Published On: Mar, may 31st, 2016

DOSSIER TARJETAS DE UMMO 2: Entre la broma y el engaño

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ummocart5-001Para no ser menos que otros colegas1, y en calidad de uno de los protagonistas e “involuntaria” víctima de esta curiosa historia, voy a contar mi experiencia, pidiendo de antemano disculpas a los lectores que piensen, no sin cierta razón, en un ejercicio autocomplaciente de mirarnos a nosotros mismos como creadores y desmitificadores de misterios.

En este caso, ciertamente, hemos asistido a la fabricación de un “misterio” que, al socaire de los claroscuros que rodean al tema Ummo, ha cobrado vida como un pequeño monstruo de “laboratorio postal” por unos meses, involucrando directa e indirectamente a diversas personas, para finalmente quedar al descubierto como un truco publicitario de dudoso gusto urdido por uno de esos mismos involucrados (Luis Reinaldo González Manso) con el fin de promocionar su novela.

Visto desde fuera, no es de extrañar que haya quedado flotando en el ambiente del mundillo la sensación de un montaje compartido donde entre unos cuantos hemos elevado un asunto de mera anécdota a categoría, favoreciendo consciente o inconscientemente unas expectativas truncadas con un abrupto final que se veía venir desde el principio. Veamos ese principio y otras cuestiones.

UNA SORPRESA VERANIEGAsello-ummita-2015

Hace años se decía que en época estival no se registraban noticias, y que por eso algunos medios se las inventaban o las provocaban: eran las llamadas serpientes de verano.

Pues bien, uno de tales ofidios iba a sorprender nuestra buena fe cuando, el día 25/8/2015, a las 11:13 horas recibí del buen amigo y veterano investigador Ignacio Darnaude un curioso mail titulado “Ummita Dei-99 en Londres”, con el siguiente texto: “Tarjeta postal recibida por Ignacio Darnaude Rojas-Marcos el 24/8/2015”2. Como se supone que los ummitas no existen, y menos aún desde el 9/9/20143, aquella rara novedad no hubiera merecido mayor atención pero el documento, de apariencia chapucera, no carecía de interés: venía firmado por un sedicente Deii 99, hijo del famoso Dei 984 que habría fallecido según decía el comunicante, y quien por recomendación de su “progenitor” habría hecho un tour  por las universidades británicas; además informaba de unos cambios políticos en Ummo, venía estampado un sello neoummita y se anunciaban nuevas informaciones.

Pittsburgh-GDALa postal fue tildada casi sin excepción de una broma epistolar cuya autoría podría hallarse en el entorno cercano del receptor, o por esa velada alusión al “padre fallecido” y la identificación de Dei 98 como uno de los alias utilizados por J. L. Jordán, también se apuntó como posible autor al hijo de este último.

Por lo pronto, se me ocurrió relacionarlo con otro mensaje reenviado por Darnaude unos días antes, el 15 de agosto, del CRIU5 italiano donde, bajo el título “Citazioni ummologiche: GLI UMMITI SUL WEB!”, este grupo decía haber descubierto algo importante sobre el misterio de Ummo, y era que si los ummitas no habían mandado más cartas en mucho tiempo sería porque desde 2012 se comunicaban a través de internet… La retorcida mente de quienes, hoy y ayer, se escondan tras Ummo podría haber ideado la postal de marras para desmentir tales afirmaciones y de paso sembrar confusión.

COMIENZAN LAS PESQUISAS

Cuando se dispone de una información incompleta y fragmentaria, la especulación puede tomar alas propias y acertar o equivocarse; vamos, lo que vulgarmente se conoce como dar palos de ciego. Esto es precisamente lo que sucedió en esos primeros momentos, cuando ninguno sabíamos que había un segundo receptor de la postal inglesa, a la sazón el personaje central de este montaje: Luis R. González, estudioso escéptico de Málaga.

Este dato tardó un día más en conocerse, a raíz de revelarlo Alejandro Agostinelli en una nota publicada en su blog el 26 de agosto6. Dicha nota propició un correo conjunto a ambos colegas, y no obstante amigos, enviado a las 19:00 horas de ese día y del que me permito el siguiente extracto:

Articulo eoc

“(…) Al ser Luis uno de los destinatarios (tomo nota del secretismo con que os habéis manejado), obviamente ya no creo que el/los bromistas sean del círculo próximo de Darnaude. Y tampoco el hijo de Jordán (…) Pero si hay más secretos a descubrir, sería de agradecer que no fueseis tan reservados (…) De los sellos, el supuesto comentario de Luis sobre la viñeta me ha parecido tan impropio de un aquilatado filatélico como es él… que casi me ha hecho pensar que TODO era un bromazo particular vuestro7…” 

Por tanto, un día después de surgir esta historia, el que suscribe planteó abiertamente sus sospechas a los dos amigos y colegas, cuya reacción fue en el caso de Agostinelli negar en redondo estar implicado en algo así (Dime JJ que todas estas sospechas… son broma. Dime por favor que en ningún momento pensaste seriamente que nos estábamos burlando de amigos). Y en el de González, no hubo una negativa expresa, sino en cierto modo tácita: “Para despejar sospechas, nada mejor que un relato cronológico de los hechos, tal como yo los he conocido. La semana pasada me llegó el último ejemplar de Fortean Times (…) J.J., tu sugerencia de que se hubiese falsificado el sello ummita para colocarlo junto a un sello real, también pasó por mi mente. Pero luego he comprobado que el Royal Mail sí tiene un servicio de sellos personalizados que funciona así (…) Yo no soy un experto filatélico, sólo colecciono esos trocitos de papel por sus colorines…” .

Ante ambas respuestas, de dos amigos y colegas, desmintiendo la sospecha formulada, una reacción creo que bastante lógica fue contestarles en estos términos: “(…) Has hecho bien (Luis) en incluir ese relato pormenorizado… para despejar… las varias dudas que (yo) tenía ayer en relación con todo este asunto”. Tanto sus respuestas como la mía llevaban fecha del 27 de agosto8.

La publicación de un artículo firmado por el propio González sobre el museo ovni de Giancarlo D’Alessandro en Italia, en el número de Fortean Times que casualmente se había anunciado para el mismo día (20 de agosto) que figuraba en el matasellos de las postales inglesas, daba al tema un tufillo más que sospechoso9. Pero ante la negativa de ambos colegas, las pesquisas siguieron por otros derroteros, rebasando con mucho los esfuerzos invertidos por algunos estudiosos el interés y “entidad” que todo el asunto revestía.

En mi caso concreto no tengo reparo en admitir que esta “investigación” ha sido una pérdida de tiempo, pero no tanto porque al final se haya confirmado la impresión inicial y general de estar ante “un bromazo”, sino por la identidad del bromista que en ningún momento asumió su autoría incluso después de insinuarla abiertamente. En tal momento, considero que la broma dejó de ser tal (por lo menos en cuanto al suscrito), para convertirse en un engaño mondo y lirondo, sin que a mí me sirva lo que González ha esgrimido, en público y en privado, como justificación: como por lo visto dijo alguna vez el ilusionista y escéptico James Randi, nunca reconocería una falsedad o un fraude en tanto no se le preguntara directamente. Con todo, el tiempo perdido podría haber sido aún mayor, para mí y otros estudiosos, de no haberse descubierto el pastel en el momento que se produjo, y haberse mantenido la incógnita casi mes y medio más como era la intención de L. R. González.

Creo que no vale la pena entrar en mayores detalles sobre lo que ha dicho el autor de cómo urdió este epistolar y asistió impertérrito a las idas y venidas de unos y otros. Quedan no obstante algunas aportaciones bien jugosas, como el comentario que nos envió uno de los clásicos del grupo de Madrid, el ingeniero e inventor Juan Domínguez Montes10, durante los primeros días, no sólo sobre las postales sino apuntando una curiosa teoría para el conjunto del affaire ummita. Tras obtener su autorización, y como el formato era el de una “carta abierta” dirigida a A. Agostinelli, me he permitido reproducirlo en extracto.

Terminaré esta breve crónica con los hechos finales, una semana antes del desenlace en forma de confesión: el 22 de octubre recibí mi primera postal, procedente de Francia, y ese mismo día González recibe otra de la misma procedencia: “(…) Dicen que ‘desde el verdadero lugar de nuestra base’ y esta vez, la postal sí tiene epígrafe: Le Barrage de Castillon (Alpes-de-Haute-Provence). Habrá que preguntar a los colegas galos si les suena”.

Gozalez300Retorné sobre mis sospechas iniciales el 28 de octubre: “(…) La diversión continúa, y cuando me estaba reponiendo de la sorpresa y carcajadas por la francesa, ayer por la tarde esperaba en el buzón de mi casa… una postal igual que la de Baltimore, pero en mi caso franqueada el 17 del corriente. Nueva carcajada frente al buzón (…) Si esto significa que yo sería el 5º corresponsal (!), que siga el cachondeo (…) Si alguno sabe más de esta broma en marcha a todas luces mejorable, también quiero participar y hacer mi propuesta. Así nos divertiremos todos”.

Sus respuestas llegaron al día siguiente, 29 de octubre. A. Agostinelli nos escribió: Ellos me llamaron el viernes pasado, en poco días comenzaré a contar algo en Factorelblog. He dosificado la info, sobre todo por falta de tiempo. Pero la Revelación se acerca. Sólo les pido paciencia, ni siquiera discreción…”

 Mientras que L. R. González seguía en sus trece : “VAYA NOTICIA BOMBA.- Ya tenía la mosca tras la oreja, pero parece claro que … Dei 99 monitoriza nuestros intercambios (…) Vale que no digas nada para que no pase como en ocasiones anteriores que cuando se les intentó pillar… amenazaron con romper los envíos, pero no nos dejes así, danos algún detalle sobre cómo fue. Al menos, dinos si tenían esa voz electrónica que tanto no han contado. ¿Estás seguro de que son los mismos? Eso de que ahora manden postales con retraso… podría apuntar a la inquietante posibilidad de que se hayan sumado otros autores al jueguecito (…)”

Ante estas respuestas, nada claras y donde ambos parecían compartir un secreto (o secretillo) que en privado no estaban dispuestos a compartir ni revelar, en aquel momento me pareció un paso o escalón lógico en la investigación, seguimiento o como se le quiera llamar de este asunto, hacer públicas a través del blog de EOC tales sospechas tras una puesta en común con David Cuevas con la remota esperanza de estar equivocado. Lo que ocurrió después ya lo saben quienes frecuenten blogs y redes sociales. Y los hechos posteriores nos han dado la razón, salvo en el grado de participación de Alejandro Agostinelli, que se limitó a encubrir12 a González durante una semana.

Y HE AQUÍ LA NOVELA

Cuando daba por concluida esta nota, recibí por correo certificado un ejemplar de la novela firmada por (Luis) Reinaldo (González) Manso, titulada Ummo. Historia de una obsesión. No puedo hacer una valoración de la misma porque no he tenido tiempo de leerla sino tan solo de echarle un vistazo. Da la impresión que su autor sigue la línea del who is who, con nombres tales como cierto señor Roca que confesó en 1993 la autoría del asunto Ummo, otro individuo llamado Tesma Nogales con quien todo comenzó allá por 1966, pasando por dos jóvenes reporteros que reciben a la protagonista en la redacción de una revista y que eran conocidos por proponer cierta “Operación Tenedor” para desviar la atención de unas teleplastias que se hicieron famosas al final del franquismo… En definitiva, que uno de los “pasatiempos” propuestos por el autor sería el de ir identificando a tales personajes de ficción con sus homónimos en la realidad.

Para terminar, me permito aclarar que no es la primera vez que se utiliza el tema Ummo y sus circunstancias como excusa para una novela. Ya lo hizo hace más de veinte años el prolífico escritor Tomás Calleja bien conocido por el público infantil y juvenil, con una novela poco conocida pero muy recomendable, y de título bien revelador: Un ovni en Santa Mónica.

Jose Juán Montejo

 

EL COMENTARIO DE JUAN DOMÍNGUEZ 

Imagen 4 (2)(…)Estas postales confirman mi opinión que una vez que el affaire Ummo se puso en marcha con unos bien elaborados informes, enviados a unos conocidos a los que se nos controlaba personal y telefónicamente, la continuación de la farsa por otras personas no resulta demasiado difícil siempre que se imite bien el sello y el estilo de redacción y se agasaje sutilmente al receptor.

Sigo pensando que uno de estos primeros farsantes continuadores fue J. L. J. Peña cuya  actuación, para mí, no tiene tanto mérito como suele atribuírsele ya que, de hecho, no ha sido el único farsante continuador con éxito (…y que…) los informes copian muchas partes de los trabajos especulativos de Sir Arthur Stanley Eddington. No obstante ahora pienso que quizás el objetivo del envío de esa información no era únicamente observar la reacción de los receptores ante un contacto extraterrestre porque, yo mismo, después de comprobar que se trataba de un fraude, pasé de un primer interés a un rechazo total por el tema Ummo, rechazo en el que, en un primer momento, incluí injustamente todo fenómeno relacionado con extraterrestres. Mi cambio de actitud me hizo pensar que quizás otro objetivo del experimento Ummo fuera también generar, en los científicos y personas influyentes seriamente interesadas, un rechazo a la aceptación de que se hubiera producido un contacto real con extraterrestres.

Recuerdo el experimento Philadelfia en el que EEUU se propuso comprobar si un procedimiento a base de ondas electromagnéticas sería capaz de desmagnetizar un buque para así protegerlo frente a las minas magnéticas y si serviría además para producir un nivel de ruido o de interferencias que lo hicieran indetectable al radar en un determinado espectro de frecuencias.  Parece ser que el resultado fue positivo y para evitar que la noticia alentara a otras potencias a investigar por este mismo camino se filtró una falsa noticia, esta vez descabellada, informando que el resultado del experimento fue la inesperada tele transportación en el espacio y en el tiempo del buque y parte de su tripulación. Está claro que el objetivo de dicha filtración con esta noticia disparatada fue que llegara a oídos de científicos serios y que actuara a modo de cortina de humo  ocultando el verdadero camino que se siguió en la investigación, creando, al mismo tiempo, un clima de confusión que eliminara cualquier interés por el experimento.

Análogamente el objetivo del affaire Ummo y el de otras noticias tan extravagantes, como la autopsia de unos fácilmente distinguibles muñecos hechos pasar por extraterrestres de Roswell, podría ser interponer una cortina de humo que ocultara a científicos y público en general la auténtica noticia de un ya producido contacto con extraterrestres. En ese hipotético caso otro objetivo del affaire UMMO sería crear una cortina de HUMO para ocultar otro hecho real ya producido.

Juan Domínguez Montes

www.dominguez-montes.com

NOTAS

 [1] Lo que sigue no es ni una réplica a terceros, ni tampoco un ajuste de cuentas, pues ése nunca ha sido mi estilo.

2 Ese envío, a diferencia de los posteriores con las nuevas postales que el ufólogo sevillano siguió recibiendo, fue multitudinario ya que se hizo a una larga lista de investigadores nacionales y extranjeros.

3 Día en que falleció José Luis Jordán Peña.

4 Nombre del primer ummita que contactaba telefónicamente y por carta con Fernando Sesma y otros contertulios de la Ballena Alegre (antiguo Café Lion, Madrid).

5 Siglas de Centro Ricerche Italiano di Ummologia e Ufologia, grupo liderado por Angelo Crosignani.

6 Nota de A. Agostinelli titulada “Noticias de Dei-99 desde Londres”, entrada del 26/8/2015 en su Blog Factor 302.4.

7 Tanto esta negrita como las siguientes no figuran en los textos originales, y se deben al autor de estas líneas para enfatizar ciertos matices y, para evitar suspicacias, sin intención de sacar nada de contexto.

8 El único que no faltó a la verdad, porque en ese momento aún era tan “víctima” como los demás, fue Alejandro Agostinelli.

9 Y eso que en aquellos primeros días, ninguno sabíamos aún que el mencionado ufólogo italiano, asimismo especializado en ufo-filatelia al igual que Luis González y viejo amigo suyo, también había recibido una postal inglesa, y luego todas las demás.

10 Autor de El Pluricosmos, Ed. Librería Ágora, Málaga, 1983. Me permito recomendar encarecidamente la web de Juan Domínguez, con interesantes artículos de divulgación y otros trabajos.

11 Así lo hice, y el investigador belga “Jean Pollion” me aclaró que la foto del rebaño pastando a orillas del lago no se correspondía con el lugar pretendido en la postal, supuestamente ubicado en los Alpes de Alta Provenza; sino que era otro lugar llamado igual (Barrage de Castillon) pero perteneciente a un departamento DISTINTO, en los Altos Pirineos.

12 Entiéndase la palabra en su acepción coloquial o vulgar, sin connotaciones jurídicas de ningún tipo.

Displaying 3 Comments
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  1. Tekate dice:

    Los paraísos del Progreso que nunca llegaron.

    http://www.revistahincapie.com/?p=8382

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