Publicado en EOC nº 99

Reducir un caso con tantas aristas como el de Garabandal a fraude, es dejar por el camino muchos aspectos que no nos hablan de blanco o negro, si no de una amplia escala de grises donde la única conclusión no es la verdad o la falsedad de un acontecimiento, si no el reconocer, humildemente, que todavía nos queda mucho por saber de estos asuntos que rozan las fronteras del conocimiento actual.

Hace unas semanas se puso en contacto conmigo una persona que tiene un gran vínculo con Garabandal, una persona muy cercana a una de las principales videntes de este fenómeno mariano. Tuvimos una cita en la que me reveló unos datos que me dieron claves de esta historia que yo desconocía, que me hicieron entender que mis investigaciones sobre las apariciones marianas y el fenómeno ovni tienen un vínculo real que también aparece en Garabandal.

Gracias a esta persona, que por petición personal voy a dejar en el anonimato, obtuve unos conocimientos que, para mí, supusieron una auténtica revelación. Y gracias a esta persona maravillosa, pude conocer a Jacinta González, una de las niñas que, en los años 60, en la pequeña aldea española de Garabandal, fue protagonista de este acontecimiento mariano.

Entre la información que pude obtener a través de estos dos encuentros, me percaté de que las apariciones de Garabandal tienen también, presente, el componente ufológico. Conozco de primera mano que las niñas observaron luces extrañas durante las apariciones. E incluso más. Como todas no entraban en trance a la vez, me dicen que en uno de los trances que solo dos de ellas estaban teniendo la visión, las dos que estaban sin visión en esos momentos, observaron moverse, entre los pinos, una especie de triángulo metálico, luminoso, que las dejó muy impactadas. Las niñas interpretaron, e interpretan, a la fecha, que podía tratarse del vehículo de transporte de la Virgen.

Además, tenemos que tener en cuenta que el lugar, el enclave natural en el que se producen las apariciones es una montaña, un monte sagrado, como su propio nombre indica, Peña Sagra, y que ahí, antes de las apariciones, ya existía una ermita dedicada a la Virgen de la Luz.

Escribe Carlos Fernández en la obra “Nuestra Señora de la Luz de Liébana”, que la historia de la Santuca se remonta al siglo XV, cuando “una pastora oye un ruido extraordinario, no de espanto, sino suave y agradable; y luego una música dulce, embriagadora, como de Ángeles. Miró al lado de oriente, donde percibía los sonidos y vio entre el follaje de las esbeltas hayas que poblaban aquel sitio, movidas ligeramente por un soplo misterioso, a una Señora de celestial semblante, sosteniendo en el brazo derecho a un Niño de encantadora hermosura, y acercándose emocionada, la Señora, que no era otra que la Santísima Virgen, le habló de esta manera: El Señor te acompañe y no temas, hija mía. Llégate al inmediato pueblo de Aniezo y refiere al Rector de aquella iglesia cuanto de ver acabas, declarándole de mi parte, que cavando la tierra, se hallará una imagen mía aquí en este sitio, donde es voluntad de Dios que sea venerada”.

Si tenemos en cuenta esta aparición y esta historia de la Virgen de la Luz en Peña Sagra, ¿Podríamos pensar que las niñas no fueron las primeras en observar el fenómeno? ¿Que el fenómeno no nace en los años sesenta si no mucho antes? La pastora escucha un ruido en Peña Sagra, igual que las niñas videntes de Garabandal, y observa una Señora Celestial con un Niño, igual que las niñas de Garabandal, y observa luz, igual que las niñas de Garabandal.

Las niñas de Garabandal ven un triángulo luminoso, está la Virgen de la Luz… a mí todo esto me lleva a confirmar, una vez más, que los fenómenos se mantienen con el paso del tiempo y que nosotros lo vamos cambiando de nombre dependiendo de las creencias de cada época. Hablando de que algo es paranormal, ufológico o religioso dependiendo de nuestras creencias.

Hasta ahora, nadie había referido este componente ufológico de Garabandal, que para mí es tan importante. Además, el fenómeno ovni en Garabandal no solo lo han visto las niñas. También he recabado otros testimonios de personas, en tiempos más recientes, que han observado luces o resplandores inexplicables en Garabandal, llevándolos incluso a pensar que estamos en un lugar que funcionaría como portal hacia las otras realidades.

Por último, quiero narrar otro detalle de Garabandal que poca gente conoce. La conexión telepática entre las niñas. Por ejemplo, cuando Loli acababa de fallecer, sin necesidad de teléfono, las demás lo sabían. O, también, si a veces, por ejemplo, una de ellas piensa o pide algo en su interior, es habitual que tiempo después otra de las niñas videntes le llame para preguntar por su petición. Es como si siguieran conectadas.

Y otro dato fascinante de Garabada, que casi nadie cita, es que mucho tiempo antes de que sucedieran las apariciones, fue el profeta argentino Benjamín Solari Parravicini quien lo puso por escrito. En el año 38, Parravici escribió y dibujó:

“Llegará a España la visita de la Virgen, en su día dirá”.

En otra psicografía de la misma época dice: “España será lazo de amor con Argentina. En sus tierras ambas se verá la Virgen y la Fe será en ellas en su hora”.

También escribió Parravicini: “La Palabra Celeste llegará a una Aldea de España y se le escuchará”. Y por último, también en los años 30 del pasado siglo, tres décadas antes de Garabandal, Parravicini escribió:

“Orando sobre la roca del milagro en España, Llegará un día la Virgen. Llegará escoltada por Gabriel. Ella dará a las campesinitas la mano y les enseñará sus huellas a seguir. Cristo bajará de aquella mano. Cristo Será en Españan en el 66″.

Yo no digo que Garabandal sea lo que dicen que es. Yo lo que digo es que Garabandal sigue siendo un fenómeno del que todavía falta mucho por explicar, y que no esposible resumirlo con la palabra “verdad” o “fraude”.

Lourdes Gómez