EL FALSO ESCRAMBLE OVNI DE UN EUROFIGHTER EN MORÓN Y OTROS FRAUDES
Publicado en EOC nº 98
Desde la manipulación del análisis fotográfico de las caras de Belmez para el libro “Tumbas sin nombre” (especialmente escandaloso en el fraude de la foto del Guardia Civil Miguel Chamorro), hasta el falso fantasma del Mercado de Triana, la lista de fraudes que salpica la trayectoria de José Manuel García Bautista es interminable: El falso poltergeist de Tomares y sus SMS espectrales en directo (respetando las pausas publicitarias); el de Viandas y la falsa doble factura de clavícula que le produjo un fantasma agresor; los falsos fenómenos de los baños árabes de Coria del Rio; los testigos falsos del tiroteo en la Base de Morón (un familiar con vocación de actor); el falso equipo quirúrgico del Prado de San Sebástian (en realidad el equipo de campaña de Alcalá de Henares donde hizo la mili el padre de Rafa Cabello que aparece en la foto), etc., etc., etc. Según Carmen Porter, García Bautista fue expulsado de Milenio3 “por montar fraudes”, ganándose el alias de J. M. García “Cuentista”.
Fraudes que quedan fijados para siempre en la bibliografía especializada e Internet, y que son aplaudidos por programas, revistas y congresos que continúan dando voz a los engaños de “Bautí” y sus colaboradores, para generar contenidos que benefician a todos. El falso scramble del Eurofighter de Morón, solo es el último eslabón de una colosal cadena de mentiras. Ballester Olmos nos lo cuenta…
Pilotos y ovnis: El cuento de nunca acabar
El 31 de marzo pasado, la edición digital del diario ABC de Sevilla nos sorprendió con una historia de ovnis de un tipo que no habíamos vuelto a oír desde hacía bastantes años: un piloto militar había salido a perseguir un objeto volante no identificado. Con el subyugante título “Salida de emergencia de un Eurofighter tras un OVNI en Morón de la Frontera”, el ufólogo sevillano José Manuel García Bautista nos contaba un cuento del todo apropiado para las adelantadas Pascuas de este año. En resumidas cuentas, lo central de la información es la supuesta declaración escrita que un -presunto- piloto de la Fuerza Aérea española destinado en la Base Aérea de Morón (BAM) hizo -también presuntamente- al mentado. Fechada el “21 de XXXX de 2023”, la copio a continuación:
“Me dirijo a usted en calidad de piloto de Eurofighter del Ejército del Aire español, con el propósito de informarle acerca de un incidente que tuvo lugar el día XX de XXXX de 2023 en la Base Aérea de Morón de la Frontera, y que considero puede ser de su interés. Esa mañana, nuestro escuadrón se encontraba en estado de alerta operativa cuando recibimos una señal de detección de un objeto volador no identificado (OVNI), en las proximidades del espacio aéreo controlado por nuestra base. Siguiendo los procedimientos establecidos, se activó de inmediato el protocolo de scramble, y mi unidad fue requerida para proceder con la interceptación y evaluación de la amenaza potencial.
“En cuestión de minutos, despegamos a bordo de nuestros Eurofighter y nos dirigimos hacia la ubicación indicada, manteniendo la comunicación con el centro de control en tierra. Al llegar a la zona designada, observamos un objeto volador no identificado que exhibía un comportamiento errático y no respondía a las señales de identificación estándar. Siguiendo los protocolos de seguridad, procedimos con maniobras de aproximación y observación detallada del objeto, utilizando nuestros sistemas de radar y comunicándonos con el centro de control para coordinar la respuesta adecuada. A pesar de nuestros esfuerzos, el OVNI demostró una capacidad de maniobra que desafiaba las capacidades de cualquier aeronave convencional conocida, y finalmente desapareció rápidamente de nuestra vista a una velocidad que superaba con creces cualquier parámetro operativo conocido.
“Tras confirmar la retirada del objeto no identificado, regresamos a la base y dimos inicio a un exhaustivo proceso de análisis de los datos recopilados durante la misión. Hasta el momento, no hemos podido determinar la naturaleza ni el origen de dicho OVNI, lo que plantea interrogantes significativas en cuanto a la seguridad y defensa de nuestro espacio aéreo. Deseo transmitirle que, como piloto militar, me encuentro comprometido con la veracidad y la objetividad en la evaluación de los eventos que presencio en el ejercicio de mis funciones. Este incidente desafía la comprensión de los fenómenos aéreos no identificados, y estoy a su disposición para colaborar en cualquier información adicional que pueda llevarse cabo al respecto. Agradezco su atención a esta comunicación y quedo a su disposición para brindar cualquier información adicional que pueda ser de su interés.”
En la Base Aérea de Morón se emplaza el Ala 11 del Ejército del Aire y en la actualidad dispone de un único tipo de aeronave, el poderoso Eurofighter Typhoon (C.16), a pesar de lo que indica la desactualizada web del EA al respecto.
La información publicada es enteramente ficticia. Por tres razones fundamentales:
El Ejército del Aire español dispone desde 1992 de un protocolo de actuación específico para la investigación y el esclarecimiento de informes de avistamientos ovni. Se conoce como Instrucción General 40-5 y se titula “Normas a seguir tras la notificación de avistamientos de fenómenos extraños en el espacio aéreo nacional”. Aprobada el 31 de marzo de 1992, dicha instrucción se distribuyó en junio a todas las unidades del Ejército del Aire para su conocimiento y cumplimiento. Me complace señalar que dichas normas se redactaron en base a varios formularios técnicos, españoles y extranjeros, genéricos y especializados (entre ellos el de la USAF norteamericana) que yo mismo entregué a los oficiales de la Sección de Inteligencia del Mando Operativo Aéreo (MOA) previamente a su redactado.
De haber ocurrido unos hechos de esa categoría, la IG-40-5 se hubiera activado automáticamente y se hubiera llevado a efecto la investigación pertinente que luego se elevaría al Jefe del Estado Mayor del Aire con la debida propuesta de clasificación o desclasificación, Hasta ahora, en las tres ocasiones en que se ha puesto en marcha esta Instrucción (dos en 1993 y una en 1995) todos los informes resultantes se han desclasificado y están disponibles en la biblioteca virtual del Ministerio de Defensa.1,2 Precisamente, el último de ellos, un avistamiento desde el aire en Morón.3 De ello se colige que, de haber ocurrido tal incidente, se habría investigado y, con toda probabilidad, hecho público. Lo cual no ha ocurrido.
En segundo lugar, es absurdo, o más bien estúpido, pretender esconderse tras un relato anónimo, cuando sería algo inmediato encontrar en la base a quien hizo tales manifestaciones si es que fue un piloto quien las hizo y los hechos pasaron como se han contado, y fácil si estos nunca sucedieron.
En tercer término la última razón, pero no por ello la menos importante, tenemos la respuesta dada por la Oficina de Comunicaciones, Relaciones Públicas y Protocolo de la Base Aérea de Morón a la consulta que se le hizo al día siguiente de la publicación. Lacónica y taxativa pero suficiente4:
Esta noticia es completamente falsa, gracias por su interés.
En realidad esto no tiene mayor recorrido, pero mi curiosidad fue más allá y les escribí, aduciendo mi “currículum” con el EA ‒contribución al proceso de desclasificación de los archivos oficiales del EA (1990-1999) y aportación a la web de Defensa5‒ para solicitar “el informe pormenorizado desarrollado en la BAM para alcanzar dicha conclusión”. La respuesta, también rápida pero más amable, apelaba esta vez a una instancia superior6:
Esta Oficina de Comunicaciones no está autorizada a satisfacer su petición, lo adecuado es que solicite dicha información a través de OFICOMDEF: prensa.defensa@oc.mde.es Lamentamos el inconveniente.
Naturalmente, remití un email a la dirección de correo electrónico que me facilitaron. La respuesta que me llegó de la Oficina de Comunicación Institucional y Prensa del Ministerio de Defensa, simplemente me informaba de que “enviamos su solicitud al Ejército del Aire y del Espacio, puede consultarles a ellos en qué estado se encuentra la misma”7.
Confieso que, sin pretenderlo y en un exceso de celo, hice un demanda superlativa. Porque no existe tal “informe pormenorizado”. No puede existir. Si la noticia se colgó en la edición online del ABC a las 07:52 horas del 31 de marzo y el investigador español Julio Plaza recibió respuesta de la BAM a las 12:38 del día 1 de abril, apenas habían pasado 29 horas. No había transcurrido tiempo suficiente para realizar ningún informe exhaustivo de nada. Se respondió con la convicción y seguridad de que tales hechos nunca tuvieron lugar. Pero Defensa sí puede aportar justificación y evidencia suficiente para corroborar la afirmación de la base local.
Afortunadamente, tengo canal de diálogo abierto con el Capitán Manuel Ángel Cuenca López, jefe del Gabinete del Jefe del Estado Mayor del Aire (JEMA) y de la Oficina de Comunicación del Ejército del Aire y del Espacio (OFICOM), por haberme ayudado en anteriores investigaciones. A fecha de hoy sólo dispongo de un amigable email que espero sea prometedor8:
Permítame que haga unas indagaciones a ver si podemos confirmar, con datos, la inexistencia del caso.
Un saludo.
Siguiendo con la crítica a la ‒nunca mejor dicho‒ desinformación publicada, vayan un par de detalles menores. Aunque se halla en el término municipal de El Arahal (en la andaluza provincia de Sevilla), la base toma su nombre ‒Base Aérea de Morón‒ de la cercana población de Morón de la Frontera. Denominarla con la coletilla “de la Frontera” es un error en el que no incurriría jamás un militar apostado en la base aérea. Por último, está el uso del término objeto “volador” en lugar del más usual en castellano: objeto volante.
Algo tremendamente significativo es el hecho de que el día y el mes del supuesto suceso se hayan ocultado. Esto no lo ha hecho la presunta (para mi inexistente) fuente militar, ya que rápidamente la jerarquía de la base sabría de quién estamos hablando (de haber ocurrido los hechos narrados) con solo leer la descripción de los mismos. Eso se ha hecho, probablemente por parte del autor del artículo de ABC, para evitar que los investigadores hiciéramos las averiguaciones oportunas y comprobáramos que tales hechos nunca ocurrieron. O sea, se ha pretendido abortar la investigación. Un ejemplo absoluto de falta de ética, habitual en el individuo intoxicador.
O el autor del artículo no tiene dos dedos de frente, se ha dejado “colar un gol” y está buscando protagonismo difundiendo el relato, o él mismo lo ha creado. Francamente, no sé lo que es peor. No debemos desdeñar otro precedente semejante del mismo autor hace pocos años, con la también cooperación tan ingenua como carente de filtro del ABC de Sevilla. En aquella ocasión, fue directamente la Jefatura del Mando Aéreo de Combate (MACOM) quien me aportó razones de peso para valorar en negativo dicha información9. En cuanto tenga noticias satisfactorias del Ejército del Aire las volcaré en este blog.
Vicente-Juan Ballester Olmos
https://fotocat.blogspot.com
Agradecimientos
A Manuel Carballal, Joan Plana Crivillé y Julio Plaza del Olmo, por compartir información.
Notas
(1) V.J. Ballester Olmos, “Los expedientes OVNI desclasificados – Online”,
https://bibliotecavirtual.defensa.gob.es/BVMDefensa/i18n/consulta/registro.cmd?id=42382
(3)
(4) OFICOM Base Aérea de Morón a Julio Plaza del Olmo, 1 de abril de 2024.
(5) https://bibliotecavirtual.defensa.gob.es/BVMDefensa/exp_ovni/i18n/consulta/registro.cmd?id=38366
(6) OFICOM Base Aérea de Morón a V.J. Ballester Olmos, 8 de abril de 2024.
(7) OFICOMDEF a V.J. Ballester Olmos, 15 de abril de 2024.
(8) Gabinete del JEMA a V.J. Ballester Olmos, 20 de mayo de 2024.
(9) V.J. Ballester Olmos, “OVNIS y militares, más desinformación”,