarte la tesis del Dr. Iborra en:  http://elojocritico.info/la-tesis-parapsicologica-del-dr-oscar-iborra-en-la-universidad-de-granada/

 

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  1. Andrey dice:

    https://con-sentimiento-informado.blogspot.com/2019/11/elpseudoperiodismomata.html

    EL PSEUDOPERIODISMO MATA
    noviembre 30, 2019

    Preocupados por la manipulación de los medios de comunicación y la corrupción en la divulgación científica.

    DERECHO A LA INFORMACIÓN
    La Constitución Española establece ensu artículo 20, el derecho a la libertad de expresión y la libertad de información. En cuanto a la libertad de información, se trata de un derecho de doble dirección pues se protege tanto la función de los informadores, como el derecho de los ciudadanos a recibir información de calidad. Por información de calidad se entiende la veracidad de lo expuesto así como la probidad -ausencia de fraude o simulación-.
    Se trata en definitiva de evitar que se muestre como periodismo lo que es una consigna comercial o mera propaganda política y sobretodo que la información expuesta lo sea después de un ejercicio de comprobación diligente. Es por tanto ineludible pensar que la información vertida en los medios de comunicación que no cumpla con estas premisas de veracidad y probidad, no pueden contar con la protección constitucional del derecho a la información ni con los privilegios del periodista.
    En las últimas décadas estamos viendo como los medios de comunicación y los periodistas freelance, están siendo abducidos de diversas formas por el poder político, a través de concesiones de licencias, publicidad, entrevistas o premios, cuando no amenazados cuando se muestran críticos.
    La información se está viendo censurada desde las propias redacciones por miedo y prudencia, a sabiendas de que el lector ya no es el consumidor de información ni el cliente.
    Los medios han pasado de tener a los ciudadanos de clientes a objeto de su trabajo. El poder político es el verdadero cliente al que hay que vender y conformar con un servicio de información, y el ciudadano a terminado siendo el objeto de ese negocio, que no es otro que la transmisión de propaganda política. El ciudadano ya no tiene ningún interés económico para los medios de comunicación que en la actualidad, pueden sobrevivir sin los ciudadanos.
    Los medios de comunicación forman parte del Catálogo del Centro Nacional de Protección de las Infraestructuras Críticas, que parece no solo proteger la funcionalidad y dependencia de los medios sino también sus contenidos, y así tenemos a los medios de comunicación y redes sociales en perfecta simbiosis con el poder político para controlarnos y adoctrinarnos sobre cualquier ocurrencia.
    Quien escribe esto, no solo está muy preocupado por la manipulación de los medios de comunicación y la corrupción en la divulgación científica, sino también por el nefasto efecto que ello tiene en la salud democrática de un país y la integridad y honestidad de las relaciones sociales entre sus ciudadanos y de la política.
    Yo no sé lo que es pseudociencia ni pseudoterapia, pero lo que sí sé es que el pseudoperiodismo y la pseudoinformación, deben ser objeto de control político, y deseo para los ciudadanos que tengan tanta libertad para consumir productos y servicios de salud como para consumir información periodística. Ni más ni menos.

    “Siempre ha habido periodistas venales y empresas de comunicación que se han puesto al servicio del poder. Aunque sea inevitable, eso menoscaba la credibilidad de los medios, pero daña mucho más a la profesión que sean ellos los que corrompan a los políticos en beneficio de sus dueños. No tiene nada que ver con la legítima pretensión de influir en las decisiones de los gobernantes, o en la opinión pública, desde determinadas posiciones ideológicas, aquí el único límite ético sería el respeto a la verdad, sino que se trata de auténticos chantajes a los cargos públicos para que otorguen contratos a sus empresas, de sectores ajenos a la comunicación, y hagan la vista gorda con sus trapacerías.” “Puede discutirse sobre si es o no necesaria la existencia de medios públicos y en qué condiciones, sobre si se debe limitar la concentración en pocas empresas, pero lo indiscutible es que para que cumplan su función deben ser profesionales y tener como objeto la información y la opinión, pero nunca convertir su influencia en una herramienta para corromper la sociedad. El periodismo es demasiado importante, este caso debe ser una llamada de atención, no puede ser soslayado.” Francisco Carantoña 07/08/2018 “la voz de Asturias”.

    “El interesado y prolongado silencio por parte de un buen número de medios, e incluso su ensalzamiento durante años, ante conocidos políticos notoriamente corruptos, y su complicidad manifiesta con situaciones anómalas que ahora están empezando a salir a la luz debe movernos a realizar una reflexión profunda sobre su verdadera función en la sociedad, sobre las causas de esta situación, y sobre sus delicadas consecuencias para todos nosotros.” “Antes que nada es preciso aclarar, para los más ingenuos o menos avisados, que los coloquialmente llamados “medios de comunicación” son en realidad “empresas” o “grupos” de comunicación a todos los efectos. Esta aclaración es fundamental para entender que la mayoría de medios actúa básicamente –aunque a unos se les nota bastante más que a otros- no en la búsqueda y publicación de la “verdad” en sí misma, sino bajo estrictos criterios económicos, defendiendo una línea editorial próxima a aquellas opciones políticas que más convienen a la supervivencia y a los intereses de su grupo empresarial. Resulta de gran importancia contar todo esto porque sigue habiendo en España mucha gente de buena fe que, en sus conversaciones cotidianas, dice “lo he oído en la tele (o en la radio)” o “lo dice el periódico” como muestra de indiscutible autoridad en los argumentos que utiliza, sin pararse a pensar, con la mirada un poco más allá de lo que ha leído u oído, en quién lo dice, o en quién lo escribe, y con qué verdaderas intenciones lo publica en este concreto momento. Y ello se aprecia mucho no sólo en las pequeñas empresas de prensa local, siempre más cercanas necesariamente al gobernante de turno, sino también en los grandes grupos multimedia -aquéllos que agrupan prensa escrita, radio, televisión e internet- y cuyo devenir económico-financiero depende en gran medida de la generosidad, directa o indirecta, de los gobiernos centrales, autonómicos o municipales del momento. En pocas palabras, cuando la economía o la propia viabilidad financiera del “controlador” (el medio de comunicación) deja de ser autónoma y pasa a depender de sus “controlados”(los políticos que gobiernan en su territorio), la tentación de acomodarse o dejarse influir en lo que se publica o se deja de publicar se hace realmente grande, por no decir inevitable.” “Muchos medios de comunicación se habían habituado en los últimos tiempos en nuestro país, tanto en el ámbito estatal como en los autonómicos o locales, a sobrevivir y cuadrar sus balances directamente gracias a las subvenciones públicas y a la publicidad institucional, especialmente ante el enorme bajón que experimentó la publicidad procedente de las empresas privadas y de las actividades comerciales en general. Ello generó una peligrosa dependencia de los gobernantes de turno, pues resulta muy difícil –en España realmente casi heroico- que los periodistas critiquen a las instituciones con cuyo dinero se sustenta el equilibrio económico de su empresa y, en definitiva, su propio puesto de trabajo. Y a la hora de los recortes, que dada la situación del país han ido llegando inexorablemente a todos los ámbitos de la actividad económica, ha sucedido algo todavía más peligroso. Cuando la esencia del buen periodismo consiste en ser crítico con el poder, del color que sea, para corregir sus disfunciones, en España se está produciendo, de una forma lamentable, justo el fenómeno contrario: los gobernantes que han derrochado el dinero público a manos llenas regando generosamente a muchos medios de comunicación se han acabado convirtiendo para éstos en los héroes, mientras que los que han venido después con las tijeras en la mano, racionalizando, reduciendo y poniendo orden en el anterior despilfarro económico-mediático han sido tratados como los villanos. Justo lo contrario de lo que debería ser.” Alvaro Delgado Truyols 28/01/2015 “hay derecho”.

    “En este contexto, ¿puede unperiodista asumir el precio de llegar al fondo de un asunto?
    No tiene ninguna posibilidad, ni siquiera de iniciar las investigaciones… A menos que la operación que esté investigando tenga interés para la empresa en la que está. Y hay que hacer aquí una apreciación importante: en España las empresas periodísticas están en quiebra. ¿Cómo ha reducido el grupo Prisa su deuda a la mitad? Pues eso habría que explicarlo, pero no será usted quien lo haga, y si lo hace, le dirán que se lo guarde en un cajón. El periodismo grandilocuente, del que se hablaba al principio de la Transición, se acabó radicalmente, por lo menos mientras no cambie el estatus…” Gregorio Morán 09/03/2017 “el diario”

    INFORMACIÓN PARASITADA
    Para esta simbiosis perfecta, hace falta la existencia de censores, que no son otros que grupos de control y presión como “malditobulo” o la “AECC” Asociación Española de Comunicación Científica.
    “Guerra es Paz, Libertad es Esclavitud, Ignorancia es Fuerza” eran los lemas del partido que gobernaba el estado totalitario que Orwell describe en su novela 1984. Si Orwell levantara la cabeza y leyese “maldita.es” o el blog de la “AECC” añadiría un nuevo lema: “la propaganda es única información veraz”.
    Así, estos “progresistas” de la “transformación social”, que hacen como que dirigen Maldita.es, llevan adelante un sistema de control informativo. O lo intentan.
    Maldita.es pertenece a factcheckeu y a The International Fact-Checking Network que es una sección de Poynter Institute que se dedica a promover la creación de censura, – perdón – revisadores de datos por todo el mundo, porque le tienen mucho miedo a la libertad de prensa y la libertad de información (igual que en Sanidad temen la libertad de prescripción y la libertad de elección, que son dos grandes enemigos a combatir a través de los niños de la apetp y los descarriados de la omc).
    Dentro de los fundadores de esta iniciativa está para destacar:

    Google News Initiative
    Open Society Foundations (Soros)
    Tides Foundation (Google.org)

    En España, esta iniciativa está además “apoyada” por Facebook y La Sexta. Y como si no fuese caro mantener un portal de noticias con tamaña rotación y trabajo revisor, y a pesar de que uno de los compromisos de los signatarios de fact checking Network es la transparencia de su financiación, Maldita afirma que se financian con las cuotas de sus cinco socios.
    No publican sus fuentes financieras, pero tampoco sus estatutos como asociación -se me olvidaba, su forma jurídica es la de asociación sin ánimo de lucro- y cuando uno firma una “membresía” y pasa a colaborar con ellos haciéndose “maldito”, firma un contrato en blanco. No tiene derechos ni obligaciones.
    Por eso cuando un maldito presenta un bulo o una mala información, los cinco socios deciden si investigan o no (por supuesto, no investigarán un bulo sobre orgías organizadas por oxfam, o el tráfico de datos de Facebook, o los crímenes de pfizer y otras farmacéuticas…).
    Después de decidir si un bulo se investiga o no, recogen de los malditos una o dos colaboraciones nimias, sucintas y con eso construyen su dictámen, casi por arte de magia o gracias al sesgo político y económico de su editorial.
    Es decir, es un ente instrumental al servicio de una determinada propaganda política. Si hay algo peligroso para la defensa de la libertad, es que se dé crédito a quienes pretenden controlar “la verdad”.
    Los españoles no se fían de los medios de comunicación, a los que consideran la institución más corrupta después de los partidos políticos y de las empresas privadas, según el informe 2007 de Transparency International. Los ciudadanos no perciben en modo alguno que los medios difundan la verdad o cumplan la misión de vigilar la democracia. El 44% de los ciudadanos los consideran corruptos. Los partidos políticos son considerados corruptos por el 63% de los españoles y las empresas privadas por el 54%. Sólo los griegos tienen en Europa peor opinión de los medios que los españoles.

    IMPOSTURA Y CENSURA CIENTÍFICA.
    Pierre Flourens (1794-1867), que a la sazón había sido secretario permanente (Secrétaire perpétuel) de la Académie des Sciences durante treinta años, y tenía una larga trayectoria en investigación médica a sus espaldas, escribió su crítica en el libro titulado “Examen du Livre de Darwin sur l’Origine des Especes”. El libro de Flourens, publicado cuando su autor tenía setenta años, es prueba del rigor académico al criticar punto por punto el Origen de las Especies, obra que, sin duda, había leído a conciencia. Flourens pone de manifiesto en su libro cuatro debilidades importantes de la impostura científica: 1. Abuso del lenguaje. 2. Desconocimiento elemental de la materia 3. Falta de originalidad. 4. Eugenesia, esa peligrosa doctrina social que se encuentra detrás de la Supervivencia de los más aptos. Dentro de la eugenesia está la idea de que una élite científica y política, debe gobernar.
    El libro Imposturas intelectuales fue publicado en Francia en 1997 y fue escrito por Alan Sokal (Doctor en física estadounidense) y Jean Bricmont (físico teórico belga y profesor en física). El libro pone en evidencia al relativismo posmoderno luego de ridiculizar a una de las revistas de más presunto prestigio en el tema. El libro examina y desarrolla principalmente dos puntos: (i) El incompetente y pretencioso uso de conceptos científicos por un pequeño pero influyente grupo de filósofos e intelectuales de ramas no científicas o disciplinas que no lo son en sentido formal; (ii) El problema del relativismo cognitivo, es decir, la idea de que la “ciencia moderna es comparable a (nada más que) un mito moderno, una “narración” o “construcción social” entre otros apelativos”.
    Cuando los medios de comunicación y los activistas hablan de pseudociencias y de medicinas sin evidencia científica, vemos un claro ejemplo de los descrito por Fluorens y Sokal: propaganda política disfrazada de ciencia.
    Abuso del lenguaje: Neolengua. Se han empeñado al unísono en construir un relato estándar y unos neoconceptos ambiguos y arbitrarios para sacudir con ellos lo que les plazca. Así tenemos que de igual manera que se han inventado conceptos como “política de género” o “cambio climático” fabricando incluso un supuesto “consenso de la comunidad científica internacional” -que no existe-, han inventado el término “pseudociencia” donde pueden meter lo que quieran de forma absolutamente caprichosa.
    Desconocimiento elemental de la materia: Estupidez. Si hay algo evidente es que los periodistas y “expertos” que cuestiones las terapias naturales, no son expertos en terapias naturales ni en medicina integrativa. En los debates, además de periodistas sin ninguna formación sanitaria, aparecen biólogos, médicos, informáticos, físicos, y profesionales de todo tipo, pero nunca personas con conocimientos teóricos y prácticos de las terapias. Así tenemos a biólogos que aparecen en programas criticos contra las denominadas pseudociencias que comparan un esófago con un tubo de cristal y el contenido de un estómago lo asimilan a un poco de agua tibia… Aparecen informáticos que cuestionan las decisiones de la Fiscalía en cuanto a la supuesta inactividad que describen contra las terapias naturales.
    Falta de originalidad: Miseria intelectual. Es patente que cuando se habla contra las terapias naturales o la medicina integrativa se hace desde un pensamiento único repitiendo machaconamente y hasta la nausea frases tontorronas y simplonas de las que es experto nuestro Ministro de Ciencia, entre otros. Se habla de que “son una estafa”, “hay que proteger a los pacientes porque son vulnerables”, “las pseudociencias matan”, y otras estupideces similares. No aportan dato alguno y cuando se menciona un informe que tiene la Ministra de Sanidad sobre las muertes por terapias, va y resulta que ese informe nunca ha existido. Y así repiten y repiten los mismos mantras los medios de comunicación sin alterar una coma, sin contrastar información, sin investigar o buscar otros puntos de vista.
    Eugenesia: el ciudadano como enemigo o como rebaño. Después de todo y aunque parezca extraño, está esa intención política de “salud pública” por la que hay que proteger al estado de ciudadanos ignorantes, torpes y descuidados (el ciudadano puede ser un peligro para el “colectivo” pues si no se vacuna puede ser fuente de enfermedades, si usa terapias puede enfermar más y ser una carga para la sanidad…). Entonces sale la banderita paternalista de políticos, científicos e informadores, para protegernos de nosotros mismos y de nuestra proia “ignorancia” para conseguir un mundo mejor, más ordenado y feliz. A cambio, el ciudadano debe renunciar a su libertad y debe dejarse conducir y proteger cual mostrenco. Los terapeutas y médicos integrativos lo son para estafar y hacer negocio, pero no existen casos comprobados de políticos, funcionarios, científicos y periodistas corruptos… La élite quiere protegerte por tu bien, como manda la política de eugenesia, y si hace falta te pondrá bajo los pies de los caballos, ante una crisis económica, ante guerras y terrorismo estratégico, ante epidemias o ante el empleo de radiaciones, pesticidas, medicinas y vacunas de “absoluta” seguridad. Todo gratis.
    Neociencia: Pseudoescepticismo. Han creado una neociencia -neolengua- donde el rigor científico es arbitrario y donde se prentende una evidencia científica caprichosa y asimétrica. Así se exigen estudios doble ciego randomizados para la acupuntura y la homeopatía, pero no se exige lo mismo para el aborto, el cambio de sexo, las sedaciones terminales, la psicofarmacología, la quimioterapia, las vacunas, la cirugía o la medicina preventiva. Ellos son la élite -que nadie ha votado-, y deciden cuál ha de ser el estándar científico exigible y cuáles deben ser los resultados. Es más, intervienen en el mercado -lo que los pacientes pueden consumir- por una cuestión científica, como si la ciencia tuviese algo que ver con las decisiones vitales y trascendentes que tomamos en materia de pareja, matrimonio, número de hijos, hipotecas, planes de pensiones, estudios, profesiones, conducta moral y religiosa, etc. Aparenta una secta o una política totalitaria más que una ciencia.
    Relativismo cognitivo: positivismo político. El debate se centra en lo que “la sociedad necesita”. Para ello tenemos al bonachón político de turno que aupado al zenit de la razón por pseudocientíficos, pseudoescépticos y pseudoperiodistas, está dispuesto a hacer realidad su capricho a través de normas políticas -mal pensadas y peor redactadas-. El político se muestra convencido por los palmeros y mamporreros de turno de que su delirio absolutista es justo y se embarca en la gloriosa misión de cercenar los derechos y libertades de los ciudadanos por un “bien superior”. Todo vale en la sacrosanta misión de proteger a los débiles e ignorantes ciudadanos de sus propias decisiones (menos de la decisión de voto). Todo lo que se necesita es un bolígrafo mágico con el que escribir pseudonoticias, pseudoinformes científicos y pseudonormas legales.

    EL BUENISMO INFORMATIVO de la Asociación Española de Comunicación Científica
    La Asociación Española deComunicación Científica alerta contra la limitación del derecho a la información provocado por el aumento de demandas contra quienes informan sobre pseudociencias.
    Sorprende este arrebato de preocupación y dignidad en una institución tal.
    Ejemplos de las motivaciones de semejante asociación:
    Pertenece a la World Federation of Science Journalists, organización con absoluta opacidad de financiadores (404 not found).
    Pertenece a European Union of Science Journalists’ Associations, organización con absoluta opacidad de financiadores (404 not found).
    Socios colaboradores: Junto con Repsol y la Obra Social la Caixa, nos encontramos a: PharmaMar, Instituto Roche, MSD (con un evidente conflicto de interés).
    Otros socios:
    Álvaro Bayón Medrano, Investigador predoctoral en la Estación Biológica de Doñana (CSIC), conocido insultador y difamador en redes sociales y medios de comunicación y que confunde el cuerpo humano con un matraz de laboratorio. A pesar de que no tiene ninguna formación sanitaria, se hace pasar por experto en peligros de la fitoterapia.
    Ignacio Fernández Bayo, (Junta Directiva) periodista científico desde 1980. En la actualidad, y desde el año 2000, dirige Divulga, una empresa especializada en la comunicación científica a través de todo tipo de canales: medios de comunicación impresos y digitales, libros, exposiciones, audiovisuales, gabinetes de prensa, organización de eventos, y realización cursos de periodismo científico.
    Fernando Frías Sánchez, Abogado y militante pseudoescéptico, promotor de la idea de que el consentimiento informado de los pacientes y la libertad de elección son falacias que hay que suprimir por su bien.
    J.M. Mulet, Profesor de Biotecnología. IBMCP. Universidad Politécnica de Valencia. Conocido por su defensa de los santos transgénicos y pesticidas y detractor del uso de plantas medicinales. Defensor de Monsanto antes y después de la condena de más de 2.000 millones de dólares por fraude en la venta de uno de sus pesticidas. Conocido insultador y acosador de las terapias naturales en redes y fuera de redes. Sin formación sanitaria.
    Rocío Pérez, periodista freelance y coordinadora de Maldita Ciencia (ver más arriba lo que es el engendro de “maldita.es”).
    Ángela Bernardo, (Junta Directiva) redactora en Civio -institución de trinchera de GeorgeSoros-.
    Vanessa Pombo, (Junta Directiva) comunicadora científica en CNIO Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, cuyos sponsors son entre otros, Ministerio de Ciencia, Compañía Logística de Hidrocarburos CLH, S.A., Petroplast (Logroño, La Rioja),
    Elena Lázaro, (Presidenta) coordinadora UCCi de la Universidad de Córdoba y de la Red Divulga de Crue Universidades Españolas, con la “colaboración de CSIC y FECYT (Ministerio de Ciencia).
    (Si esta chufla de la AECC, no está claramente parasitada y es un mero ente instrumental que alguien me convenza de lo contrario).

    Bueno, pues esta sagrada y virginal institución afirma lo que sigue:
    …un número creciente de casos de demandas y querellas contra profesionales por opinar y/o informar acerca de pseudoterapias (No se les demanda o querella por informar, sino por difamación, por acoso y por abuso de derecho en contra de los intereses de los profesionales y ciudadanos. No existen las pseudoterapias).
    …es un ejercicio de responsabilidad social denunciar ante la opinión pública las prácticas sin evidencia científica. (no, es un acto de totalitarismo y de sectarismo. La ciencia no es un bien absoluto ni está presente en la mayor parte de las decisiones de los ciudadanos. La ciencia nada tienen que ver con el periodismo o con la divulgación y según su postulado el periodismo debería ser reducido a la mera transmisión de datos estadísticos…).
    …es labor de las personas que comunican ciencia informar de manera veraz sobre estas cuestiones, sin que ello suponga un problema para el ejercicio profesional ni para su propia libertad individual. (nadie cuestiona el libre ejercicio de la información siempre que sea veraz. El problema es que la información que se transmite sobre supuestas pseudociencias es mera propaganda de contenido ideológico y político donde no hay investigación, ni comprobación ni reflexión).
    …las personas denunciadas lo han sido cuando informaban acerca de determinadas pseudoterapias o a participaban como fuentes expertas en publicaciones realizadas por otros periodistas. (No. Las personas denunciadas nunca han actuado como expertos ni han actuado como informadores, sino que ha sido denunciados por mentir, engañar, difamar y acosar a profesionales y pacientes).
    …la importancia de proteger simultáneamente dos pilares clave de cualquier Estado democrático de Derecho: la libertad de expresión y la libertad de información. …la libertad de expresión y la libertad de información son instrumentos clave para la formación y el desarrollo de la opinión pública libre, ligada de forma indisoluble al pluralismo político de cualquier sistema democrático. (en eso estamos, en proteger la libertad de expresión y de información. Libertad para expresar ideas, opiniones, teorías y conocimiento sobre terapias naturales y medicina integrativa sin ser objeto de acoso, censura o boicot por parte de pseudoperiodistas. Libertad de información donde los ciudadanos tengan acceso a información periodística veraz y no mera propaganda disfrazada de información. Consumidores, pacientes, usuarios y profesionales de las terapias naturales y de la medicina integrativa, también se merecen una sociedad donde se respete la opinión, la información y el pluralismo).
    …la Junta Directiva quiere rechazar toda acción legal emprendida con el único objetivo de silenciar a los profesionales especializados. (La Junta Directiva haría bien en promover buenas prácticas periodísticas donde prime la información veraz sobre la manipulación social y la propaganda y donde el derecho de los ciudadanos prime sobre los sesgos ideológicos del periodista y donde la veracidad sea un valor real y efectivo y no un mero principio de conveniencia. Las acciones que se emprenden, no lo son para acallar profesionales, sino para corregir prácticas intolerables en un Estado de Derecho).

    CONCLUSIÓN
    Quien escribe esto, no solo está muy preocupado por la manipulación de los medios de comunicación y la corrupción en la divulgación científica, sino también por el nefasto efecto que ello tiene en la salud democrática de un país y la integridad y honestidad de las relaciones sociales entre sus ciudadanos y de la política.
    Yo no sé lo que es pseudociencia ni pseudoterapia, pero lo que sí sé es que el pseudoperiodismo y la pseudoinformación, deben ser objeto de control político, y deseo para los ciudadanos que tengan tanta libertad para consumir productos y servicios de salud como para consumir información periodística. Ni más ni menos.

    Luis de Miguel Ortega

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