Publicado en EOC nº 91

Que no te engañe el título. “ICA: La increíble historia de un pasado que nunca existió” (Guante Blanco, 2020), de José Antonio Caravaca, no solo es la exposición más completa, razonable y clarificadora hasta la fecha sobre el “enigma” de las piedras de Ica. Es mucho más. Es una radiografía sobre las ilusiones de miles de apasionados amantes del misterio, capaces de gastarse sus parcos ahorros en un viaje transoceánico en busca de la Verdad. Es una autopsia a la esencia de las anomalías. Es, como dice su autor, una incursión entre los zombies del misterio que se niegan a morir: “el experimento Filadelfia, UMMO, el astronauta de palenque, la teoría de la tierra plana, la falsedad de la llegada del hombre a la luna…”. Así que, incluso aunque no te interesase el caso de las piedras de Ica, “ICA: la increible historia de un pasado que nunca existió” tiene mucho que enseñarte sobre la materia prima con la que se construyeron los pilares del mundo del misterio y sobre ti mismo.

Caravaca expone la cronología de este gran clásico de los enigmas del pasado antes, durante y después del Dr. Javier Cabrera -su principal divulgador-. Y diferencia entre las auténticas piedras grabadas por los ancestros de Ica  (3) y las piedras de la cultura gliptolítica del Dr. Javier Cabrera (ninguna). Denominado Dr. Sotil (bobo) por su proveedor de priedras gliptolíticas.

Reseñable su oda a grandes hombres, como  Joaquim  Mititieri, que tras años de obsesión -e inversión millonaria- en un supuesto misterio, tuvo la honestidad y el coraje de reconocer su error. Otros, victimas de su propia autoestima, prefieren perpetuar el mito antes que reconocer que fueron engañados, y contribuyeron a engañarnos a los que llegamos después.

Caravaca retoma el camino que abrió Vicente Paris, y lo completa, empaqueta y nos lo regala condensado en 168 apretadas páginas en las que no sobra ni una línea.  Viaja a Ica, consulta artesanos, arqueólogos, ufólogos… recluta el apoyo de investigadores como el mismo Vicente Paris, Debora Goldstern, el Dr. Miguel Ángel Pertierra, Xavi Bonet, etc. Y descubre que su búsqueda de la verdad, termina en una posverdad… el nuevo mapa del misterio.

Solo una crítica… Caravaca -comprendemos y respetamos la razón- no menciona ni una sola vez a J. J. Benítez. El responsable, con el primer libro que escribió Benítez: “Existió otra humanidad”,  de que todos nosotros, la tercera generación de investigadores españoles, conociésemos, fuésemos seducidos y nos obsesionásemos por las piedras de Ica, peregrinando hasta su museo en Perú, intentando encontrar pruebas de “un pasado que nunca existió”.  El día que Caravaca se decida a escribir sobre la obra de Benítez, se abrirán los cielos y hasta Jesús se caerá de su caballo (de Troya).

Un libro, en definitiva, como todos los de Caravaca, que no solo merece un lugar de honor en la biblioteca de todo investigador… Que no solo merece ser leído,  sino que ha de ser radiografiado y sometido a una detenida pericia forense, ante la ingente e inteligente afluencia de datos, referencias y citas bibliográficas, que clarifican, sin dejar el menor resquicio a la duda, uno de los grandes pesos pesados del mundo del misterio. Imprescindible.

En nuestro caso, y como sorpresa final, descubrimos  con perplejidad -tras una lectura apasionada y apasionante, llenando cada página de párrafos subrayados, notas en los márgenes y post.it de colores-, una inmerecida e imnecesaria cita a la obra de El Ojo Crítico entre los agradecimientos.  Aun sin dicha cita, habríamos  opinado lo mismo sobre la última obra de José Antonio Caravaca.