Published On: Mar, may 31st, 2016

DOSSIER TARJETAS DE UMMO: Cuando los pseudoescépticos hacen fraudes

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Publicado en EOC nº 79

sello-ummita-2015Desde agosto de 2015 hasta hace algunas semanas, sucesivas postales de presunta procedencia “ummita” se fueron recibiendo por hasta cinco receptores. Con cierta cobertura tanto mediática como en redes sociales, mucho se especuló acerca de la autoría de tan curiosos escritos, teniendo en cuenta, claro está, la hipótesis de que se trataba de una simple broma, aunque bien orquestada a nivel técnico. Uno de los receptores principales, el pionero investigador sevillano Ignacio Darnaude, llegó a creer en la posibilidad extraterrena a la hora de explicar la procedencia de dichas postales.

 Así lo conté en el programa Espacio en Blanco de RNE el pasado 20 de septiembre, y de hecho ya apunté a que el posible (o posibles) causante de dicha broma pudiera pertenecer al sector más pseudoescéptico o negacionista dedicado a estas cuestiones, de la misma cuerda que Luis R. González (receptor, a la par que el mentado Darnaude, de una de las misivas “ummitas” en forma de postal).índice

 Y aunque dicha incógnita pretendía mantenerse hasta el 8 de diciembre, según podía deducirse de las propias postales, el abajo firmante, tras encajar todas las piezas junto al investigador madrileño José Juan Montejo, creyó poder afirmar que el autor de dicha farsa era, precisamente, el ex-ufólogo malagueño Luis R. González. Un negacionista (antaño creyente) interesado desde hace años en las derivaciones más sociológicas del affaire Ummo y, como decía, receptor de algunas de sus propias postales. Y este habría sido encubierto durante un tiempo por el autodenominado periodista argentino Alejandro Agostinelli.

 Así lo hicimos público el pasado 30 de octubre en la web de El Ojo Crítico. Horas después, debido a la publicación de nuestras pesquisas y a la presión del investigador onubense Moisés Garrido Vázquez, el autor de la broma confesó. Y acertamos de pleno. Además, la misma noche del sábado 31 de Octubre, yo mismo lo adelanté en exclusiva en Espacio en Blanco.

 De hecho, y para entender el calado de semejante personaje, este se expresaba de la siguiente manera en un mensaje enviado a varias personas: “Yo nunca me he mofado de los magufos, aunque es cierto que creo que quien no es capaz de pensar por sí mismo se merece casi todo lo que le pase. A los que he criticado especialmente es a los que se aprovechan de los crédulos para su propio beneficio, sobre todo cuando saben que es mentira”. Quédense con estas últimas palabras. Pero antes, vayamos por partes…

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 Lo realmente sorprendente llega cuando Alejandro Agostinelli, quien pretendía publicar una exclusiva que no consiguió (sobre la autoría de las postales), publicó en su blog el pasado 1 de noviembre lo siguiente: “Luis R. González Manso ha enviado su confesión adelantándose poco más de un mes a su propósito original, un poco por presión nuestra, los que fuimos blancos de su broma, y otro poco porque su libro comenzó a dejar rastros en la web antes de lo previsto”.

 Lo que este señor no cuenta es que la verdadera razón de la confesión de Luis R. nada tuvo que ver con dicha novela, ya que la publicación de la misma estaba programada para cinco semanas después.

 Agostinelli miente. Lo cual no es de extrañar teniendo en cuenta dos cosas. La primera que ni siquiera se licenció en periodismo para poder denominarse como tal, y la segunda su pasado noventero en el CAIRP (Centro Argentino para la Investigación y Refutación de la Pseudociencia). Lo que vendría a ser la versión argentina de ARP o Círculo Escéptico.

 De hecho, en su publicación El Ojo Escéptico, se dio rienda suelta a escritos de Félix Ares de Blas (consultar EOC nº 69) o los propios Agostinelli o González Manso. En este caso Luis R. es el autor del fraude y Agostinell su encubridor. Y digo encubridor con conocimiento de causa, pese a que Agostinelli en absoluto se considere como tal, ya que aunque dudo como se las gasta la ley en la Argentina, el Código Penal español en su artículo 451 es bastante explicito al respecto:

 “Será castigado con la pena de prisión de seis meses a tres años el que, con conocimiento de la comisión de un delito y sin haber intervenido en el mismo como autor o cómplice, interviniere con posterioridad a su ejecución, de alguno de los modos siguientes:índice3

 • 1.º Auxiliando a los autores o cómplices para que se beneficien del provecho, producto o precio del delito, sin ánimo de lucro propio.

• 2.º Ocultando, alterando o inutilizando el cuerpo, los efectos o los instrumentos de un delito, para impedir su descubrimiento.

• 3.º Ayudando a los presuntos responsables de un delito a eludir la investigación de la autoridad o de sus agentes, o a sustraerse a su busca o captura, siempre que concurra alguna de las circunstancias siguientes… “.

 Agostinelli pudo haber confesado el fraude una vez fue conocedor del mismo, al menos a Darnaude, un señor de 84 años que cree en la posibilidad extraterrena de parte de la trama ummita. Pero no lo hizo. En vez de eso, prefirió callar, y escudándose en motivos personales que le restaban tiempo para esclarecer la cuestión en su momento, olvidó que dichos motivos no le impidieron enviar algún que otro correo pavoneándose con “llamadas ummitas” a su persona señalando al autor de la presunta broma. Si hay tiempo para marear la perdiz, también lo hay para rematarla.

15951_205640374488_731449488_2859408_6479787_n Es decir, este señor encubrió tamaña farsa, a sabiendas de la misma durante al menos una semana (y hubiera sido más sino llega a ser por la publicación de nuestras propias pesquisas), con la intención de publicar la información fragmentada en las semanas venideras. Así lo hizo saber el 29 de octubre en estos términos: “Ellos me llamaron el viernes pasado, en poco días comenzaré a contar algo en Factorelblog. He dosificado la info, sobre todo por falta de tiempo. Pero la Revelación se acerca. Sólo les pido paciencia, ni siquiera discreción…”. Y pretendía “dosificarla” hasta hacer coincidir una entrevista suya exclusiva, ya pactada previamente con al autor principal de semejante estafa, con la publicación de la novela susodicha.

 Agostinelli encubrió al autor de la falsa broma. Debido a una camaradería que no es de extrañar teniendo en cuenta lo que el propio Luis R. González ya publicó en Papers de’Ovnis (Enero-Marzo 2001. Nº 23) en los siguientes términos: “En diciembre de 1979 se publicó (nº 38) mi artículo atacando la hipótesis extraterrestre (ya había madurado) que levantó cierta polémica y me permitió establecer mi más antigua y permanente amistad: con Alejandro César Agostinelli”.

 Engaños anteriores

índice5 - copiaY es que el argentino mentiroso no viene de nuevas en esto del encubrimiento de bromas ummitas. Ya lo hizo en 1981, en esta ocasión a los también argentinos Adalberto C. Ujvari, Marta B. González, Analberto Alcaraz Liuzzi y Heriberto Janosch, cuando estos se dedicaron a enviar cartas a varios receptores, mayoritariamente españoles, de presunta procedencia ummita. Pretendían echarse unas risas a costa de la credulidad de los demás.

 La justificación de estos señores, como no, es que se trató de un “experimento” de “psicología social controlada”. Otro fraude similar al que nos atañe, que puede consultarse en Cuadernos de Ufología (nº 5, abril de 1989,  5,  pp.  46 y 47) y del cual fue víctima Antonio Ribera al reproducir uno de esos falsos informes, recibido por Luis Jiménez Marhuenda, en su libro “Ummo informa a la tierra” (Plaza y Janés, 1985).índice5 - copiab

 Y es que finalmente fuimos los que indagamos en esto del misterio los que pillamos, con las manos en la masa, al infractor de semejante estafa, la cual iba orientada a la promoción de una novela de su propia autoría sobre el asunto Ummo. Y eso tiene un nombre, se llama Marketing Viral (algo de lo que se ha hablado largo y tendido en EOC). Hubo móvil promocional-literario, y por ende económico, para sustentar el timo. Y todo ello por parte de un personaje que, disfrazado de escéptico y con la ayuda de otro de su misma calaña, ha perpetrado todo un FRAUDE.

 Él niega toda connotación con la palabra “fraude”, ni considera que haya embaucado, mentido o timado a nadie. Lo cual se nos antoja muy extraño, pues recordemos que a los que Luis R. González critica especialmente, según sus palabras literales, “es a los que se aprovechan de los crédulos para su propio beneficio, sobre todo cuando saben que es mentira”.

David Cuevas

Articulo eoc

Displaying 1 Comments
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  1. Rapaz dice:

    Pseudoescepticismo. Campaña de desprestigio contra todo profesional que no se someta al modelo médico imperante. Contra los extremistas científicos.

    http://saludypoder.blogspot.com.es/2016/06/contra-los-extremistas-cientificos.html

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