Publicado en EOC nº 88

 “La familia Díaz vive con el corazón en un puño. No se explican qué les ocurrió en la noche del sábado para que, según afirman, acabaran llamando a la policía después de que en su casa se produjeran «fenómenos extraños». El increíble relato de los Díaz bien podría corresponderse con haber sufrido la broma del siglo, pero por ahora lo que único que manifiestan es «miedo. Tenemos miedo de estar en casa. No sabemos qué hacer», afirma Luis Díaz, que vive en un piso de Mieres con su hijo José Luis”.

Así empezaba la sugerente crónica de la periodista Marta Varela, publicada en el diario asturiano El Comercio el pasado martes 20 de noviembre, en la que se informaba de un presunto poltergeist en toda regla en Mieres (Asturias). Una serie de sucesos aparentemente inexplicados de los que, incluso, dieron cuenta a la policía. Así lo relata el mentado artículo:

”Lo que relatan, lo que afirman haberle contado a la policía, es que en la noche del sábado, cuando se disponían a cenar a eso de las nueve de la noche, los objetos de su casa poco menos que se volvieron locos. Fue José Luis Díaz el primero en padecer un hecho que no ha dejado denuncia policial alguna. Fue cuando se dirigía a la cocina mientras el resto, su hija Mari Carmen y el marido de esta, Benito García, se preparaban para cenar en familia. «Me acerqué y salió disparado un tenedor y chocó contra la pared», afirma”.

Pero la cosa no queda ahí, ya que, según dicha crónica: “Tras el episodio del tenedor afirman haber oído golpes en la habitación de Luis y encontrar en la almohada una foto de boda que «siempre estaba en un marco en otra habitación» y «un hacha que debería estar en la caja de herramientas». Desde la noche de los «fenómenos extraños» esta familia ha decidido dormir junta en el salón a la espera de que la cuestión se calme. Porque, según relatan, la lista de sucesos del sábado fue de lo más completa”.

Sin duda, nos encontrábamos ante uno de esos casos que podría llegar a convertirse en todo un clásico. De hecho, comparte ciertos elementos que recuerdan demasiado a otros sucesos similares como bien pudiera ser el polémico caso Vallecas. El texto culminaba de la siguiente manera:

“María del Carmen afirma que caminaba por el pasillo cuando «un cenicero de bronce saltó hacia mí. A esas alturas ya no sabíamos qué hacer y fuimos juntos al salón, pero la cosa siguió. Los grifos de la ducha se abrían solos. Los cerrábamos y, al poco tiempo, se abrían», relata. Unas tijeras abiertas en la habitación, un cuchillo en la cama, pinzas dobladas en la cocina, cuchillos fuera de sitio, un cuadro que no dejaba de dar vueltas… Un relato de lo más inverosímil que trae de cabeza a la familia Díaz”.

Puede leerse la crónica original de El Comercio, aquí: https://www.elcomercio.es/asturias/familia-mieres-miedo-estar-casa-fenomenos-extranos-20181120001947-ntvo.html

Como decíamos, eso fue el pasado martes. Al día siguiente, se publicó una nueva crónica de Marta Varela titulada: “Una espiritista se ofrece para ayudar a la familia Díaz. Pretende realizar el sábado una psicofonía en la vivienda al «proseguir los ruidos y el movimiento de objetos»”. En ella se pueden leer cosas como:

“La familia Díez, de Mieres, sigue sin vivir tranquila en su domicilio, donde lleva residiendo trece años. Desde el pasado sábado, son testigos de fenómenos extraños. Objetos que se mueven de sitio, dinero que echan en falta en una cartera, la cartilla de ahorros que aparece rota… Y no cesan los ruidos. (…) Ayer volvieron a pasar la noche en vela en el salón de su casa, mientras en el resto de estancias «volvían a escucharse ruidos, salía despedida una figura, se atascaba la puerta del baño» que tardaron varios minutos en abrir…”.

Además, se especificaba como: “Con la ilusión de continuar disfrutando de su hogar, han aceptado la ayuda de la espiritista e investigadora paranormal Marian Coya, una ovetense afincada en Avilés que tiene amplia experiencia en este tipo de manifestaciones. El sábado acudirá al domicilio de la familia Díez a realizar una psicofonía e intentar restablecer la normalidad de forma gratuita. El padre está ansioso por que así sea. «No podré aguantar mucho más; estoy dispuesto a dejar la casa e irme a otra porque estoy perdiendo la salud», señaló ayer a este diario”.

Puede leerse aquí:  https://www.elcomercio.es/asturias/cuencas/familia-diez-asegura-20181121001234-ntvo.html

Nuestras pesquisas
El historiador Juan José Sánchez-Oro nos avisó de estas informaciones, por lo que nos pusimos en contacto con la periodista Marta Varela, quien nos relató los antecedentes de la historia, confirmando lo publicado en El Comercio. De hecho nos contó como fue la própia familia la que, días antes,  se puso en contacto con el periódico pidiendo ayuda.

Acto seguido, contactamos con un miembro de la familia, quien me volvió a confirmar lo ya publicado, haciendo patente el nerviosismo de la misma ante los sucesos que estaban teniendo lugar, afirmando incluso llevar hasta cinco noches sin dormir.

Al proponerle la posibilidad de que algunos compañeros nos personásemos en su domicilio de Mieres, la semana próxima, para entrevistarnos con la familia y tratar de averiguar el foco de los presuntos fenómenos que acontecían en su casa, dicho miembro de la familia, tras consultarlo con otro familiar, me dijo que no sería posible, ya que no quería montar un circo mediático con este tema, confesándome incluso que se les había ofrecido dinero por parte de algún medio de comunicación, rechazando tal propuesta. Incluso me preguntó si yo tenía constancia de que pasasen cosas similares (sucesos de tipo poltergeist) en otras casas, y me confesó el haber trabajado para televisión, y que sabía perfectamente como funcionaba ese mundillo.

Cuando le expliqué que nosotros no publicaríamos nada sin su permiso, pero que seguíamos interesados en hablar con ellos in situ para saber más, me dijo que quien quisiera acercarse a investigar la historia o hacer algún reportaje de cualquier tipo, literalmente: “va a pagar”, teniendo que “aportar”, económicamente hablando. Algo en lo que me insistió varias veces. Un tanto contrariado, el abajo firmante dio por zanjada la conversación instantes después.

Al día siguiente, volvimos a ponernos en contacto con la persona que hacía las veces de portavoz de la familia, con quien había contactado el día anterior. En el trascurso de las conversaciones, se nos hizo saber que, de haber algún medio interesado en hacer un reportaje o similar, tendría que pagar una alta suma monetaria.

Literalmente, me dijo como “sinceramente nos conformamos con 3500 pavos”, para reponer algunos de los enseres rotos debido al supuesto poltergeist, así como para mudarse del domicilio familiar. Eso fue el viernes por la mañana.

El domingo a mediodía, pudimos saber como la familia finalmente habría aceptado una oferta de 8000 euros que un equipo que trabaja para televisión ofrece a un grupo de investigación, que haría de intermediario con la familia que nos atañe, por la historia en exclusividad. “Es muy fuerte este caso, hay muertes por el medio”, me aseveraba por escrito el familiar. Es decir, una suerte de inefable subasta con una historia de poltergeist como “objeto” de puja.

De hecho, al preguntar de nuevo si había alguna posibilidad de entrevistarles sin tener que pagar alguna cantidad económica, se nos dijo claramente que no. “Eso está claro”, me aseveraba por escrito esta persona, portavoz de la familia. Y me afirmó que tanto la familia como su abogado irán “a por quien sea” en caso de divulgar dicha historia revelando sus imágenes o identidades personales.

Al ponernos en contacto con Marta Varela, la periodista que encendió la mecha informativa de la historia en El Comercio, esta se mostró francamente sorprendida ante esta suerte de puja paranormal, pues a ella se le dijo en todo momento que no pensaban cobrar cantidad económica alguna. De hecho, estaba invitada a la mentada sesión psicofónica del sábado, a la que ella no pudo asistir. Pero sí un compañero suyo del periódico, quien a última hora se le retiró la invitación, prohibiéndosele acceder a la misma. Y en cuanto a la repercusión mediática de los artículos de Marta, esta nos explicó como le habían llamado muchas personas interesadas en la historia, incluso desde Cuba o Austrália.

Paralelamente, estos últimos días, Juanjo Sánchez-Oro también contactó con la misma persona con quien lo hicimos nosotros. Le ofreció la posibilidad de acudir al domicilio de los hechos con un equipo multidisciplinar de profesionales, escrupulosamente científico (por supuesto, sin médiums, psicofonías, ouijas, etc.), para intentar aclarar tanto la naturaleza de los presuntos fenómenos extraños como atender el bienestar psicológico de los afectados.

En la última conversación mantenida, también fue despreciada este tipo de intervención sin ánimo de lucro, pues se le dijo que la familia ya estaba en manos de un equipo de televisión encargado de llevar a cabo la investigación.

A día de hoy, estos son los datos de los que disponemos en lo que respecta a este caso. No estamos en disposición de sacar conclusiones. Seguiremos pendientes de todo cuanto acontezca relacionado con esta historia. Si algún lector dispone de más información, será bien recibida con el fin de aclarar tan confusa situación.

David Cuevas

ANEXO:

EL 26 de noviembre de 2018, el programa La Rosa de los Vientos (Onda Cero) se hizo eco de estas informaciones y amplió otras tantas. Lo tenéis aquí, a partir del minuto 43: https://www.ondacero.es/programas/la-rosa-de-los-vientos/audios-podcast/tertulia-zona-cero/nueva-nave-llega-marte_201811265bfb845d0cf2327d1cc0fdf3.html

También, en la madrugada del pasado miércoles 28, el programa Poniendo las calles de la Cadena COPE se hizo eco del asunto y lo amplió nuevamente con nuevas pesquisa. Lo tenéis aquí, a partir del minuto 39: https://www.cope.es/programas/poniendo-las-calles/audios/poniendo-las-calles-noviembre-20181129_586453