Este mes, y en un lapso de sólo 5 días, he oído que pertenezco a la Guardia Civil, que soy transexual, padre de una hija ilegítima y que dirijo una sociedad secreta de divulgadores del misterio (Colegio Invisible), que controla quien publica y quien no en este país…Todo falso. Pero es evidente que el mundo del misterio no escapa al rumor y el cotilleo, actividades intrínsecas a cualquier sociedad humana. Y el que esté libre de pecado, tire la primera piedra…

En los pasillos de cualquier congreso, en la trastienda de cualquier programa, o en la sobremesa de cualquier kedada, donde se reúnen dos o más aficionados al misterio, en inevitable ejercer de cronistas rosas:”Pues me dijo Amorós, que le escuchó a Iker, que le había dicho JJ que Delgado era muy putero…”; “Yo le oí a Sierra, que le confesó Josep, que según Enrique, Fran le pegaba a la coca…”. Es probable que todos hayáis escuchado, y trasmitido, rumores, exageraciones y falacias como estas. Yo lo he hecho.

Hace muchos años, cuando un grupo de adolescentes apasionadamente enamorados del misterio, y sin internet todavía en nuestras vidas, coincidíamos  de tarde en tarde en congresos, programas o Alertas OVNI, en cualquier punto de España,  y exprimíamos cada minuto, hablando de todo lo que se podía (y de todo el que se podía) hablar. Creo recordar que hacia finales de los 80, en una macro tertulia que empezó en casa de Nacho Cabria y concluyó en  casa de Prospera Muñoz, Josep Guijarro y quien esto escribe, pusimos el Record Guinness del debate ufológico más largo de la historia en 44 horas, sin parar, hablando de OVNIs… Obviamente hablamos de todo y todos.

Y en aquellos días nosotros, jóvenes aspirantes a investigadores, nos emocionábamos al escuchar cualquier rumor o información, supuestamente restringida a unos pocos, sobre la vida sexual de J.J. Benítez, las aventuras de Andreas Faber Kaiser, o las anécdotas de Fernándo Jiménez del Oso. Con el paso de los años, y al tener la oportunidad de conocer  personalmente a los implicados en aquellos rumores, descubríamos que todos eran fruto de la exageración, la envidia o la fantasia de unos pocos, pero nosotros habíamos participado en la cadena. Porque creerse en posesión de una información restringida, en un círculo social que comparte nuestros intereses, nos hace sentirnos importantes. Y no solemos valorar el daño que pueden acarrear dichos rumores al llegar a manos (y bocas) maquiavélicas… A Josep Guijarro, sin ir más lejos, le costaron el despido de la revista Mas Allá.

En el siglo XXI,  el de la informática y las redes sociales, la “inocente” afición al rumor y el cotilleo, ha mutado. Ya no se trata de un pecado venial, tenido asi en todas las religiones, que reprueban a cotillas y criticones… En la era de la informática la rumorología se ha convertido en un arma de gran calibre, capaz de destrozar la credibilidad de una persona en poco tiempo. Y es evidente quienes son los grandes usuarios de dicho arsenal. Sólo hay que echar un vistazo a google, para descubrir como los grandes enemigos del misterio, han conseguido desacreditar a los divulgadores más conocidos de estos temas, sólo a base de rumores, exageraciones o auténticas falsedades, hechas verdades a fuerza de ser repetidas una y otra vez. No es casualidad que esos detractores sigan la escuela de Joseph Goebbels… Nada es casual.

Sexualidades escatológicas, grupos de poder oculto, negocios multimillonarios, drogas… en los rumores del misterio no falta ingrediente. Lo mismo que ocurre en otros sectores de la sociedad, donde pasa exactamente lo mismo. Lo paradógico de la historia, es que quienes participamos de las cadenas del rumor, hace 20 años, hoy somos objeto de ellas… Así que no es  difícil deducir que algunos de los que hoy participais de esos nuevos circuitos del rumor, dentro de unos años, y si continuáis lo suficientemente enamorados del misterio como para no haber abandonado, os convertiréis en los nuevos pedófilos, espías, cocainómanos, o censores, en la imaginación de vuestros detractores… Aquí os esperamos. 

M. Carballal

Puedes descargarte EOC nº 68 en:  http://www.dimensionlimite.com/eoc/EOC_63.pdf