Publicado en EOC nº 77

Muchos son los que hablan indiscriminadamente de investigación cuando realmente pocos, muy pocos, hacen gala de lo que realmente significa esa palabra, máxime en los últimos años. Ha tenido que llegar alguien como Mercedes Pullman (segundo premio EOC 2014), relativamente nueva en estas lides, para darnos una clase magistral y, porque no decirlo, sonrojante, de como ha de afrontarse una investigación de un hecho presuntamente anómalo acaecido en el pasado. Para muchos Ferrerias es el caso OVNI intocable, pues lo consideran, hasta cierto punto y como dirían los buenos de Ribera y Farriols, “un caso perfecto”. Pero… ¿realmente es así? En exclusiva para EOC, he aquí algunas respuestas.

¿OCURRIÓ ASÍ?

7 de marzo de 1996

José Manuel Castro, un ganadero de 38 años, observó una luz en el cielo muy brillante y decidió ir a casa de su hermano para avisarle. El testigo afirma que el hermano no le hizo caso, es entonces cuando el protagonista de nuestra historia decide volver al lugar del avistamiento. Al cabo de un rato decide hacer señales con su linterna de petaca mientras gritaba excitado que bajasen. El objeto empezó a acercarse al testigo hasta situarse a unos 50 metros de su posición. El pánico se apodero de José Manuel que decidió protegerse en su casa y observar el fenómeno desde la ventana. Vio, siempre según sus palabras, sobre su finca un objeto ovoide, luminoso y a la vez transparente en cuyo interior había cinco seres muy altos y de aspecto humano, los cuales estaban tumbados en una «especie de lavadoras». El objeto no identificado emitía un suave zumbido y su interior giraba muy despacio.

 De repente, surgió del objeto una luz formada por potentes destellos de colores, a modo de rampa, de la que descendieron tres pequeños seres que comenzaron a moverse por el terreno, al unísono, dando saltos. Con las primeras luces del día José Manuel inspeccionó su finca y comprobó que el terreno estaba plagado de unas huellas enormes. Éstas se hundían en la tierra a  unos 15 centímetros y tenían dos palmos de largo. En su parte superior destacaban una especie de dedos que se agarraban al terreno en forma de espiral, y en la inferior lo que asemejaba a la marca de un punzón. En algunos, las zancadas eran de casi metro y medio.

La vecina Sara Jul, cuya casa está muy cerca de la casa del testigo, asegura que no vio nada. Solo se percató del hecho de que la noche estaba más clara de lo habitual. A la hora del fenómeno, su televisor dejó de funcionar y decidió acostarse. Al oír los gritos de José Manuel se asomó por la ventana para ver si pasaba una “noche mala” o una noche demasiado “alegre”. Lo cual no refleja nada a favor del testigo, más bien todo lo contrario. Doña Sara vio a José Manuel haciendo señales con la linterna y gritando “¡Baixade, baixade!” (¡bajar, bajar!”. Al ver que no pasaba nada serio, se fue a dormir.

Según los testigos, estos son los hechos que ocurrieron en Ferrerias.

A parte de esto, existen otros testimonios afirmando que, durante la misma noche en la base militar situada en el monte Campelo (Sobrado, Lugo), saltaron todas las alarmas por el avistamiento de cuatro enormes bolas luminosas presenciadas por los soldados de la base, las cuales se movían erráticamente alrededor de una antena de comunicaciones de gran envergadura. Según dichos testimonios, las esferas de luz permanecieron un cuarto de hora sobre la antena, hasta que se unieron en un sólo objeto, que voló hacia la localidad coruñesa de As Pontes de García Rodríguez.

18 AÑOS DESPUES: TESTIMONIOS E INFORMES.

El 4 de octubre de 2014, en una de mis visitas a Galicia, conocí y hable con una de los testigos de los hechos de aquel lejano 7 de marzo de 1996. Era la mujer del hermano del testigo, que supuestamente no acudió aquella noche a casa de José Manuel para comprobar que ocurría en la finca de su hermano.

En su declaración, la mujer afirma que aquella noche desde su balcón, no vio nada extraño en el cielo, salvo una estrella un poco más grande que el resto y a José Manuel haciendo señales con su linterna. Lo que me recuerda también a un testimonio de la propietaria de una cantina situada a pocos metros de la casa de José Manuel, María Fe Pena, que pudo observar lo que ella describió como “dos lunas, una cerca de la otra”.

Es necesario aclarar que la casa del testigo está a unos 600 metros aproximadamente de la casa de su hermano Cesario. A parte de esto, y según datos recalados in situ, la testigo asegura que en la noche señalada sí que despertó a su marido para que fuera a ver qué le pasaba a su hermano, contradiciendo la declaración inicial de su marido de no haber ido. Y que cuando Cesario volvió a casa, comentó a su mujer que no pasaba nada serio y decidieron irse a dormir.

Después de 18 años es difícil averiguar los verdaderos hechos ocurridos aquella noche. Cabe la pregunta de si los testigos se acuerdan de los hechos acontecidos acaecidos hace tantos años. Desconozco si en su momento entrevistaron a esta testigo que, con sus declaraciones, contradice toda la información existente. Me resulta extraño que una testigo tan importante no fuera interrogada más a conciencia los días posteriores al avistamiento.

En varias publicaciones sobre Ferrerias se menciona un informe redactado en el Cuartel de la Guardia Civil de Friol el 24 de marzo de 1996, y destinado a la 612ª Comandancia de Lugo donde se detallan varios avistamientos OVNI en la  comarca gallega, y especialmente el avistamiento de Ferrerias del 7 de marzo de 1996.

Elegí el camino más corto y, directamente, llamé al cuartel de Guardia Civil de Lugo, preguntando si cabía alguna posibilidad de ver el informe correspondiente al caso que nos atañe. El oficial que me atendió me contestó que era imposible ya que todos los informes de Guardia Civil son internos. Y para mi sorpresa me habló de un famoso informe de Friol/Ferrerias. Me aseguró que si este informe o su copia estuvieran fuera de cuartel, sería un acto ilegal. Además me aclaró que un informe de dichas características no es una investigación científica. En cualquier desplazamiento de la Guardia Civil es obligatorio elaborar un informe. Los oficiales que acudieron al lugar de los hechos solo inspeccionaron el terreno con supuestas huellas y constataron el testimonio de José Manuel Castro. La conclusión es que el informe de Guardia Civil no puede ser concluyente en una investigación de este tipo porque solo hace constar los hechos según los testigos. Ni los investiga, ni los confirma.

¿OVNIS PERSEGUIDOS POR CAZAS MILITARES?

Existen varios testigos del lugar que afirman que vieron a los cazas militares persiguiendo OVNIs en el cielo, volando además muy bajo y casi tocando los árboles. Me sorprendió este detalle ya que, de lo poco que conozco sobre acciones militares, en caso de que existiera una alerta, la salida scramble no se realiza a baja cota. Este dato descarta por completo una alerta por el OVNI.

Me puse en contacto con el Ejército del Aire solicitando la información sobre posibles maniobras realizadas en el marzo de 1996. La contestación que recibí fue la siguiente: efectivamente, durante los días 14 y 15 de marzo de 1996 se realizaron las maniobras DAPEX 96.

Los datos que me proporcionaron indicaban que las maniobras DAPEX 96 eran de una gran envergadura y deduje que deberían haber quedado reflejadas en la prensa. Empecé a indagar en las revistas militares y no tardé mucho en encontrar lo que buscaba dentro de la REVISTA ESPAÑOLA DE DEFENSA nº 98 de abril de 1996.

De manera resumida, el artículo informaba de que el Ejército del Aire puso a prueba el sistema de defensa aéreo español en el ejercicio DAPEX 96, centrado ese año en el noreste peninsular, que es donde se ubican Galicia y provincia de Lugo. Las maniobras se realizaron desde la Base aérea de Torrejón de Ardoz, bajo el mando de Coronel José Fernández Conesa, con una flota de aviones:

14 C-101,

8 F-5,

4 F-4,

7 Corsair portugueses y

2 aviones de guerra electrónica.

En mi opinión, se trataba de una nutrida flota para poner a prueba la capacidad defensiva. El 14 de marzo de 1996, el mal tiempo fue el principal enemigo. En los aeródromos de Villanubla había carámbanos de hielo colgando del fuselaje de los F-5, lo que hizo abortar casi el 50% de las 91 salidas. No obstante, con los aviones disponibles se efectuaron un gran número de incursiones contra centros de mando y control, aeródromos, bases aéreas y nudos de comunicaciones. Durante la maniobras, en uno de los ejercicios, deberían haberse interceptado supuestos intrusos pilotando a ras del agua y de los bosques, sin mencionar varios disparos de misiles. En concreto, 3 secciones de misiles Mistral de corto alcance de defensa aérea y los cañones antiaéreos.

Esta información explica, claramente, los vuelos de los cazas a baja cota en marzo de 1996 en Galicia, sobre la provincia de Lugo, que, a su vez, lleva a la conclusión de que los aviones no perseguían ningún objeto no identificado sino que, simplemente, estaban realizando los ejercicios asignados.

La única duda que tenía se refería a las fechas. Si el avistamiento OVNI transcurrió el día 7 de marzo, hubo una semana de por medio hasta que empezaron las maniobras. Para disipar mis dudas, me puse en contacto con Daniel Valcarcel, que pertenece al personal militar del Estado. Le pregunté si existen algún tipo de preparativos antes de llevar a cabo unas maniobras militares. Me confirmó que, ante unas maniobras de esta magnitud, siempre hay conferencias, abundante recopilación de la documentación y ensayos preliminares, que explicarían la posible aparición de los aviones militares en la zona entre los días 7 y 14 de marzo.

Prosiguiendo con mis pesquisas sobre el objeto que pudo haber aparecido en el cielo en aquellos días y que además pudo ver José Manuel Castro desde su finca junto a Sara Jul, vecina del mismo, le pregunte a Daniel sobre los aviones empleados en guerra electrónica que, tal vez, podrían asemejarse a un objeto no identificado. Daniel Valcarcel mencionó el AWAC.

Desde luego la imagen de este avión con un platillo encima sobrevolando los cielos de Galicia o aterrizando por la noche con sus luces encendidas, fácilmente se puede confundir con un objeto no identificado. AWAC es una tecnología, no el avión en sí. Se puede montar un AWAC sobre el avión que quieras, lo que es un dato interesante a tener en cuenta. AWAC hace de control y, a su vez, es como una torre de control volante. Como ya tenía los datos sobre la participación de dos aviones de guerra electrónica en el ejercicio DAPEX 96, los cuales también podrían haber participado en los ensayos preliminares del dicho ejercicio, pensé: si un avión de estas características voló  sobre Friol/Ferrerias en las fechas anteriores del DAPEX 96, cabe la posibilidad de que la televisión de la vecina del testigo Sara Jul dejara de funcionar en un momento dado. Por no descartar una posible avería de antena o algún problema de transmisión televisiva. Pero, desgraciadamente, resulta imposible para un civil conseguir los datos o planes de vuelo de dicho avión.

¿QUÉ PASO EN LA BASE MILITAR DEL MONTE CAMPELO?

No he investigado a fondo el incidente que tuvo lugar en la base militar de Monte Campelo, porque realmente lo que me interesa es el avistamiento de Ferrerias y no el avistamiento de la base anteriormente mencionada. Indagando sólo un poco sobre el tema, me topé con el testimonio de un ex militar cuyo nombre no puedo revelar, que trabajaba como mando en el ESTADO MAYOR DE LA DEFENSA ESPAÑOL durante aquellos tiempos. El mando operativo tiene varias sedes y una de las principales está en Madrid. Desde allí, se controlan las alas 75 y 112 que a su vez llevan el control de los cazas F18, los cuales son parte de los interceptores. Este señor no recuerda que se realizase un scramble de esa magnitud en marzo de 1996 al noroeste de la península ya que, para la estructura del mando operativo, con más de dos cazas, máxime con cinco, habría sido considerado una alerta de invasión en nuestro país.

Pero claro, esto fue hace 18 años y, por lo tanto, entiendo que la investigación del avistamiento en la base militar de Monte Campelo sería un tema interesante para otro artículo.

LOS HUMANOIDES Y SUS HUELLAS.

José Manuel Castro describe la impresionante salida de la nave de tres seres que se movían con pequeños saltos. El terreno de la finca del testigo estaba repleto de pisadas de dichos seres. Actualmente las huellas de escayola que realizaron los investigadores están perdidas, lo que me impidió el acceso a ellas para poder llegar a una posible conclusión razonable. En algunos libros y medios de comunicación apareció la foto de dicha supuesta huella de escayola impresa por supuestos humanoides.

Mientras estaba observando la fotografía buscando parecidos naturales, me vino a la mente la huella de un avestruz.

Es evidente que su huella es más grande que la de una vaca y su semejanza es indudable. Por supuesto, esta observación parece válida solo en el caso de que la foto pertenezca a la auténtica huella de Ferrerias.

Aunque también cabe la posibilidad de que las huellas fueran de las vacas del hermano del testigo, las cuales pastaban en su finca todos los días. Al ser muchas las pisadas de estos animales allí, algunas pudieron juntarse entre sí y crear una huella más grande y extraña. Todo es posible. Varias fuentes afirman que la tierra de la finca estaba llena de socavones, hecho que poco ayuda en una investigación de aterrizaje de un objeto volante no identificado con descenso de seres.

Llegó a mis oídos que una de las huellas de escayola estaba en poder de J. J. Benítez y que él mismo entrevistó al testigo, quedándose impresionado con su testimonio. Como el caso de Ferrerias se considera, para algunos, como uno de los mejores de la ufología española, pensé que este gran investigador publicaría algún tipo de información en alguno de sus libros. Me puse en contacto con los administradores de su web oficial para solicitar esa información y me aseguraron que Benítez nunca escribió nada sobre el tema.

Hablando de los saltos de los seres, uno detrás del otro, quiero acentuar que lo curioso de eso es que el paso ligero de los militares en posición inclinada se asemeja mucho a los saltos descritos por el testigo.

El caso que nos ocupa sucedió de noche. El testigo observaba todo desde la ventana de su casa. Y, ya que sabemos que hubo ejercicios preliminares a las maniobras del DAPEX 96, cabe la posibilidad de la aparición de un vehículo militar del que descendieron tres o cuatro militares para inspeccionar el terreno. Siguen siendo unas suposiciones, pero parecen razonables…

¿DONDE OCURRIO REALMENTE EL FENÓMENO?

A mediados de octubre de 2014, me puse en contacto con el periódico EL PROGRESO DE LUGO, solicitando la información que publicaron en marzo de 1996 sobre el caso Ferrerias.

Diego Fernández, del Departamento de Archivo y Documentación de dicho periódico, ha sido muy amable al proporcionarme 2 artículos que se publicaron en EL PROGRESO DE LUGO sobre el avistamiento que me interesaba.

El primer artículo sobre el avistamiento del 7 de marzo de 1996, se publicó al día siguiente, pero no hablaba del avistamiento de Ferrerias.

El segundo artículo se publico el 9 de marzo de 1996, relatando el testimonio de avistamiento del OVNI del día 7 de marzo por José Manuel Castro.

El primer artículo relata que el avistamiento del día 7 de marzo de 1996 se produjo en Guntín, parroquia de San Román de Retorta, que está a 25 km de las Ferrerias y que corresponde a la parroquia de San Pedro de Vilaviete. Como son dos parroquias colindantes, existen afirmaciones de que el primer artículo correspondiente al día 8 de marzo de 1996 es erróneo ya que el avistamiento real se produjo en las Ferrerias y no en Guntín. A mi entender, es un error bastante grave, tratándose de un periódico, aunque sea provincial.

En el artículo del día 8, se informa de varias llamadas de los vecinos de Guntín a la redacción del periódico y varias emisoras de radio, relatando un avistamiento OVNI del que descendieron “objetos extraños”. En este punto me aparece una pregunta razonable: si el artículo era equivoco, y el avistamiento se producía en Ferrerias, ¿por qué llamaban los vecinos de Guntín? Son parroquias colindantes, pero hay que tener en cuenta que les siguen separando 25 km, aunque sea en línea recta.

Lo curioso es que el testimonio de nuestro testigo José Manuel Castro es prácticamente idéntico a los testimonios de los vecinos de Guntín, repitiendo hasta las frases sobre el movimiento de los seres.

El vecino de Guntín que regenta un bar en Lugo observó el aterrizaje del objeto no identificado a través de la ventana. Igual que en el caso de Ferrerias. De la nave salieron “unos objetos enanitos que andaban a saltos igual que los monos, uno delante del otro.”

La frase de José Manuel Castro en el artículo publicado el día 9 de marzo es casi idéntica: “Vi unos bultitos que saltaban como monos” (primer párrafo).

Lo intrigante de todo esto es que en los dos artículos aparece un hombre que regenta un bar en Lugo. En el artículo del día 8 de marzo, no aparece el nombre del testigo principal del avistamiento, pero en el del día 9 de marzo el regente del bar de Lugo es José Fernández y Fernández, amigo de los testigos. ¿Qué testigos? ¿Es la misma persona que, se supone, vio un avistamiento en Guntín y que afirma que su hermano y otras personas pudieron ver las huellas en su finca por la mañana?

Supuestamente, esto significa que en dos lugares aparecieron unas huellas de pisadas anormales. Y si el artículo del día 8 de marzo dio una información errónea sobre el lugar del avistamiento, ¿qué pisadas vieron los vecinos de Guntín?

A la sazón aparece una interrogación reflexiva: ¿Por qué en el artículo del día 9 de marzo de 1996, José Manuel Castro repite la misma frase de la noticia del día 8 de marzo? “Vi unos bultitos que saltaban como monos”. A mí se me ocurre solo una cosa y es que nuestro testigo era un lector habitual de EL PROGRESO DE LUGO y que creyó la noticia de dicho periódico del día 8 de marzo, aunque fuera desacertada.

A mi pesar, el articulo del 8 de marzo está firmado por la redacción agencias y es imposible averiguar el autor del mismo después de tanto tiempo. La única persona que podría aclarar este asunto es Juan Soto, que fue el jefe de la redacción de EL PROGRESO DE LUGO durante mucho tiempo y que está actualmente jubilado.

ULTIMAS REFLEXIONES

Llegados a este punto no sé si hay conclusiones que valgan sobre los hechos que acontecieron hace 18 años. Está claro que los cazas militares realizaban maniobras DAPEX 96 en el marzo de 1996. Desde luego, los hechos descritos por los testigos no son concluyentes en la investigación del caso de Ferrerias. Existen testimonios inciertos y contradictorios, artículos supuestamente equívocos (o no), las huellas desconocidas y desaparecidas de los seres o animales, los informes de Guardia Civil que no concluyen la investigación… En el caso de Ferrerias existe solo un testigo que presenció el fenómeno donde el OVNI era tan grande como una casa y, sin embargo, nadie más lo vio aunque la supuesta luz emitida por el mismo, hacía que pareciera de día. A mí personalmente me resulta raro que un fenómeno de esta magnitud terminara siendo presenciado por una sola persona, mientras sus vecinos no se percataban de nada.

Algunos vecinos de la comarca que vieron esferas de luces en el cielo, opinan que se trataba de luces procedentes de focos de una discoteca de Lugo. Una opinión bastante razonable sobre todo si contamos con que en el territorio comprendido entre Friol/Ferrerias/Guntín abundan los campos y los bosques. En una noche oscura, las luces con su movimiento en semicírculo o errático, proyectadas por los focos de una discoteca se asemejan mucho a los objetos voladores no identificados. Para confirmar este dato falta un desplazamiento al lugar para comprobar in situ dicha posibilidad.

Al final, solo nos queda reflexionar y quedarse cada uno con su opinión. Y mientras tanto, yo seguiré haciéndome la pregunta: ¿Qué pasó realmente en Ferrerias?

Agradecimientos a Fede Bravo, David Mulé y Daniel Valcarcel por acompañarme en esta travesía.

Mercedes Pullman

El testimonio de Jose Manuel Castro en “Esta noche cruzamos el Mississippi”

Descárgate gratis EOC nº 77 completo aquí: http://elojocritico.info/wp-content/uploads/2014/12/EOC-77-PDF.pdf