LA GRAN MENTIRA OVNI: EL CASO PAUL BENNEWITZ
Publicado en EOC nº 99
En las proximidades de una importante base de la Fuerza Aérea, residía Paul Bennewitz, un ciudadano que comenzó a presenciar avistamientos de luces que se movían de manera inusual en el cielo nocturno. Intrigado por estos fenómenos, también logró interceptar transmisiones de radio en un idioma desconocido. Consciente de la importancia de su descubrimiento, decidió dirigirse a la Fuerza Aérea, quienes interesados en el fenómeno, financiaron su investigación durante varios años. Sin embargo, este enigmático episodio culminó con la reclusión de Bennewitz en un hospital psiquiátrico.
Corría el año 1969. En el estado de Nuevo México, Paul Bennewitz fundó una empresa de electrónica mientras completaba su doctorado. Bautizada como ‘’Thunder Scientific’’, la empresa prosperó y tuvo bastante éxito. Las cosas le iban muy bien. Tanto, que de hecho, algunos de sus clientes más importantes eran entidades como la NASA y la Fuerza Aérea. Bennewitz un ingeniero radioelectrónico con un máster en física, demostró ser un emprendedor hábil y un profesional respetado en su campo. Además mantenía un profundo interés en los fenómenos de los OVNIs, colaborando activamente como investigador para la organización APRO, muy respetada por aquel entonces.
La extensa relación comercial de Paul Bennewitz con la Fuerza Aérea lo llevó a tomar la decisión de establecer su residencia cerca de la Base Aérea de Kirtland, ubicada en Albuquerque. Y digamos que esta no es una base pequeña. De hecho, es una de las más grandes de EEUU. No solo alberga laboratorios para realizar pruebas científicas, sino que también es un lugar clave para el desarrollo y evaluación de armamento. Entre sus numerosas instalaciones se encuentra la zona de almacenamiento de armas de Manzano, que era una de las ubicaciones militares más sensibles del país en aquel momento, dado que entre su arsenal, se incluía armamento nuclear.
Desde su hogar, Bennewitz observaba con frecuencia la presencia de luces inusuales en el cielo, exhibiendo una variedad de colores y movimientos. Normalmente cerca de la base aérea en las proximidades del depósito de componentes destinados a armas nucleares. Le pareció tan extraño que decidió documentarlo todo, guardó notas y hasta sacó fotografías. Se le ocurrió configurar su equipo de radio para ver si captaba algo. No tardó mucho en detectar unas extrañas transmisiones en una en una frecuencia ajena a las utilizadas habitualmente por el personal militar. Se dio cuenta de que las señales que estaba captando contenían datos.
Bennewitz se embarcó en la tarea de descifrar las transmisiones que había interceptado. Afortunadamente, contaba con uno de los primeros ordenadores personales, hubiera sido imposible hacerlo de forma manual. Poco a poco, comenzó a experimentar con diferentes enfoques de criptoanálisis. Entre sus estrategias, aplicó técnicas como contextualizar el sistema, asumiendo que los mensajes contendrían términos clave como “base aérea” y otros relacionados. No lo descifró todo, pero sí que pudo acceder a cierta información que le dio una idea general de lo que se decía en aquellas comunicaciones. Animado por este avance, decidió dar un paso más allá emitiendo un mensaje por su cuenta, y no pasó mucho tiempo antes de que recibiera una respuesta. A continuación, algunos de los mensajes que recibió: “TIERRA. TIERRA. SE NECESITAN MUJERES DE LA TIERRA. FLEXIBLE LA PRÓXIMA DESCARGA NUESTRA NAVE TODAS LAS MUJERES. NO MANDAN EL NORTE ENTRE NOSOTROS. TENÉIS MUCHOS AMIGOS. AGUA MUY POCA. RESISTIR TODOS LOS INTENTOS DE ALTERACIÓN. ESCUCHAD. NARANJA. HACER LA PAZ. VICTORIA. NUESTRAS BASES OBTIENEN SUMINISTROS DE LA NAVE ESTELAR METAL. EL TIEMPO SE DESPLAZA. EL TIEMPO SE DESPLAZA. MENSAJE ALCANZÓ LA ESTRELLA. UTILIZAR MÉTODOS DE REJUVENECIMIENTO NOS METIÓ EN PROBLEMAS. SEXTO CIELO. SOMOS CONSCIENTES DE QUE DECÍROSLO TODO PODRÍA AYUDAROS. ’’
”TOMAR VASTA PORCIÓN DEL UNIVERSO CONTRA NUESTRA AGRESIÓN. EL NÚMERO DE NUESTROS PLATILLOS DE ESTRELLADOS ES OCHO. NERVIOSOS. NOS DAMOS CUENTA DE DECIR LA VERDAD. SALTA. SALTA ENFRENTE. LAS FUERZAS ALIENÍGENAS NO AYUDAN. EL METAL SE VUELVE INVISIBLE. MANTENIENDO EL CAMBIO NO NOS UNIREMOS A NADIE. NUESTRA RAZA ESTÁ MURIENDO EN EL PLANETA NATAL. “.BENNEWITZ, Paul, Project Beta, 1988
Atendiendo a los mensajes que estaba recibiendo, Bennewitz comenzó a sospechar que estos visitantes no tenían intenciones benévolas. Y aunque no estaba seguro, percibía un potencial peligro. Decidió seguir adelante con las comunicaciones, con la esperanza de confirmar sus sospechas y, si tenía suerte, descubrir alguna vulnerabilidad. Así que los mensajes continuaron y Bennewitz gradualmente fue desarrollando una comprensión más clara de la situación: estos seres no traían consigo buenas intenciones; provenían de un mundo en decadencia y no eran los únicos visitantes en la Tierra. Quienes tenían intenciones malévolas encajaban en la descripción típica de los “grises”, pero había otro tipo, con intenciones más benevolentes que se asemejaban a los humanos, los conocidos “nórdicos”.
Por esas fechas sucedió también que conoció a Myrna Hansen, cuya historia investigó en colaboración con el Dr. Leo Sprinkle y reportó sus hallazgos a APRO y a su director Jim Lorenzen. Hansen afirmaba haber sido abducida y llevada a una base secreta subterránea, en donde pudo ver experimentos con ganado y observó grandes tanques llenos de líquido que contenían partes humanas. Además, expresó la creencia de que le habían implantado un dispositivo para controlarla. Este caso acabó de convencer a Bennewitz de lo que ya sospechaba: que estos ‘’visitantes’’ representaban un peligro real, y sus intenciones no eran buenas.
Finalmente, Bennewitz llegó a la firme convicción de que una invasión alienígena era inminente. Y consciente de la urgencia, pensó que tenía que advertir a las autoridades militares si la Tierra quería tener una oportunidad de defenderse. Preparó un dossier detallado con toda la información que había recopilado y fue a presentarlo a la Base de la Fuerza Aérea. Consiguió fácilmente que le atendieran, trabajaba con ellos, ya le conocían.
Bennewitz fue tomado en serio por las autoridades. Y pronto recibió la atención de un individuo de la ‘’Oficina de Investigación Especial’’ de la Fuerza Aérea o AFOSI por sus siglas en inglés. Richard Doty. A quien se le asignó la tarea de revisar todo el trabajo de Bennewitz, incluyendo tanto la documentación como el equipo. Sorprendentemen-te, la Fuerza Aérea financió la investigación de Bennewitz con la condición de que les entregara toda la información.
Con el paso del tiempo, Bennewitz también se convenció de que los visitantes estaban abduciendo y colocando implantes en un número creciente de personas. Incansable, enviaba cartas detallando sus hallazgos al director de APRO instando a que la información fuera difundida entre todos los investigadores del grupo y más allá, a otras organizaciones. Era algo importante. Tenía que saberse. Finalmente, APRO optó por investigar el asunto y para ello designó al investigador Bill Moore para que le hiciera una visita. Por aquel entonces, Bill Moore estaba emergiendo como uno de los investigadores OVNI más destacados de la comunidad. Algo curioso es que el 1980 publicó un libro sobre el incidente de Roswell. Este suceso, ahora ampliamente famoso, era prácticamente desconocido antes de la publicación de su libro. Era algo conocido, pero que con el tiempo, se había quedado en el olvido. Con cada visita, se fue gestando una amistad entre ellos. La confianza fue un elemento clave. Bennewitz acabó confiando plenamente en el investigador.
Anteriormente, a mediados de la década de los 70 una serie de misteriosas mutilaciones de ganado desconcertaron a los habitantes de Estados Unidos, especialmente en regiones como Nuevo México y Colorado. Estos incidentes, que a menudo coincidían con avistamientos de luces inusuales en las cercanías, despertaron la especulación popular sobre una posible conexión con fenómenos OVNI. Bennewitz se vio intrigado por estas historias y comenzó a investigarlas con gran interés. La trama se tornaba cada vez más compleja. Bennewitz compartía con Moore su convicción de que, los grises eran los responsables de las mutilaciones de ganado, las abducciones y los implantes. Afirmaba que tenían un acuerdo con el Gobierno estadounidense para construir una base subterránea secreta bajo la meseta de Archuleta, cerca de Dulce, Nuevo México. A pesar de sus continuos esfuerzos y de proporcionar información semanalmente a la Fuerza Aérea, Bennewitz se sentía profundamente frustrado por la aparente falta de progreso en la investigación por parte de las autoridades.
En 1981, Moore entregó a Bennewitz un documento de suma importancia: un archivo secreto del Gobierno conocido como “Proyecto Acuario”. Tras revisar su contenido, Bennewitz comprendió que la Fuerza Aérea sí estaba analizando toda la información que él les proporcionaba, aunque nunca se lo comunicaron directamente. ¿Por qué no decírselo? Era algo extraño. Entonces Bill le advirtió de que tuviera mucho cuidado, que lo mantuviera en secreto, que no se lo mostrara nunca a nadie. Vale la pena destacar el último párrafo de este documento: LA USAF YA NO TIENE ACTIVIDAD PÚBLICA EN LA INVESTIGACIÓN DE OVNIS, SIN EMBARGO LA USAF SIGUE INTERESADA EN TODOS LOS AVISTAMIENTOS DE OVNIS SOBRE LAS INSTALACIONES/PARCELAS DE PRUEBA DE LA USAF. VARIOS OTROS ORGANISMOS GUBERNAMENTALES, LIDERA-DOS POR LA NASA, INVESTIGAN ACTIVAMENTE LOS AVISTAMIENTOS LEGÍTI-MOS DE FORMA ENCUBIERTA (…) LA NASA FILTRA LOS RESULTADOS DE LOS AVISTAMIENTOS A LOS DEPARTAMENTOS MILITARES APROPIADOS CON INTERÉS EN ESE AVISTAMIENTO EN PARTICULAR. LA POLÍTICA OFICIAL DEL GOBIERNO DE EE.UU. Y LOS RESULTADOS DEL PROYECTO AQUARIUS SIGUEN CLASIFICADOS COMO ALTO SECRETO SIN DIFUSIÓN FUERA DE LOS CANALES OFICIALES DE INTELIGENCIA Y CON ACCESO RESTRINGIDO AL “MJ TWELVE”. EL CASO DE BENNEWITZ ESTÁ SIENDO SUPERVISADO POR LA NASA/INS, QUE SOLICITA QUE TODAS LAS PRUEBAS FUTURAS LES SEAN REMITIDAS A TRAVÉS DE AFOSI/IVOE… DEBIDO A LA POSIBILIDAD DE EXPOSICIÓN PÚBLICA, NO SE PROPORCIONARÁ PERSONAL CON CONOCI-MIENTO DE SPA [Special Purpose Access].
Era la primera vez que se hacía referencia a la existencia de un supuesto grupo gubernamental denominado “MJ 12″ encargado de controlar la información sobre OVNIs. En aquel momento, nadie podía imaginar el impacto monumental que esta idea tendría en el campo de la ufología durante las siguientes décadas.
Por supuesto, en aquel momento, ni Moore ni Bennewitz tenía idea alguna sobre lo que era este grupo, era la primera vez que lo veían. Ahora, rodeado por un aura casi mitológica, se dice que el MJ12 es un grupo de élite, directamente subordinado al presidente, que controla la información sobre el fenómeno OVNI desde su creación en 1947.
Bennewitz estaba tan preocupado que resolvió sobrevolar la zona de la base aérea y en particular sobre la meseta de Archuleta, donde sospechaba que se encontraba la base subterránea secreta: la famosa base de Dulce de la que tanto hablaba. De hecho, fue invitado a realizar estos vuelos por Doty, quien lo acompañó en un helicóptero de la Fuerza Aérea. A lo largo de algunos años, Bennewitz tuvo la oportunidad de realizar más vuelos, siempre acompañado por alguno de sus contactos de la Fuerza Aérea, en los que pudo fotografiar algunos elementos extraños: como cúpulas, torres y conductos de ventilación que se internan en el suelo. En una de estas ocasiones, Doty incluso señaló algunas de estas anomalías y le sugirió a Bennewitz que les preguntara a los “visitantes” con los que se comunicaba sobre ellas. Más adelante, Bennewitz, que también era piloto, adquirió un pequeño monoplaza con el que salió a revisar la zona por sí mismo en innumerables ocasiones durante las cuales observó árboles aplastados, parches de tierra quemados y hasta aviones derribados en la zona. No le cabía duda. Allí había habido una batalla.
Bennewitz quería ayudar y sabía que podía hacerlo. Reunió toda la información que tenía y compiló un informe al que llamó ‘’Proyecto Beta’’. En este documento, además de detallar los hallazgos recopilados, incluyó una estrategia diseñada por él mismo para contrarrestar la presunta amenaza alienígena, que incorporaba un prototipo de arma de energía que según él, había desarrollado. El informe también revelaba que se habían producido cientos de miles de casos de abducciones, en los cuales a cada individuo se le había implantado un dispositivo con una amplia gama de funcionalidades, desde la creación de recuerdos falsos hasta el control mental, así como la monitorización de lo que las personas escuchaban y veían. Sobre los extraterrestres Bennewitz escribió:
‘’El alien es retorcido, emplea el engaño, no tiene intención de ningún proceso aparente de pacificación y obviamente no se adhiere a ningún acuerdo previamente pactado (…) No se puede confiar en ellos bajo ninguna circunstancia. Son totalmente engañosos y están orientados a la muerte, y no tienen ningún respeto moral por la vida humana ni por los seres humanos. Ningún acuerdo firmado por ambas partes será jamás cumplido ni reconocido ni respetado por el extraterrestre, aunque intenten hacernos creer lo contrario.’’
BENNEWITZ, Paul, Project Beta, 1988
Además, se mencionaban que en la base subterránea de Dulce tenían lugar experimentos genéticos aberrantes, incluyendo la manipulación del ADN de ambas especies, lo cual generaba horribles consecuencias. En este informe podemos leer alguna información muy interesante, por ejemplo, lo que se pretendía con las mutilaciones de ganado:
‘’Las mutilaciones de ganado son la otra cara de la moneda y no se profundizará en ellas aquí, aunque forman parte del conjunto. Parece que los humanoides se alimentan de una fórmula hecha de material humano o bovino, o de ambos, y que están hechos del mismo material mediante división de genes y uso de óvulos de víctimas femeninas de encuentros. Los 204 embriones resultantes son denominados por los extraterrestres como un órgano. El tiempo de gestación hasta el uso completo como utilidad, listo para trabajar, parece ser de aproximadamente un año. Un año en tiempo alienígena… No lo sé. ’’
BENNEWITZ, Paul, Project Beta, 1988
Bennewitz, sumido en una profunda preocupación, se dedicó a difundir su Proyecto Beta entre todos los cargos públicos de los que pudo obtener contacto, incluyendo senadores, congresistas e incluso el Presidente Reagan. Sin embargo, la respuesta que recibió fue una carta bastante genérica, indicándole que el Proyecto Sign ya se había clausurado y que los temas relacionados ya no estaban siendo investigados. Esta respuesta no convenció a Bennewitz, quien sabía que no era cierto, ya que él mismo había tenido acceso a los documentos del Proyecto Acuario. Ante esta discrepancia, concluyó que los altos funcionarios también podrían estar bajo la influencia de los implantes extraterrestres.
Cada vez más paranoico, Bennewitz decidió ponerse en contacto con otros investigadores y con cualquiera que quisiera escucharle. El tema ya tenía cierta popularidad en los círculos especializados. En una carta que le envió en 1986 a Clifford Stone le decía: ‘’Hay tanto en esto y me han pasado tantas cosas casi a diario durante siete años que no sé ni por dónde empezar. Creo que probablemente el mejor enfoque sea comenzar con alguna explicación en forma de declaraciones relativas a las culturas alienígenas aquí en la Tierra, sus estructuras sociales, su constitución física, etc., lo cual ha sido recogido de las comunicaciones directas por ordenador, la observación visual, la evaluación psicológica y la interacción personal. En primer lugar, existen los niveles culturales Bajo, Alto y Muy Alto. En los niveles bajos de la cultura hay niveles claramente definidos, que se extienden desde el nivel de esclavo hacia arriba. Allí no hay libertad: nadie cruza estas líneas interiores; si las cruzas, estás muerto. Todo está vigilado con equipos ópticos, y controlado por ordenadores e individuos llamados “Guardianes”. (…) “Los niveles dirigentes visten túnicas de colores apropiados. El gobierno alienígena relacionado con este grupo es totalitario. Parece que no respetan los principios sociales y morales. Su credo parece ser el control total o matar. (…) “Hay un consejo en el Norte llamado LOS NUEVE. TODOS ellos parecen estar cortados por el mismo patrón. Todos parecen ser altamente vengativos y orientados al ego. Su ‘dios’ se llama ‘TA’”.
TILTON, Christa y GREEN BECKLEY, Timothy, The Bennewitz UFO Papers, 2009
Durante los años siguientes, la salud mental de Bennewitz se fue deteriorando progresivamente. Cada vez estaba más frustrado y paranoico. En una visita de Bill Moore y Richard Doty, quedó patente el estado preocupante en el que se encontraba. La casa estaba repleta de cuchillos y armas de fuego, y Bennewitz les confesó que sentía que estaba siendo vigilado, que sus movimientos estaban siendo observados constantemente. Consumía varios paquetes de cigarrillos al día, perdió una cantidad significativa de peso y llegó al extremo de afirmar que los extraterrestres lo visitaban por las noches, inyectándole sustancias que le hacían salir al desierto y que al despertar, no recordaba lo sucedido. Lo sorprendente fue que ambos amigos observaron marcas de pinchazos en uno los brazos de Bennewitz. Moore expresó su preocupación a Doty, quien sugirió que estas marcas podrían haber sido auto-infligidas.
La preocupación extrema por parte de su familia hacía que le instaran a olvidarse de todo, a que dejara de investigar. Sin embargo, Bennewitz estaba atrapado en la obsesión. No podía dejarlo. Incluso llegó a pensar que su familia también tenía los implantes. Su situación alcanzó un punto crítico cuando construyó una barricada en su casa, cubriendo las ventanas con sacos de arena. Ese fue el momento en el que su familia no pudo hacer otra cosa que buscar ayuda médica. Acabó ingresando en una institución mental durante un tiempo. Su vida finalizó en el año 2003 cuando tenía 75 años. Marcando un trágico final para un hombre que había comenzado su investigación con la mejor de las intenciones pero que pasó 25 años completamente obsesionado.
Pero es que resulta que todo lo que le obsesionó, los extraterrestres, sus transmisiones, los experimentos, las abducciones, los implantes… todo era mentira. Una mentira muy bien planificada por Richard Doty y por el Gobierno de los EEUU en un ejemplo impactante de cómo la desinformación y las operaciones encubiertas pueden tener consecuencias devastadoras para la vida de una persona. Richard Doty y otros agentes del gobierno de los Estados Unidos utilizaron a Bennewitz como un peón en un juego de manipulación y engaño, alimentando sus temores y paranoia con información falsa sobre supuestos encuentros con extraterrestres y actividades secretas en la base de Dulce.
Recordemos que Richard Doty trabajaba en la ‘’Oficina de investigaciones especiales’’ es decir, en contrainteligencia, y una de las técnicas más utilizadas en contrainteligencia es la desinformación, la mentira. Esta táctica, refinada a lo largo de la historia, se remonta a la Primera Guerra Mundial, cuando la inteligencia alemana acuñó el término. En aquel entonces, se utilizaba para diseminar deliberadamente falsedades, simulando movimientos de tropas, capacidades militares y otros secretos estratégicos.
¿Cómo era posible que un individuo como Paul Bennewitz se convirtiera en una preocupación tan grave para la Fuerza Aérea, hasta el punto de justificar una campaña tan elaborada de desinformación? Paul Bennewitz debía de estar cerca de descubrir algo muy importante, aunque no tenía relación con los extraterrestres. La Base Aérea de Kirtland y otras instalaciones asociadas, como Sandia Labs, estaban trabajando en algunos de los proyectos de defensa más sensibles y avanzados de aquel momento. Además, la Agencia de Seguridad Nacional o NSA también estaba desarrollando proyectos en la zona. Al parecer, la estabilidad y la cordura de Paul Bennewitz no valían nada en comparación con mantener aquellos proyectos en secreto.
Cuando Bennewitz interceptó aquellas comunicaciones, su preocupación inicial no fue que se tratara de extraterrestres, sino más bien era que si él había conseguido captar las transmisiones de la base, era posible que también lo hubieran hecho otros, como espías soviéticos. Y cuando se lo contó a la Fuerza Aérea, y ellos lo revisaron todo, se dieron cuenta de que sí, Bennewitz había captado sus comunicaciones. No es descabellado pensar que en Kirtland se estuvieran probando aeronaves no convencionales. Incluso tecnología similar a los drones, artilugios pequeños pero muy maniobrables, y que se probaran sólo por la noche para ocultar su existencia. Tal vez eso fuera lo que apareciera en las fotografías de Bennewitz. Fuera lo que fuera, esta revelación presentaba una vulnerabilidad significativa en la seguridad de las operaciones. Sin embargo, la Fuerza Aérea no podía revelarle esta información a Bennewitz, ya que ponerle al tanto habría comprometido la seguridad nacional.
A la comunidad de inteligencia no le importaba nada que Bennewitz pensara que sus operaciones secretas estaban relacionadas con OVNIs. Sin embargo, existía una profunda preocupación por parte de las autoridades, de que al indagar en actividades clasificadas en Kirtland en busca de OVNIs, Bennewitz podría inadvertidamente relevar información secreta a sus enemigos.
Así que idearon un plan para experimentar con Bennewitz. A Doty se le asignó la tarea de convencerle de que se trataba de extraterrestres. El propio Doty lo reconoció: ‘’Todo lo que tenía que hacer era decir: ¿Sabes qué Paul? Quizás lo que viste sí que eran OVNIs’’.
DOTY, Richard, en entrevista para ‘’UFOs’’ en Showtime TV
Cada vez que es entrevistado, cuenta esta misma historia con cierto orgullo: ‘’Y le dije a Paul ¿qué crees que son Paul? Y Paul me dijo: Sé lo que son. Son OVNIs, son aliens’’. Le dije: ¿Realmente crees que son aliens? Y él me dijo: Sé que lo son. Y yo le dije: ¿Sabes qué? Creo que tienes razón.
DOTY, Richard, en entrevista para Gaia TV con motivo de Awakening Conference
Poco a poco, las mentiras tejidas por Doty se volvieron más elaboradas, e incluso otras agencias del Gobierno se metieron en el juego. Cuando Bennewitz pensaba que le estaban vigilando, nadie le tomó en serio, parecía algo motivado por su paranoia. Pero resulta que sí, que la NSA, la Agencia de Seguridad Nacional, le vigilaba desde una casa vacía ubicada unas pocas viviendas más allá en la acera de enfrente.
‘’Miramos desde la ventana de su dormitorio y la vista es hacia la calle, y hay una casa en la acera de enfrente. Y estoy mirando esta casa y veo una luz roja como la de una cámara que se enciende y se apaga. Estoy mirando hacia allí y le digo a Paul:
-Paul, ¿quién está allí?
-Paul dijo: Esa casa está vacía. Yo le dije:
-No creo que esté vacía Paul, mira. Hay una luz roja encendiéndose y apagándose como la de una cámara.
-Paul dice: No, no hay nadie en esa casa.
-Bueno, sí hay alguien allí. Y está sacándote fotos a ti. ’’
DOTY, Richard, en entrevista para Gaia TV con motivo de Awakening Conference
Además, cuando agentes de estas agencias lo visitaban, se identificaban como personal de la Oficina de Investigaciones Especiales de la Fuerza Aérea (AFOSI), manteniendo la ilusión de que todas sus comunicaciones estaban siendo dirigidas exclusivamente hacia la Fuerza Aérea, en la que Bennewitz tenía plena confianza. Esta estratagema aseguraba que Bennewitz no se percatara de la implicación de otras agencias en el engaño. También interfirieron con el ordenador de Bennewitz. De esta forma se aseguraban de que cuando decodificaba los mensajes de los supuestos ‘’extraterrestres’’ lo hiciera como ellos querían.
Para liar más el asunto, resulta que Bennewitz estuvo intercambiando cartas y llamadas telefónicas, al menos con un oficial de inteligencia del que se rumoreaba que estaba asociado con la NSA. Vale la pena citar una de estas cartas casi entera. Enviada por este contacto. Ya que revela los extraordinarios esfuerzos que estaban dispuestos a emprender para continuar con la manipulación. Además, contiene el origen de muchas de las leyendas que siguen circulando en la escena ufológica hasta el día de hoy:
‘’Alrededor del 2 de julio de 1947, el Gobierno de Estados Unidos recuperó una nave extraterrestre construida con una aleación superligera. La aleación especial fue enviada a la Base Aérea Wright-Patterson para su análisis. Con la tecnología de entonces (1947), se conocía la composición (un compuesto de aluminio y titanio de técnicas de fabricación desconocidas), pero el método para conseguir esta aleación era un completo misterio. La llegada del microscopio electrónico supuso una nueva oleada de descubrimientos. Esta aleación de aluminio y titanio era porosa y diferente de cualquier otra aleación metálica conocida hasta la fecha. Era IMPOSIBLE fabricarla en la Tierra. Pero aquí estaba.
Se pensó que esta nueva “superaleación” podría fabricarse en un entorno de gravedad cero. Sin interferencias gravitatorias, elementos de masas atómicas muy diferentes podrían alearse por primera vez. Hace varios miles de años, un grupo de “personas” que, según se nos ha revelado, eran los “EBANS” y procedían del “planeta verde”, crearon dos razas de la humanidad: los Homo Sapiens y los “Sweads”. Ambas razas eran muy similares en apariencia externa, la mayor diferencia era su composición mental; los Homo Sapiens (hombres) tendiendo más hacia la emoción (o, si se quiere, el romanticismo), y los Sweads tendiendo más hacia el pragmatismo. Los hombres se establecieron en nuestro sistema solar, y los Sweads en el sistema solar de Zeta Reticuli. Durante muchos años, los Ebans vigilaron a sus creaciones, intercediendo ocasionalmente para evitar su destrucción (es decir, la de sus creaciones). Hace unos 300 años, los Sweads alcanzaron un nivel de competencia técnica que les permitió, por primera vez, desafiar a sus creadores, los Ebans, de los que sabían desde hacía tiempo. La guerra limitada entre los ebanos y los sweads ha continuado hasta hoy. En 1945, la otra raza creada por los Ebans, el hombre, detonó su primera bomba atómica en el desierto del centro de Nuevo México, seguida de cerca por otras dos en Japón. Hasta estas primeras explosiones nucleares, sólo habíamos recibido visitas periódicas y subrepticias. Sin embargo, temiendo que el hombre también se volviera belicoso (al igual que los Sweads), los ebans aumentaron la frecuencia de sus visitas e iniciaron sondeos tentativos para establecer comunicación con el hombre. Los Sweads no fueron tan pacientes. En 1947, en una zona remota cerca de Roswell, N.M., dos naves Swead se estrellaron. Una de las naves quedó totalmente destruida, con los restos esparcidos por una amplia zona. La otra nave, aunque gravemente dañada, mantuvo suficiente integridad estructural para permitir que un tripulante, llamado “Ede”, sobreviviera. Fue llevado a Base de la Fuera Aérea de Kirtland AFB… Ede se puso en contacto con su gente, que llegó poco antes de que muriera. Los Sweads nos dijeron que habían venido a la Tierra para solicitar nuestra ayuda en la lucha contra los Ebans que, según ellos, se preparaban para venir a destruirnos. Nos proporcionaron volúmenes de datos y asistencia técnica.
Los Ebans, hasta ahora desconocidos para nosotros, hicieron su aparición. Nos dijeron que los Sweads eran los agresores y que ellos (los Ebans) estaban aquí ¡para ayudarnos a protegernos de los Sweads! Completamente confundidos, nuestros líderes militares explicaron toda la situación al presidente Eisenhower. Eisenhower exigió una reunión con esta “gente”… esta reunión tuvo lugar en la Base de la Fuerza Aérea de Edwards. Eisenhower creyó a los Ebans, e inició el Proyecto Acuario -un proyecto diseñado para notificar al hombre de nuestra creación por los Ebans. ’’
BISHOP, Greg, Project Beta: The Story of Paul Bennewitz, National Security; and the Creation of a Modern UFO myth, 2005
Todo era mentira, una mentira que se sostuvo durante años y que acabó con la salud mental de una persona. Algo que al Gobierno, no le importó en lo más mínimo.
‘’Todos los problemas médicos que Paul tenía, que no estaban jugando a su favor, y después el trauma psicológico de lidiar con estos ETs, estaban haciendo que se volviera loco’’.
DOTY, Richard, en entrevista para Gaia TV con motivo de Awakening Conference
Hoy sabemos que Doty y alguien bajo el pseudónimo de ‘’Halcón’’, contactaron con Bill Moore ofreciéndole un trato. Ellos le entregarían documentos oficiales del Gobierno sobre OVNIs pero a cambio, Moore tendría que difundir la ‘’des-información’’ de Doty en la comunidad y también reportar sobre sobre otros investigadores y entusiastas, sus opiniones y los rumores que circularan. Querían tener a todo el mundo controlado. Además, Halcón reveló que ocupaba un alto cargo en la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA) y afirmó representar a un grupo de individuos de alto rango insatisfechos con el secretismo que rodeaba al tema OVNI. Querían contar con alguien en quien pudieran confiar para filtrar información de manera controlada al público. Moore podía ser ese hombre de confianza. De hecho, el trato probó ser bastante exitoso para Moore quien estaba obtenido informaciones muy interesantes gracias a su relación con la Fuerza Aérea.
En una ocasión llegó a comentar que en algunas de las reuniones de Kirtland a las que acudía a informar sobre otros investigadores, pudo escuchar conversaciones en un lenguaje muy técnico sobre prototipos de aviones poco convencionales. Lo que indicaría que quizás, lo que Bennewitz fotografiaba sí que podían haber sido dichos prototipos.
Entonces, la primera vez en la que Moore se puso en contacto con Bennewitz, la farsa ya estaba en marcha. El documento del Proyecto Acuario que el investigador le entregó a Bennewitz, resultó ser el mismo que Doty le había dado a él previamente. Y… este documento también era falso. Moore lo vio por primera vez en las oficinas de Inteligencia de la Base Aérea. Solo pudo verlo. Pero en 1981 fue cuando sus informantes le entregaron una supuesta copia y le dijeron que debía dársela a Bennewitz.
En un principio el investigador no dudó de su autenticidad si bien, se percató de que se habían hecho cambios. No era el mismo documento, sino una versión muy editada y reescrita. Cuando manifestó dicha preocupación, Doty trató de convencerle de que el documento había sido ‘’saneado’’ por razones de seguridad. Parecía que el plan era que Bennewitz lo hiciera público y luego poder desacreditarle. Pero les salió mal, porque Bennewiz optó por seguir el consejo de Moore cuando éste le recomendó que lo mantuviera en secreto.
Era la primera vez que le pedían directamente que mintiera. Moore no quería hacerlo, Bennewitz era su amigo. No le parecía bien. Sin estar seguro de cómo proceder, dejó el pasar el tiempo y no hizo nada durante meses, hasta que le advirtieron de que si no seguía adelante, se cancelaría el acuerdo y dejaría de recibir información. Moore explicó: “Tenía entendido, aunque nunca lo supe con certeza, que se esperaba que Bennewitz lo mostrara a la prensa y a otros como prueba de lo que decía sobre una invasión alienígena, momento en el que el documento sería denunciado como falso y Bennewitz quedaría aún más desacreditado”. (BISHOP, Greg, Proyect Beta: The Story of Paul Bennewitz, National Security; and the Creation of a Modern UFO myth 2005) Al final claudicó, le dio una copia a Bennewitz pero, gracias a su cargo de consciencia, le hizo la advertencia de que no lo revelara nunca.
En 1983, los servicios de inteligencia del Ejército del Aire emprendieron una investigación sobre este documento bajo el título “Posible divulgación no autorizada de material clasificado”. Durante esta investigación, se identificaron varios problemas significativos. Por ejemplo, se descubrió que la supuesta fuente del documento, un individuo llamado capitán Grace, en realidad no existía. Además, se observó que el formato del documento no era consistente con los estándares de los documentos clasificados. El informe resultante también señalaba que “el documento está repleto de errores gramaticales, errores de mecanografía y, en general, no tiene sentido…”
Por otro lado, resulta que todas las fotos que Bennewitz tomó mientras sobrevolaba la zona en la que sospechaba que había una base secreta subterránea. Todos esos elementos extraños que vio, también fueron parte del engaño. Fue un ardid meticulosamente planeado por estas personas para convencerle. Con el fin de reforzar su creencia, colocaron estos objetos en la zona para que su víctima no tuviera ninguna duda de que algo inusual estaba ocurriendo allí. Incluso lo acompañaron en las primeras ocasiones y señalaron los objetos, e incluso Doty sugirió que preguntara a los supuestos extraterrestres al respecto. El plan fue ejecutado a la perfección, dejando a Bennewitz totalmente convencido de todo lo que querían que creyera y muy convenientemente, derivando su atención de la Base de Kirtland, a la zona de Archuleta.
‘’Tuvimos que… crear un plan de operaciones dirigido hacia él, de alguna manera… en la que él no supiera… básicamente para desinformarle. Un proyecto de desinformación. ’’
DOTY, Richard, en entrevista para Gaia TV con motivo de Awakening Conference
Aquella base aérea disponía de una enorme extensión de terrero sobre la que sobrevolar sus experimentos sin embargo, prefirieron hacerlo cerca de la casa de Bennewitz. Quien por cierto, no comenzó a captar las transmisiones hasta poco después de que Doty fuera a su casa a ver su equipo. Desde luego, no parece coincidencia. ¿Cuánto se llegó a experimentar con Bennewitz? También podríamos sospechar sobre las marcas en sus brazos y sus afirmaciones de amnesia sobre lo que ocurría después de que le inyectaran algo. Dada la historia de Doty, surge la pregunta: ¿Podrían algunas de las agencias de inteligencia involucradas haber experimentado con el uso de sustancias en Bennewitz? Desde luego, a todos nos sonarán los experimentos del proyecto MK ULTRA, es algo que sabemos que ya han hecho. ¿Estaba Doty diciendo la verdad cuando afirmaba que Bennewitz se había hecho esas marcas él mismo? En aquel entonces, Bennewitz le confió a Bill que un día encontró una escalera colocada contra la fachada de su casa, justo debajo de la ventana por la que afirmaba que los seres entraban para pincharle.
También aseguraba que alguien entraba regularmente en su casa y en su coche, y sospechaba que la casa de enfrente estaba ocupada por agentes. No sin fundamento. Estas preocupaciones no eran infundadas. Bill Moore relató un incidente en el que una furgoneta blanca se detuvo frente a él y Bennewitz, y les pareció que un hombre les tomó una fotografía. Posteriormente, Moore rastreó la matrícula del vehículo hasta el Mando de Defensa Aeroespacial de Norteamérica, en Colorado.
Pero Moore también contó otra historia muy interesante. En 1982, recibió una llamada telefónica de “Halcón”, quien le proporcionó una contraseña cosa que le indicaba que iba a recibir algo importante. Poco después, un desconocido se le acercó a Moore, mencionó la contraseña y le entregó un sobre que contenía documentos confidenciales de seguridad de la Base de Kirtland, detallando avistamientos de ovnis en la zona. Aunque estos documentos parecían ser falsificaciones diseñadas para respaldar las creencias de Bennewitz, Moore no sospechaba. En 1983, Moore recibió instrucciones de volar a varios aeropuertos en todo el país, finalmente terminando en un hotel en el estado de Nueva York. Un mensajero llegó a su habitación con otro sobre, dándole diecinueve minutos para examinar su contenido. El investigador tomó fotografías y leyó los contenidos en una grabadora.
Los documentos parecían ser una sesión informativa sobre OVNIs para el presidente Jimmy Carter. Se hacía referencia al Proyecto Acuario y al grupo Majestic 12, tal como se mencionaba en el documento falso de la AFOSI. Moore compartió estos documentos con otros investigadores, lo que inadvertidamente contribuyó a establecer ciertas creencias, ya arraigadas en la comunidad. Todo partía del mismo documento.
Pero ese no era el único objetivo detrás de todo esto. También se trataba de que Doty se infiltrara por completo en la comunidad OVNI y la saturara con desinformación, un objetivo que ya estaba llevando a cabo al vincularse con algunos investigadores importantes. De esta manera, sería fácil proporcionarles información falsa y luego observar cómo se filtraba. Además de controlar la narrativa, también podrían generar un conjunto tan vasto de información que sería imposible separar la verdad de la mentira, lo auténtico de lo ficticio.
Moore no podía con el cargo de conciencia por lo que le estaban haciendo a Bennewitz. Era algo que lo consumía por dentro y en 1989 finalmente decidió confesarlo todo. Resulta que cada año, el MUFON organizaba una convención, y ese año Bill era uno de los oradores en Las Vegas. Durante su presentación, admitió que el gobierno había estado difundiendo mentiras y desinformación durante años, y que en algunas de ellas él había estado involucrado a través de Doty.
‘’A principios de septiembre de 1980 se puso en contacto conmigo un individuo bien situado dentro de la comunidad de inteligencia que afirmaba estar directamente conectado con un proyecto gubernamental de algo nivel relacionado con los OVNIs. Este individuo que posteriormente, llegó a ser conocido como ‘El Halcón’, me dijo que hablaba en nombre de un pequeño grupo de individuos similares que se sentían incómodos con el continuo encubrimiento de la verdad. E indicó que él y a su grupo les gustaría ayudarme con mi investigación sobre el tema con la esperanza de que yo pudiera ayudarles a encontrar una forma de cambiar su política actual y sacar a la luz los hechos sin infringir ninguna ley en el proceso.
Yo sabía que estaba siendo reclutado. Pero en ese momento no tenía ni idea de para qué. En cualquier caso, me dijeron que si estaba interesado en cooperar con su grupo, me contactaría un enlace. Y que las futuras reuniones entre el halcón y yo serían organizadas por esta persona. El enlace que posteriormente se puso en contacto conmigo fue el agente de la AFOSI Richard Doty. Un hombre que desde entonces se ha vuelto bastante controvertido por derecho propio. Y del que muchas personas han asumido erróneamente que es el propio halcón. ’’
MOORE, Bill, Conferencia MUFON 1989
El público le estuvo abucheando hasta que se marchó. Es probable que esto se debiera a la disonancia cognitiva que experimentara el público al darse cuenta de que muchas de sus creencias eran falsas. Fue necesario que uno de los directores del evento saliera al escenario para calmar los ánimos y restablecer el orden. Todo fue un caos, el investigador Greg Bishop estuvo presente en aquel momento y según cuenta:
‘’El discurso de Moore duró casi dos horas. Tuvo que ser detenido varias veces por el director estatal de MUFON en Arizona, Hal Starr, para restablecer el orden. Otro investigador se levantó y preguntó retóricamente: “¿De dónde has sacado toda esa basura, Bill?”. El editor de una importante revista de ovnis salió corriendo y llorando. La gente literalmente gritó, lloró y apretó los dientes de rabia. ’’
BISHOP, Greg, Project Beta: The Story of Paul Bennewitz, National Security; and the Creation of a Modern UFO myth, 2005
Otro dato curioso que menciona Pilkinton en su libro ‘’Mirage Men’’ es que en esa conferencia había agentes de la DIA, es decir de la Agencia de Inteligencia de Defensa. Por supuesto, la confesión de Bill marcó el fin de su carrera, aunque él no fue el único en llevar a cabo tales acciones. Confesó que Doty trabajaba con otros investigadores y periodistas haciendo tratos similares, aunque nunca reveló sus nombres, excepto uno: el de la periodista Linda Moulton Howe. Y con esto tenemos otra historia digna de mención. Lo veremos más a fondo en videos posteriores pero en esencia lo que pasó fue que en 1983, Linda estaba en conversaciones con la HBO para realizar un documental cuando Doty contactó con ella, aparentemente interesado en ayudarla a sacar la verdad a la luz. La invitó a Kirtland y le mostró unos documentos… Invitó a Linda a Kirtland y le mostró una serie de documentos, los mismos que formaban parte del Proyecto Acuario.
‘’En 1983, en marzo, firmé un contrato en Nueva York con ‘Home Box Office’ (HBO) para producir una película para la HBO que iba a llamarse ‘OVNIs, el factor extraterrestre’. Y firmaron ese contrato conmigo porque habían visto mi documental ‘A Strange Harvest’ que recibió un Emmy… y tengo el contrato, tengo a personal militar en Nuevo México con el que estoy preparando reuniones para hablar de OVNIs y ETs… Y esas reuniones tienen lugar e inmediatamente, mi reunión en Nueva York era en el equinoccio de primavera de 1983.
El 9 de abril de 1983 estaba en la Base Aérea de Kirtland donde se me entregó un documento, de un cajón, y se me dijo: ‘Puedes leerlo pero no puedes tomar notas’. Tenía varias páginas y en una de las páginas decía, esto es una cita textual, nunca la olvidé:
‘Estas entidades biológicas extraterrestres manipularon el ADN en primates en evolución para crear al Homo Sapiens’.
Estoy en la Base Aérea de Kirtland, en la Oficina de Investigaciones Especiales (AFOSI), oficina clasificada, me dan este documento para leerlo en el contexto de la producción de un documental para Home Box Office. En la última página, además de esa cita que te acabo de decir, decía: ‘Todas las preguntas y misterios sobre el origen del Homo Sapiens en la Tierra han sido respondidas y este proyecto queda cerrado’. Cita textual.
Y leí esas palabras una y otra vez sentada enfrente de un hombre tras un escritorio. ’’
MOULTON-HOWE, Linda, en entrevista con Sonia Gupta, 2022
Se mencionaba el incidente de Roswell, el MJ12, los Ebes, etc. Doty se ofreció a proporcionar a Howe grabaciones de ovnis estrellados, cuerpos extraterrestres, el famoso aterrizaje Holloman y, e incluso, imágenes de un EBE vivo. Sin embargo, todo resultó ser un engaño más: ‘’A principios de 1983 me enteré de que Rick (Doty) estaba involucrado con un equipo de varias personas. Incluyendo un compañero de Denver que yo conocía y al menos uno que estaba trabajando fuera de Washington DC, en jugar un elaborado juego de desinformación contra un prominente investigador de mutilaciones de ganado, que por aquel entonces, tenía conexiones cercanas con una importante productora de cine y televisión, interesada en hacer un documental sobre OVNIs.
Aunque yo no estaba en posición de saber todo lo que estaba pasando, tuve acceso a lo suficiente como para concluir que el Gobierno parecía empeñado en cortar los lazos que existían entre el investigador y la productora de cine. ’’
MOORE, Bill, Conferencia MUFON 1989
Doty le fue dando largas a Linda, retrasando el proyecto una y otra vez, y nunca le hizo entrega de los metrajes. La HBO se cansó de esperar y canceló el proyecto. Tal vez era precisamente esto lo que Doty buscaba.
Por otro lado, tenemos otro hecho interesante. Hacia 1988, William Cooper, un ex oficial naval, contactó a Linda afirmando haber visto documentos secretos relacionados con extraterrestres. Cooper afirmó que, mientras servía había tenido acceso a archivos sobre proyectos relacionados con extraterrestres, en los que hasta se incluían fotografías. Y qué casualidad que muchos de los hechos y nombres de proyectos eran idénticos a la información que Bennewitz había recibido, que es la misma que se le había suministrado a Moore. Podría ser que todo ser hubiera planificado con antelación.
En cualquier caso, el resultado fue un éxito; había tantas historias extravagantes circulando que se volvía imposible discernir qué era verdad. Esto llevaba a que nadie quisiera admitir su creencia en estos fenómenos, ya que se asociaría con las narrativas más fantasiosas, lo que conllevaría al escarnio público y la pérdida de credibilidad en el ámbito profesional. Precisamente esto era lo que el gobierno buscaba.
Por si todo esto no fuera poco, Moore le contó al investigador Greg Bishop un detalle aún más sorprendente: que fue el propio J. Allen Hynek, antiguo asesor científico del Proyecto Libro Azul, quien entregó a Bennewitz el ordenador con el que pudo descifrar que le permitió descifrar las misteriosas transmisiones que estaba interceptando. Supuestamente Hynek actuó bajo instrucciones de la Fuerza Aérea sin revelar a Bennewitz cuál era la procedencia de la máquina. Lo más intrigante es que este ordenador supuestamente venía equipado con software para facilitar la comunicación de Bennewitz con los “extraterrestres”. Sugiriendo la posibilidad de un montaje.
Otro indicio que sugiere una planificación previa es una misteriosa carta anónima que llegó a la sede de APRO en Tucson durante el verano de 1980. Se conoce como la “Carta Weitzel”, y con el tiempo sería atribuida al propio Richard Doty. En dicho documente se describía la experiencia de Craig Weitzel, un joven que en ese momento formaba parte de un programa de entrenamiento de cadetes de la Fuerza Aérea. Según la carta, Weitzel y algunos de sus compañeros habrían presenciado un impresionante avistamiento de un OVNI durante un ejercicio de entrenamiento ese mismo año. Weitzel habría visto a un individuo con un traje metálico bajarse de la nave y permanecer fuera unos minutos antes de volver a entrar en el no identificado. Pero no solo eso… también sacó fotografías.
El grupo posteriormente fue interrogado por la Fuerza Aérea y, no mucho después, un individuo con el perfil de un famoso hombre de negro visitó a Weitzel demandando las fotografías, pero éste, ya se las había entregado a sus superiores. El informante anónimo afirmó que el incidente con el hombre de negro habría sido reportado a un tal ‘’Sr. Dody’’. Otro indicio que apunta a Richard Doty. La carta, de dos páginas, indicaba que el autor necesitaba mantenerse en el anonimato por su propia seguridad. Concluía afirmando tener conocimiento de que las Fuerzas Aéreas guardaban los restos de un OVNI estrellado en el complejo de Manzano.
La carta Weitzel parecía plantear la historia perfecta. El autor, quienquiera que fuera, tenía acceso a detalles del incidente y los utilizó para tentar a algún investigador de APRO, lo que eventualmente conduciría a Base de Kirtland. Directamente hacia Doty. Esta estratagema, como se revelaría más tarde, se diseñó para sondear el terreno y determinar quién podría ser utilizado por la AFOSI.
Tras revisar la carta, Bill Moore estaba bastante seguro de que se trataba de un fraude, pero como había detalles verificables, el director de APRO instó a Moore a que lo investigara. Moore logró localizar a Weitzel y mantuvo una breve conversación telefónica con él. Aunque el joven confirmó haber visto un objeto extraño en el cielo, negó haber tomado fotografías o haber recibido una visita amenazante. Además, afirmó que el incidente había ocurrido en otro lugar. La “carta Weitzel” fue el inicio de toda esta desinformación.
Una de las claves para que una campaña de desinformación tenga éxito es que contenga parte de verdad. Las medias verdades en el documento del Proyecto Acuario, por supuesto, estaban equilibradas con hechos que eran esencialmente correctos. Si todo fuera mentira, la mayoría del público objetivo lo habría descartado rápidamente. ¿Cuánto de verdad había en las historias de Doty? Bueno, pues esta es otra historia, porque según él… gran parte de la información era verdadera.
‘’-Si alguien tuviera un avistamiento legítimo del que quisieran disuadir o distraer al público, la persona a la que llamarían para hacerlo eres tú.
-Seríamos nosotros. Agentes especiales con oficiales de las fuerzas aéreas. División de investigaciones especiales y contrainteligencia. Los avistamientos de civiles se hacían pro los investigadores del proyecto Blue Book, pero los casos realmente misteriosos se llevaban desde la AFOSI. ’’
DOTY, Richard entrevista en UFO Witness para Quest TV, 2022
Doty continúa siendo una presencia frecuente en entrevistas, documentales y es invitado como ponente en convenciones. Es sorprendente que alguien que en los años 80 causó tanto daño a la comunidad OVNI siga siendo escuchado y, lo que es más preocupante, se le sigue dando credibilidad a pesar de haber admitido públicamente ser un desinformador. Lo que pasa es que ahora afirma que cerca del 80% de la desinformación que dio, no era desinformación, si no que era verdad.
Tanto Doty como Bill admitieron públicamente haber participado en estas campañas de desinformación, pero es que además, podemos confirmarlo porque en un archivo desclasificado de la CIA se menciona la implicación de ambos en dichas operaciones.
Hacia 1983, la atención de Bennewitz estaba firmemente centrada en la supuesta base alienígena de Dulce. Gracias a su informe sobre el Proyecto Beta, que había circulado como la pólvora en la comunidad. Pero algo muy interesante es que al mismo tiempo, Doty, Moore y Bob Pratt, quien por aquel entonces escribía para el National Enquirer, estaban hablando sobre publicar una novela sobre el asunto. Esto lo sabemos porque Pratt, grabó todas las llamadas telefónicas que tuvo con Moore.
La idea era que Doty aparecería como informante bajo un pseudónimo, mientras que Moore y Pratt se encargarían de redactar el libro. El contenido planeado para la obra sería esencialmente el mismo que se estaba proporcionando a Bennewitz: documentos falsos que detallaban una investigación secreta en curso sobre ovnis, supuestamente iniciada tras el incidente de Roswell. Inicialmente, el libro iba a llevar por título “Majik 12″, pero posteriormente decidieron que sería más adecuado titularlo “Proyecto Acuario”.
A pesar de que la obra se presentaría como ficción, incluiría elementos que claramente procedían de la historia de Bennewitz. Vamos a ver si nos suena la trama:
Iba a contar la historia de D, un soldado estadounidense que regresa a su país después de servir en Vietnam sintiéndose traicionado por su país. Curiosamente, Doty había servido en Vietnam. Cuando regresa es reclutado por los servicios de inteligencia, donde se le encarga proporcionar información falsa sobre ovnis al Dr. Berkowitz, representación de Bennewitz. Poco a poco, D va descubriendo la existencia de un programa OVNI secreto: el Proyecto Acuario, y la organización que se encarga de todo es el MJ-12. D se entera de que hay varias especies alienígenas interactuando con la Tierra: los de aspecto nórdico quienes sembraron la vida aquí; los Grises que secuestran humanos y mutilan ganado como parte de un programa genético; y una tercera especie que busca saquear los recursos naturales del planeta.
El gobierno de EE.UU. vigilaba a los alienígenas a través del MJ-12 ocasionalmente negociando con ellos a cambio de tecnología. Y nuestro protagonista, D, decide que es hora de que la gente conozca la realidad. Así que comienza a filtrar material a investigadores -como Bill Moore y Bob Pratt-, pero es asesinado por el MJ-12. (PILKINGTON, Mark, Mirage Men, 2010)
La figura de Richard Doty es enigmática y compleja, pues a lo largo de los años ha ofrecido diferentes versiones de su historia en diversas entrevistas, lo que ha generado ciertas inconsistencias. Después del escándalo relacionado con Paul Bennewitz, la información sobre Doty se vuelve escasa y confusa. Aparentemente, dejó de trabajar para el departamento de inteligencia y luego se le ubicó trabajando como policía en Nuevo México, aunque eventualmente abandonó este empleo. Sin embargo, hay un aspecto de su trayectoria que rara vez se menciona: su década de trabajo junto a Hal Puthoff.
Este hombre que por cierto, es excienciólogo y que también es uno de los fundadores de ‘’To the Stars Academy’’ Esa empresa privada tan controvertida que prometió que iba a construir un OVNI y que después se puso a hacer películas. Además de Puthoff, otros miembros del consejo de la empresa tienen vínculos con el complejo militar-industrial, así como con agencias de inteligencia o contrainteligencia. Entre ellos se encuentran Steve Justice, Christopher Mellon y Luis Elizondo. A la luz de estos vínculos y antecedentes, surge la pregunta de si algunos de estos individuos podrían estar continuando la línea de trabajo iniciada por Doty en su día.
Determinar si Richard Doty mentía antes o si lo hace ahora resulta complicado. Lo que sí es evidente es que los agentes de contrainteligencia están entrenados en la manipulación de la información y el uso estratégico de la desinformación. Esta habilidad para distorsionar la verdad es parte integral de su trabajo. Además, es un hecho que el gobierno ha llevado a cabo campañas de desinformación durante décadas, lo que sugiere que estas prácticas podrían continuar en la actualidad.
‘’Y fue Richard Doty, entonces con la AFOSI en la Base Aérea de Kirtland, quien pronto entró en juego como intermediario en ese proceso. Poco después se me hizo evidente que mi suministro de información al Gobierno a través de Doty sobre las actividades de Paul Bennewitz, APRO, y en menor medida, varios otros individuos, iba a ser parte de esta ecuación. También descubrí que fuera lo que fuera en lo que Bennewitz estaba involucrado, era objeto de considerable interés por parte de no una, sino varias agencias gubernamentales. Y que intentaban desactivarlo inyectándole toda la desinformación que pudiera absorber.
MOORE, Bill, Conferencia MUFON 1989
Gracias a varios documentos desclasificados bajo la Ley de Libertad de información, sabemos que la CIA, junto con otras agencias de inteligencia y los militares, han estado involucrados durante décadas en el intento de controlar la narrativa OVNI mediante el uso de engaños y la confusión deliberada del público.
En 1952, el director de Inteligencia científica de la CIA recibió un informe elaborado por Marshall Chadwell, en el que se resumían las reuniones del ATIC (Centro de Inteligencia Técnica Avanzada para el Desarrollo del Capital Humano). Las conclusiones derivadas de dichas sesiones destacaban elementos de riesgo en lo relacionado con los OVNIs con posibles implicaciones para la seguridad nacional. Se planteaba la posibilidad de que los avistamientos OVNI pudieran ser aprovechados para la guerra psicológica, con potencial para desencadenar histeria colectiva y pánico. En consecuencia, se recomendaba que Estados Unidos gestionara la percepción pública de estos fenómenos con el fin de minimizar el riesgo de pánico.
Un año después, en 1953, la CIA convocó a un grupo secreto en el que se incluían miembros del Ejército del Aire, ingenieros expertos en cohetería, físicos nucleares, y un astrónomo. El Dr. Robertson, director del Grupo de Evaluación de Sistemas de Armamento del Pentágono, a la cabeza del panel fue quien le dio nombre al grupo, que dedicó algunos días a examinar informes sobre avistamientos de ovnis y buscar posibles explicaciones. Aunque las conclusiones no se hicieron públicas hasta 1966, reflejaban las preocupaciones planteadas en el informe anterior de Chadwell. El Informe del Panel Robertson, en lo que respecta al público, recomendaba la implementación de un programa de “desacreditación” para reducir el interés en el tema de los ovnis. También sugirió que se vigilara de cerca a los grupos civiles de OVNIs, citando su potencial influencia en el pensamiento de las masas. Durante las dos décadas siguientes, uno de los grupos específicamente mencionados, APRO con sede en Arizona, fue objeto de estrecha vigilancia por parte de estas agencias. Curiosamente, justo la rama de APRO relacionada con el caso de Bennewitz.
La Fuerza Aérea al controlar a Bennewitz, quien estaba teniendo bastante influencia en la comunidad OVNI y que además, vivía justo al lado de la Base, y a Bill Moore, quien en ese momento era uno de los miembros más respetados de la investigación OVNI, tenían la situación perfecta para controlar la narrativa.
Es una historia muy oscura, que revela hasta donde son capaces de llegar los grupos de inteligencia para conseguir sus propósitos si bien, también podemos darle a Bennewitz el beneficio de la duda. Tal vez sí que captó cierta información sensible relacionada con extraterrestres. ‘’Si los OVNIs estaban realmente involucrados en todo esto, y hasta qué punto, nunca lo supe. Quizás Paul simplemente se tropezó con señales generadas por algún sofisticado proyecto gubernamental de alto nivel cuyo personal de seguridad había dado con la desinformación relacionada con los OVNIs como la tapadera definitiva. O quizás había descubierto un proyecto OVNI real aunque algo menos sensacionalista del Gobierno. Si eso fuera posible. Que decidieran desinformarle para proteger lo que realmente estuvieran haciendo. Sé, por experiencia propia que había una tremenda cantidad de desinformación gubernamental involucrada. Y que una gran proporción de lo que oímos hoy sobre extraterrestres malévolos, bases subterráneas, tratados secretos con el Gobierno de los EEUU… Tiene sus raíces firmemente plantadas en el asunto Bennewitz.
MOORE, Bill, Conferencia MUFON 1989
A pesar de la densa red de desinformación que ha rodeado este caso a lo largo de los años, es notable que las fotografías tomadas por Bennewitz nunca hayan sido adecuadamente refutadas por las autoridades pertinentes. El hecho de que las Fuerzas Aéreas no hayan abordado este aspecto de manera exhaustiva y que aún no hayan ofrecido ninguna explicación hasta el día de hoy, deja abierta la posibilidad de que haya más en este caso de lo que se nos ha hecho creer.
Algunos piensan que sí que vio una nave extraterrestre en posesión de la Fuerza Aérea pero… ¿Por qué volarla tan cerca de su casa cuando tenían vastas extensiones de desierto vacío a su disposición? Es una pregunta desconcertante. Además, parece ser que dentro de la casa de Bennewitz aparecían orbes lumínicos que flotaban y que tanto la familia como Doty y Moore pudieron ver en distintas ocasiones. Según ambos expresaron, nunca llegaron a saber qué eran.
La historia de Paul Bennewitz y su desafortunada relación con grupos de inteligencia, especialmente con Richard Doty, nos sumerge en un fascinante laberinto de engaños y sus consecuencias. La mentira se convierte en una potente herramienta que se entrelaza con la manipulación y el secretismo creando un panorama complejo y oscuro donde la verdad se antoja como algo escurridizo y desdibujado. También revela cómo la desinformación puede tener consecuencias devastadoras para las personas involucradas. La salud mental de Bennewitz se deterioró rápidamente, sumiéndolo en la paranoia y la obsesión. Además, el relato expone la ambigüedad moral de aquellos que participaron en la campaña de desinformación. Tanto Doty como otros involucrados admitieron públicamente su papel en la manipulación. ‘’Nuestra misión para desinformarle, para convencerles de que eran OVNIs, y no aeronaves altamente clasificadas, tuvo mucho éxito’’.
DOTY, Richard, en entrevista para Gaia TV con motivo de Awakening Conference
Resulta difícil comprender la ética de aquellos que, a pesar de observar claros signos de inestabilidad mental en Bennewitz, optaron por continuar con la operación durante varios años.
En última instancia, esta historia sirve como un recordatorio de los peligros de la desinformación y la manipulación, además del interés que los grupos de inteligencia vienen teniendo en mantener el control sobre la narrativa OVNI. Revela cómo la mentira puede ser utilizada como una herramienta poderosa para controlar las percepciones y manipular la realidad y nos alerta sobre la importancia de mantener un sentido crítico y una vigilancia constante ante la información que recibimos.
Especialmente significativo es el hecho de que la Fuerza Aérea pusiera elementos en la zona en la que Bennewitz iba a volar con su avión. Bennewitz picó, y se convenció de que allí había una base secreta subterránea donde se estaban haciendo horribles experimentos. La ahora famosa Base de Dulce, en la que se llevarían a cabo experimentos muy perturbadores. Pero eso es un tema para el próximo capítulo…
Sonia Gupta
FUENTES
FAWCETT, Lawrence y GREENWOOD, Barry J., Clear Intent: the government coverup of the UFO experience, 1984
TILTON, Christa y GREEN BECKLEY, Timothy, The Bennewitz UFO Papers: Underground Alien Biolab at Dulce, 2009
BISHOP, Greg, Project Beta: The Story of Paul Bennewitz, National Security; and the Creation of a Modern UFO myth, 2005
LAMBRIGHT, Christian P., X DESCENDING, 2011
PILKINGTON, Mark, Mirage Men: A Journey in Disinformation, Paranoia and UFOs, 2010
BENNEWITZ, Paul, Project Beta, 1988
MOULTON-HOWE, Linda, en entrevista con Sonia Gupta, 2022
MOORE, Bill, Conferencia MUFON 1989
DOTY, Richard en entrevista para ‘’UFOs’’ en Showtime TV
DOTY, Richard en entrevista para Gaia TV con motivo de Awakening Conference
DOTY, Richard entrevista en UFO Witness para Quest TV, 2022
Originalmente publicado en Youtube, canal AEnigma @AEnigma